¿Ser protagonista, espectador o pianista?

Nadie es eterno. Nadie lo será jamás. Sólo unos pocos, narcisistas empedernidos, aspiran a serlo. 

¿Quién quiere ser eterno? ¿O qué supone pasar a la historia, cuando nuestra eternidad no se materializa al estar vivos, sino, paradójicamente, al morirnos? 

Cuando los vivos que nos conocieron son los encargados de recordarnos. De contar no ya quiénes fuimos, sino cómo fuimos; de contar nuestros defectos y nuestras virtudes sin que sintamos el más mínimo efecto de palabras lastimeras, injustas, desmerecidas o, por el contrario, bien avenidas. 

Bien certeras y clarificadoras que reúnen y resumen a la perfección nuestro ‘yo’. O al menos una versión del ‘yo’ que hemos querido —en vida— desenmascarar. 

Pero hay tantos prismas, tantas aristas de un mismo rostro, tantas las personas que nos miran y analizan que resulta agotador adaptarse a la visión de cada espectador. Pasa como con toda obra de arte. Y en este sentido, poco hay más interesante que contemplar una o varias obras acompañado de otra persona. 

Por ejemplo, cuando se recorren los pasillos laberínticos de un museo y uno se detiene ante un lienzo que le sobrecoge, pero su acompañante pasa de largo, porque a éste le estremece más el de al lado. La mayoría de las veces la visión que tiene uno sobre la obra resulta ser la antítesis de la intención del creador, pero eso nos da igual. La emoción que hemos sentido es lo que importa. 

Esa emoción intacta. Única. Eterna. Sólo las emociones son eternas. Sólo las emociones nos sobreviven y nos superan, pues son más inefables que nosotros. 

Más perfectas, más definidas. Carentes de aristas. Carentes de versiones de ellas mismas. Y en todo caso, antes de que nosotros pasemos a la historia, lo que pasará primero será nuestro testimonio. 

Nuestro discurso acerca de lo que hemos contemplado, sentido o vivido, como cuando recordamos la obra, pero olvidamos el nombre del autor. Y esa sensación es la que transmitimos a nuestro acompañante haciéndole partícipe de nuestra interpretación. Describimos minuciosamente lo que nos ha hecho sentir. Y si el acompañante es de los buenos, de los que se prestan a escuchar atentamente, quedará embelesado y le costará olvidar lo pronunciado y lo recordará con el paso de los años. 

Y si el lector es ávido, jamás olvidará las palabras que ha leído, cuya impresión, lejos del papel, ha ido a parar a un lugar más verdadero y, a su vez, más abstracto. 

Ese espacio que sólo nos pertenece a nosotros pues somos nosotros quienes lo habitamos. Sin compañía alguna, en completa soledad, donde además de Verdad, hallamos también Libertad. 

Un espacio similar al que describió Anne Carson en su Podrías I, que decía: “Si no eres la persona libre que quieres ser busca un lugar donde puedas contar la verdad sobre ello (…). La franqueza es como una madeja que se produce a diario en el vientre, tiene que desenrollarse en algún lado (…). No se trata de encontrar un lector, se trata de contar. Piensa en una persona de pie, sola en un cuarto. La casa está en silencio. La persona lee un pedazo de papel. No existe nada más. Todas sus venas se pasan al papel. Toma la pluma y escribe en él unos signos que nadie más va a ver, le confiere así como una plusvalía, y todo lo remata con un gesto tan privado y preciso como su propio nombre”. 

En esa escena íntima en la que únicamente se necesita un papel en blanco y una mano que dirija la pluma no se piensa siquiera en la eternidad. 

Ni que ese papel vaya a transcender como podría hacerlo, en consecuencia, el nombre de quien lo firma. A esa persona que escribe ni se le pasa por la cabeza pasar a la historia, pues su máxima aspiración, en ese instante, es ser espectador de su vida, de su obra de arte. Tomar distancia y desligarse. 

Desdoblarse por medio de la caligrafía manchada de tinta. Salirse de sí para contemplarse y entenderse. Para poder mirarse, sin juicios, sin reproches, y comprenderse descubriendo y desnudando el ‘yo’. “No se trata de encontrar un lector”, afirma Carson, “se trata de contar” y de contarse, añadiría.

