Mirarte aunque
no lo sepas,
acariciando
tu fotografía
en mis manos.
Mirarte
una y otra vez,
amandote
como siempre
sempiterno.
Queriendo
ilusoriamente
abrazarte
y amarte,
con pasión
irrefrenable
la que
te estremecerá,
al volver
ambos
a sentirnos
vivos
debajo
del sol o la luna.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest