No dejes de cerrar la puerta
cuando creas que debes irte,
para arrepentirte luego sin remedio
ya que ella se cerrará y no te dará
otra oportunidad de volver conmigo.
Sabes bien que te he dado todo,
sin preocuparme jamás de ser por ti,
el furgón de cola de este tren sin destino,
pero nada te alcanza en el buen amor
solo vives de ilusiones dejando de ser
auténticos solo presos de apariencias
para aquellos que sabes nada nos darán.