¿Y no sucede que a veces nos gusta más ser espectador que protagonista? 

Gustaba a García Márquez recordar la anécdota del bar de Zúrich en el que se refugió del temporal de nieve que asolaba la cuidad a la espera del próximo tren que tenía que coger. 

Según Gabo, la penumbra reinaba en el local, un hombre tocaba el piano protegido más por la sombra que por la luz y a pocos metros de él, bailaban los clientes, parejas de enamorados, al son de lo que el pianista interpretaba. 

Viéndolo, Gabo supo que de no haber sido escritor, le habría gustado ser ese pianista que escondía su rostro y sólo tocaba para que los enamorados se amaran más. El que años más tarde sería galardonado con el Nobel de Literatura, a quien casi todo el mundo podía conocer y reconocer, pasó desapercibido en ese bar donde los únicos protagonistas eran los amantes y el pianista sin rostro ni nombre, y él, un mero espectador. Un desconocido más.

Les contaré otra anécdota. Hace tiempo fui al piso de un amigo al que hacía tiempo que no veía. Bebimos, reímos, nos contamos lo que no queríamos decir, callamos lo que sí, y sobre las dos, tres de la mañana, noche cerrada, nos sentamos en el alféizar de su ventana. A partir de ese momento, no hicieron falta las palabras. El vinilo había dejado de sonar. La botellas vacías estaban esparcidas por el suelo, y el cenicero, atiborrado de colillas. 

No hacía frío, pero tampoco calor. Afuera, sólo veía un desierto pavimentado con coches aparcados. Nadie subía, nadie bajaba. Y en los pisos de enfrente, detrás de las ventanas encendidas pensaba que podía haber otras parejas, jóvenes, adultas, ancianas; otros amigos, otras familias. 

Todo lo que me rodeaba era lejano, distante, frío, incluso el cielo estrellado. Todo, salvo él. A quien tenía cerca y podía sentir a pocos centímetros de mí. Nos miramos y sonreímos. “Estáis de foto”, dijo una voz que provenía del compañero de piso que acababa de entrar y al que ni siquiera habíamos oído llegar. 

Se quedó un rato ahí plantado, observándonos en la penumbra. Estudiándonos. Queriendo pasar desapercibido y, al mismo tiempo, seducido por lo que estaba viendo. 

Quería irse, no molestar, pero también quedarse y seguir mirando. Sentarse, esconder su rostro y tocar una pieza sólo para nosotros. Este compañero de piso, era el pianista que sin piano tocaba. 

Y nosotros, los amantes que sin bailar, bailaban, que sin tocarse se rozaban y sin querer se querían. Esa noche, supe que de no haber sido protagonista, hubiera querido ser la espectadora de la escena que representaba. Imagen de una fotografía jamás sacada.

Imagen de portada: Casablanca (Archivo)

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cia. Por Beatriz Duarte. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 31 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Vida/Emociones/Gabriel García Márquez/Anne Carson.

El efecto de los olores: cómo el olfato controla el comportamiento humano.

No solo la elección de la pareja, sino también la de los amigos, está determinada, en parte, por el efecto de los olores. Pero eso no es todo. ¿Sabía usted que el olor de las lágrimas tiene un impacto en las personas?

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Los animales pueden olfatearse intensamente para determinar, por ejemplo, si el otro está preparado para aparearse, pero ¿ocurre lo mismo con los humanos?

¡No!, aseguraría el anatomista Paul Broca, quien influyó de forma decisiva en el modo en despreciamos la influencia de los olores corporales en el comportamiento humano. Ya en el siglo XIX, Broca atribuyó al ser humano un sentido del olfato poco desarrollado, lo que debía entenderse como un cumplido: aquellos bendecidos con inteligencia y libre albedrío probablemente podrían prescindir de los olores como portadores de información.

Pero, si bien la investigación del olfato todavía está poco desarrollada, una cosa está clara: no solo nos olfateamos a nosotros mismos y a los demás incesantemente, sino que lo que olemos también influye de forma decisiva en nuestro comportamiento. Incluso si coincidimos con Paul Broca y no prestamos atención a nuestro sentido del olfato, este sigue controlandonos.

