Las pulsaciones a mil,
corriendo por la calle
deseando que no lo alcancen.
Siente las voces atrás
que le gritan que pare,
pero sabe que si lo hace
la pasara mal, son muchos
buscando revancha,
y cuando ella se produzca
se transformara
en un monstruo demente
que no se detendrá,
buscando destruir
a todo lo que se le ponga enfrente.
¿Revancha? ¿Su razón?
Solo haber tenido
un movimiento torpe,
que mancho con unas gotas
la camisa de uno del grupo,
con su propio vaso.
Aun pidiendo disculpa,
le ofreció al otro pagarle
el trago, solo recibió la respuesta
de un insulto gratuito,
referido a su color de piel
cobriza propia del origen
de sus padres de clase humilde,
pero mucho más digna
que cualquier otra.
Era el, contra diez muchachos.
Seguridad los saco a todos
del local, echándolos
por el creciente disturbio.
El estaba con su novia
desde hace un año,
lo alcanzaron y los forcejeos
dieron lugar a los empujones,
una trompada artera voló
y cayó al piso,
solo atino a protegerse
con sus brazos, indefenso.
No se conformó la manada,
ávida y embebida en alcohol,
siguió golpeándolo sin piedad
dándole patadas en su cabeza.
Cuando lo vieron inmóvil,
se dispersaron, pocos se acercaron
a socorrerlo y cuando lo hicieron
ya estaba en el estertor de la muerte.
Hoy lo amarillento de los medios
lo vienen mediatizando hace días,
ahora parece que el morbo
esta puesto en los detenidos
y en dolor no solo de los padres
de Fernando, a quien se le robo su vida
sino también del dolor de los padres
de quienes están entre rejas.
Algunos ya pusieron su vivienda
en venta, para solventar un abogado.
Otros se irán de la ciudad
donde viven, por vergüenza
o por no soportar la mirada ajena.
Aquí o en cualquier lugar
del mundo, sucede lo mismo.
La violencia, la destrucción del otro
como algo cotidiano en una noticia más,
pero es invisible y no produce conciencia
para instrumentar políticas publicas,
que pongan en eje nuevamente
a las sociedades en el marco de la tolerancia.
Algunos de los propios líderes mundiales
alimentan con sus discursos de trinchera,
la xenofobia, la violencia contra el diferente.
¿Hacia dónde vamos?
¿Estará próximo el holocausto final?