Te amo tanto
que continuo
intentando
acercarme
sutilmente a vos,
al construir
el día a día,
con la ilusión
de tu regreso.
Pero eres roca
que no cedes,
te muestras
inquebrantable,
no como junco
que soy
al ser flexible
al perdonarte.
Pensar en vos
disloca la realidad
que me circunda,
he tenido errores
preguntándote
quien no los tiene,
sin embargo
siempre te enseñe
que la generosidad
en el amor,
es tan vital
como esa llama
encendida,
que a través
del tiempo
eterna en mi
busca refugio
hecha esperanza.