El olor de las lágrimas disminuye la testosterona

«El sentido del olfato es el más antiguo del sistema de percepción humano y está directamente relacionado con el sistema límbico, la zona del cerebro donde se procesan las emociones», explica Laura Schäfer, asistente de investigación en la Clínica de Psicoterapia y Psicosomática de la Universidad Técnica de Dresde. Así que los olores tienen una influencia directa en nuestros sentimientos y comportamientos.

El neurobiólogo israelí Noam Sobel describió en un estudio que el olor de las lágrimas de una mujer provocaba un descenso en el nivel de testosterona de los hombres. Esto se asoció a una menor excitación sexual en la mayoría de los hombres. Las lágrimas contienen una señal química que nos impacta, aunque solo podemos percibirla inconscientemente a través de nuestro sentido del olfato.

Dos leones jóvenes se olfatean.

Los animales se olfatean para saber si el otro está preparado para aparearse. ¿Las personas no?

De forma igualmente inconsciente, podemos leer el miedo, la agresión, el estrés y la felicidad en el olor corporal de otras personas. La elección de una pareja también se hace con la ayuda de la nariz, e incluso las amistades encuentran uno de sus orígenes en el olor corporal.

El olor de los amigos se parece

Inbal Ravreby, que trabaja con Noam Sobel en el Instituto de Ciencias Weizmann de Israel, publicó recientemente otro estudio al respecto. «Sabemos que los amigos suelen parecerse en muchos aspectos. Son similares en personalidad, pero también suelen ser genéticamente similares. Por eso, queríamos saber si es más probable que nos hagamos amigos de personas cuyo olor corporal es similar al nuestro», sostiene Ravreby.

Los investigadores analizaron el olor corporal de las personas que ya eran amigas y descubrieron que estos tenían un olor similar. Pero el olor corporal solo podría jugar un papel menor en la elección de los amigos. Los investigadores también verificaron esto y analizaron los olores corporales de varias personas de la prueba para luego hacer una predicción sobre qué personas tenían más probabilidades de «congeniar» entre sí.

Para determinarlo, los investigadores utilizaron el llamado «juego de los espejos». En este experimento, dos personas se sitúan frente a frente, no pueden hablarse e intentan reflejar los movimientos de las manos y los brazos del otro. 

Cuanto mejor se entiendan dos personas, es decir, cuanto más «congenien», más fluidos y sincronizados serán sus movimientos. «En el 71 por ciento de los casos, la predicción fue correcta», afirma Ravreby.

Esta enorme influencia del olor corporal sorprendió incluso al investigador. Y se tratan por cierto, de algo que no depende de usar el mismo jabón o perfume. Según Ravreby, estas cosas influyen en el olor corporal, pero todos tenemos un olor único, como una huella dactilar: «De hecho, nos gusta el olor de un champú o de un perfume cuando resalta componentes de nuestro propio olor corporal».

Imagen de portada: Según expertos, el olfato está directamente relacionado con el sistema límbico, la zona del cerebro donde se procesan las emociones. NDR

FUENTE RESPONSABLE: Made for Minds. Por Julia Vergin. 5 de julio 2022.

Sociedad/Olfato/Emociones/Olores/Comportamiento/Psicología/ Neurociencia/Química social

 

 

El viaje…

El viento
patagónico
nos recibió
subiendo
al tren
expreso,
más conocido
como
La Trochita.

Nos vamos
preparando,
levantando
las
ventanillas,
frio? que más da…

Las cámaras,
los telefonitos,
vuelven
a dispararse
una y otra vez,
nuevas fotos
o las mismas,
se borrarán
y se buscarán
las mejores,
que serán
recuerdos
de un viaje
inolvidable.

Llegamos
a Nahuel Pan,
pero antes
de bajar,
apareció
con su guitarra
Carlos quien
luego
de presentarse,
nos regaló
la música
y el canto
ancestral,
en su lengua
mapuche
tehuelche,
trayendonos
bellas canciones
de su pueblo.

