Vuelvo a vernos
Cae la noche
me siento abrumado
nuevamente,
recordando aquel tiempo
en como amantes
nos acurrucamos
en la absoluta
oscuridad
del cuarto,
dejando escuchar
solo el jadeo
de las respiraciones,
alocadas
hasta llegar
a esa inigualable
exhalación
al mismo tiempo.
Así amanecíamos,
cuerpos entrelazados,
bañados por el dorado
del sol que invadía
nuestros cuerpos,
deseoso de fisgonear
por si el fuego
del juego continuaba.
Tantas veces, tantas
le dimos el gusto
de poder vernos
haciendo del amanecer
una nueva noche,
rindiendonos
una y otra vez,
a la pasión
tan sanguínea
y desenfrenada.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest