Ha pasado el mediodía,
inicio la tarde
frente al teclado,
y vuelvo a pensarte
en el recuerdo
de ese sueño de anoche,
donde la encantadora luz
de tu presencia,
me lleno de paz
aunque fuera
solo por un momento,
mirando tu rostro
como lo hice hace tanto,
pero ahora juvenil y difusa,
contraria a mis años
con los que hoy, convivo.
Extraña mezcla
de imágenes encontradas,
en donde me llevabas
por caminos para mí
desconocidos, solo
para alcanzarme a lo
que un día
fue mi hogar,
brindándome esa sorpresa
de encontrarme frente
a aquel que abandone
hace un tiempo,
y nosotros, ambos extasiados
riéndonos como adolescentes
junto a mis hijos, compartiendo
ese nuestro y tan desigual amor.
Todo se manifiesta en su preciso tiempo, así sea en sueños…
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