Mis compañeros
de viaje
como yo,
al bajar
en Nahuel Pan,
ávidos fuimos
en búsqueda
de una
artesanía,
una torta frita,
algo de beber
o el infaltable
chorizo en pan.

Disponíamos
solo de 
una hora allí,
ya los fuertes
y fríos vientos
de finales
del verano,
consecuencia
de la mayor altura,
se hacían sentir.

Al primer silbato
subimos más
que rápido,
y un cálido
ambiente
nos recibió,
la antiquísima
salamandra
a leña
encendida
del coche 762
nos arrullo,
haciendo del
regreso a Esquel
una fiesta amigable,
con avistajes
de fauna y flora,
y sobrevolando
en el cielo
algunos cóndores
en continuos
círculos.

Histórico tren
a vapor
de origen
alemán,
el de la
Trochita,
que cumple
cien años
muy cerca
de los
ciento dieciséis,
aniversario
de esta
bella ciudad.

Mañana
será el
momento
del alerce
milenario
con sus
2.600 años
de historia,
tiempo en que
los griegos,
aún no habían
fundado Atenas,
pero esa será
otra historia.. .

Por una vez…escucha.

Corres siempre
en todo
lo que haces,
la ansiedad
te corroe
por dentro
porque
vives
desafiandote
a ti misma
cada dia,
creyendo
incrédula
que tu éxito
nada
te demandara,.

Error humano
aliado al ego,
porqué cuando
la juventud
te abandoné,
la latente
pregunta
aparecerá,
tu exigencia
se transformará
en frustración.

Serás una más
a la que
las apariencias
se devora,
solo vivirás
de lo que fue,
o quizás la suerte
te acompañe
y la resiliencia
descubra el velo
de tus ojos.

Sabrás ahí
que es el presente
lo que importa,
porque mañana solo
puede resultarte
una ilusión.

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

¿Cómo mide nuestras emociones la neurociencia?

¿Por qué una obra de arte nos puede sobrecoger? ¿Qué se esconde detrás de las fobias? ¿Podríamos controlar nuestras emociones? Estas y otras muchas preguntas están siendo investigadas en el campo de la neurociencia para poder entender el procesamiento de las emociones.

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Cuando el cerebro procesa una determinada información pone en marcha un entramado de redes neuronales para clasificar el tipo de emoción a la que nos enfrentamos y generar nuestra respuesta emocional o corporal.

¿Por qué nos empeñamos en estudiar la mente humana?

Las emociones, presentes en nuestras vidas desde antes de nacer, juegan un papel fundamental en la construcción de nuestra personalidad y en nuestra interacción social. Además, son el principal motor de las decisiones que adoptamos diariamente. Es decir, las emociones son las que nos permiten adaptarnos al medio que nos rodea.

Conocer las emociones nos aporta una perspectiva amplia sobre el funcionamiento de los aspectos más personales y ocultos de la mente. Al mismo tiempo, nos ayuda a entender qué puede andar mal cuando este aspecto mental falla y aparecen ciertas enfermedades.

Si conociésemos todo sobre las emociones, podríamos conseguir una interacción entre nuestro cerebro y un ordenador y que este pudiese conocer nuestras emociones en tiempo real. También podríamos comunicarnos con personas discapacitadas que tienen muchas dificultades para comunicar sus propias emociones. Incluso, podríamos obtener estudios objetivos, por ejemplo, en el entorno del neuromarketing.

Primer reto: identificar cada emoción.

El primer paso para poder estudiar las emociones es su identificación. Están descritas centenares de emociones, desde la alegría, la aceptación o la empatía hasta la tristeza, el asco y la amargura.

Para el estudio de las emociones es necesario simplificarlas en dos grandes grupos: emociones positivas y emociones negativas, es decir, de aproximación y de rechazo. Estas emociones básicas (también primarias o fundamentales) son las que producen, entre otras manifestaciones, una expresión facial feature y una disposición típica de afrontamiento. Se pueden observar desde que somos bebés y no requieren un procesamiento cerebral complejo.

Las emociones, al ser procesadas por el cerebro, generan una serie de cambios fisiológicos en nosotros. Si somos capaces de identificar estos cambios en nuestro, seremos capaces de clasificar el estímulo causante.

