Me pides
que me aleje
de ti,
como si nada.
Que tu padre
te ha dicho,
que no soy nadie.
Puede tu corazón
no luchar
por lo que siente
o en verdad,
jamás lo ha hecho.
Dime tú,
como hago
para detener
este amor
que evoco,
desde
aquel momento
en que nos
conocimos.
¿Solo digo vete
de mi alma?
Muero por ti,
lo has
sabido siempre.
Mi partida
será el final,
triste
y no deseado.
pero con
extraña sensación,
de haber sufrido
un engaño.