¿Ahora, me llamas?
Quisiste ser libre,
tal como decías.
Mi vida está
en respirar,
fuera de esta casa
era tu frase preferida.
Y antes así fue,
años en que
tu ausencia
fue evidencia.
Pero no,
deseabas
otra libertad,
esa que provoca
en algunos,
no estar sujeto
a nada ni a nadie.
Disculpa,
pero ya de ti
no me queda nada,
porque como tú,
saboreo esa libertad
que tanto reclamabas.