Este proceso es lo que el psicólogo experimental, científico cognitivo y lingüista Steven Pinker denomina “ingeniería a la inversa”. Tenemos el producto y queremos saber cómo funciona. Por eso, desmenuzamos el cerebro con la esperanza de ver qué pretendía la evolución al poner en marcha este mecanismo.

Cómo la neurociencia puede saber lo que sentimos.

Para ello existen diferentes métodos que dependen de la tecnología utilizada. Por ejemplo, la pupilometría se encarga de medir los cambios en el tamaño de la pupila; el electrocardiograma mide las variaciones en los latidos cardíacos; los medidores de impedancias en la piel, que también se pueden utilizar con estas multas, permitir identificar cambios en la sudoración del individuo; la electromiografía, que consiste en registrar microexpresiones del individuo, también nos ayuda a clasificar las emociones asociadas a una expresión facial determinada.

Todas estas técnicas se centran en observar y valorar las respuestas fisiológicas que se producen de manera espontánea una vez que el cerebro ha procesado la información. Pero existe un desfase temporal importante desde que la emoción se presenta hasta que el cuerpo responde.

Técnicas de estudio del cerebro.

Si nos vamos al origen de las emociones, al cerebro, podemos encontrar diferentes técnicas de análisis. La primera de ellas es la resonancia magnética funcional , que mide cambios en la oxigenación de la sangre. Este sistema aporta valiosos datos de localización, pero, como contrapartida, su resolución temporal es baja.

Por otro lado, la magnetoencefalografía mide los campos magnéticos que producen la actividad neuronal en el cerebro. Con este método se obtiene una buena señal cerebral, pero es una técnica muy costosa al alcance de unos pocos afortunados.

También se utiliza la tomografía de emisión de positrones, que mide cambios en el metabolismo de la glucosa del cerebro. Pero este método es muy invasivo porque es necesario administrar una inyección al individuo y, además, es una técnica costosa.

Por último, pero no menos importante, una de las técnicas más utilizadas en los últimos estudios es la electroencefalografía. Dicha técnica consiste en el registro y evaluación de los potenciales eléctricos generados por el cerebro.

Los datos se obtienen a través de electrodos situados sobre la superficie del cuero cabelludo. Pero los registros pueden tener signos muy complejos, difíciles de analizar y pueden variar mucho entre individuos , pues cada cerebro posee un gran número de interconexiones entre las neuronas y las estructuras del encéfalo no son uniformes.

Aunque como ventaja hay que señalar que se trata de un sistema barato, fácil de utilizar, no invasivo, que en experimentos controlados es capaz de dar buenos resultados.

¿Podremos controlar nuestras emociones?

El desarrollo tecnológico del electroencefalograma, combinado con el desarrollo del análisis de datos, permite subsanar cada vez más las deficiencias.

No obstante, el sistema ideal de registro de emociones sería una combinación de los anteriormente expuestos, de tal manera que todos ellos se complementan entre sí.

Estamos más cerca de descubrir dónde y cuándo nuestro celebro clasifica la emoción. Aunque el camino es aún largo para poder generalizar y obtener resultados universales.

Las tecnologías siguen avanzando a pasos agigantados. No cabe duda de que llegará un día que, ante una decisión dudosa como la elección del color de nuestra vivienda, será nuestro cerebro quien nos dé la información. Podremos elegir aquel que nos provoquen más emociones positivas aun no siendo nosotros conscientes de ello.

Imagen de portada: Gentileza de The Conversation

FUENTE RESPONSABLE: The Conversation. Por María Dolores Grima Murcia.Investigadora y Técnico de Innovación Anatómica, Universidad Miguel Hernández. Diciembre 2021

Sociedad y Cultura/Cerebro/Neurociencia/Emociones/Neurología/

Sentimientos

Neurociencia en el negocio: cómo lograr un buen mensaje y una comunicación efectiva.

Según los expertos, la región del cerebro más involucrada en la toma de una decisión de compra es la relacionada con las emociones y la intuición. ¿Cómo llego a mis clientes dejando de lado lo racional?

