Los años pasaron, las coincidencias mutaron
y desaparecieron.
El juego de quienes no quieren escucharse.
Cambiamos tanto, que decidimos otra vida.
Y nos sentimos plenos, soñando ser feliz sin el otro,
por nosotros mismos, por la savia de lo bebido.
No obstante, flotan en el aire
aquellos recuerdos de suspiros y conquista,
corazones a mil sin importarnos, nada ni nadie.
Nos deslizábamos por la improvisada alfombra,
de aquel que fuera nuestro primer piso.
Hicimos el amor sobre una colcha, que importaba
sí solo éramos dos, que se deseaban sin límites ni tabúes.
Que bueno es, que a través del tiempo
guardes para ti, esos recuerdos en tu arcón de vida plena.