Ha sido recordarte
la razón
del porqué,
nuevamente
habías entrado
en mi vida.
Solo fue llamarte
el día de tu cumpleaños,
en el que tejimos
en un telar imaginario,
la posibilidad
de un reencuentro.
Se produjo,
nos dimos
un abrazo interminable,
hablamos entre risas
del pasado
y del presente
de cada uno
de nosotros.
Luego, lo frecuente
una a una
cada videollamada
en tiempos
de pandemia,
hizo que sin permiso
en mi corazón
entraras
para quedarte.
En cambio
el tuyo,
inmutable
tal cual roca
se mantuvo,
como
avergonzada
de esos diálogos,
ahogandolos
poco a poco,
hasta que
en sutil humo
desaparecieron.
Te quiero,
porque ya
te quería.
desde antes
de que la vida
nos separara
hacia
rumbos distintos,
te invité
a construir
algo nuevo
sincero y adorable,
pero tu temor
por los otros,
por el que dirán
está por encima
de toda
la ternura
que pude darte.
Evasivas
una y otra vez,
por verte
nuevamente,
me hacen
pensar,
que si alguien
se aleja
es por la
simple razón,
que no
le interesa
que uno
se transforme
en un escollo
dentro de su
propia historia.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest-Reeditado