Desde hace algunos años, las empresas han visto en la neurociencia una oportunidad, una forma de conocer a sus potenciales clientes a través de las exploración del cerebro humano y conocer así sus gustos, deseos, necesidades y motivaciones de compra.

La neurociencia, primero que todo, según explica Gabriel Narvaja, director del diplomado en Neuro Liderazgo y Equipos para Alto Desempeño de la Universidad Andrés Bello (UNAB), es el conjunto de disciplinas que estudian la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso humano y cómo se relacionan entre sí sus diferentes elementos para crear y constituir la base biológica de la cognición, las emociones y la conducta.

“Las ramas de la neurociencia nos iluminan día a día en un mayor entendimiento del cerebro y de nuestras capacidades de pensamiento, creatividad, innovación, y de nuestra inteligencia emocional y relacional. Estos descubrimientos nos ayudan a comprender el funcionamiento del cerebro y su impacto en la toma de decisiones, en la gestión y el management”, dice Narvaja.

Ahora, una de las metodologías más utilizadas de este campo de la ciencia es el neuromarketing, el cual está dejando atrás otras técnicas como los focus group, las encuestas o los test de productos. Este estudia los efectos que la publicidad y otras estrategias tienen en el cerebro con la intención de llegar a predecir la conducta del consumidor. Y es que, según dicen los expertos, la región del cerebro más involucrada en la toma de una decisión de compra es la relacionada con las emociones y la intuición.

Entre las técnicas del neuromarketing una de las más conocidas es el eye tracking, que mide los movimientos de los ojos y su punto de foco para extraer información sobre el objeto principal de la atención de una persona. También se utiliza mucho la electroencefalografía (EEG), que consiste en instalación de electrodos sobre el cuero cabelludo de los sujetos para medir corrientes eléctricas que determinarán, en tiempo real, dónde se está produciendo la mayor actividad cerebral, y la resonancia magnética funcional, la cual logra identificar la zona del cerebro con mayor actividad en función de los niveles de oxígeno en la sangre. Sin embargo, esta última requiere más tiempo para obtener las imágenes (5-8 segundos) a diferencia de la velocidad de reacción de la EEG.

Pese a las virtudes y fortalezas de esta metodología, tiene una gran barrera para las empresas: los elevados costos. Sin embargo, sin tener acceso a estas tecnologías, una empresa puede aplicar técnicas de neurociencia básicas:

Asociar tu producto o servicio a las emociones y experiencias sensoriales: activa los sentidos de tu potencial cliente. Si es el tacto, menciona texturas; si es el olfato, preocúpate de que tu tienda o espacio en el que atiendes tenga un aroma distintivo que los estimule; si es el oído, puedes utilizar la “técnica del eco”, es decir, repetir las tres o cuatro últimas palabras dichas por el cliente y a través de esto se sienta escuchado, o puedes poner música representativa en tu espacio, y finalmente, si es el gusto, puedes probar técnicas súper conocidas como ofrecer pequeñas pruebas de un producto a tu cliente y así se dejen llevar.

Empatía como elemento importante: muestra, por ejemplo, a otras personas en interacción con tu producto o servicio.

Cuidado con los elementos visuales: es importante que, para comunicar bien tu mensaje, no distraigas a las personas de lo importante. Además de jerarquizar la información, no utilices demasiados elementos o datos como números, por ejemplo. Buscar la manera más visual de llegar.

Conocer a tu audiencia: es importante saber a quiénes llegas y a quiénes quieres llegar y dividirlos (mujeres, hombres, niñas, niños, adultos y adultos mayores, etc.) para enviar tu mensaje de manera eficiente.

Simple: sé sencillo, claro y preciso. No compliques ni confundas a tu consumidor.

Imagen de portada: Gentileza Ilustración: Álex Toledo.

FUENTE RESPONSABLE: LA TERCERA. Por Maria Ignacia

Pentz .Noviembre 2021

Negocios/Cerebro/Toma de decisiones/Emociones

/Engaños/ Consumidor

5 temas de los que los hombres deberían hablar más (y por qué es preocupante que no lo hagan).

Cada 40 segundos, una persona se suicida en el mundo.

