Marcel Proust envió a Anatole France los primeros dos tomos de “En busca del tiempo perdido” con una dedicatoria que lo erigía como el principal y más querido de sus maestros. France, famosísimo entonces, y ya anciano, suspiró ante los gruesos volúmenes: “La vida es muy corta, y Proust muy largo”. Sin embargo, ¡cuánto hubiera sorprendido a France comprobar que un siglo y medio más tarde, en una era cibernética e interestelar, existan (incluso en los suburbios más alejados del planeta) adictos que leen y releen con fervor la obra de Proust!
Una prueba de esa pasión es el encuentro que la novela de Proust convocará el viernes 25 de noviembre, día cercano a la conmemoración de los cien años del fallecimiento del escritor francés.
“En busca del tiempo perdido” ha sido comparada con una catedral gótica, con una sinfonía, con un poema que no pierde tensión a lo largo de siete tomos. En verdad se trata de un paradigma de todos los logros que el género novelístico se propuso desde Cervantes. Y entre esos logros, el más insigne es otorgar al lector el don de vivir otras vidas, nacer a otras vidas y morir en otras vidas. Además, como sucedió con los grandes renovadores del género de principios del siglo XX (especialmente Henry James y James Joyce), Proust se apropió de recursos hasta entonces apenas utilizados, como el singular uso del punto de vista del narrador. De manera que, en el caso de la novela de Proust, el logro no sólo es permitir vivir la vida de un individuo inmerso en una ociosa capa social a finales del siglo XIX y comienzos del XX, como algunas lecturas superficiales quieren ver, sino que su virtud es sumergir al lector en un universo que pareciera pertenecer a otro cosmos y que, en lo esencial, es idéntico al nuestro, como escribió Gide, a quien le costó entender la grandeza de Proust: “Proust es un hombre con mirada infinitamente más sutil y atenta que la nuestra y que nos comunica también una mirada similar mientras lo leemos”.
En agosto de 2005, Silvio Cornú, Miguel Grattier y Enrique Butti mantuvieron en la Alianza Francesa una charla que dieron en llamar “Proust desde el suburbio”. En octubre de 2019 volvieron a reeditar el encuentro en el Instituto Argentino-Germano, y el próximo 25 de noviembre, incorporando la participación de Fabricio Welschen, tendrá lugar “Proust desde el suburbio, III”, a las 20, en la Alianza Francesa, Bv. Gálvez 2147, con entrada libre, organizado conjuntamente con la cátedra de Literatura francesa e italiana, de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL.
Imagen de portada: Retrato de Marcel Proust, por Jacques-Emile Blanche. Foto: Archivo
FUENTE RESPONSABLE: El Litoral.
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