Espera,
sólo espérame.
Estoy llegando,
para sacar de ti
esa tristeza.
¿Que como sé
que estas triste?
Tu mirada
delata esa desazón
y ese dolor profundo
en tus entrañas.
No te prometo mucho
sólo mi abrazo,
para que
dejes fluir
todo aquello
que debes soltar,
de una buena vez.
Luego, no sé…
Será tiempo
de escucharte.