Tú, sí que
sabes seducir
como ninguna,
corres
tu falda levemente
cruzas
tus piernas,
y solo miras
fijamente.
Nos vuelves
locos de deseo
y de pasión,
a todos
en el bar,
y parecemos
machos de cartón
rellenos con pura espuma.
Tú, sí que
sabes seducir
como ninguna,
corres
tu falda levemente
cruzas
tus piernas,
y solo miras
fijamente.
Nos vuelves
locos de deseo
y de pasión,
a todos
en el bar,
y parecemos
machos de cartón
rellenos con pura espuma.