Tristeza infinita,
adivino en tu voz
historias de tu vida
que aun duelen
y no intentas dejar
de recordarlas
por lo que no dejas
de angustiarte del ayer.
Ese ayer, lo vuelves
a tu presente
renegando de este,
al no dejar aquel.
Si lo intentas,
veras que lo conseguirás
y al dejar ir,
una nueva vida comenzara.
Tu voz se suaviza
cuando hablas de tu hijo,
se torna irritable
al buscar culpables
sobre lo que sobrevino,
luego del divorcio.
Sabes bien,
el pasado es inmodificable
que aquel ya fue,
y seguirá siendo el mismo
o bien peor,
como sucede algunas veces
cuando los años se escurren
y seguimos lastimados,
solo porque así lo elegimos
sin imposición de otros.
Abre de una vez
tus ojos y dirige
tu mirada hacia la luz
de la esperanza,
deja ya lo pasado detrás
piensa solo que quieres
para este tu único presente,
antes de que la finitud
golpee a tu puerta.
Sabes,
aunque no desees
hablar de esto,
permíteme hacer
como decia “Gabo”,
solo escuchar
tu silencio.
El silencio, también es una respuesta.. Muy bonito!!
Me acabo de dar cuenta, que me habías escrito en entradas anteriores, e incluso reposteado una, lo siento, pero como no controlo mucho esto, por eso no contestaba. Muchísimas gracias por tus comentarios y seguirme un saludo y feliz día!!!
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