Vi
tus pies descalzos
bajando
por la escalera
de madera
del viejo hotel de playa.
Y observe. en ellos,
aquellos otros,
que años atrás
perseguía
entre los médanos.
Observé tu silueta,
a la que los años
solo han embelesado.
Y ahora sí,
emprendí
nuevamente
el camino
para hacerte mía.