Las compañías que están empujando a los jóvenes al agotamiento extremo.

Sarah* siempre había soñado con trabajar en la industria de la moda. A los 21 años, decidió seguir su sueño, mudarse a Londres y encontrar un trabajo que le apasionara en el cual pudiera desarrollar una carrera.

«Como muchos jóvenes, mi pasión era la moda», dice. «Pero la realidad no fue tan glamurosa».

Después de trabajar menos de un año en el sector minorista de la moda, Sarah consiguió un puesto de asistente de comercio electrónico en la sede central de una lujosa marca internacional.

En ambos trabajos estuvo rodeada de veinteañeros con ideas similares a la suya: triunfar en el mundo de la moda.

«Es como cualquier industria creativa: los jóvenes siempre la ven como un trabajo interesante», señala. «Y las ventajas son estupendas, incluidas las rebajas y los artículos que conseguimos con grandes descuentos».

Sin embargo, Sarah añade que siempre había mucha rotación de gente en la oficina, sobre todo entre el personal de bajo nivel.

«Una pasante de 18 años solo duró una semana tras darse cuenta de que su trabajo consistía básicamente en labores manuales no remuneradas y largas horas cargando y empaquetando la ropa que volvía de los rodajes y sesiones de fotos», recuerda Sarah.

«Y aquellos que aguantaban algunos meses haciendo sus prácticas terminaban abandonando por agotamiento. Había un flujo constante de trabajadores jóvenes e impresionables y nunca se hacía nada al respecto; se convertía en una prueba para ver quién tenía más aguante».

Mucha demanda

Aunque Sarah duró dos años en su puesto, la emoción de trabajar en la moda pronto dio paso a la frustración y el tedio por una gran cantidad de «tareas administrativas que requerían muchas horas y estaban mal pagadas».

Una mujer trabaja ordenando ropa.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. En muchas ocasiones a los jóvenes les piden hacer trabajos que no figuran en el cargo que ocupa.

Y al sentir que sus jefes no le ofrecían una trayectoria profesional clara ni le transmitían una sensación de progreso, Sarah reconoció que su trabajo acabó por hundirla y lo dejó.

«Tanto los gerentes como los empleados sabían que era un lugar de trabajo competitivo, que siempre había mucha demanda. Si te ibas, te sustituían por otra persona joven que seguramente estaría muy entusiasmada por el simple hecho de estar allí», reflexiona.

Los expertos afirman que hay muchas empresas que contratan específicamente a jóvenes que se acaban de graduar que quieren dedicarse a lo que les apasiona, a menudo en carreras muy competitivas y «glamurosas».

Algo que en algunos casos puede ser positivo para quienes buscan una forma de entrar en un sector en el que creen conseguirán el trabajo de sus sueños.

En otros casos, sin embargo, se corre el riesgo de que los jóvenes recién empleados queden encasillados en funciones poco remuneradas y exigentes, ya que los empresarios saben que las vacantes siempre serán muy codiciadas.

Esta situación suele generar mucha presión y ansiedad en muchos jóvenes que inician una carrera con la esperanza de establecerse en un lugar y valerse por sí mismos, pero que terminan vulnerables al agotamiento o la desilusión desde su primera experiencia laboral.

Derecho de piso

Muchos puestos de trabajo se crean con la expectativa de que los trabajadores más jóvenes crezcan en ellos.

A menudo hay vías claras de promoción y objetivos que alcanzar, con empresas que ofrecen incluso programas de orientación y desarrollo para guiar a los empleados que comienzan en los niveles más bajos a subir en el organigrama.

Aunque el ascenso pueda ser duro, muchas empresas quieren invertir en sus trabajadores para que permanezcan en la organización.

Una joven con cara de preocupación entre un grupo de personas

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. A los jóvenes les falta experiencia para poder conocer si las condiciones en las que trabajan son las más adecuadas.

Sin embargo, según los expertos, hay otras empresas que adoptan un enfoque diferente: crean infraestructuras en las que contratan a empleados jóvenes que tienen pocas oportunidades, o ninguna, de ascender, y luego les ordenan tareas muy exigentes.

Un escenario en el que los empresarios esperan que sus trabajadores abandonen la organización en algún momento, ya sea porque se encuentran en un callejón sin salida o por un burnout en el puesto, término que se refiere a esa sensación de desmotivación y pérdida de energía progresiva hasta llegar al agotamiento.

Entonces, suelen ser sustituidos por otros trabajadores jóvenes, destinados a correr la misma suerte.

Está claro que a menudo se espera que los jóvenes se esfuercen en los primeros años de su carrera mostrando ambición, persistencia, esfuerzo y resistencia en el lugar de trabajo, o dicho de otra forma, «pagando el derecho de piso».

Atractivo

Según Helen Hughes, profesora asociada de la Escuela de Negocios de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, no todos los trabajadores jóvenes que carecen de una trayectoria de crecimiento explícita se encuentran en empresas que intencionalmente rotan su fuerza laboral.

Hughes menciona, por ejemplo, el caso de las relaciones públicas, donde los puestos más bajos, que suelen ser los peor pagados, «encajan en la trayectoria profesional de una persona: la expectativa es que, en las primeras etapas, tienes que aceptar puestos de menor categoría antes de poder progresar».

Un joven en un taller textil

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Industrias como la de la moda son muy atractivas para muchos jóvenes que sueñan con crecer en un mundo glamuroso.

Sin embargo, algunas compañías deciden establecer lo que Hughes denomina un «modelo a corto plazo». Y hay muchas razones por las que las empresas optan por fomentar este modelo de rotación de trabajadores jóvenes, en lugar de invertir en ellos.

En primer lugar, están las implicaciones financieras. Los recién graduados empiezan en la parte baja de la escala salarial y no tienen la expectativa de ganar lo mismo que los empleados con más experiencia.

«Las empresas suelen contratar a los recién graduados porque pueden pagarles menos», dice Dominik Raškaj, director de marketing de la web de empleo Posao.hr, con sede en Croacia. «Es efectivamente una fuente de mano de obra barata e infravalorada».

Además, los trabajadores que son principiantes pueden ser más maleables y estar más dispuestos a aceptar ciertas condiciones laborales.

«Cuanto menos experiencia tiene el empleado, más abierto de mente es y, en general, está más dispuesto a aceptar las condiciones del entorno laboral que se encuentra», dice Hughes.

«No están condicionados por la experiencia, lo que tiene ventajas para el empresario: son más fáciles de moldear».

El riesgo

Sin embargo, esto puede dejar a los jóvenes trabajadores que buscan abrirse camino en una carrera susceptibles de que se les ofrezcan empleos equivocados o entornos de trabajo tóxicos.

«Los recién graduados pueden verse expuestos a la explotación si no han adquirido la experiencia necesaria para saber lo que está bien y lo que no», afirma Hughes.

«Pueden tener la sensación de que se trata de un campo realmente competitivo, por lo que se sienten desesperados por aceptar un rol muy desafiante que puede que no tenga las mejores condiciones.

«Puede deformar la visión de alguien», asegura.

