¿Quien es pobre?
El que
no tiene
comida
sobre
su mesa.
El que va
por la vida
con los pies
descalzos.
El que va
perdiendo
a razón
de que es
bueno
y de que
es malo.
Pobres somos
nosotros
ciudadanos,
que nada
hacemos
y miramos
todo ello
como si no
fuera nuestro.
Cuando
veremos al otro,
en nuestra
propia piel.
Cuando
nos llegara
su dolor
y nos
alejara
de esta
indiferencia
atroz
para la cual
no existe
excusa alguna.
Prevalece
“el sálvese
quien pueda”
en lugar del
“amaras a tu
prójimo
como a ti mismo”.
Y me aferro
a esto,
no porque profese
religión alguna.
Me aferro
a ello,
para poder
comprender,
en que
nos hemos
convertido.