En Buenos Aires, si no haces
una fila para pagar tus servicios,
tus impuestos,
tu jubilación o pensión,
ingresar a un teatro o cine,
o a un espectáculo deportivo,
tu turno en la farmacia,
verdulería o carnicería,
shopping o supermercado,
denuncias ante la sede comunal
y así tantas otras locuras,
por más que alguno lo tengas
con débito automático a través
de tu tarjeta de compra o crédito ,
dejas de respetar la institución
de la fila con su origen histórico,
y pierdes tu condición de porteño,
te excomulgan de tu culto,
te borran del padrón electoral,
qué entre tú y yo te comento
Que siempre pregunte para que sirve
-y nadie supo contestarme-
porque cualquiera sea el color
siguen robando desde la época de la Vieja Aldea.
Conclusión:
de ciudadano de 2°, 3° o 4°
categoría pasas a ser un paria,
mal mirado hasta por tu familia…