Hoy he sido feliz, que no es poco.
Tu sabes que la felicidad es efímera
y se compone de suaves ráfagas
de las más simples emociones compartidas.
Converse con uno de mis hijos,
que con su familia vive muy lejos
y nos dimos uno de esos abrazos
que virtuales son tan sentidos.
Al mediodía, me encontré a almorzar
con mis otros dos hijos, que si bien
están cercanos, hacía ya un mes
que las obligaciones no nos permitían
encontrarnos, para hablar de las cosas
cotidianas de la vida, de sus proyectos.
He aprendido en estos últimos tiempos,
ha escuchar más que hablar sin horizonte.
Me sorprendió y me enorgulleció
sus ilusiones y proyectos de vida.
Los miraba y pensaba que algo
bien habíamos hecho con ellos,
para que si bien con obstáculos
tuvieran esa férrea voluntad de superarlos.
Nos despedimos con besos y abrazos.
Volví a casa, donde me esperaba mi mascota.
Y al verla le conté, lo feliz que me sentía.
En la vida se puede ser feliz,
con las cosas más simples que puedes suponer.
Pero no tanto, cuando tu amor filial
estalla por la sangre que corre en tus venas.
Hoy he sido feliz. ¿Me preguntas por mañana?
Solo me interesa el hoy de cada día…
Envidio tu suerte de hoy querido amigo y esa dicha que te da la vida al poder abrazar a tus hijos, yo tengo dos y muy buenos hijos, mi hija me adora y vive pendiente de mi, mi hijo una persona bella y con un corazón más bello aún, no le tengo cerca y eso duele.
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Gracias por leerme, querida Yvonne. Estamos casi en idéntica situación. Con un hijo a mas de 1.000 km. de distancia y los otros dos (mujer la mayor, hombre el menor) cerca. Todos ellos sanos como personas y ávidos por ser felices, Hemos tenido la dicha de ser bendecidos y por ello, cada minuto de un encuentro es un canto a la alegría. Un cálido saludo.
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Excelente relato de tu momento de felicidad,y te comprendo tan bien, esa felicidad nos la entrega nuestros hijos ,sus emociones,sus planes,hacen que nuestra vida tenga sentido.
Te abrazo y que esos momentos sean muchos más .
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Hermoso!! La dicha es compartida cuando la sangre se une…. Y que añoranza produce!!!
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Esos momentos de felicidad de los que somos realmente conscientes y que somos capaces de plasmar de alguna manera, son los que nos hacen tejedores de vida. Me ha encantado!!
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Muchas gracias!! La sangre jamas se licua y transforma en agua…por eso debemos abrazar mas a nuestros seres queridos…hoy que están y estamos presentes. Un cálido saludo.
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