Se aproxima un cometa que brilla más que las estrellas.

Estiman que un cometa recién descubierto, a medida que se acerque al Sol y a nuestro planeta, podría brillar más en el cielo nocturno de la Tierra que muchas estrellas. La mayor aproximación del cometa al centro del sistema solar se producirá el 28 de septiembre de 2024, antes de alcanzar su punto más cercano a la Tierra, el 13 de octubre.

Se trata del cometa con el largo nombre de C/2023 A3 (Tsuchi Shan-ATLAS), indicó el medio Science Alert. Los astrónomos predicen un brillo de magnitud 0,7 en el perihelio del cometa. Cabe destacar que la estrella Betelgeuse en la constelación de Orión tiene su magnitud en torno a 0,42, Antares —la estrella más brillante en la constelación de Escorpio— un poco más tenue, con un poco más de 1.

Según las estimaciones provisionales, en su punto más cercano a la Tierra, la magnitud del cometa podría alcanzar un -0,2, lo que lo convertiría en uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno. También podría afectar la dispersión frontal, cuando el polvo y el hielo del cometa reflejan la luz del Sol, así prevé que la magnitud alcanzaría -5. Sin embargo, hay que tener en mente que el brillo del cometa es más difuso que el de las estrellas, ya que se trata de un objeto en movimiento con una cola (potencialmente), en lugar de una única fuente de luz.

Existe riesgo de que el cometa pueda chocar con una estrella, así que se espera que este encuentro con el otro objeto cósmico no lo haga pedazos.

Los días cercanos al 13 de octubre son los mejores para ver el brillo. Aparecerá en el cielo del amanecer cerca de las constelaciones de Hidra y Cráter. Se supone que los observadores de estrellas deberían empezar a ver bien el cometa en junio de 2024, aunque el objeto celeste puede cambiar su trayectoria. A pesar de la incertidumbre, se trata de una perspectiva apasionante para los astrónomos observar C/2023 A3 en los próximos meses.

El cometa C/2023 A3 fue detectado el 9 de enero de 2023 en el Observatorio de la Montaña Púrpura, en China. Luego los astrónomos lo captaron de nuevo por el telescopio Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS) en Sudáfrica, el 22 de febrero de 2023. Como resultado, recibe los dos nombres del instituto en su propio nombre (tsu chin shan significa montaña púrpura en mandarín).

Aparte de su brillo, C/2023 A3 avanza a gran velocidad: a unos 290.664 kilómetros por hora, dando una vuelta al sistema solar que, según los cálculos, durará aproximadamente 80.660 años. En estos momentos se encuentra entre las órbitas de Saturno y Júpiter.

Imagen de portada: CC BY 2.0 / NASA Hubble Space Telescope / Asteroid Leaves Odd X Pattern of Trailing Debris.

FUENTE RESPONSABLE: Sputnik Mundo.

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Qué son los gigantescos arcos de galaxias, las estructuras más grandes del cosmos que desafían lo que sabemos sobre el universo.

En 2021, la estudiante de doctorado británica Alexia Lopez estaba analizando la luz proveniente de cuásares distantes cuando hizo un descubrimiento sorprendente.

Detectó un arco gigante, casi simétrico, de galaxias a 9.300 millones de años luz de distancia en la constelación de Bootes (el Boyero).

Con una extensión masiva de 3.300 millones de años luz, la estructura es 1/15 del radio del universo observable.

Si pudiéramos verla desde la Tierra, tendría el tamaño de 35 lunas llenas desplegadas en el cielo.

Conocida como el Arco Gigante, la estructura cuestiona algunas de las suposiciones básicas sobre el universo.

De acuerdo con el modelo estándar de la cosmología, la teoría en la que se basa nuestra comprensión del universo, la materia debería distribuirse más o menos uniformemente en el espacio.

Cuando los científicos observan el universo a escalas muy grandes, no debería haber irregularidades notables; todo debe verse igual en todas las direcciones.

Sin embargo, el Arco Gigante no es el único ejemplo de este tipo. Estas gigantescas estructuras obligan ahora a los científicos a reevaluar su teoría de cómo evolucionó el universo.

Lopez estaba estudiando para obtener su maestría en la Universidad Central de Lancashire, en Reino Unido, cuando su supervisor sugirió usar un nuevo método para analizar estructuras de gran escala en el universo.

Usó cuásares -galaxias distantes que emiten una cantidad extraordinaria de luz- para buscar magnesio ionizado, un signo seguro de nubes de gas que rodean una galaxia.

Cuando la luz pasa a través de este magnesio ionizado, ciertas frecuencias son absorbidas, dejando «firmas» de luz únicas que los astrónomos pueden detectar.

«Examiné cúmulos de galaxias conocidos y documentados, y luego comencé a trazar cómo se veían estas áreas en el método Magnesio II», dice Lopez.

«Un cúmulo que observé era muy pequeño, pero cuando lo tracé en magnesio II había esta interesante banda densa de absorción de magnesio en todo el campo de visión. Así es cómo lo terminé de descubrir. Fue un feliz accidente y tuve suerte de que fuera yo quien lo encontró».

Lo que descubrió Lopez con su «feliz accidente» fue asombroso. Al mirar hacia la constelación de Bootes, un grupo de entre 45 y 50 nubes de gas, cada una asociada con al menos una galaxia, parecía organizarse en un arco de 3.300 millones de años luz de diámetro.

Ese es un tamaño considerable dado que el universo observable tiene 94.000 millones de años luz de ancho.

Cielo

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Las gigantescas estructuras obligan ahora a los científicos a reevaluar su teoría de cómo evolucionó el universo.

Según el artículo de Lopez, es extremadamente improbable (una probabilidad de solo el 0,0003 por ciento) que una estructura tan grande haya surgido por casualidad.

Sugiere que puede haberse formado debido a algo en la física natural del universo que actualmente no tenemos en cuenta.

Sus hallazgos desafían directamente una faceta central del modelo cosmológico estándar: la mejor explicación que tenemos de cómo comenzó y evolucionó el universo.

Esta faceta, conocida como el principio cosmológico, establece que, a gran escala, el universo debería verse más o menos igual en todas partes, sin importar tu posición o la dirección en la que estés mirando.

No debe haber estructuras gigantes, sino que el espacio debe ser liso y uniforme. Esto es conveniente, ya que permite a los investigadores sacar conclusiones sobre todo el universo basándose únicamente en lo que vemos desde nuestra ubicación.

Sin embargo, también tiene sentido, ya que después del Big Bang, el universo se expandió hacia afuera, arrojando materia en todas direcciones simultáneamente.

Hay otro problema. Según el modelo estándar, estructuras como el Arco Gigante simplemente no habrían tenido tiempo de formarse.

