Una puerta se cerró
hace ya mucho tiempo,
no obstante será lo vivido
de ese amor que de todos
fue al que sentí único.
Desencuentros continuos,
rutinas de a dos, silencios
que fueron horadando, despacio
aquello previsto para siempre.
La soledad aunque he tratado
de llenarla como con libros,
que no dejaran lugar alguno
en cada estante imaginario,
para así fantasear creyendo
evitar su incomoda compañía,
no fue suficiente ante su hastío.
Un nuevo hueco ha surgido,
herida lacerante que transito
haciéndola algo más toxica.
Pero a veces, quizás inesperadas
ilusiones logran surgir en nuestras vidas,
por ello haré que mis manos desgranen
aun la tierra fértil y pueda regalarme,
esa ilusión de amor distinto,
tan adorable que me logre llevar
como tantas veces me he dicho
a ese último puerto, al que tanto ansió.