En estas situaciones, el riesgo a corto plazo es el burnout, el agotamiento extremo.

Una chica toma nota de la orden mientras se ve a dos hombres de fondo

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Llegar a un agotamiento laboral puede hacer que los jóvenes acepten otros trabajos alejados del sector en el que querían desarrollar una carrera.

Los jóvenes pueden verse agobiados por largas jornadas laborales, enormes cargas de trabajo o tareas menores y, debido a su falta de antigüedad, son incapaces de defender sus intereses.

Esto puede dejar a los trabajadores frustrados o, en casos como el de Sarah, sometidos a mucho estrés.

Muchos, sin embargo, sienten que no tienen más remedio que aguantar, sobre todo si intentan abrirse camino en determinados sectores que suelen tener muchas barreras para poder entrar en ellos.

Una realidad que puede ser muy dañina para una persona joven desesperada por establecerse en una carrera competitiva que acepta ser sometida a largas jornadas y malas condiciones de trabajo.

«Algunos deciden quedarse y resistir al máximo porque están empezando», dice Hughes.

«Pero sin experiencias anteriores que sirvan de referencia, el riesgo es que acepten que eso es lo que se requiere para poder estar en ese lugar, que las malas condiciones se normalicen y que esa persona acabe pensando que eso es todo lo que vale».

Esto puede tener repercusiones a largo plazo para estos jóvenes, ya que puede crear falsas expectativas sobre lo que significa estar en el mercado laboral.

«Los trabajadores empiezan a retraerse, a no esforzarse y a mostrar comportamientos de abandono silencioso», afirma Jim Harter, científico jefe de gestión y bienestar en el lugar de trabajo de la empresa estadounidense de análisis Gallup.

«Esto puede deformar la visión de lo que significa una carrera profesional y su relación con el trabajo», comenta Harter.

«Los recién graduados pueden estar tan preocupados por conseguir un trabajo que piensan que cualquiera les vale», añade Hughes.

Pero trabajar muchas horas, mal pagadas y sin una proyección a la vista tiene consecuencias a largo plazo. «Te adaptas a las normas que te rodean -malas normas- justo al principio de tu carrera».

Hay alternativas

La buena noticia es que el actual mercado laboral, favorable a los empleados, puede dar opciones a los jóvenes trabajadores si descubren que están en un puesto en el que sienten que están siendo explotados, sin posibilidades de progresar, o que les está resultando demasiado difícil.

«Ahora también se plantean más preguntas sobre los empleos para personas graduadas», dice Hughes. «Y hay más denuncias de malas prácticas laborales en las redes sociales, lo que significa que hay más presión para que las organizaciones que no cuidan a sus empleados más jóvenes cambien».

Una persona abrumada con la laptop cubriéndole la cabeza

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Aunque a veces parece que no hay salida, es importante saber que hay alternativas, así sean diferentes al camino que uno había pensando en un principio.

Sin embargo, incluso en una era de escasez de personal y de comentarios en internet, muchos de estos entornos difíciles perdurarán.

Esto significa que puede que siga recayendo en los hombros de los empleados principiantes la carga de reconocer cuándo se encuentran en una mala posición.

Pero identificar esto puede ser más fácil de decir que de hacer, ya que los empleados con poca experiencia laboral pueden no saber lo que es normal en el puesto que están trabajando o lo que es ir demasiado lejos.

En el caso de Sarah ella reconoció que su trabajo la había llevado al límite y se marchó. Pero en lugar de insistir en el mismo sector por el que había soñado en un principio, tomó otro camino y ahora trabaja para una agencia creativa ajena al mundo de la moda.

Dice que es mucho más feliz en su nuevo puesto, que le ofrece una progresión clara, un trabajo estimulante y tareas diarias variadas.

«Puede que [la moda] me pareciera un lugar impresionante para trabajar», dice, «pero me di cuenta de que es más importante tener un trabajo satisfactorio que un nombre llamativo en el currículum».

*El apellido de Sarah lo mantuvimos en secreto por motivos profesionales.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. La primera experiencia laboral suele tener un rol clave en el desarrollo profesional de los jóvenes.

FUENTE RESPONSABLE: Alex Christian; BBC. 14 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Economía/Empleo/Desempleo/Estudios Profesionales/Pensamiento crítico.

Una psiquiatra explica el vínculo entre el capitalismo y el deterioro general de la salud mental.

Marta Carmona dibuja junto a Javier Padilla en ‘Malestamos’ (Capitán Swing, 2022) el malestar que recorre la sociedad más allá de lo patológico.

MadridCafé con lorazepam es un desayuno que se repite y que no puede ser más contradictorio. Un excitante por la cafeína y un ansiolítico encargado de ir desactivando el efecto de la adrenalina y otros elementos de la sobreactivación cuando experimentamos ansiedad o angustia. No tiene mucho sentido tomar una sustancia para activarte mientras tomas otra para desactivarte. Bienvenidos al siglo XXI. Hay un malestar que recorre la sociedad provocada por la precariedad y el deterioro de los servicios públicos que cancela el futuro. No hay expectativas ni esperanza. Es lo que Marta Carmona y Javier Padilla llaman la «cancelación del futuro» en Malestamos (Capitán Swing, 2022).

«Queremos recoger el malestar derivado de las condiciones de vida y que no se arregla con una intervención técnica individual. Nuestro marco es totalmente distinto al del diagnóstico. Aunque puede haber personas en las que pueda coexistir este malestar que nosotros describimos y otro malestar desde un punto de vista clínico. Pero nuestro planteamiento es totalmente desde otro campo», aclara Marta Carmona.

El libro describe que no solo es que seamos personas cansadas, agotadas, que no pueden más, es que además nos sentimos mal por estar cansadas. Algo así como la pescadilla que se muerde la cola. La clave está en cómo rompemos este círculo vicioso. «Estamos claramente en un momento de cambio de ciclo. Este sistema socioeconómico da muestras de que está cercano a agotarse. Las crisis, que hasta ahora eran excepcional, ahora se suceden con más frecuencia y se ven que son estructurales, pero no vislumbramos lo que va a venir después», explica.

«Necesitamos que las redes estén mejor distribuidas y mejor financiadas»

Carmona habla de actualizar el llamado estado del bienestar: «Las propuestas de las luchas sindicales de finales del siglo XIX a día de hoy habría que actualizarlas. Algo parecido pasa con el estado del bienestar. Es un concepto a día de hoy obsoleto, no por sus principios, que son más actuales que nunca, si no porque la forma de actualizarlo se tiene que adaptar al momento actual».

Los autores de ‘Malestamos’ dicen que hablar de la salud mental está tan de moda que se podría decir que es el nuevo hablar del tiempo. 

Y reivindican la necesidad de dedicar dinero a una Atención Primaria que agoniza: «Las redes de salud mental públicas están muy bien diseñadas sobre el papel. Son equipos multidisciplinares formados por psiquiatras, psicólogas, enfermeras de salud mental y trabajadoras sociales que hacen un acompañamiento con énfasis en la intervención psicosocial. El problema es la infrafinanciación crónica, que durante las décadas en las que estos programas han estado en marcha. 

