Anudados entre sabanas blancas
despertamos juntos cada mañana,
recorren las palmas de mis manos
desde tu cintura hasta llegar a tu boca,
despiertas suavemente con una sonrisa,
me miras con esos ojos color almendra
tan luminosos que son los que me guían
a abrazarte acariciando cada rincón
de tu cuerpo en donde el éxtasis pleno
hace que te entregues al amor, encendida.
Pierdo los sentidos, no digo nada
solo continuo al ritmo que te agrada,
imagino mil cosas pero callado
dejo que me lleves adonde quieres,
al finalizar nos miramos a los ojos
jadeando unidos en cuerpo y alma,
va amaneciendo y nos negamos
a que ello suceda simplemente,
por qué nuestros corazones negándose
nos dicen, entonces te levantas
y en puntas de pie corres las cortinas,
nuevamente creemos que noche sigue.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest