Como me encanta
mirarte
sin que lo percibas
siquiera,
cuando vas
y vienes
a la oficina
para luego sentarte
estirando
tus largas piernas
por debajo
del escritorio.
Mi habilidad
si es que progresa,
es ser franco contigo
y saber si tu
te muestras
auténtica,
sin falsos
simulacros.
Hace un par
de meses
que estas aquí,
pero han bastado
para esperar
a que un día
necesites de mi,
para decirte
que te quiero,
y si me
preguntarás
porqué,
solo podría
decirte,
que eres
ese Ángel
divino,
que me fue
enviado.
Imagen: Gentileza Pinterest – Por D.N.Thompson