Leo tus letras
cada día
a las
que aguardo
con ansiedad
ver en mi sitio,
donde escribo
lo que siento
o subo aquello
que me agrada,
tanto como
instrumento critico,
como por igual
descubrir
o reafirmar
lo que sucede
con esa loca
dinámica
de nuestro tiempo,
sin olvidarme
de la historia
rica de cada
momento de esta
humanidad
tan contradictoria
y tan vanidosa.
Me has dado
lo que creía
haber perdido,
la voluntad
de escribir
sobre el amor,
aún como
la figura
“platónica”,
que podría
definir así
y ahora
en este
mismo instante.
No conozco
tu rostro,
pero poco
importa,
tengo tus letras
y con ellas
recibo cada día
un baño de luz
que me estremece.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest