5 poemas de ‘Vida salvaje’, de Juan Ramón Santos.

Novelista, autor de libros de relatos y también de literatura infantil, Juan Ramón Santos viene de hacerse con el Premio «València» Institució Alfons el Magnànim con su último poemario, Vida salvaje, publicado por la editorial Hiperión.

Zenda adelanta cinco poemas del libro.

***

VENDEDORES DE PAN

Abrían la furgoneta

y un olor primordial, a trigo antiguo,

se deslizaba fuera, hacia la escarcha,

lamía los terrones reventados,

colmaba de promesas el estómago,

caldeaba los dedos, que, ateridos,

se aferraban al precio de una hogaza,

y le otorgaba al mundo unos instantes

la cálida apariencia de un hogar.

***

LA HIEDRA

Solían dormir la siesta

debajo de la hiedra, en un rincón

–uno con un pañuelo sobre el rostro,

otro con el sombrero–, y parecía

que no había otro lugar más apacible,

a pesar de las moscas, insolentes,

y el calor sofocante del verano.

Ya va llegando el tiempo

de echarme allí debajo y descubrir

que la vida, después de tanto afán,

en realidad es poco más que eso:

una siesta, las hojas de una hiedra,

un remanso de verde y de frescura,

el placer de sentir que respiramos.

***

ARTESANÍA

Suena un ruido viscoso,

luego, como un desgarro,

la paleta acaricia la pared

dejando un rastro espeso

y al cabo un golpe seco y otro golpe

asientan en el hueco la rasilla,

quizá a perpetuidad,

y van llenando el aire de vacío.

La misma laboriosa operación

se repite después cinco o seis veces

en un silencio compungido, roto

apenas por algún

llanto respetuoso, hipnotizado

por el ir y venir de la herramienta,

que, de un extraño modo, reconforta,

como si el albañil fuese más bien

un alfarero que, con manos sabias,

condujese hasta al barro a quien ha muerto

cerrando el círculo y proporcionándole,

en un final redondo, artesanal,

a esta vida tan rara algún sentido.

***

RETROSPECTIVA

Yo de pequeño estaba convencido

de que, como Tom Sawyer,

uno podía asistir de incógnito a su entierro

y contemplar, vivito y coleando,

la iglesia abarrotada, la amargura

con que te despedía la ciudad,

el dolor infinito de tus padres,

desmoronados ante el ataúd

sin poder encajar el duro golpe,

e imaginaba esa fatal escena

casi con regocijo y la escondía

como un devastador as en la manga,

por si en algún momento había que castigar

algún exceso de rigor adulto,

sin dejar de creer, ingenuo y cruel,

que el farol admitía retroceso,

que uno podía volver para ajustar

cuentas con alguien o, sencillamente,

para seguir viviendo como antes,

como si nada hubiese sucedido.

Hoy uno lleva demasiadas pérdidas

a cuestas como para, aún,

creer en una muerte reversible,

pero admito tener saudade a veces

no ya de la inocencia –que también–

de esos años de mansa rebeldía,

sino de aquella libertad sin límites

que un tiempo llegó a ser ensueño infame,

de, escapando del cielo y del infierno,

vadear de ida y vuelta el Mississippi.

***

EL CIELO POR ASALTO

Te recuerdo apoyado en el alféizar

de una ventana en la primera planta,

rabiosamente joven,

con el torso desnudo,

más grande que la boca la sonrisa.

Te recuerdo bajar corriendo a vernos,

a jugar con nosotros en la calle,

a hacernos volteretas,

a volvernos auténticos acróbatas,

a arrojarnos al aire infinito de la infancia,

el corazón latiéndonos desbocado en las sienes,

tu risa confundida con la nuestra.

Luego vendrían años cimarrones,

de una violencia muda,

antes de un tiempo manso,

apacible y cabal

de almuerzos familiares

y partidas de cartas

que cercenó la muerte antes de tiempo.

Pero, a pesar de aquellos años broncos,

y de estos otros, tibios,

y de la enfermedad,

que fue minando

tu legendaria robustez de roble,

de todos los que fuiste,

en mi recuerdo,

serás siempre el chaval de la ventana,

aquel que con la fuerza de sus músculos,

en la calle Santo Domingo el Viejo,

nos lanzaba a tomar

el cielo por asalto.

—————————————

Autor: Juan Ramón Santos. Título: Vida salvaje. Editorial: Hiperión. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

BIO

Nacido en Plasencia en 1975, Juan Ramón Santos es autor de los libros Cortometrajes y Cuaderno escolar, con los quedó finalista del Premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en España en sus ediciones de 2005 y 2009, así como de El círculo de Viena, Palabras menores y Perder el tiempo, también de cuentos.

Ha publicado, además, las novelas Biblia apócrifa de Aracia, El tesoro de la Isla, El verano del Endocrino —con la que, bajo el título Fuera de órbita, quedó finalista del Premio Nadal en 2018— y La muerte del Pinflói, así como El síndrome de Diógenes, Premio Felipe Trigo en la modalidad de narración corta en 2019, y dos libros de poemas, Cicerone y Aire de familia.

En 2021 ganó el XXIX Premio Edebé de Literatura Infantil con el libro El Club de las Cuatro Emes.

Foto: Santos Delgado.

Imagen: Cubierta de portada de “Vida Salvaje”

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Por Laura Di Verso. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 29 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Literatura/Poesía.

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