«La idea actual de cómo se formaron las estructuras en el universo es a través de un proceso conocido como inestabilidad gravitacional», dice Subir Sarkar, profesor de física teórica de la Universidad de Oxford.

Alrededor de un millón de años después del Big Bang, cuando el universo se estaba expandiendo, pequeñas fluctuaciones en la densidad llevaron a que se aglomeraran fragmentos de materia.

Durante miles de millones de años, la atracción de la gravedad finalmente llevó a estos grupos a formar estrellas y galaxias.

Sin embargo, hay un límite de tamaño para este proceso. Algo más grande que unos 1.200 millones de años luz de diámetro simplemente no habría tenido tiempo suficiente para formarse.

«Para formar estructuras, necesitas que las partículas se congreguen cerca unas de otras para que pueda ocurrir un colapso gravitatorio», dice Sarkar. «Esas partículas tendrían que moverse desde el exterior de la estructura para llegar allí».

«Entonces, si tu estructura tiene 500 millones de años luz de diámetro, la luz tardaría 500 millones de años en moverse de un extremo al otro».

«Sin embargo, las partículas de las que estamos hablando se mueven mucho más lentamente que la luz, por lo que se necesitarían miles de millones de años para crear una estructura de este tamaño, y el universo solo existe desde hace unos 14.000 millones de años».

constelación

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Se descubrió que Bootes (el Boyero) contiene un arco gigante de galaxias de unos 3.300 millones de años luz de diámetro.

El Arco Gigante descubierto por Lopez no es la única estructura de gran escala descubierta por los astrónomos.

Está la Gran Muralla (también llamada Gran Muralla CfA2) de galaxias descubierta en 1989 por Margaret Geller y John Huchra.

La muralla tiene aproximadamente 500 millones de años luz de largo, 300 millones de años luz de ancho y 15 millones de años luz de espesor.

Aún más grande es la Gran Muralla Sloan, una estructura cósmica formada por una pared gigante de galaxias, descubierta en 2003 por J Richard Gott III, Mario Juric y sus colegas en la Universidad de Princeton.

Esa muralla tiene casi 1.500 millones de años luz de largo.

En la última década, el descubrimiento de estos gigantes se ha acelerado aún más. En 2014, los científicos descubrieron el supercúmulo de Laniakea, una colección de galaxias en las que reside nuestra propia Vía Láctea.

Laniakea tiene 520 millones de años luz de diámetro y contiene aproximadamente la masa de 100.000 billones de soles.

Luego, en 2016, se descubrió la Gran Muralla BOSS, un complejo de galaxias de más de mil millones de años luz de diámetro. BOSS está formado por 830 galaxias separadas que la gravedad ha atraído en cuatro supercúmulos.

Las galaxias están conectadas por largos filamentos de gas caliente. En 2020, también se agregó a la lista el Muro del Polo Sur, que se extiende a lo largo de 1.400 millones de años luz.

Sin embargo, el actual poseedor del récord de la mayor de estas estructuras es la Gran Muralla Hércules-Corona Borealis.

Descubierta en 2013, abarca 10.000 millones de años luz, más de una décima parte del tamaño del universo visible.

formación de galaxias

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«Lo calculamos y luego nos dimos cuenta, ‘Oh, oh, esto es lo más grande del universo'», dice Jon Hakkila, profesor de física y astronomía en la Universidad de Alabama en Huntsville.

Su preocupación estaba justificada. Tanto Hakkila como Lopez realizaron una serie de pruebas estadísticas para tratar de demostrar que los resultados no podían deberse al azar.

Para el Arco Gigante, los resultados tienen un nivel de confianza del 99,9997%. En la investigación científica, el estándar de oro para la significación estadística se conoce como 5-sigma, que equivale a una probabilidad de aproximadamente 1 en 3,5 millones de que los resultados se deban al azar.

El Arco Gigante alcanzó un significado de 4,5 sigma, por lo que aún existe la posibilidad de que la estructura sea un arreglo aleatorio de estrellas.

«Nuestros ojos son muy buenos para ver patrones. Es posible que veas iniciales en las nubes, pero esa no es una estructura real, tu mente está imponiendo una estructura sobre lo que en realidad es aleatorio», explica Sarkar.

«Sin embargo, no creo que ese sea el caso en esta situación, creo que es una cadena física genuina de supercúmulos».

Si se demuestra que existen más estructuras como el Arco Gigante y la Gran Muralla Hércules-Corona Boreal, los astrónomos se verán obligados a reescribir, o al menos revisar, el modelo estándar de cosmología.

No sería la primera vez que habría que adaptar el modelo. En 1933, el científico de Caltech, Fritz Zwicky, midió la masa de un cúmulo de galaxias y descubrió que el número era menor de lo que esperaba.

De hecho, la masa era tan pequeña que las galaxias deberían haberse separado y escapado a la atracción gravitacional del cúmulo.

Por lo tanto, algo más debe mantener unidos a los cúmulos de galaxias.

Este «algo» es la materia oscura, una sustancia misteriosa que se cree que constituye el 27% del universo.

Después, en 1998, el modelo se adaptó aún más para incluir la energía oscura, después de que dos equipos independientes de astrónomos midieran la expansión del universo y descubrieran que se estaba acelerando.

De cualquier manera, deberíamos saberlo con seguridad en los próximos años. El Legacy Survey of Space and Time (LSST), un estudio planificado de 10 años del cielo del hemisferio sur, puede proporcionar a los astrónomos una visión sin precedentes del universo.

«Se necesita mucho para hacer un cambio de paradigma, especialmente cuando las personas invierten sus vidas y carreras en ello, pero en última instancia, con la ciencia tenemos que comprobar quién tiene la razón», afirma Sarkar.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Jasmin Fox-Skelly; BBC Future. 7 de marzo 2023.

Sociedad/Espacio/Astronomía/Ciencia

Los orígenes del horóscopo, la ciencia babilónica que se transformó en superstición.

El horóscopo surgió en Babilonia. En la actualidad, 2.500 años después, millones de personas siguen confiando en esta superstición para conducir sus vidas. Una superstición que, irónicamente, tiene un origen científico.

Resulta común en la historia de la humanidad que lo que comenzara formando parte de una serie de historias, mitos, supersticiones o explicaciones fantásticas para tratar de entender el mundo, acabara con el tiempo convirtiéndose en una ciencia en la que, a través de la observación, el empirismo y la aplicación del método, los seres humanos pudiéramos explicarnos la realidad.

Por ejemplo, con orígenes en Mesopotamia, la alquimia se practicó en Persia, el Antiguo Egipto, La India o China. También en la Antigua Grecia, el Imperio Romano o el Imperio Islámico, hasta que dio el gran salto hacia la química moderna en la Europa del siglo XVIII. 

