La fina arena de la playa
en el momento que el sol
del mediodía, le cae sin respiro.
confunde su color en oro,
Tú no te preocupas, tal como
como si fueras demonio encantado
salido de un infierno desconocido,
que uno niega una y otra vez
al ver tus dorados cabellos que caen
hasta tu cintura, dándote esa belleza
que solo estremece y mete miedo.
Miedo a acercarte a ti, ninfa
de engañosa figura humana,
que pretende arrancar mi corazón
para llevárselo lejos y hacer de el
en tu torre encantada, prisionero.
Como huir de ti, si ya al mirarte
me has seducido con tu desenfado.
Y ahí caemos rendidos ante sus encantos….
Me gustaLe gusta a 1 persona