Con frecuencia, son más hombres que mujeres quienes se quitan la vida, en parte, porque son menos proclives a hablar de sus problemas o buscar ayuda.

Entonces, ¿de qué temas deberían hablar más los hombres para sufrir menos?

1. De la diferencia entre redes sociales y realidad

Las redes sociales pueden tener un efecto profundo en la salud mental.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos llegó a la conclusión de que cuanto más tiempo pasamos en las redes, más posibilidades tenemos de sentirnos solos y deprimidos.

Pero el efecto, dicen, es reversible.

Pareja posando para un selfie

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Las redes sociales muestran una imagen muy distinta a la realidad.

«Usar menos las redes de lo que harías normalmente lleva a una disminución significativa de la depresión y la soledad», dice Melissa Hunt, psicóloga y autora del estudio.

«Estos efectos fueron particularmente pronunciados en personas que estaban más deprimidas cuando se hizo el estudio».

¿Pero qué tienen las redes sociales para ser tan dañinas?

Lo que pasa en las redes sociales es raramente un reflejo veraz de la vida real y, aún así, no podemos evitar hacer comparaciones, dice Oscar Ybarra, profesor de psicología de la Universidad de Michigan, en EE.UU.

«La gente no tiene que ser superconsciente de que eso está pasando, pero pasa. Entras al sitio, y generalmente debes lidiar con contenido que está muy curado», dice.

Cuando más usas las plataformas, más tendencia tienen a hacer comparaciones, y eso se vincula a cómo te sientes luego, añade.

2. De la soledad

Un estudio de la BBC y la Wellcome Collection (una entidad encargada de difundir el conocimiento sobre las ciencias médicas y la historia de la medicina) encontró que los jóvenes entre 16 y 24 años son los que se sienten más solos.

Un estudio de 2017 de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, halló que para los hombres es particularmente difícil combatir la soledad.

Joven mirando la puesta de sol

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

A los hombres les cuesta más que a las mujeres combatir la soledad.

«Lo que determinó la supervivencia de la amistad entre mujeres es si hacían o no el esfuerzo de hablar más por teléfono entre ellas», dice Robin Dunbar, líder del estudio.

«Lo que permitió mantener la amistad entre los hombres fue el hacer cosas juntos (ir a ver un partido de fútbol, ir al pub, o hacer algún deporte juntos). Es una diferencia de género muy sorprendente».

Cuando la soledad se torna una condición crónica puede tener un impacto serio tanto en la salud mental como física.

Estudios vinculan la soledad al aumento en el riesgo de demencia, enfermedades crónicas y comportamientos riesgosos para la salud.

3. De sus sentimientos

Numerosos estudios indican que llorar no solo nos proporciona alivio, sino que también promueve la empatía y ayuda a crear vínculos sociales.

Aún así, el concepto de que «los hombres no lloran» está muy arraigado en la sociedad.

Hombre angustiado

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Llorar ayuda a generar empatía en los demás.

Según un estudio en Reino Unido, 55% de los hombres entre 18 y 24 años sienten que llorar los hace menos masculinos.

Este sentimiento es compartido en muchos otros países.

«Condicionamos a los hombres desde una edad muy temprana a no expresar sus emociones, porque expresarlas es ser ‘débil'», dice Colman O’Driscoll, exdirector ejecutivo de operaciones y desarrollo en Lifeline, una organización sin fines de lucro australiana dedicada a prevenir el suicidio.

4. Sobre ser «el sostén de la casa»

En muchas sociedades, los hombres heterosexuales en una relación de pareja creen que deben ganar más que ellas.

Olumide Durojaiye es uno de ellos.

Olumide Durojaiye

FUENTE DE LA IMAGEN – BBC SPORT

Olumide Durojaiye es mediocampista del equipo de fútbol británico Woking

«Yo veía cómo mi papá era el principal sostén (de la familia), y trabajaba día y noche viajando por todo el país. Yo necesitaba ser igual», dice Durojaiye.

«Necesitaba ganar dinero porque quería ser ese tipo de hombre que pensaba que mi pareja necesitaba».

Pero sentir el peso de la responsabilidad financiera puede exacerbar los problemas de salud mental.

