Te he visto hoy,
corriendo por la plaza.
La emblemática,
la de las Madres
de los jueves,
y me pregunté
porqué
te detenían.
Viví los´70,
me estremecí.
Eras una adolescente
que no tiraba
ni piedras,
ni anda
por la vida
con la cara cubierta.
Porqué a vos,
pequeña
me pregunté.
E intercedí,
me miraron
raro,
cuando dije
-es mi nieta-
y pude lanzarte
fuera de ese
torbellino,
de odio y locura,
de uno
y otro lado.
Tristeza infinita,
caminé y me aleje
no tan presuroso
haciendo memoria
de aquellos años.
Cuando en un bar
hablábamos en murmullo,
de nuestros ideales
por temor
a ser chupados.
No me fui yo,
pero se fueron otros.
Apenado pensar,
acusado
de ser libre,
defender lo lírico
de la injusticia.