Ha pasado como con el resto del sistema sanitario: que siendo la base más importante la Atención Primaria y la atención hospitalaria un poco complementario, el grueso de la financiación se ha ido a lo hospitalario. Es decir, que estos equipos han estado infra financiados frente a los que acudían con una crisis aguda. Otro de los problemas es que los equipos no están bien balanceados. Y tenemos un déficit de enfermeros de salud mental y trabajadoras sociales. Necesitamos que las redes estén mejor distribuidas y mejor financiadas».

Marta Carmona, autora de ‘Malestamos’. / Cristina Candel

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«Que en la discusión social sobre salud mental se está hablando tanto de terapia individual, pero no de este tipo de intervención habla mucho de cuál es el tipo de sufrimiento que se ha visibilizado. Lo que habitualmente se entiende como trastorno mental grave es algo que no ha recibido todo el foco y toda la atención que sí está recibiendo otro tipo de sufrimiento más adaptativo y más frecuente», explica la autora.

«Hay gente que se desloma a trabajar y no sale de la pobreza»

Malestamos alude a un malestar proveniente de una crisis profunda del estado de bienestar que tiene que ver con la dificultad para visualizar un futuro halagüeño y la dificultad para tomar decisiones respecto al propio proyecto vital. En el pasado, estudiar podía garantizar determinado tipo de empleo o estabilidad y eso ahora eso se ha evaporado.

«El mantra de que si te esfuerzas consigues lo que quieres, se ha demostrado tras las crisis que no es real. Hay gente que se desloma a trabajar y no sale de la pobreza. En cambio, hay gente que si está en el lugar apropiado o ha nacido en la familia adecuada tiene la vida solucionada con independencia de lo que haga. Este malestar del que hablamos tiene que ver con cómo funciona el sistema, con quién es el dueño de nuestro tiempo y con la propia agencia que tenemos sobre nuestro propio proyecto vital», ha dicho.

Carmona explica que vivimos en un tiempo en el que el individualismo es la única forma en la que podemos entender el mundo y la productividad económica es el único horizonte: «Hay una narrativa que consiste en que el éxito profesional es trabajar muchas horas y tener muchísimo dinero. Para construir otras realidades tenemos que identificar que hay espacios en los que esta hegemonía está en disputa. 

En nuestro entorno vemos ejemplos de ayudas de compañeros, familias, que no es el mensaje de individualidad que se manda. La manera de poner los cuidados en el centro pasa por identificar esos lugares donde en realidad nos cuidamos y ver que esto no es una selva. Somos personas que vivimos en redes y nos protegemos unos a otros. Lo que hay que hacer es alimentar esto y cambiar las prioridades».

«La sensación de incertidumbre es un caldo de cultivo perfecto para discursos fascistas»

«La pérdida de esperanza es la idea clave. Este sistema socioeconómico se acerca a su fin, pero aún no vemos lo siguiente y eso hace muy difícil articular la esperanza, un futuro y un deseo. ¿Dónde me veo yo dentro de 30 años? Intuimos que las cosas van a ser muy diferentes. 

La sensación de incertidumbre es un caldo de cultivo perfecto para discursos fascistas que pueden dar una respuesta fácil a ese miedo diciendo que hay una persona, en general más vulnerable que tú, que te está quitando lo tuyo. Es una respuesta facilona y con una satisfacción inmediata de ‘yo no tengo lo que podría estar teniendo’. Y los vulnerables son los grupos a los que se dirige un discurso de odio. Además, se idealiza el pasado y se olvida toda la parte oscura y de sufrimiento del s. XX», relata Marta Carmona.

La autora explica que la posibilidad de construir el futuro pasa por desactivar los discursos de odio y rescatar del pasado los momentos en los que sí se soñaba: «Nuestro futuro no puede ser la pesadilla de nadie, un mundo desigual no es bueno para nadie aunque estemos en el lado afortunado. Tenemos que aspirar a un mundo en el que todos estemos bien».

Carmona cree que el cambio social pasa porque identifiquemos los lugares en los que nos cuidamos, nutrirlos y potenciarlos. 

Y da ideas: «Que en todos los barrios haya espacios techados con zonas de juegos. Que las familias tengan espacios para crear redes. Estos espacios no deberían ser solo de infancia, hay muchas formas de hacerlo». No solo hacen falta ideas, también voluntad política.

Imagen de portada: Cientos de personas en una calle de Madrid (Photo By Ricardo Rubio/Europa Press via Getty Images) / Europa Press News

FUENTE RESPONSABLE: Ser. Por Maika Ávila. 1 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Capitalismo/Empleo/Desempleo/ Desigualdad/Salud/Salud Mental.

El hilo de Twitter que retrata la precariedad laboral en España: «Ayer cumplí 34 años y jamás he tenido un sueldo de más de 1.100 euros al mes».

Lo de la precariedad laboral en España, especialmente entre los jóvenes, ya hace tiempo que dejó de ser noticia. Como tampoco es noticia que España es uno de los países con la tasa de paro juvenil más alta de toda la Unión Europea. Los datos y las estadísticas rubrican esa realidad inapelable. 

Los jóvenes la sufren a diario y cualquiera con un poco de perspicacia lo puede ver en su día a día. Sin embargo, muchas veces no te haces una idea de la realidad hasta que no te lo cuentan con detalle y con ejemplos concretos. Eso es lo que ha hecho un usuario en Twitter, @cismabrides, quien aprovechando que cumple 34 años, una edad ya importante laboralmente hablando, ha hecho balance de su vida laboral y lo ha petado. Dejamos aquí su hilo, que ya ha gustado a casi 7.500 tuiteros.

Hilo

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Conversación

Paco ۞

@cismabrides

Ayer cumplí 34 años y JAMÁS he tenido un sueldo de más de 1.100€ al mes. Tengo una carrera -en la que fui segundo de la promoción-, dos másteres, idiomas y experiencia desde la docencia a la difusión patrimonial, capaz de idear cosas, de tratar con chavales y transmitir pasión.

12:04 p. m. · 30 ene. 2023·1,6 M Reproducciones

1.671 Retweets

614 Tweets citados

11,3 mil Me gusta

Puedes responderLas personas que @cismabrides sigue o haya mencionado pueden responder

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Por culpa de contratos precarios aun no he hecho los cuatro años cotizados -me faltan 28 días-. Vivo en un país lleno de patrimonio, historia y turismo, pero nadie es capaz de ofrecernos algo que nos dé una mínima estabilidad que garantice el bienestar del sector cultural.

2

146

1.965

218 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

Si quieres trabajar en cultura tienes que elegir: o das tu vida -con sus festivos, fines de semana, etc.- por tres perras para «sentirte realizado» o vives con tus padres eternamente. Yo, como muchos otros, estoy en proceso de preparar unas oposiciones, la ÚNICA vía en España

5

138

1.610

209,2 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

Para los que hicimos una carrera de humanidades. Y aquí estoy, con los apuntes por delante, pensando que no hay futuro si no consigo -antes o después- una plaza. Y nadie va a mover un dedo, nadie va a hacer nada para mejorar esto, aunque la imagen de España sea gente como yo.

