Cuán distantes
pienso que estamos,
cuando prometiste
que nos veríamos,
«te llamo
entre lunes o martes»,
dijiste convencida.
Aguarde si,
pero no ya
con ansiedad,
por no ser
la vez primera,
en que haces
lo contrario.
Te has vuelto
cada día
más etérea,
pero a pesar
que ello
atrae y seduce,
también
provoca
que mi vida
no esté
dispuesta
a tus dudas,
corriendo
el riesgo
de que el amor
que tengo
para darte,
se volatice
para siempre.