Otro ejemplo es el horóscopo, cuya historia, si bien sigue una dirección paralela, se orienta en un sentido completamente opuesto. Así, el horóscopo surgió en la Antigua Babilonia como un intento observacional y matemático de establecer la posición en el cielo de diversos cuerpos celestes. 

Sin embargo, ha sobrevivido a través de los siglos como una suerte de interpretación de los astros en base a la cual, a día de hoy, millones de personas en todo el mundo depositan sus esperanzas acerca del futuro. 

EL ORIGEN BABILÓNICO DEL HORÓSCOPO

El desarrollo del horóscopo fue un evento clave en la historia de la astronomía y la astrología babilónicas que tuvo lugar hace aproximadamente 2.500 años, es decir alrededor del año 500 a.C..

Para que los babilonios pudieran inventar los signos del zodiaco y el horóscopo, debían primero haber observado y registrado los movimientos de las estrellas y los planetas, además de haber reconocido regularidades y patrones en estos. Una de las pruebas irrefutables de que los babilonios ya hacían gala de este conocimiento son las llamadas tablillas del Mul-Apin.

THE TRUSTEES OF THE BRITISH MUSEUM

Las tablillas del Mul-Apin son un conjunto de tablas de arcilla grabadas en escritura cuneiforme que datan del siglo VII a.C., y que conforman un compendio de conocimientos astronómicos tempranos que podrían remontarse incluso a varios siglos anteriores. Es decir, ya muy temprano en la historia, los babilonios desarrollaron un marco matemático uniforme dentro del cual se podían ubicar los cuerpos celestes, en particular la Luna, el Sol y los cinco planetas conocidos, entonces: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. 

LAS CONSTELACIONES ZODIACALES Y EL ZODÍACO

Los babilonios fueron más allá de la mera observación empírica y desarrollaron varias técnicas y herramientas que les permitieron calcular y predecir matemáticamente las órbitas de los planetas y las estrellas. Así, los textos babilónicos del siglo VII a.C. en adelante, incluyen informes sobre la posición de los planetas, la Luna, el Sol o algunas estrellas en relación a las llamadas constelaciones zodiacales. 

Las constelaciones zodiacales, son un conjunto de estrellas, es decir, constelaciones, a través de las cuales se mueven la Luna, el Sol y los planetas, que se extienden por toda la esfera celeste, y que cuentan con una extensión, forma y un espacio entre ellas variables. Se trata de proyecciones humanas y patrones identificados en el cielo que en cada cultura han recibido nombres diferentes.

El zodiaco, por su parte, fue una construcción matemática en base a la cual los babilonios dividieron el firmamento en 12 partes iguales de 30º cada una, y a la que le asignaron el nombre de la constelación más prominente en la misma. 

DEL ZODÍACO AL HORÓSCOPO

Producto de la observación de las estrellas, los babilonios se regían por un calendario luni-solar. En él, el año se establecía en base a los ciclos solares y los meses en base a los ciclos lunares. De este modo, un año de 360 días se dividía en 12 meses. De forma paralela, el zodíaco, dividido en 12 franjas celestes de 30º, simplificó los cálculos matemáticos y proporcionó un marco uniforme de la posición de las estrellas, brindando infinitas nuevas posibilidades para la interpretación astrológica de los datos astronómicos. 

Los babilonios consideraban las estrellas y los fenómenos celestes como señales divinas transmitidas a las personas, y más allá de su conocimiento astronómico, interpretaron las posición de los astros como el manifiesto de los designios de los dioses, dando lugar a todo tipo de interpretaciones. 

Por otro lado, lo convincente de sus observaciones y un sistema numérico-matemático fácilmente interpretable y traducible a todo tipo de idiomas, favoreció la transmisión del zodíaco entre diferentes culturas y a través de los siglos. Sin embargo, la razón por la que el horóscopo ha sobrevivido hasta nuestros días como una mera superstición sin base científica sobre la que muchas personas depositan su confianza en cuestiones relativas al amor, la salud, el dinero o el trabajo, quizá sea mucho más sencilla de explicar: el horóscopo proporciona una vía rápida y fácil para la satisfacción del deseo humano de averiguar algo sobre su propio libre albedrío. Algo para lo que la ciencia, hasta el momento, no ha encontrado solución. 

Imagen de portada: iStock

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Héctor Rodriguez. 3 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Astronomía/Astrología/Zodíaco

Seleccionadas las 3 fotografías de astronomía más populares de 2022.

Estas son las 3 imágenes elegidas por el gran público en el marco del certamen Astronomy Photographer of the Year organizado por el Real Observatorio de Greenwich, como las mejores del 2022.

Faltan menos de dos semanas para que se cierren las candidaturas a la decimoquinta edición del prestigioso certamen Astronomy Photographer of the Year, organizado cada año por el Real Observatorio de Greenwich en asociación con BBC Sky at Night Magazine, y al que fotógrafos principiantes y profesionales de todo el mundo podrán enviar sus imágenes sobre el universo hasta las 21:00 horas (GMT) del 3 de marzo de 2023.

Con motivo de esta fecha límite, los organizadores han dado a conocer las 3 fotografías astronómicas galardonadas con el premio del gran público de su pasada edición, votadas entre una selección de 24 imágenes finalistas previamente seleccionadas por los  Museos Reales de Greenwich entre más de 3.000 fotografías. 

LA VÍA LÁCTEA DESDE LOS ANDES

Huayhuash, una espectacular imagen de la Vía Láctea desde los Andes Peruanos le ha valido al fotógrafo Daniel Zafra para alzarse con el título de Fotógrafo de Astronomía del Año: People’s Choice Awards 2022.

DANIEL ZAFRA / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

Para conseguir su preciosa instantánea, Zafra se enfrentó a un viaje físicamente desafiante a través de la cordillera andina. La imagen fue capturada durante la temporada de lluvias en el lago Carhuacocha, ubicado a unos 4.150 metros sobre el nivel del mar por lo que el fotógrafo solo contó con un número muy limitado de oportunidades para obtener una toma del cielo en ausencia de nubes. 

UNA EYECCIÓN DE MASA CORONAL EN EL SOL

El segundo premio fue para el fotógrafo Miguel Claro, por una dramática instantánea titulada A Giant in the Sun’s Limb, en la que su autor capturó una eyección de masa coronal que tuvo lugar en febrero de 2022.

MIGUEL CLARO / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

LA NEBULOSA DE CABEZA DE DELFÍN

The Dolphin Nebula Towards a Cosmic Reef, de Aleix Roig, que muestra la nebulosa de la cabeza de delfín, una enorme burbuja cósmica compuesta de hidrógeno ionizado situada en las constelación del Can Mayor, se alzó con el tercer premio.