16

141

1.985

206 mil

JuanF Cózar

@JFCozar

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

A tu edad firmé mi primer contrato indefinido, tras estar en precario casi todo el tiempo anterior, con contratos de dos o tres meses. Te servirá de poco consuelo, pero ánimo, Paco, pronto llegarán las alegrías. Y sí, desgraciadamente la cultura importa poco a nivel laboral.

2

1

91

36,4 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @JFCozar

A ver cómo se porta 2023.

2

41

31,3 mil

Javi

@javithot

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Mucho ánimo, es muy injusto.

1

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25,6 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @javithot

Gracias, Javi.

6

23,3 mil

La historia en violeta

@lahistenvioleta

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Yo cobro algo más de lo que dices, a cambio de sacrificar TODOS mis fines de semana y festivos. No tengo vida social. Una carrera, dos másteres, cuatro idiomas, 12 años de experiencia laboral en trabajos precarios, parte sin cotizar. Y sin poder quejarme, que al menos curro

2

17

349

102 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @lahistenvioleta

Ese es otro melón del mundillo: tragamos y soportamos lo indecible con tal de «trabajar de lo nuestro». Y lo saben y se aprovechan de ello. Anda que no he hecho yo cosas gratis…

3

13

315

83,7 mil

Mostrar respuestas

Roge

@Soyroge

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Muchos jóvenes empezando los 30 estamos en la misma situación, me atrevería a decir que la mayoría. Te entiendo y te acompaño. Pero lograremos estar tranquilos aunque se tarde un poco más.

1

5

40

34,6 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @Soyroge

Eso espero. Ánimo con todo.

Y siguen… lamentablemente.

En fin, que aquello que se suele decir sobre «la generación mejor formada de la historia», bueno, saquen sus propias conclusiones. No es oro todo lo que reluce.

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest.

FUENTE RESPONSABLE: Publico. Por Tremending. 31 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/España/Redes sociales/Temor al despido/ Desempleo/Salud /Salud Mental/Psicología

Philips anuncia un despido masivo de 6.000 trabajadores: no hay empresa tecnológica que se libre.

Introducción personal y breve:

En todos mis años de actividad laboral; jamás observe una sola empresa que distribuyera un porcentaje de sus ganancias entre su plantilla de emplead@s. Sí; se que hay casos. Pero son los menos.

Cualquier temblor producido por la economía globalizada y aún por la ineficiencia en el manejo de las propias empresas, a ello sumado a un proceso de desindicalización -que aclaremos en la mayoría de los casos responden a los intereses de los CEO´s de estas mismas empresas-desde hace décadas, provoca pérdidas de trabajo y lleva por consecuencia a mayor desempleo, mayor pobreza.

Desigualdad mayor al fin. 

La mansedumbre de la sociedad cumpliendo a rajatabla la “obediencia debida”; la seguirá  enfrentado a eso tan difícil que es “vivir de rodillas”…en un mundo caótico.

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Son malos tiempos para las tecnológicas. En las últimas semanas no hemos parado de ver más y más despidos de grandes y no tan grandes —Glovo anunciaba recortes en España hoy mismo—. Microsoft, Amazon, Meta, Salesforce, Twitter o Alphabet han ido anunciando despidos masivos, y ahora otra compañía del sector se suma a esta trágica tendencia.

Philips. En octubre de 2022 la multinacional holandesa contaba con 79.000 empleados en todo el mundo. Ya entonces anunció que despediría a 4.000 empleados (aproximadamente el 5%), pero ahora ha indicado que reducirá esa plantilla en 6.000 puestos adicionales a nivel mundial para 2025. De esos despidos, la mitad se ejecutarán en 2023.

Pérdidas. El motivo no es otro que la cuenta de resultados: la empresa ha perdido más de 1.500 millones de euros en el último año.  Según sus responsables, este «modelo operativo simplificado hará a Philips más ágil y competitiva, permitiendo que la compañía ofrezca innovaciones de mayor impacto para sus clientes, pacientes y consumidores». Además, destacan que gracias a esa reducción de plantilla tendrán «una estructura de costes significativamente reducida».

Todo problemas. En sus resultados financieros del cuarto trimestre de 2022 las ventas ascendieron un 3%, mientras que los ingresos a nivel anual tuvieron ese mismo (y ligero) crecimiento. Los responsables de la empresa achacaban la situación a «los retos operativos y de suministro, la bajada de ventas en China, y la guerra de Ucrania».

Respironics. En verano de 2021 la compañía tuvo que retirar del mercado varios dispositivos de respiración y ventiladores. Los efectos de aquel gran problema —más tarde se descartarían efectos nocivos— se han trasladado a todo un 2022 en el que las pérdidas en esa parte de negocio han sido enormes, y han contribuido a la bajada en el valor de las acciones de Philips, que en 2022 cayó cerca de un 50%.

Lenta recuperación. Con esta medida Philips espera afrontar los próximos meses de forma algo más positiva. La empresa indicó que el comienzo del año sera “lento”, y la cosa mejorará a lo largo de los próximos meses.

Imagen de portada: Philips

FUENTE RESPONSABLE: Xataka. Por Javier Pastor. Fuente de la historieta: Fandogamia. 30 de enero 2023.

Sociedad/Tecnología/Empresas/Negocios/Economía/Despidos/

Desempleo/Capitalismo/Distribución/Pobreza/Pensamiento crítico.

Terror laboral y despidos masivos: la era Elon Musk de Twitter. Ahora lo sufre España.

La controvertida figura del multimillonario Elon Musk ha extendido su alargada y oscura sombra al mundo de las redes sociales con un cuestionable y polémico estreno como dueño de Twitter.

Elon Musk está iniciando despidos masivos en Twitter, reduciendo drásticamente la fuerza laboral de la empresa y dando inicio a su revisión general. El pasado jueves por la noche envió un correo electrónico a los empleados de la empresa notificándoles sobre los planes para eliminar puestos de trabajo. Los trabajadores han recibido un correo electrónico con el asunto: «Su papel en Twitter».

Aquellos que mantuvieran sus trabajos serían notificados en el correo electrónico de la empresa y, el resto, serían avisados por su correo personal.

elon musk twitter redes sociales sociedad 1Elon Musk en su primer día como dueño de Twitter.

“Equipo, en un esfuerzo por colocar a Twitter en un camino saludable, pasaremos por el difícil proceso de reducir nuestra fuerza laboral global el viernes”, se puede leer en una de las versiones del correo electrónico recopilada por The Washington Post.

“Reconocemos que esto afectará a varias personas que han realizado valiosas contribuciones a Twitter, pero lamentablemente esta acción es necesaria para garantizar el éxito de la empresa en el futuro. Reconocemos que esta es una experiencia increíblemente desafiante, independientemente de si le afecta o no. Estamos agradecidos por sus contribuciones a Twitter y por su paciencia a medida que avanzamos en este proceso”.

