Es en esta
soledad
auto impuesta,
en que te extraño
tanto
pero tanto;
que no hay quien
lo perciba.
El desasosiego
me acosa
cada noche,
solo me queda
aferrarme
a tu retrato,
y apretarlo
en mi pecho,
hasta que duele.
El final
está cerca
quizás no lo has
advertido,
tu idea de la vida
te hacia
creer eterna.
Pero no, sabes.
Cuando dejas
de vivir
en sinfonía
con el amor,
es que golpean
a tu puerta.
Aun te lloro.