La campeona que puede estar más de 5 minutos sin respirar
Ludmila Brzozowski tiene varios récords en apnea deportiva. Lo disfruto, pero es una exigencia antinatural,
«No se trata sólo de aguantar mucho tiempo bajo el agua. No es el tiempo lo que cuenta. Es la sensación de formar parte del agua.
Bajo el agua, el tiempo es otra cosa”, dice Ludmila Brzozowski. Representante argentina en apnea deportiva. Récord argentino en apnea estática. A sus 4 años, y sin saber nadar, se escapaba a la pileta grande del club de Río Colorado, la ciudad de Río Negro en que nació hace 43 años, y se movía por el borde interno para llegar a la parte honda. Todavía se acuerda de ese momento que la llevó a sumergirse luego por piletas y mares del mundo.
“El agua me llamaba”, le dice a Viva desde su casa en Bahía Blanca, donde reside y entrena. La franja divisoria de color rojo la fascinaba. Aquella delgada línea que separaba la parte baja de la piscina de la profunda. Y ella siempre iba a la profunda.
“Nunca le tuve miedo al agua sino al bañero”, se ríe al recordar los enojos de los guardavidas al descubrirla tan chiquita y tan corajuda. Un sábado, uno de ellos, Franklin Urrutia, empezó a darle clases de natación.
A los 5 años participaba de competencias preinfantiles en las que el premio era un helado conogol. A los 10 nadó 25 metros sin respirar, en subacuático, la prueba en la que –años después– se convirtió en campeona panamericana.
“La infancia es la pileta. La pileta, jugar en la calle y la biblioteca”, recuerda, porque también le daba a la lectura de libros de su casa, que compartía con tres hermanas, un hermano y sus padres.
También escribe: coqueteó con el periodismo pero el agua pudo más. En 2012 se enteró de que la apnea era un deporte y en 2013 compitió por primera vez. Dos años después participó en un Mundial de la especialidad, en Francia.
Hay que ver las imágenes que le hizo la fotógrafa Laura Babahekian. Bajo el agua su cara es puro éxtasis. A veces, sin ropa, se sumerge y se deja llevar por las sensaciones: el
el agua como caricia. Otras con una malla o con traje de neopreno: el agua como caricia. Un estado zen que sólo allí encuentra y con el que le puede ganar al frío más frío del agua.
“Siempre encontré algo mágico en ese fluir liviana y libre. Algo que hoy sigo sintiendo y que me conecta con aquella nena que aprendió a intentar.” Y luego: “Cuando llego a la pileta o al mar, me transformo. Emergen las fortalezas que no imaginaba tener, y me vuelvo permeable a ese mundo de sensaciones que sólo habito en mis apneas”.
En qué consiste, concretamente, la apnea deportiva?
-En contener la respiración bajo el agua y alcanzar el mayor tiempo, profundidad o distancia posible en un respiro. Hay distintas pruebas deportivas. También soy instructora de apnea, doy cursos y talleres, y en ese ámbito vi a personas vencer miedos en el agua, superarse y descubrir fortalezas en su interior más profundo.
Porque la apnea se trata de eso: del proceso y no de los minutos o metros sin respirar.
«Buscar patrocinios fue una maratón aparte que muchas veces me hizo llegar desgastada a competencias o hasta a llorar bajo el agua en los entrenamientos.Ludmila Brzozowski, campeona en apena deportiva»
Logros increíbles
Ludmila tiene cuatro récords panamericanos, dos sudamericanos y quince argentinos entre las tres pruebas en piscina. También cuenta con un reciente récord argentino en apnea en profundidad (en el mar), en la prueba más difícil y genuina conocida como “peso constante sin aletas”: descenso y ascenso en estilo pecho, sin agarrarse de la cuerda ni usar patas de rana. Así descendió 40 metros. Sólo brazadas y patadas.
Para alcanzar esos logros hizo cosas tan extravagantes como nadar bajo el agua 142 metros en una piscina o permanecer cinco minutos y medio sin respirar.
Continuará…
Fuente: Periódico Clarín. Revista Viva
Entrevista: Alejandro Duchini