Esa fue la primera comunicación oficial de Musk con el personal. Desde que el millonario asumiera su cargo el 28 de octubre, Twitter ha despedido aproximadamente al 50% de sus empleados.

En los últimos días, varias empresas dijeron que pausarían temporalmente su inversión publicitaria en Twitter para ver cómo cambiaban las cosas bajo la propiedad de Musk. Los competidores de Tesla, General Motors y Audi, junto al titán de los alimentos General Mills se encuentran entre las empresas que han detenido su actividad con la compañía.

elon musk twitter redes sociales sociedad 2

A su vez, el gigante publicitario IPG aconsejó a sus clientes que pausaran temporalmente sus planes de medios de Twitter, aunque no está claro cuántos están siguiendo este consejo. 

Musk busca eliminar alrededor de 3.700 empleados de Twitter, lo que equivale a la mitad de su fuerza laboral, mientras intenta reducir costos e imponer una nueva ética de trabajo exigente, según planes internos revelados por algunos trabajadores. 

El personal que trabaja en ingeniería, comunicaciones o productos se encuentra entre los afectados por los despidos, según los tuits del personal de Twitter.  Algunos miembros tuitearon que perdieron el acceso al correo electrónico del trabajo y a los canales de Slack antes de recibir un aviso oficial, lo que interpretaron como una señal de que habían sido despedidos.

El equipo de curación de Twitter, responsable de destacar y contextualizar los mejores eventos e historias que se desarrollan en la empresa, también ha sido eliminado, junto al equipo de comunicaciones de la empresa en India, a los que se suma un equipo que se centró en investigar cómo Twitter empleaba algoritmos, un tema que era una prioridad para Musk.

elon musk twitter redes sociales sociedad 3

Twitter España despide al 80% de su plantilla: «Lo han hecho tan mal que nos pagan una pasta».

Solo quedan 5 empleados.

«Hoy nos han despedido a todos», cuenta uno de los afectados. Tras casi cuatro meses de incertidumbre, la plantilla se ha quedado reducida a solo cinco personas. Los demás se llevan 33 días de indemnización por año trabajado.

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Twitter España despide al 80% de su plantilla: «Lo han hecho tan mal que nos pagan una pasta».

«Hoy nos han despedido a todos», cuenta uno de los afectados. Tras casi cuatro meses de incertidumbre, la plantilla se ha quedado reducida a solo cinco personas. Los demás se llevan 33 días de indemnización por año trabajado

Twitter España ha despedido este martes a algo más del 80% de su plantilla, según ha podido confirmar este diario a través de varios afectados.

Tres meses y medio después de que Elon Musk se pusiera al frente de la empresa y comenzara un agresivo plan de ajuste, los recortes se han confirmado en su oficina en Madrid, que ya ha sido cerrada, aunque la firma seguirá teniendo cinco empleados, enfocados a ventas y negocio. 

De este modo, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ha alcanzado a 24 de los 29 trabajadores y se hará efectivo el 8 de febrero. Eso sí, se han ido con una indemnización de 33 días por año trabajado, frente a los 20 que pretendía la empresa en un inicio. 

El proceso de ajuste ha sido tan caótico como todo lo que ha acompañado la gestión del multimillonario desde que el pasado 4 de noviembre se convirtiera en el dueño de Twitter. «Hoy nos han despedido por fin», celebra uno de los afectados, que prefiere mantenerse en el anonimato, en declaraciones a El Confidencial. «En el ERE no habían puesto una razón válida, solo que por productividad. Se les amenazó, han tenido que dar su brazo a torcer y no les ha hecho ninguna gracia. Esto lo ha tenido que firmar Elon Musk personalmente, porque tiene que ser así a partir de cierta cantidad», cuenta el ya exempleado, que recalca que el proceso de despido fue «muy traumático». «Me alegro de que ahora les hayan fastidiado, porque les hemos sacado lo que queríamos», incide.

El caso de la filial de Twitter en España dista mucho de lo que ha ocurrido en Estados Unidos o Reino Unido, donde los procesos de despido han acabado en los tribunales. No es el único entuerto judicial que tiene que resolver la red social.

De hecho, el acuerdo para finiquitar el ajuste en Madrid ha llegado casi a la par que la Crown Estate británica –conglomerado empresarial que gestiona propiedades de la Casa Real británica – demandara a la empresa de Musk por el impago de su sede en Londres. 

Es la consecuencia de la orden que dio Musk el pasado diciembre, cuando también dejó de pagar a varios proveedores. En España, el prestigioso bufete de abogados Sagardoy ha llevado la representación de Twitter. Tanto aquí como en el resto de países, la compañía ha tratado de actuar con los despidos lo más rápido posible, ya que a partir del 1 de febrero buena parte de la plantilla tenía que cobrar las stock options (pago en acciones), algo que Musk quería evitar a toda costa. Si eran despedidos antes, ese pago se anulaba al completo.

«Llegaron un par de días tarde para evitarlo. El proceso ha sido todo lo rocambolesco que te puedas imaginar», asegura el afectado, que remarca que finalmente también se han incluido todas las stock options que les correspondían. Otras fuentes consultadas señalan que la negociación con los abogados de Twitter ha sido impecable, pero hasta ellos tenían las manos atadas por las políticas establecidas por Musk. «Twitter lo ha hecho tan mal que si iban a juicio, como mínimo, nos daban el despido improcedente. Gracias a eso, la diferencia ha llegado a ser de 50.000 euros en el finiquito. En total, los despidos les han acabado costando unos 1,6 millones. Nosotros estamos muy contentos», asegura.

Las oficinas centrales de Twitter. (EFE / John G. Mabanglo)

La llegada de Musk a Twitter supuso echar a la calle a la mitad de la plantilla en todo el mundo, a lo que luego han ido siguiendo más recortes laborales. 

Uno de los episodios más polémicos se produjo cuando, semanas después, abrió un proceso de bajas voluntarias. Entonces, envió un correo a toda la plantilla en la que les daba un ultimátum de 36 horas: o aceptaban un modo de trabajo «extremadamente duro» o se iban a la calle. 

«¿Qué es eso de despedir por no pulsar un botón? Ni siquiera teníamos la opción de pulsar no, solo sí. Si no respondíamos, estábamos fuera», dice el exempleado, que detalla que la respuesta en Twitter España estuvo marcada por las tareas que desempeñaba cada cual. «Entre los ingenieros, solo una persona decidió continuar. La cosa cambiaba cuando se trataba de trabajadores dedicados a ventas, que sí aceptaron de forma mayoritaria.

Estuvieron currando durante las fiestas y los fines de semana para haber acabado igualmente sin empleo», lamenta, aunque celebra que la gestión de la tecnológica «ha sido tan horrible que hasta la intención de dar el mínimo posible les ha salido mal, por inútiles». 

