Recuerdas cuando te gritaba ¡Vive!
Cuando decías tener un problema,
a sabiendas que todo se soluciona.
Cuando te decía haz lo que desees
no lo que te sientas obligada hacer,
ya que esa pequeña porción de egoísmo
que cada uno y cada cual, debe tener
es para preservarse a sí mismo,
y desandar la finitud de la vida
con alegría y curiosidad continua,
sin dejar de pensar en el otro.
Cuando te alentaba a alcanzar
aquellos sueños que tenías,
desde aquella infancia compartida.
Ahora continúo diciéndote lo mismo,
todo pasa y esto también pasara.
Previene, deshecha rápido el pánico
que tanto mal hace, como el aislamiento.
Luego volveremos a salir a caminar,
por el parque tomados de la mano
como lo hemos hecho siempre,
mirando los pájaros revoloteando
sobre las copas de esos árboles
que tanto nos han acompañado siempre.