ALEIX ROIG / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

Para la futura edición del certamen, los participantes, quienes tendrán la posibilidad de competir por un premio de 10.000 libras, podrán enviar a través de este enlace hasta 10 fotografías que se enmarquen en cualquiera de las 9 categorías del concurso. Los ganadores, se anunciarán en una ceremonia de entrega de premios que tendrá lugar el 14 de septiembre de 2023 y se exhibirán en el Museo Marítimo Nacional junto con una colección de imágenes preseleccionadas.

Imagen de portada:  GERALD RHEMANN / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Héctor Rodriguez. 23 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Astronomía/Fotos espectaculares/Espacio/Cosmos

Un códice esconde el catálogo de estrellas de Hiparco, desaparecido durante 2.000 años.

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A mediados del siglo II a.e.c. el astrónomo y matemático Hiparco observaba el cielo desde su observatorio de la isla de Rodas. Medía la posición de las estrellas con una esfera armilar que él mismo había perfeccionado.

 

Esfera armilar

Su objetivo era elaborar un catálogo de estrellas lo mas preciso y amplio posible. 

De cada estrella registraba su posición mediante dos coordenadas (similares a la longitud y la latitud geográficas), y su magnitud (brillo aparente). Así, con la minuciosidad de los sabios, Hiparco creó el primer mapa conocido del cielo nocturno. Aquel mapa de estrellas se perdió, pero no para siempre.

Las estrellas se mueven

Al medir la posición de Spica (Alfa Virginis), la estrella más brillante de la constelación de Virgo, se percató de que se había desplazado unos 2º de latitud respecto a la posición registrada por Timocares y otros astrónomos hacía casi dos siglos. Quizás pensó que era un error de medida, pero la misma desviación sistemática se daba en otras estrellas, como Regulus (Alfa Leonis) en la constelación de Leo.

Este hecho cuestionaba la idea de que las estrellas eran puntos de luz fijos sobre una esfera (mas tarde conocida como la octava esfera), con la Tierra en el centro. 

La explicación que encontró Hiparco es que la esfera de las estrellas no está anclada, sino que se mueve muy lentamente como si fuera una peonza. El eje de la peonza forma un ángulo respecto de la vertical (oblicuidad de la eclíptica) que Hiparco estimó en 23°40’, con un error menor a 3’ del que tenía en esa época, que es de una precisión sorprendente.

Vega será la próxima estrella que señale el Norte

Sin este movimiento, al cabo de un año solar o año trópico las estrellas estarían exactamente en el mismo sitio, pero, como no es así las estrellas se desplazan en un ciclo que dura aproximadamente 26 000 años.

Pensemos en la estrella Polar. Ahora marca (casualmente) aproximadamente el Norte, pero eso no será así siempre. Dentro de unos milenios el Norte lo marcará Vega. Ese movimiento se conoce como precesión de los equinoccios.

Precesion de la Tierra.

Hiparco dedujo que si tenemos la posición de una estrella y queremos saber su posición pasada o futura en un periodo largo de tiempo, hemos de hacer una corrección en longitud de un poco menos de 1⁰ por siglo.

De esta forma Hiparco daba el criterio a seguir para que su catálogo se pudiera utilizar en cualquier momento del pasado y del futuro.

El catálogo desaparecido

El catálogo de Hiparco contenía unas 850 estrellas. El problema es que no se conserva. De hecho, sobre él solo nos han llegado los comentarios a un poema astronómico de Arato. 

Pero por referencias secundarias sabemos que Hiparco inventó la hora y la trigonometría.

Más de 200 años después de Hiparco, otro gigante de la Astronomía y de las Matemáticas, Claudio Ptolomeo, escribió en Alejandría (norte de Egipto) uno de los libros mas influyentes de la historia, conocido como el Almagesto.

El Almagesto incluye un catálogo de 1 022 estrellas, conocido como catálogo de Ptolomeo. Algunos astrónomos sospecharon que la posición de la mayoría de ellas habían sido copiadas del catalogo de Hiparco, y quizás hoy tengamos una prueba que nos permita responder si es cierto.

Imagen multiespectral por la Early Manuscripts Electronic Library y el Proyecto Lázaro de la Universidad de Rochester procesada por Keith T. Knox: el subtexto griego mejorado aparece en rojo debajo del sobretexto siríaco en negro). Cortesía de la Colección del Museo de la Biblia. Cortesía de la Colección del Museo de la Biblia.

El texto oculto

Las gemelas Agnes Smith Lewis y Margaret Dunlop Gibson, especialistas en estudios bíblicos, habían adquirido en diversas compras, realizadas entre 1895 y 1906, lo que se conoce como Codex Climaci Rescriptus (CCR) que contiene una traducción siriaca de la Κλίμαξ θείας ανόδου (‘Escalera del divino ascenso’ o Scala Paradisi) de Juan Clímacos. 

Y el espectacular hallazgo es que se trata de un palimpsesto, es decir, contiene un texto oculto, en este caso textos bíblicos escritos en una variedad del arameo.

Recientemente (octubre 2022) se ha descubierto que bajo ese texto oculto en arameo subyace otro en griego. 

Así lo ha revelado una análisis de imágenes multiespectrales (Journal for the History of Astronomy). Y la sorpresa ha sido que corresponde parcialmente al desaparecido catálogo de estrellas de Hiparco.

Los autores del artículo han combinado estos datos con lo poco que se conservaba del catalogo en el Aratos y lo han comparado con el catálogo de Ptolomeo. Para ello han tenido en cuenta que Hiparco utilizaba coordenadas ecuatoriales y Ptolomeo coordenadas eclipticas y que el Catálogo de Hiparco refleja la posición de las estrellas el año 129 a.e.c. y la del de Ptolomeo corresponde al año 138 e.c.

Comparación de la posición de las estrellas en los catálogos de Hiparco y Ptolomeo. JHA: Nuevas pruebas del Catálogo Estelar de Hiparco reveladas por imágenes multiespectrales.

En la tabla se muestran algunos resultados. Se comparan la ascensión recta y la codeclinación de Hiparco con el Almagesto (Alm) de Ptolomeo.

Las diferencias son muy pequeñas. Los datos de Hiparco parecen más precisos que los de Ptolomeo, y todos parecen estar dentro de un error menor a 1⁰, que es menos del diámetro de dos lunas llenas.

Para obtener esta precisión, además de medir los ángulos se tiene que estimar la hora. En ese época la forma de medir el tiempo era muy imprecisa y faltaban 1 800 años para la invención del telescopio (1609). La conclusión a la que llegan los autores del artículo es que Ptolomeo compuso su catálogo de estrellas combinando varias fuentes, incluido el catálogo de Hiparco, sus propias observaciones y, probablemente, las de otros autores.

