Está considerado uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX, pero ¿qué era realmente?
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Hay ciertos descubrimientos que llegan al gran público por diversos medios y se vuelven objetos bastante reconocidos. Otros, en cambio, no despiertan el interés suficiente como para agolpar grupos de visitantes en una sala de museo. Y luego están los objetos arqueológicos que, a pesar de no ser muy conocidos, deberían serlo. En esta clasificación podemos incluir el disco de Nebra, un objeto tan misterioso como interesante, cuyo estudio y conocimiento se ha visto lastrado por el saqueo ilegal del patrimonio por parte de cazatesoros que solo buscaban beneficio económico. Este lastre ha impedido averiguar más sobre el contexto arqueológico del objeto, lo que, unido al mapa astronómico que parece representar, ha hecho que los investigadores formulen diversas teorías sobre este disco de la Edad del Bronce.
¿Cómo es el disco?
Se trata de un disco de bronce datado del 1600 a. C. Tiene un diámetro de 32 centímetros, casi como un disco de vinilo y alcanza un peso de 2 kilos. El paso del tiempo le ha conferido un color verdoso por toda su superficie, sobre la que se incrustan símbolos grabados en láminas de oro. Contiene una esfera, entendida como el sol o una luna llena, una lámina que parece representar una luna creciente, puntos dorados como si fueran estrellas, una banda de oro curvada que podría ser una barca solar y otra banda más gruesa que recorre parte del extremo del disco, que probablemente representa el horizonte. Frente a esta banda había otra similar al otro lado del disco, pero se ha perdido.
Los rayos X han revelado que el disco pasó por varias fases de fabricación o, más bien, parece que se superpusieron correcciones. Los arcos de los extremos fueron añadidos posteriormente al resto de elementos y, más tarde, se completó el diseño con la barca solar. El fondo parece que estuvo pintado de un azul intenso, lo cual refuerza la teoría de que lo representado es la bóveda celeste. Todo el diámetro está recorrido por pequeñas perforaciones que pudieron servir para sujetar algo al disco, quizás alguna tela decorada o incluso otro disco que ofreciera una segunda cara con otro diseño.
¿Cómo se encontró?
Fue desenterrado en 1999 por buscadores de tesoros armados con un detector de metales. El expolio tuvo lugar en el yacimiento prehistórico de la colina de Mittelberg, situada en el bosque de Ziegelroda, cerca la localidad alemana de Nebra, unos 180 kilómetros al suroeste de Berlín.
El daño causado por estos saqueadores es irreparable. Desenterraron el disco sin el cuidado necesario para rescatar estas piezas y, por supuesto, negando a los arqueólogos toda opción de estudiar in situ la pieza, enmarcada en su contexto arqueológico.
Los cazatesoros encontraron también un conjunto formado por dos espadas, hachas, un cincel y fragmentos de brazaletes, que intentaron vender junto con el disco a los arqueólogos de la zona. Las fotografías de los objetos llegaron a manos de Wilfried Menghin, director del museo de Berlín por aquel entonces. Menghin advirtió la condición ilegal de esos objetos, avisando de que se trataba de patrimonio nacional y que, por tanto, debían ser depositadas en un museo. La advertencia hizo que se perdiera la pista de las piezas hasta 2003, cuando la policía suiza se hizo pasar por un coleccionista interesado en comprar el conjunto. Se concertó un encuentro en el hotel Hilton de Basilea, donde detuvieron a los saqueadores y rescataron el disco de Nebra junto al resto de piezas, que fueron devueltas al estado alemán de Sajonia-Anhalt.
En 2013, la UNESCO inscribió el disco en el catálogo de Registro de la Memoria del Mundo por estar:
“Considerado como uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX. Combina una extraordinaria comprensión de los fenómenos astronómicos con las creencias religiosas de su época, que permiten vislumbres únicos en el conocimiento primitivo de los cielos”.
¿Qué es el disco de Nebra?
Esta es la pregunta más difícil. Tal y como hemos leído del informe de la UNESCO, la mayoría de los investigadores creen que el disco de Nebra es la representación del cosmos más antigua que conozcamos hasta la fecha. A partir de aquí, las teorías son tan diversas como interesantes. Algunas de ellas debaten entre sí, en cambio otras son perfectamente complementarias.
Posteriores campañas de investigación en la colina donde se encontró el disco han determinado que no había restos de viviendas, y que el conjunto saqueado pertenecía a un depósito dentro de una cista, algo bastante común durante la Edad del Bronce. Dada la situación de la colina, se pensó que podía tratarse de una ofrenda a los dioses y de ahí el carácter ritual que mencionó la UNESCO siguiendo estos argumentos.
Por otro lado, para algunos especialistas sería una herramienta de cálculo astronómico, una especie de reloj astronómico de la época que pudo tener un uso como calendario agrario, a fin de medir los momentos más adecuados para llevar a cabo las distintas etapas de los cultivos, la actividad principal de las sociedades durante la Edad del Bronce. Una teoría que se aplica a otros objetos y monumentos alineados con los solsticios de verano e invierno, como el famoso caso de Stonehenge.
Por supuesto, no faltan voces que argumentan en contra de las hipótesis expuestas. Hay investigadores que no creen que el disco se trate de un instrumento astronómico. Incluso llegó a ser tachado de falsificación por el arqueólogo alemán Peter Schauer. Sin embargo, estudios recientes han confirmado la datación y autenticidad del disco, ratificando su uso como reloj astronómico.
“El disco celeste de Nebra es la primera guía conocida de los cielos que se ha descubierto, y sin duda, junto con el círculo de Goseck, son los primeros ejemplos de conocimiento astrológico detallado en Europa. Pero quizá no sea ese el final de la historia. Wolfhard Schlosser cree que el disco, con un valor actual de 11,2 millones de dólares, era uno de un par, y que el otro todavía está por ahí esperando a ser encontrado, en algún lugar de Nebra”.
Referencias: Haughton, B. 2011. El disco celeste de Nebra: mapa antiguo de las estrellas. worldhistory.org. 2020. Archeology: New dating of Nebra sky disk. aktuelles.uni-frankfurt.de.
Imagen de portada: El Disco de Nebra
FUENTE RESPONSABLE: MUY Historia. Por Fran Navarro. 28 de octubre 2022.
Sociedad y Cultura/Historia/Edad de Bronce/Astronomía.