No escribo
meses
han pasado ya,
me disperso con esto
que me han dicho
quienes lo conocen,
qué es de cuidado,
qué resulta tóxico.
Te extraño,
como extraño
aquel que fui
hombre enamorado.
Tu mujer
de piel blanca,
y voz que
era susurro.
Porqué te has ido
así de repente
le pregunto a Dios,
al mismo Universo.
Y solo silencio.
Partiste.
No así tú alma inquieta,
más tus fragancias
quedaron en la casa.
Como ignorarlas,
continuas llenando
aquello obscuro,
que todo hombre tiene.
No estás y pretendo
con locura,
recordar tu voz
cuando me hablabas.
Solo fotografías
caen de mis manos,
como las lagrimas
que lastiman
y replican
una y otra vez
en el alma mía.
Cada noche,
es dejar
ir un poco
de mi vida.
Pensé
desde un principio,
que el intento
de olvidarte,
sería vano
y no me he
equivocado.
Mi corazón
palpita,
como queriendo
alcanzarte.
No importa
dónde.