Para que
quejarme
si en este
instante
el dolor
lacerante
en mi
roto cuerpo.
me impide
caminar
ni siquiera
cien metros,
Cada paso
es como
un latigazo
que resulta
sorpresivo
y se lanza
contra mi
traicionero
sin aviso,
como
si deseara
que el dolor
fuera
mas intenso
cada día.
Pero debo
afirmar que
los dolores
del cuerpo,
son menores
a los sufridos
por mi golpeado
corazón,
que añora
tiempos de aquellos
regados por
efímeros momentos
plenos de felicidad
e instantes
de amor intenso.
He sido feliz
al amar
y ser amado,
como bien
dice Fito,
no se puede
vivir
sin amor,
entonces
recurro
a esas letras,
para hacerle
burla al dolor,
dirigiendo
mi mente
a lo mas
sublime
de nuestra
corta vida,
amar
a quienes
supieron regalarme
momentos únicos
de alegría,
esas bocanadas
de aire puro,
que barren
con cualquier
dolor.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest