Crepúsculo rojizo
color sangre
acompañando
mi pecho amante,
el que te busca
en todo momento
por ese perpetuo
sentimiento,
amor primigenio
que nubla todo sentido,
obligándome a pensar
que no habrá otro.
Tus pupilas
asienten al mirarme,
como diciendo
que te sucede lo mismo,
tus manos me acarician
al abrazarme,
fluyendo
de los cuerpos
la pasión
mas desenfrenada
para fundirnos
en un solo cuerpo
obnubilados,
por esa sensación
que nos altera,
junto a la compañía
de la humedad
de nuestros labios
que se buscan
y finalmente
se encuentran,
para devorarse
ciegamente.
Imagen de portada: Gentileza de Pinterest