Representación de Leo en ‘El libro de las estrellas fijas’ (s. X) Bodleian Library MS. Marsh 144

El catálogo de Ptolomeo formaba parte de su libro Sintaxis matemática (αθηματικὴ Σύνταξις), que se tradujo del original griego al árabe en el siglo IX con el título Al-Majisti (El más grande) o Almagesto. 

Fue mejorado en el mundo árabe, fundamentalmente por el astrónomo persa al-Ṣūfī (903–986), o Azophi en forma latinizada. 

A él y a otros astrónomos árabes les debemos el nombre de muchas de las estrellas con nombre propio que hoy conocemos. Fue prácticamente desconocido en Europa hasta que Gerardo de Cremona lo traduce del árabe al latín en Toledo (c. 1175).

Imagen de portada: Detalle del f. 53v (imagen multiespectral, por la Early Manuscripts Electronic Library y el Proyecto Lázaro de la Universidad de Rochester procesada por Keith T. Knox: el subtexto griego mejorado aparece en rojo debajo del sobretexto siríaco en negro). Wikimedia Commons.

FUENTE RESPONSABLE: The Conversation. Por J. Guillermo Sánchez León.Modelización matemática. IUFFyM, Universidad de Salamanca. 15 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Astronomía/Historia de la Ciencia/Constelaciones.

El telescopio James Webb abre la caja de Pandora de las primeras galaxias del Universo.

La imagen la recordamos todos: el cúmulo galáctico SMACS 0723 visto por el telescopio espacial James Webb, la primera imagen científica que vimos del mayor observatorio espacial de la historia. Entre las numerosas galaxias que se veían en la imagen, había algunos pequeños objetos que, dado su pequeño tamaño y color, parecían estar muy lejos. 

No olvidemos que el James Webb (JWST) nos permite ver en el infrarrojo, por lo que un objeto que se ve muy rojo en una de estas imágenes de falso color significa que solo emite en el infrarrojo, es decir, que estamos hablando de una galaxia muy, muy lejana y, por tanto, que vemos tal y como era poco después del Big Bang. En los últimos meses el observatorio espacial ha obtenido otras imágenes igual de impresionantes. La última, una hermosa estampa del llamado Cúmulo de Pandora (Abell 2744), en la que también se ven galaxias muy lejanas afectadas por los efectos de lente gravitatoria de cúmulos de galaxias más cercanos.

Imagen del cúmulo de Pandora tomada por el JWST. Las galaxias con halo blanquecino en primer plano son parte del cúmulo, mientras que la mayoría del resto son galaxias más lejanas, algunas distorsionadas por los efectos de lente gravitatoria del cúmulo. Hasta 50 000 puntos de luz, casi todos galaxias, hay en esta imagen. La excepción es la estrella de seis puntas, que es, eso, una estrella de nuestra Galaxia (NASA, ESA, CSA, I. Labbe (Swinburne University of Technology), R. Bezanson (University of Pittsburgh), A. Pagan (STScI)).

Bien, ¿y qué hemos aprendido con estas imágenes de galaxias lejanas? Pues muchísimas cosas, pero publicar artículos científicos de alto nivel en pocos meses resulta harto complejo, por lo que muchos de los resultados son preliminares y, en ocasiones, distintos equipos de investigadores se contradicen en las conclusiones (spoiler: hay que tener paciencia). 

Lo primero a tener en cuenta es que en estas imágenes —y en otras tomadas posteriormente— se aprecian múltiples galaxias candidatas a tener un corrimiento al rojo (z), entre 11 y 20 (z va de 0 a infinito). O lo que es lo mismo, las vemos cuando… ¡el Universo tenía entre 200 y 400 millones de años! Alucinante. Pero antes de nada, la cuestión clave es saber exactamente a qué distancias están estas galaxias primigenias. 

Y esto no es sencillo. El JWST no puede hacer un análisis espectroscópico de todos los objetos que se ven en estas imágenes y sin un espectro no podemos calcular el corrimiento al rojo, que nos da la edad y distancia al objeto observado. Por este motivo, lo que hacen los astrónomos es usar un atajo, un pequeño truco denominado «el corte de Lyman».

La primera imagen científica del James Webb hecha pública: el cúmulo SMACS 0723 visto por NIRCam (NASA/ESA/CSA/STScI).

Galaxias del cúmulo SMACS 0723 vistas por el Hubble (fila superior) y por el JWST (NASA/ESA/STScI/Ferreira et al.).

Imagen del JWST del cúmulo Abell 2744. La galaxia del recuadro superior (1) la vemos cuando el Universo tenía 450 millones de años. La segunda (2) cuando tenía 350 millones (NASA, ESA, CSA, Tommaso Treu (UCLA)/Zolt G. Levay (STScI)).

Detalle de la anterior imagen. Esas manchitas rojas son dos galaxias primigenias. Las vemos cuando el Universo tenía 450 y 350 millones de años, respectivamente (NASA, ESA, CSA, Tommaso Treu (UCLA)/Zolt G. Levay (STScI)).

Esta ingeniosa técnica se basa en que la radiación ultravioleta que emiten las estrellas de una galaxia lejana es absorbida por el medio interestelar, por lo que no nos llega radiación de esta zona del espectro (las líneas de la serie Lyman del espectro de hidrógeno están en el ultravioleta, de ahí el nombre). 

Cuanto más lejos esté una galaxia, más corrimiento al rojo tendrá y, por tanto, este corte de Lyman aparecerá en longitudes de onda más y más largas. Para estas primeras galaxias estamos hablando del infrarrojo medio, justo la región del espectro que observa el JWST. 

Para una primera aproximación al cálculo de z, se puede usar una variante fotométrica del Corte de Lyman: los investigadores solo tienen que comparar imágenes del JWST tomadas en diferentes filtros y ver en cuáles ya no se ven las candidatas a galaxias lejanas. Vale, ¿pero qué tienen de especial estas galaxias? 

Al fin y al cabo, al poder ver en el infrarrojo, se esperaba que este telescopio espacial pudiese ver objetos más lejanos que el Hubble y los observatorios terrestres, ¿no? Sí, pero lo sorprendente es que pocos esperaban ver tantas galaxias lejanas con z superior a 11 y, menos aún, con un z de entre 15 y 20. ¿Por qué? Pues porque las primeras estrellas se cree que nacieron precisamente alrededor de z = 20 y es muy difícil explicar que justo en esa época veamos galaxias ya formadas. 

Y no solo es que haya muchas galaxias extremadamente jóvenes, sino que además la mayoría presentan una estructura desarrollada, o sea, compactas y con forma de disco, un hecho que contradice las conclusiones de algunos estudios previos de galaxias primigenias realizados con datos del telescopio Hubble.

Imagen de la cámara NIRCam del James Webb tomada para el estudio JADES (JWST Advanced Deep Extragalactic Survey) en la que se ven muchas galaxias candidatas con corrimientos al rojo elevados. El campo coincide con el UDF (Ultra Deep Field) del Hubble (NASA, ESA, CSA, and M. Zamani (ESA/Webb).

