Eres una rubita adolescente
que desea tontamente, crecer rápido.
Así me lo dices, cuando quieres
aprender algo nuevo en ese cuarto
de hotel, toda vez en que nos acostamos
e insistes en saberlo todo sin prejuicios
ni ataduras, dices que te asfixian
pero no lo parece, de la manera
que te entregas mansamente a la lujuria.
A veces, me das mucha tristeza
perderás juventud, jirones de tu bella piel
en este recorrido salvajemente buscado por ti,
cuando te susurro un no, que solo nos abracemos
comienzas a morderme, a besarme cada milímetro
y vuelves a subirte con un deseo desenfrenado
que nada ni nadie puede parar, hasta que caes
exhausta por tu propio ímpetu y deseo.
Sabes que conmigo, no tendrás futuro
pero haces de mí, tu capricho
y yo hombre de mil batallas, dejo hacerte
pensando que podría ser tu padre.
Pero todo lo ignoras, no sé hasta cuándo…