Atardecer
que fagocita
el sol,
lentamente.
El ruido
de los coches
en día viernes
al atardecer,
presurosos, nerviosos,
fin de semana largo.
Bocinas estridentes,
como creyendo
que por arte de magia
se abrirán camino.
Y la vida?
Se la acaricia?
Se la cuida?
Se la disfruta?
o solo somos
el aquí y ahora,
como seres
que se mueven
meramente,
por instinto
y no por la razón.
“A una loca querida” debo decirle; que estando los comentarios cerrados en cuanto a sus letras de “Culpable”; ellas son brillantes y adorables, representando un canto al amor de dos almas entrelazadas por una necesidad voraz y eterna, al mismo tiempo.
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