Un estudio de 2015 descubrió que por cada aumento de 1% en la tasa de desempleo, hay un 0,79% de aumento en el índice de suicidios.

«Nos crían toda la vida para juzgarnos en comparación con nuestros pares y pare ser económicamente exitosos», dice Simon Gunning, director ejecutivo de Campaign Against Living Miserably (Calm), una ONG británica dedicada a evitar el suicidio en los hombres.

«Cuando hay factores económicos que no podemos controlar, se torna muy difícil».

5. De su imagen corporal

Josh Denzel ganó cierta fama en Reino Unido el año pasado cuando salió tercero en un reality de TV llamado «Love Island».

«Vivía (metafóricamente) en el gimnasio antes de ir al programa e incluso así, recuerdo mirarme al espejo y, aunque estaba en forma, no quería ir», confiesa.

Josh Denzel

FUENTE DE LA IMAGEN – BBC SPORT

Los reality shows han sido criticados por crear ansiedad sobre la imagen corporal en los jóvenes,

«Todavía hoy siento que no hay nada peor que estar en la playa y ver pasar a un hombre con unos abdominales increíbles y mirarte a ti mismo y sentirte menos hombre».

Si tú o alguien de tu entorno se encuentra deprimido o en problemas, busca ayuda. Puedes encontrar aquí recursos de apoyo según tu región.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo – Mayo 2019

Sociedad/Salud/Salud Mental/Depresión

Viajando por la Argentina en fotografías.

Buen miercoles; Bo mércores; Boa quarta feira; Buon mercoledi;

Bon dimecres; Good wednesday; Bon mercredi

¿Me acompañan? Les mostraré algunas bellezas del Litoral Argentino. Siempre con los mismos deseos de buena salud y de armonía en vuestra vida. Muchas gracias. Saludos totales.

Bañado la Estrella. Provincia de Formosa. Argentina

Cataratas del Iguazú.Provincia de Misiones. Argentina

Costanera de Corrientes. Provincia de Corrientes. Argentina

Ciudad de Formosa. Provincia de Formosa. Argentina

Isla San Martín. Provincia de Misiones. Argentina

Corrientes. Provincia de Corrientes. Argentina

Paisaje correntino. Provincia de Corrientes. Argentina

Paisaje entrerriano. Provincia de Entre Ríos. Argentina

Palacio Santa Candida. Provincia de Entre Ríos. Argentina

Río Paraná. Provincia de Entre Ríos. Argentina

Palacio San José. Provincia de Entre Ríos. Argentina

Reitero lo de siempre; hay tantas fotos para subir. Pero sería muy monótono. Todavía debemos recorrer la Zona de Cuyo y Centro; para luego dirigirnos a la pampa argentina, para seguir viaje hasta el fin del mundo. Saludos totales. Disfruten el día!!

Imagen de portada: Delta del río Paraná. Provincia de Entre Ríos. Gentile de Pinterest en la totalidad de las fotografías.

Hoy los invito a un viaje imaginario por mi país.

Buona giornata

Good morning

Bonjour

Bom día

Bo día

Uno de los hermosos lugares de interés turístico de mi Argentina. Les deseo un maravilloso martes. Un cálido saludo.

No es la soledad…es la vida.

Soledad infinita
que ya pesa
un poco más
que ayer
y menos
que mañana,
sobre
las espaldas
exhaustas
por haber vivido
de pie
equivocado
o no,
pero jamás
de rodillas.

Orgullo, no
no es orgullo,
es lo que uno
mamo de chico,
ejemplos de vidas
sin dobleces
ni trampa alguna.

No conseguiré
el cielo fácilmente
porque me equivoqué
fiero algunas veces,
he pedido perdón
a aquellos que lastime
por esos impulsos
que uno no los sujeta.
 
Pero no me quejo
vida bien vivida,
con momentos
únicos e
inolvidables,
mi único amor,
mis hijos, mis nietos
y también
de los otros
las pérdidas
algunas que aún
duelen en el Alma,
y que uno guarda
para cuando
se acerque
el camino
del reencuentro.

Como cantaba
la «negra» Sosa,
gracias a la vida
que me ha dado tanto.