Bella y díscola a la vez
siempre fuiste así de no serlo
no serías quien eres,
una mujer extraña
y a la vez etérea,
que pareciera hacerse
invisible como de a ratos,
para que te buscaran
con la esperanza de hallarte,
en tu oscuro y bello mundo
que ha atravesado milenios.
Pero tu siempre aguardas,
no te desesperas agazapada,
como aguardando esa presa
que sabes pronto llegará,
a esa trampa que son tus ojos,
ojos que detienen todo suspiro
dejando que los devores, resignados
y gozando sin gritos tu ceremonial.
Imagen: Gentileza de Behance.net – Pinterest
Me dejaste la duda, sevtratará de una mujer física? Un espíritu? Un ángel? Muy bello y sugerente relato, saludos.
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Hola, querida amiga. Es como dicen…lo que imaginas, puede ser… Gracias por pasar y leerme. Un cálido saludo.
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Y nosotros estamos presto a caer en esas redes s pesar de saber lo que nos espera. Después diremos, terminó mal pero nadie me quita lo bailado.
Genial tu poema. Un abrazo
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Muchas gracias Manuel, por pasar y leerme. Un abrazo, amigo,
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Por nada. Siempre a la orden
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