Galaxias del campo JADES con corrimientos al rojo superiores a 11 medidos por el instrumento NIRSpec. Aparece el Corte de Lyman como referencia (ASA, ESA, CSA, STScI, M. Zamani (ESA/Webb), and L. Hustak (STScI)).

Localización de las galaxias de la imagen anterior (ESA/Webb), and L. Hustak (STScI)).

Pero tengamos en cuenta que, naturalmente, la mayoría de estas galaxias lejanas son en realidad candidatas a galaxias lejanas. Para asegurarnos de que están realmente tan lejos hay que confirmar su z preciso con un espectro detallado, pero el JWST simplemente no tiene tiempo para ir confirmando todas y cada una de las candidatas. 

La técnica fotométrica del Corte de Lyman no es precisa y muchos de los corrimientos al rojo calculados por este método puede que no sean correctos debido a errores de calibración o a que las galaxias tienen grandes cantidades de polvo que provocan que se vean más rojas —y lejanas— de lo que en realidad son. Hasta el advenimiento de la Era del James Webb, la galaxia más lejana era GN-z11, con un z de, bueno, 11, calculado gracias a los telescopios espaciales Hubble y Spitzer. Con el JWST ya tenemos galaxias confirmadas espectroscópicamente con z mayores de 12 como JADES-GS-z13-0 (con un z de 12,4).

El polo de la eclíptica bulle con galaxias en el campo PEARL con imágenes del Hubble y el JWST (NASA, ESA, CSA, A. Pagan (STScI) & R. Jansen (ASU)).

El cúmulo MACS0647 actúa como lente gravitatoria del cúmulo más distante MACS0647-JD. Se destacan tres imágenes, JD1, JD2 y JD3 de dos o más galaxias que se ven en tres sitios diferentes por efecto de la lente. El corrimiento al rojo de este sistema lejano es de 11, o sea, cuando el Universo tenía unos 400 millones de años (NASA, ESA, CSA, STScI, and Tiger Hsiao (Johns Hopkins University), Alyssa Pagan (STScI)).

Lo que sí sabemos de algunas galaxias de las que se han obtenido espectros detallados es que su brillo proviene no solo de luz estelar, sino de gas interestelar ionizado muy caliente. También vemos que la proporción de oxígeno —y, por extensión, la de otros elementos «pesados»— es solo del 2% de la actual, algo lógico si tenemos en cuenta que las primeras estrellas solo estaban formadas por hidrógeno y helio y el resto de elementos se formaron en su interior. 

Por tanto, cuanto más joven es una galaxia, menos «metales» —en la jerga astrofísica— tiene. Estas características hacen que este tipo de galaxias sean semejantes a las llamadas «guisantes verdes», pequeñas galaxias —su tamaño es del 5% del de la Vía Láctea— relativamente cercanas con gran cantidad de gas y estrellas muy jóvenes que destacan por su forma esférica y su color verdoso. Normal, porque si efectivamente son galaxias jovencitas, deben ser pequeñas y tener grandes cantidades de gas que todavía no ha formado estrellas. Estas pequeñas galaxias podrían ser las más primitivas desde el punto de vista de su composición química y las causantes de la reionización del Universo primigenio.

Galaxias jóvenes similares a los «guisantes verdes» en el cúmulo SMACS 0723 (NASA, ESA, CSA, STScI).

Galaxia lejana del cúmulo SMACS 0723 (derecha) que se parece mucho a las galaxias del tipo «guisante verde» más cercanas. Este tipo de galaxias podrían ser las más primitivas del Universo (Nature, SDSS, NASA, ESA, CSA, STScI).

En definitiva, el Universo primigenio era un lugar más complejo de lo que pensábamos. 

Pero lo fascinante es que todas estas novedades son el resultado de un telescopio espacial que lleva poco más de seis meses enviando datos científicos. ¿Qué maravillas nos quedan por descubrir?

Referencias:

Imagen de portada: Cinco galaxias atraídas entre sí tomadas por el telescopio James Webb

FUENTE RESPONSABLE: EUREKA. El Blog de Daniel Marín. 16 de febrero 2023.

Sociedad/Astronomía/NASA/Cosmología/Astronáutica.

Encuentran un posible mundo habitable a solo 31 años luz de distancia de la Tierra.

50 astrónomos de todo el mundo han confirmado el hallazgo. Se trata de Wolf 1069b, un planeta rocoso similar al nuestro. ¿Será lo que estamos buscando?

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Ya hemos descubierto más de 5.200 exoplanetas. Sin embargo, apenas dos centenares de ellos son de carácter rocoso (menos del 1.5 por ciento de ellos tienen masas por debajo de la de dos Tierras), lo que hace que un hallazgo como este sea siempre muy interesante. ¿Cómo es el planeta que acaban de descubrir?

Ha sido bautizado como Wolf 1069 b y orbita una estrella enana roja, Wolf 1069, a solo 31 años luz de distancia de la Tierra. Está realmente cerca en términos astronómicos.

El mundo tiene aproximadamente 1,26 la masa de la Tierra y es prácticamente idéntico en tamaño.

Además, también orbita en la zona habitable de su estrella, lo que convierten a este exoplaneta en uno de las principales candidatos para una futura búsqueda de firmas biológicas en exoplanetas cercanos de la masa de la Tierra.

Potencialmente habitable

Ha sido un equipo de astrónomos liderado por Diana Kossakowski del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) en Alemania quienes han hecho el descubrimiento.

Como parte del proyecto Carmenes, se desarrolló un instrumento específico para la búsqueda de mundos potencialmente habitables. El equipo de Carmenes (Calar Alto High-Resolution Search for M Dwarfs with Exoearths with Near-infrared and Optical Échelle Spectrographs) está utilizando este aparato en el Observatorio de Calar Alto en España.

«Cuando analizamos los datos de la estrella Wolf 1069, descubrimos una señal clara de baja amplitud de lo que parece ser un planeta de aproximadamente la masa de la Tierra», comentó Kossakowski. «Orbita alrededor de la estrella en 15,6 días a una distancia equivalente a una quinceava parte de la separación entre la Tierra y el Sol».

Ilustración artística del planeta a 31 años luz de la TierraNASA/Ames Research Center/Daniel

Debido a que las estrellas enanas M son mucho más frías que nuestro sol, los planetas pueden orbitar mucho más cerca de ellas y aún así tener la oportunidad de retener agua líquida y una atmósfera.

Por ello, aunque Wolf 1069 b está mucho más cerca de su Sol que nosotros del nuestro, en realidad obtiene un 35% menos de la energía radiante de su sol que la Tierra de su estrella.