Hace justo un mes, otro afectado contaba a este diario que el proceso estaba siendo «un limbo surrealista». «Los e-mails que nos llegan de EEUU no son vinculantes legalmente. Hasta que Musk, un abogado o alguien me envíe un burofax o una comunicación oficial de que estoy despedido, de aquí no me muevo», avisó entonces. Ese día, ha llegado.

Imagen de portada: Elon Musk (Reuters / Andrew Kelly File)

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta (Pijama surf) 7 de noviembre 2022./ El Confidencial. Por Mario Escribano. 24 de enero 2023.

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Entrada relacionada: «El hombre ha perdido la capacidad de desobedecer», por el filósofo y psicoanalista Erich Fromm. 24/1/2023.

La relación entre el síndrome del impostor y sentirse «quemado» en el trabajo.

«La gente parece pensar que lo estoy haciendo bien, pero realmente no creo que sea así», dice Fiona, una gerente sénior de unos 40 años que trabaja en la industria de la construcción en Reino Unido.

«Esto siempre me ha hecho pensar que podría estar haciéndolo mejor y que la gente duda de mí».

Fiona, quien se reserva su identidad para proteger su reputación profesional, ha pasado su carrera luchando contra el síndrome del impostor: el temor de no merecer realmente el éxito.

«A pesar de que he llegado a la posición en la que estoy, todavía no creo en mí misma. Otras personas parecen hacerlo, pero no siento que esté justificado», dice.

El estrés de cuestionarse constantemente a sí misma se ha visto agravado por las ansiedades traídas por la pandemia y la presión del trabajo remoto. Fiona ahora se siente «agotada todos los días».

Siente que está mostrando todos los síntomas del agotamiento profesional, incluido el lado emocional. Ha comenzado a «cuestionarse el sentido del trabajo» y el valor que ella aporta «cuando otras personas hacen el trabajo mucho mejor».

El síndrome del impostor es un problema conocido entre los profesionales. Pero los investigadores están cada vez más interesados en el vínculo que Fiona ha experimentado entre el síndrome del impostor y ese otro malestar profesional moderno: el síndrome de desgaste profesional o el sentirse «quemado» en el trabajo.

A medida que el trabajo atraviesa un período de cambios rápidos, comprender cómo estas dos condiciones se alimentan entre sí, y qué se puede hacer para evitar que desestabilicen las carreras será fundamental tanto para el bienestar como para la retención de los empleados.

Un vínculo insidioso

El síndrome del impostor (SI), que también llamado fenómeno del impostor, se manifiesta de manera diferente entre las personas, pero comúnmente hace que alguien tenga la creencia inquebrantable de que es un fraude intelectual, a pesar de toda la evidencia de lo contrario.

Las personas con SI a menudo sienten que necesitan trabajar en exceso y cumplir demasiado en los proyectos para evitar quedar expuestos.

Un hombre con una foto encima de la cara

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Aunque pueden tener grandes logros, es posible que eviten asumir desafíos para no fallar ante los demás. Atribuyen el éxito a la suerte o al trabajo duro, más que a la destreza, y temen que ello los lleve a recibir otras oportunidades en las que podrían tropezar.

Los estudios sugieren que hasta el 70% de las personas han experimentado el SI en el trabajo en algún momento.

Si bien algunas investigaciones sugieren que el síndrome a veces podría ayudar a motivar a las personas a conseguir más logros, también hay amplia evidencia de que el estrés que genera puede ser tan agotador que ejerce una presión intensa sobre la salud mental.

Un estudio de 2016, por ejemplo, mostró que los estudiantes de medicina de EE.UU. con sentimientos de impostor también tendían a demostrar «mayores niveles de cansancio, agotamiento emocional, cinismo y despersonalización», síntomas muy similares a la definición de agotamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Y una encuesta internacional reciente entre 10.000 trabajadores realizada por la plataforma de administración del trabajo Asana, en EE.UU., mostró que el 42% creía que había experimentado SI y agotamiento prolongado al mismo tiempo.

Una mujer en una sala de reuniones

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«Cuando ves a una persona que sufre del síndrome del impostor, es más probable que sufra agotamiento profesional. Y las personas que están exhaustas tienen más probabilidades de sufrir el síndrome del impostor», dice el doctor Sahar Yousef, neurocientífico cognitivo que investiga la productividad en el trabajo para la Universidad de California Berkeley.

Yousef dice que es importante tener en cuenta que la encuesta se basó en que las personas hicieran su propia evaluación de agotamiento, un síndrome clínico grave del que la recuperación puede llevar meses.

Pero incluso si algunas personas pueden ser demasiado rápidas para etiquetarse a sí mismas como exhaustas, en lugar de solo muy cansadas y estresadas, es notable que muchas se identificaron con ambos síndromes al mismo tiempo.

No está del todo claro científicamente por qué los dos se superponen cada vez más, dice Yousef, pero un factor clave es que el SI se manifiesta como una tercera dimensión del agotamiento, como lo define la OMS: «sentimientos de ineficacia profesional».

Como en el caso de Fiona, cuando alguien experimenta agotamiento «sientes que, no importa lo que hagas, no es suficiente. Eres la persona ineficaz de tu equipo», dice Yousef. Esto es notablemente similar a la definición del síndrome del impostor, agrega.

Las tendencias perfeccionistas de alguien con SI pueden significar que cada interacción se vuelve intensamente estresante.

El agotamiento puede aparecer después de «cientos, tal vez miles, de ciclos de estrés incompletos», donde el individuo nunca tiene la oportunidad de recuperarse mentalmente de los momentos de presión.

Una mujer con las manos en el rostro

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Clare Josa, fundadora de una consultora de SI y autora de un libro sobre el tema (Ditching Imposter Syndrome) dice que ve un vínculo claro entre el síndrome y el agotamiento, algo que atribuye a que «el mecanismo de lucha, escape o congelación del cuerpo se atasca».

Su reciente estudio, de un año de duración, abarcó a 2.000 trabajadores en Reino Unido y EE.UU. y encontró que el 62% de las personas lidiaba con sentimientos de impostor a diario.

El 18% se describía a sí mismo como alguien que está «de rodillas» por el estrés.

Según sus respuestas a una serie de preguntas de evaluación, se consideró que el 34% de los encuestados corrían un alto riesgo de agotamiento inminente. Concluyó que el SI es «uno de los predictores más importantes de que alguien está o no en riesgo de sentirse agotado profesionalmente».

Josa cree que la correlación se deriva en gran medida de las tácticas que las personas desarrollan para compensar o enmascarar su impostura, como aceptar un trabajo para el que no tienen tiempo con el fin de obtener la aprobación o evitar la promoción porque temen ser expuestos.

Como dijo un colaborador de su investigación: «Siento que si estoy en el centro de atención, todos verán si cometo un error. Así que hago todo lo posible para no ir allí».

Michelle Obama

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Michelle Obama, ex primera dama de Estados Unidos, dijo que sufrió del síndrome del impostor en algún momento.

Alguien que está tan «preparado para buscar amenazas» pronto descubrirá que esto afecta su bienestar y lo empuja al agotamiento, dice Josa.

