Tu silueta frente al sol
enmarca tu larga sombra,
sobre el alto, poroso médano
de la inmensa y solitaria playa.
Las libélulas en decenas
presagian tormenta cercana,
corres hacia mí, que impávido
oteo el nado de las orcas,
en un mar furioso que arrastra
su salvaje oleaje sobre la arena.
Me abrazas temblando,
mi mano te acerca y aprieta
sobre mi torso desnudo,
puedo sentir el tambor de latidos
que se aceleran dentro de tu pecho.
En segundos, se obscurece
un rayo cae en el horizonte,
te alzó con ambas manos
y corro hasta la caseta cercana,
la que tantas veces, acuno el amor
dentro de nuestros cuerpos.
Eres en este momento una niña
asustada que desea protegerse,
y encuentras en mí, lo de siempre
un ser que sabes, no te dejara nunca.
No habrá tempestad ni otra cosa,
por la que tengas que temer, tu mi única dueña.
Hermoso poema…
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Un idilio de amor que protege de la tormenta…
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Dulces palabras que emanan ternura, hermoso poema.
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Muchas gracias por pasar y leerme. Un cálido saludo.
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Hermosas palabras de amor y consuelo ante las tormentas de la vida.
Un abrazo
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Hermoso!!!
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Precioso. 💜🖤❤️
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