Ya no queda tiempo

Alejado de todo,
decisión propia,
necesitaba volver
a que mi techo
fuera
el cielo abierto,
dejándome
llevar
con la mirada
hacia
la multiplicidad
de estrellas,
compañeras
del silencio
de este
desandar
de caminos
conocidos
hace tiempo.

Años hacia
que no veía
luciérnagas
en la noche,
la ciudad
ha ido matando
todo aquello
que me hacia
sorprender
cuando las seguía
con la mirada
de aquel niño
que fui y que
creía 
en las fantasias
de aquellos
maravillosos
cuentos
que mi madre
leía cada noche.

Un día
era un corsario
con su navío invencible,
al otro un espadachín
defensor
de los mas débiles,
mundos de fantasias
propios de la edad
de la inocencia.

Que lejos
ha quedado
todo aquello,
que rápido
se ha ido,
cuando se va
creciendo,
esfumándose
para no volver,
transformando
a la vida
en un péndulo
de alegrías
y tristezas.

Respiro profundo
y así exhaló,
la energía
y la paz
abrazan
mi alma,
dominando
la mente,
para
hacerme saber
que el silencio
escuchara
cada uno
de los latidos
ya cansinos,
de un corazón
que no podrá
amar porque ya
no queda tiempo.

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s