La prevención es clave

En este momento, dice Anne Raimondi, directora de operaciones y directora de negocios de Asana, su investigación muestra que son los trabajadores de la generación Z los que tienen más probabilidades de decir que están luchando contra el síndrome del impostor y el agotamiento.

Ella atribuye esto a los desafíos únicos para los jóvenes de iniciar carreras durante la pandemia.

Al ser incapaces de observar a los colegas en persona y adaptarse a la dinámica del lugar de trabajo, sin límites claros entre el trabajo y la vida personal, y sin los «momentos de retroalimentación y tranquilidad» que son cruciales para generar confianza profesional, es fácil ver cómo el personal subalterno podría comenzar a sentir que no pertenece a su rol y sentirse abrumado.

Josa dice que si bien los trabajadores más jóvenes pueden expresarse más abiertamente sobre sus conflictos personales, las generaciones mayores también están sufriendo.

Uno de los desencadenantes más importantes que ella ha identificado para el síndrome del impostor es la menopausia para las mujeres, o el ascenso a puestos de alto nivel en el caso de los hombres. Mientras tanto, las madres que trabajan son un grupo de alto riesgo tanto de SI como de agotamiento, agrega.

También hay un cuerpo de investigación que sugiere que los miembros de minorías pueden verse afectados de manera más aguda.

La doctora Kelly Cawcutt, del Centro Médico de la Universidad de Nebraska (EE.UU.), dice que el síndrome del impostor se ha indicado durante mucho tiempo como un factor en las altas tasas de agotamiento entre los trabajadores médicos.

Un chico tapándose la cara

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Pero su investigación sugiere que «los prejuicios arraigados y la falta de diversidad» en la profesión pueden significar que los grupos étnicos minoritarios y subrepresentados se ven particularmente afectados. Se sabe que los médicos negros, por ejemplo, enfrentan un mayor riesgo de agotamiento, en parte debido al estrés de la discriminación.

«Si nos dicen que no somos lo suficientemente buenos, que no somos lo suficientemente inteligentes, que no pertenecemos ahí, o nos hacen sentir así a través de microagresiones, esos sesgos extrínsecos pueden internalizarse», explica, lo que alimenta tanto el SI como, a largo plazo, el agotamiento.

«Aunque hay muchos esfuerzos para abordar esto ahora, estos sesgos aún existen», dice Cawcutt, lo que crea un «ciclo negativo sustancial» para el individuo.

Esto, dice, muestra la importancia de tratar el SI y el agotamiento, y de hecho los sesgos arraigados, no como problemas aislados, sino como fenómenos conectados que, si se van a resolver, deben abordarse juntos.

Una mujer tendida sobre su laptop

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Josa dice que, cuando se trata del individuo, el punto de partida es abordar el síndrome del impostor reconfigurando la respuesta del cerebro al estrés, «para que no tenga esa respuesta inconsciente de lucha, huida o congelación».

Pero para abordar el problema del agotamiento del SI, dice que las empresas deben hacer más para revisar culturas en las que «todo se ha convertido en una emergencia» y en las que las personas se sienten obligadas a rendir más y apretar los dientes ante la adversidad, en lugar de ser honestas sobre su bienestar.

Yousef y Raimondi están de acuerdo en que es fundamental alentar a los trabajadores a construir límites cognitivos en torno a su trabajo para que tengan tiempo de restablecerse mentalmente después de períodos estresantes, rompiendo esos ciclos de estrés.

Los trabajadores más jóvenes, dice Yousef, necesitan ayuda para involucrarse con mentores en el trabajo para que aprendan a encajar, deteniendo esos sentimientos de ser impostor desde el principio.

«La prevención debería ser la clave aquí», dice. «Me encantaría que educáramos a nuestros hijos incluso desde la escuela secundaria sobre lo que sucede cuando trabajas demasiado».

Hombre en la cama, mirando el celular durante la noche

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Pero para personas como Fiona, es más fácil decirlo que resolver el problema en los hechos. Su médico le aconsejó que se ausentara del trabajo, pero teme que hacerlo defraudará a su equipo o solo le demostrará a sí misma y a los demás que la «ascendieron por encima de mi grado».

En cambio, ella se encuentra luchando cada día para «sortear la melaza del trabajo», envidiando a las personas que parecen estar arreglándoselas bien.

«¿No sería una sensación agradable saber que no te debes preocupar por ir al trabajo todos los días?», se pregunta.

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FUENTE RESPONSABLE: BBC Work Life, Por Anna Jones. Mayo 2022

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Qué son los indicadores adelantados (y qué prevén que va a pasar con la economía).

Pistas sobre el futuro. Eso es lo que ofrecen los indicadores adelantados de la economía.

Son vitales porque permiten a los gobiernos, a las empresas e incluso a las familias prever qué es lo que va a pasar y actuar en consecuencia.

Un ejemplo: hasta hace nada, un cuello de botella en el transporte marítimo ha estado indicando cómo se estaba reactivando la economía después de la pandemia de covid-19 y los confinamientos sufridos.

Después de meses de cierre, empresas y consumidores se lanzaron a comprar. De ahí la necesidad de mover en barcos bienes de un lado a otro del mundo.

Ese problema global tuvo una lectura para los economistas: la recuperación era muy fuerte, casi demasiado fuerte.

Tanto que provocó una serie de desequilibrios.

Los adelantados son índices diferentes a los datos más convencionales de una economía como los son el Producto Interior Bruto (PIB), que nos dice como creció un país, el nivel de desempleo, o la inflación que sufre.

«Los indicadores clásicos hacen referencia al pasado: el PIB nos dice cuánto ha crecido una economía en el último trimestre o en el último año. Pero no dejan de ser un resumen de lo que ya sucedió», explica Víctor Alvargonzález, de Nextep, un servicio de asesoramiento financiero independiente.

«Pero en economía es muy importante ver qué va a pasar y saber si es posible adelantarte. Y ahí es donde entran en juego los indicadores adelantados. Son clave para los inversores y los economistas que tienen que planificar y analizar el ciclo económico», añade.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que indicadores adelantados puede haber miles.

Cada sector tiene los suyos.

Hay, por ejemplo, un indicador que mide la cantidad gente que entra en los centros comerciales y que da una idea de si el consumo va a ser fuerte o débil en una determinada temporada.

A menudo, los operadores de estos conjuntos de tiendas colocan sensores de alta precisión en las puertas que cuentan el número de personas que entran y salen.

«Es un indicador muy bueno para adelantar cuál puede ser la actividad comercial», dice Alvargonzález.

«Y en el entorno económico actual debería tenerse mucho más en cuenta cuál es la demanda de chips —ahora que todo es digital—, que la demanda de productos agrícolas», señala.

Sin embargo, aunque todo sea medible y cuantificable, y aunque las estadísticas ayuden a saber en qué dirección se mueve un sector, hay seis indicadores particularmente relevantes en todas las economías del mundo.

Y están dando señales de qué está pasando ahora mismo.

chip

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Los chips son el «cerebro» de cualquier aparato electrónico.