Precisamente, debido a que está tan cerca, es probable que el planeta esté bloqueado por las mareas de su estrella, lo que significa que el mismo lado del planeta siempre está frente a Wolf 1069, bañado por la tenue luz del día roja.

¿Qué significa esto?

Que si bien sería un planeta un tanto extraño en el que vivir, no sería un escenario imposible.

Los investigadores modelaron la temperatura en la superficie del planeta, en función de la cantidad de energía que debería obtener de su estrella roja y descubrieron que el lado nocturno del planeta estaría helado e inhóspito, pero la mayor parte del lado diurno debería ser habitable, con temperaturas promedio de alrededor de 13 ºC (eso sí, en el nocturno habría una media de -95 ºC). Sea como fuere, el lado diurno todavía podría presumir de condiciones habitables.

«Las simulaciones también revelan una etapa de encuentros violentos con embriones planetarios durante la construcción del sistema planetario, lo que lleva a impactos catastróficos ocasionales», dicen los expertos.

Estos encuentros calentarían al mundo joven, sugiriendo que el núcleo de Wolf 1069b todavía está fundido, como el núcleo de la Tierra, y por lo tanto podría estar generando un campo magnético.

Así, incluso es posible que el planeta tenga un campo magnético que lo proteja de las partículas cargadas del viento estelar. Muchos planetas rocosos tienen un núcleo líquido, que genera un campo magnético a través del efecto dínamo, similar al planeta Tierra.

El siguiente paso

Wolf 1069b no transita por su estrella, por lo que no será posible obtener una imagen directa de su atmósfera como lo ha hecho el Telescopio Espacial James Webb con el exoplaneta gigante gaseoso WASP-39b, pero los científicos creen que con más simulaciones podrían descubrir más datos acerca de cómo podría ser el clima del planeta con diferentes tipos de terreno.

«Probablemente tendremos que esperar otros diez años para esto», dice Kossakowski.

«Aunque es crucial que desarrollemos nuestras instalaciones teniendo en cuenta que la mayoría de los mundos potencialmente habitables más cercanos se detectan solo mediante el método de velocidad radial».

Referencia: D. Kossakowski et al, The CARMENES search for exoplanets around M dwarfs. Wolf 1069 b: Earth-mass planet in the habitable zone of a nearby, very low-mass starr, Astronomy & Astrophysics (2023). DOI: 10.1051/0004-6361/202245322

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

FUENTE RESPONSABLE: Muy interesante. Por Sarah Romero. 6 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Planetas/Espacio/Astronomía/Ciencia/Clima/Exoplanetas.

El gigantesco cometa de seis kilometros cuyo origen desconocemos y que pronto “acariciara” el sol.

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No sabemos de dónde viene y a duras penas sabemos cómo terminará sus días el cometa 96P/Machholz 1. La hipótesis sobre su origen es que procede del espacio interestelar. Sobre cómo terminará sus días quizá lo sepamos en unos días tras su mayor acercamiento al Sol. Lo que sí sabemos es su gran tamaño: tiene seis kilómetros de diámetro.

Procedencia desconocida. Hay varios factores que hacen atípico este cometa. Su gran tamaño es el primero. Frente a otros cuerpos semejantes, cuyo diámetro se puede medir en decenas de metros, 96P/Machholz 1 tiene un diámetro de unos seis kilómetros.

Pero es la composición del cometa lo que más sorprende a los astrónomos. 

Según sus estimaciones, este cuerpo celeste tiene menos del 1,5% de los niveles de cianógeno (un compuesto orgánico de carbono y nitrógeno presente en algunos cometas). Sus niveles de carbono son también más bajos de lo que suele ser habitual en los cometas “típicos” de nuestro entorno.

Se cree que el cometa pudo haber estado rondando el espacio interestelar hasta toparse con el influjo gravitatorio de Júpiter, que lo habría colocado en su órbita actual. 

También se considera que podría tener su procedencia en alguna región exterior de nuestro propio sistema solar o que la ausencia de cianógeno se debe simplemente a repetidas y cercanas interacciones con el Sol.

Un paso que nos abrirá los ojos. Es probable que estos días logremos aprender algo nuevo de este cometa. Su nuevo paso por el interior del sistema solar está generando gran atención entre los astrónomos. “96P es un cometa muy atípico, tanto en composición como en comportamiento, por lo que nunca sabemos qué podremos ver” explicaba Karl Battams, astrofísico del Naval Research Lab estadounidense, en declaraciones a spaceweather.com.

“De acuerdo con esto, estamos desarrollando un programa especial de observación junto a SOHO [Solar and Heliospheric Observatory] para maximizar el retorno científico, de forma que el flujo normal de datos públicos de [su] corografía será ralentizado durante unos días (a seis imágenes a la hora). 

Con suerte podremos conseguir una ciencia hermosa de esto y compartirla con todo el mundo en cuanto podamos”, concluía Battams.

Los cometas son cuerpos formados por cúmulos de hielo y roca. Cuando se acercan al Sol pierden consistencia al derretirse el hielo. 

La incidencia del Sol hace que algunas partículas de polvo y gas salgan disparadas del núcleo del cometa, creando la cola. Esta interacción es la que facilita a los astrónomos analizar con cierta precisión la composición del cometa.

A clip from today’s LASCO C3 data that I’ve processed manually. Working on something nicer (with an added surprise 🤫), but that can wait until 96P exits the field of view and I can write something up about it.

Again, these are those long (90s) exposure orange filtered images. pic.twitter.com/xg3eAUeyQbKarl Battams (@SungrazerComets) February 1, 2023 I spy with my little eye… a comet!

Comet 96P Machholz can be seen in the upper left in these images from this week with the help of two of NASA’s Sun-watching spacecraft.

Learn more about how NASA’s spots comets by watching the Sun: https://t.co/M7ZcDTmgtB pic.twitter.com/OGyaJcxTRY

— NASA Sun & Space (@NASASun) February 1, 2023

Un destino incierto. Si 96P/Machholz 1 fuera un cometa normal, los astrónomos considerarían que tiene sus días contados. 

Su órbita lo está llevando más cerca que nunca del Sol, a una distancia que un cometa de tamaño medio no sobreviviría.

Este cometa, con sus seis kilómetros de diámetro y una composición desconocida parece en cualquier caso capaz de sobrevivir. No en vano, 96P/Machholz 1 ya ha hecho pasos cercanos al Sol. 

Aun así es imposible saber con total exactitud cómo este paso por nuestra estrella incidirá en el cometa y su comportamiento.

Las Delta Acuáridas. El nombre 96P/Machholz quizás resulte familiar a algunos por un evento relacionado: las Delta Acuáridas. El complejo 96P/Machholz se refiere a un número de fenómenos celestes relacionados con el cometa en cuestión, y que incluye la lluvia de estrellas estival que precede a las Perseidas.

