Mi mente
ha visualizado
un viaje imaginario
hacia las canaletas
de la Rambla.
Tengo la costumbre
de beber el
agua que vierte
de las mismas.
Dice una leyenda
que si la bebes,
siempre volverás
a Barcelona.
Será por ello,
que cumplo
fielmente,
con dicha tradición
y ceremonia,
dejando una flor,
honrando
a quienes
han partido,
por aquel
horror,
del fanatismo
religioso
de grupos
radicales.
Paz Eterna a todos ellos.