Cuán voraz eras,
como la aguja
grande del reloj,
que avanza sin esperar
a su compañera,
que la sigue sin aliento
y sólo la alcanza
cuando en ese sólo segundo
casi, imperceptiblemente,
se tocan.
Que dolor
cada vez, que pasas a mi lado
y sólo dejas en mí
ese, tu perfume preferido.
Es abrir ese placard,
para ver tus cosas,
esas capelinas que usabas,
alegremente,
al llegar cada primavera.
Pero ya no estás,
me conformo
con oler aún
sólo tu ropa
la que quedó en casa,
en nuestra casa
que ya dejó de serlo.
Sé que estoy muriendo
de pena, de a poco,
fueron tantos años
en que nos amábamos
y sin necesidad alguna
de decirnos,
con sólo mirarnos,
descubríamos en el otro
mucho más que uno.
Aguarda, no te vayas aún
déjame extrañarte
con tus cosas; tus retratos,
los nuestros…
aunque te resulte extraño
mi aguja en el reloj
ya te ha alcanzado.
Felicitaciones por el blog. Me encanta la imagen de portada, el Bastión de los Pescadores de la Ciudadela de Buda, cubierto de nieve.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias, Fabio. Soy un novel escritor a pesar de mis años; que está humildemente tratando de construir su propio blog, con las dificultades propias que a veces provocan los tiempos tecnólogicos que son super dinámicos.
No obstante; “emociones desde el alma” dirá su sentir exclusivamente personal, con la esperanza de aportar un pequeñisimo grano de arena, a esa “magía” tan profunda y bella, a la que llamamos literatura. Un saludo afectuoso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Principio requieren las cosas. Hay que atreverse. Hay que animarse.
Ahora, te invito a que te animes a escribir una brevísima presentación aquí: http://wp.me/P82dYJ-2 😀
Me gustaMe gusta