El nombre del cometa se debe a su descubridor, Donald Machholz, un astrónomo aficionado que descubrió nada menos que 12 cometas entre la década del 70 y la de 2010. El avistamiento de este cometa lo realizó en 1986 gracias a unos binoculares caseros que creó el mismo, aunque no fue hasta el 2005 que supimos que era tan solo una parte de un complejo número de fenómenos. 96P/Machholz 1 realiza sus visitas cada cinco años y medio aproximadamente y sus órbitas tienen perihelios de alrededor de 0,12 unidades astronómicas, es decir menos de una octava parte de la nuestra distancia media al Sol.

Imagen de portada: Cometa Neowise. Eduardo Arcos

FUENTE RESPONSABLE: Xataka. Por Pablo Martínez-Juarez. 3 de febrero 2023.

Sociedad/Astronomía/Espacio/Cometa/Sol/Sistema solar.

El Universo esta conectado con super carreteras celestiales, revela el mapa más preciso del Cosmos, hasta ahora.

Al diseñar el mapa más preciso del Universo hasta ahora, los científicos no contaban con que se encontrarían con un vacío desconocido.

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El mapa astronómico más antiguo que se ha encontrado hasta ahora se diseñó hace 3 mil 600 años. Conocido como el Disco de Nebra, es el intento más lejano de calcar la traza universal con las manos humanas. Miles de años más tarde, un equipo de científicos de la Universidad de Hawaii presume haber creado el mapa más preciso de la materia en el Universo.

A partir de los datos que arrojaron dos telescopios, que observan dos tipos diferentes de luz, los astrónomos dieron con una distribución de la materia menos ‘grumosa’, según la describe Live Science. Por lo cual, es posible ver con más claridad cómo se distribuyen los objetos en el cosmos —y en dónde no hay nada. Los investigadores no pensaron toparse con que, en medio de ese orden cósmico, se encontrarían con un vacío abismal.

Cuando el vacío te devuelve la mirada.

Los modelos de distribución en la materia generalmente no son muy nítidos. Sin embargo, el mapa más preciso del Universo que produjo la Universidad de Hawaii sugiere la posibilidad de una vasta red cósmica. A través de ella, las galaxias, estrellas y todos los objetos en el cosmos se conectan.

Anteriormente, explican los investigadores en un comunicado, se pensaba que esta red cósmica gigantesca estaba conformada por ‘supercarreteras celestiales’, que se cruzaban entre sí con hidrógeno y materia oscura. Después del estallido original que hubo en el Big Bang, sólo era el caos. Con el paso de miles de millones de años, sin embargo, el universo joven empezó a condensarse de manera ordenada.

Nathan Anderson / Unsplash

En muchas partes del Universo, escriben los autores para Physical Review D, la materia es está menos agrupada. Sin embargo, se distribuye de una manera más uniforme de lo que se pensaba. Así lo explica Eric Baxter, astrofísico de la Universidad de Hawaii, a cargo del estudio:

«Parece que hay un poco menos de fluctuaciones en el universo actual de lo que predeciríamos asumiendo que nuestro modelo cosmológico estándar está anclado al universo primitivo», explica el especialista en un comunicado.

El mapa más preciso del Universo se ajusta a esta nueva comprensión de cómo evolucionó el cosmos. Y lo que es más: podría reescribir el modelo estándar de la cosmología, que asume que este acomodo es producto de cómo los objetos en el Universo se han acomodado conforme la materia se ha ido enfriando.

Parece ser que el Universo está mucho más ordenado y es más uniforme de lo que pensábamos. Tal vez los griegos tenían razón al llamarle ‘cosmos’, que se traduce literalmente como orden.

Imagen de portada: TOMA PANORÁMICA DE LA VÍA LÁCTEA EN PICO DO ARIEIRO, MADEIRA / GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic en Español. 1 de febrero 2023.

Sociedad/Universo/Ciencia/Mapa Cósmico/Astronomía/Tecnología

Thierry Legault captura el preciso momento en el que la Luna se fusiona con el Arco del Triunfo.

Las composiciones que puede capturar un fotógrafo callejero son ilimitadas. Solo tiene que estar en el lugar adecuado y en el momento justo en el que todos los elementos a su disposición deciden crear fantásticas comuniones.

Así es como el fotógrafo Thierry Legault se lanzó al anochecer de las calles parisinas guiado por la influencia de una Luna llena que estaba dispuesta a quedar enmarcada e inmortalizada por una de las arquitecturas más bellas que existe, la del Arco del Triunfo.

En mitad de un cielo de tonos cobre y con un furioso anaranjado, Legault ha capturado al satélite y al monumento en una de las fotos más singulares que se han hecho hasta el momento y lo ha hecho en una sola exposición, con la Luna llena saliendo en mitad del gran arco.

“Tal toma no puede ser improvisada, las posibilidades son mínimas”, dice Legault. «En realidad, primero planeé otra captura, dos días antes del Arco del Triunfo, el viernes 15 por la mañana, pensé en fotografíar la Luna detrás de la Torre Eiffel».

Más tarde, tras la serie realizada en la Torre Eiffel, Legault tomó un tren de alta velocidad para irse a las celebraciones del fin de semana de Pascua con su familia, a unos 400 kilómetros de París.

Al día siguiente, mientras estudiaba las configuraciones lunares para los próximos meses, se dio cuenta de que la Luna saldría bajo el Arco del Triunfo el domingo por la noche sobre las 22:10 hora local.

El reto estaba en hacer la foto de una Luna serena disparada desde una calle concurrida que suele estar llena de peatones y de tráfico, por lo que Legault tuvo que encontrar una composición que no obstruyera la vista.

En este vídeo podéis ver el trabajo del fotógrafo.

The Moon and Paris, April 2022 – Triumphal Arch Moonrise and Eiffel Tower Moonset

“Estaba en medio de la avenida, a la altura de un paso de peatones. Sin embargo, mantenerse exactamente en el eje de la avenida habría colocado los semáforos en rojo en el centro de la vista del Arco, justo debajo de la Luna”.

Para los expertos fotógrafos y las expertas fotógrafas, Legault recomienda establecer la exposición entre 1/30 y un segundo y disparar con la ISO más baja, como ISO 100, la configuración para obtener la mejor calidad de imagen. Usar un trípode resistente y un control remoto con cable, se traduce no necesitar estabilización del sensor.

Aprendida la técnica, ahora solo hay que desarrollar el don de la oportunidad y de la composición para conseguir una toma como esta.

Imagen de portada: Thierry Legault

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta. Por Wine Not. 13 de mayo 2022.

Sociedad y Cultura/Luna/Astronomía/París/Fotografía callejera.

Thierry Legault: Web