1. Índice de Confianza del Consumidor

Haciendo un paralelismo, los indicadores económicos adelantados tratan de orientar a los marinos para que puedan llegar a buen puerto, explica Thor Vega, gestor de renta fija de la firma de A & G.

«El índice de Confianza del Consumidor se elabora preguntando a una amplia muestra de individuos de todas las clases socioeconómica» sobre su percepción actual de la economía y sus expectativas de futuro para el país, su economía familiar y el empleo.

La encuesta se lleva a cabo «con el fin de obtener unos datos que reflejen las compras, ventas, y nivel de confianza de quienes terminarán comprando bienes y servicios», añade Vega.

Si alguien cree que va a perder su trabajo, es probable que su confianza en la economía sea baja y que en vez de gastar, decida ahorrar más por lo que pueda pasar.

Lo que se quiere predecir es la evolución del consumo privado.

Por poner un ejemplo, el consumo privado representa dos tercios del PIB de Estados Unidos.

Un centro comercial

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¿Y qué está pasando en el mundo?

Ahora mismo, los datos apuntan a que globalmente hay un apetito consumista y que los consumidores son optimistas de cara al futuro.

«Hay factores que mantienen las perspectivas de consumo en niveles muy elevados. Las tasas de ahorro de los hogares siguen siendo sustanciales en un momento en el que se acercan las fiestas de fin de año y las grandes operaciones promocionales, como el Black Friday», dice Olivier de Berranger, director de gestión de activos en La Financière de l’Echiquier.

Eso sí, avisan los analistas, no puede descartarse que la reciente subida de los casos de covid-19 en determinados países y las medidas tomadas tengan un impacto negativo sobre el consumo.

Avianca

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2. PMI o indicadores de actividad (manufactureros, compras, sector servicios)

Son los indicadores adelantados más manejados y respetados en los mercados.

Señalan qué está sucediendo en la economía del sector privado a través del seguimiento de la evolución de diferentes variables como la producción, los nuevos pedidos, el empleo y los precios.

Se elaboran preguntando a los ejecutivos de las empresas más representativas de un sector si están comprando más o menos materias primas, por ejemplo, o si están contratando más gente o tienen intención de hacerlo.

Si una empresa que fabrica tornillos está comprando más aluminio significa que tiene pensado producir más y por lo tanto, cree que sus ventas van a crecer.

«El índice PMI de la zona euro fue el primer indicador económico que señaló la fuerte caída del PIB durante la crisis financiera mundial a finales de 2008», explican los expertos de la firma de análisis IHS Markit.

Rulos de aluminio en una fábrica

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¿Qué están diciendo?

Para Aneeka Gupta, analista macroeconómico de WisdomTree, hay dos pistas muy potentes.

Por un lado, las ventas de chips —los componentes básicos en smartphones, ordenadores o electrodomésticos— se han recuperado en los últimos meses.

Y por otro, dice, los fabricantes de automóviles han dicho que esperan un repunte de la producción a fin de año.

«Todo esto debería respaldar una mejora en el sector industrial que lleve de nuevo a una recuperación económica más amplia», explica Gupta.

Bolsa de Sao Paulo

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3. Las bolsas

Son un buen indicador adelantado porque cuando suben lo hacen porque los inversores piensan que las empresas van a ir a mejor, van a tener mejores resultados y mayores beneficios.

Por el contrario, si caen apuntan a un escenario de una economía en dirección a una recesión o periodo de estancamiento.

Son un buen indicador adelantado de la futura actividad económica.

¿Qué están haciendo ahora?

«Las bolsas mundiales lideradas por Estados Unidos, Europa y Japón continúan registrando nuevos máximos históricos respaldadas por un contexto de mejora de los beneficios empresariales en el tercer trimestre de 2021», afirma el analista de WisdomTree.

En Europa, del 92% de las empresas que han anunciado ganancias en el tercer trimestre, el 68% ha batido las expectativas.

Y lo mismo sucede en Estados Unidos: del 93% de las empresas que ya han publicado sus resultados, el 81,6% ha superado las estimaciones.

Cola de trabajadores

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4. Empleo

Lo que adelanta qué va a pasar sobre el empleo son los registros de las ofertas y el número de personas que está buscando trabajo.

Son cifras que cambian antes de que la situación del panorama laboral lo haga.

«Uno de los motivos por que hay preocupación respecto a la inflación ahora mismo es porque se ha dado en Estados Unidos un fenómeno muy poco habitual: la oferta de puestos de trabajo era superior a la demanda», recuerda Alvargonzález.

Esto implica que, por primera vez en mucho tiempo, las empresas de EE.UU. tienen dificultades para encontrar trabajadores. Y para atraerlos, es probable que suban los salarios, lo que a la larga genera subidas de precios.

Los trabajadores, por su parte, pueden permitirse cambiar de empleo más fácilmente.

«Hay amplias evidencias de que el mercado laboral estadounidense continúa su recuperación», dice el economista jefe de UBS GWM, Paul Donovan.

Construcción de un edificio en Santiago de Chile

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5. Mercado inmobiliario: permisos de construcción y precio de las nuevas viviendas

Los permisos de construcción permiten prever los niveles de oferta de viviendas.

Un volumen elevado indica que la industria de la construcción crecerá, lo que supone más puestos de trabajo y, por tanto, la probabilidad de que la economía crezca.

«Es normal que el sector de la construcción use como dato adelantado el precio que se está pagando por el metro cuadrado en terrenos que no disponen aún de licencia de construcción o el número de preventas de las promociones actuales», añade Thor Vega, el gestor de A&G

¿Y qué está pasando?

«El mercado de la vivienda estadounidense, por ejemplo, muestra signos de sobrecalentamiento», dice Ann-Katrin Petersen, analista de economía global de la firma Allianz GI, en referencia a un sector que está disparado.

Estas señales deberían verse respaldadas, entre otros datos, por las ventas de viviendas de segunda mano y el precio del alquiler, que «está afectando la inflación de precios al consumo de EE.UU.», explica.

Buque carguero

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El precio del transporte marítimo ha subido hasta 500% en algunas rutas.

6. El índice clave del sector del transporte

El índice Baltic Exchange Dry Index es otro de los indicadores adelantados más importantes, capaz de prever la evolución de la economía mundial porque sus fluctuaciones reflejan la oferta y la demanda de materiales importantes para las fábricas.

Agrupa el coste del transporte marítimos de carga de hasta 23 rutas marítimas clave de hasta 600 compañías navieras.

Proporciona, sobre todo, un punto de referencia para el precio del transporte marítimo de las principales materias primas como carbón o mineral de hierro.

Los miembros se comunican directamente con los agentes de envío para evaluar los niveles de precios para las rutas de envío dadas, un producto para transportar y el tiempo de entrega o la velocidad.

¿Qué señala ahora?

El Baltic Exchange Dry Index alcanzó su máximo el pasado 7 de octubre y desde entonces baja abruptamente, señalando que el tráfico marítimo está volviendo a la normalidad.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: BBC News Mundo. Por Cristina J. Orgaz @cjorgaz

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