Super Ancianos con super neuronas: ¿por qué hay cerebros que desafían el paso del tiempo?

La eterna juventud –junto a la vitalidad y la agudeza intelectual asociadas a un cerebro joven– es un deseo universal que se ha materializado en conceptos recurrentes como el Santo Grial o la piedra filosofal.

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Más allá de este anhelo humano, la existencia de los llamados super ancianos representa un desafío y una oportunidad para comprender la raíz de la salud cerebral y el envejecimiento sano.

Octogenarios con cerebros de cincuentones

Los super ancianos son personas de más de 80 años que conservan características físicas y cognitivas de un adulto entre 20 y 30 años más joven. ¿Qué los hace tan resistentes al deterioro cerebral?

Recientes investigaciones nos han revelado nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares y celulares que podrían estar implicados en el proceso inevitable e irreversible del envejecimiento.

Profundizar en los mecanismos genéticos de la longevidad y su manifestación en los organismos (fenotipo) ha permitido poner el foco en los hábitos de vida (alimentación, ejercicio, actividad cognitiva, etc.) como factores clave que inclinan la balanza hacia un envejecimiento saludable o patológico. El fenómeno que nos permite modificar nuestro destino genético es la epigenética.

Los mecanismos epigenéticos son modificaciones químicas en el ADN que se producen por cambios en el ambiente (físicos o cognitivos) y que modulan la expresión de nuestros genes. De manera que nuestro supuesto destino en forma de información genética puede ser reescrito –igual que puntuamos un texto– por las acciones de nuestra vida diaria. Y, además, pueden ser heredados por nuestros descendientes. Pero vamos a ver qué le pasa a nuestro cerebro a lo largo de la vida.

Un órgano de maduración lenta

A diferencia de otras especies, el cerebro humano aún debe desarrollarse después del nacimiento. Se trata de un proceso lento, que empieza en la concepción y no cesa hasta la muerte, aunque alcanza su madurez aproximadamente entre los 20 y los 24 años.

Como sabemos, nuestro órgano pensante está formado por neuronas conectadas entre sí y otras células nerviosas que le sirven de soporte y defensa (los astrocitos y la microglía). Tenemos unos 10 billones de neuronas que funcionan como una gran red de información, almacenamiento y gestión de nuestra vida cotidiana. Garantizar su integridad precisa de mecanismos de protección y regeneración.

Hasta hace pocos años se pensaba que, una vez alcanzada la madurez cerebral, no existían mecanismos para reponer las neuronas y reparar las conexiones perdidas. Nada más lejos de la realidad: hoy sabemos que el cerebro cuenta con unas zonas específicas (nichos) donde células progenitoras (las células madre) pueden ayudar a reparar o sustituir neuronas que degeneran o han sido dañadas.

La existencia de mecanismos protectores no evita que esos nichos progenitores dejen de reponer neuronas con la edad. Por tanto, el cerebro de una persona mayor tiene menor capacidad de regeneración, lo que se traduce en una disminución de la capacidad cognitiva.

De todos modos, las personas solo suelen sufrir un deterioro cognitivo grave cuando la pérdida de las neuronas es muy elevada debido a una enfermedad degenerativa, como el alzhéimer.

Lo sorprendente es que esa pérdida inexorable no comporta alteraciones graves en la calidad de vida de los super ancianos, lo que incrementa su resiliencia y reserva cognitiva. Llamamos reserva cognitiva a la capacidad de nuestro sistema nervioso central de balancear y optimizar su funcionamiento para enfrentarse a las patologías neurodegenerativas. Esta facultad también está asociada a factores como la actividad intelectual: leer, escribir o socializar.

¿De dónde viene el superpoder de los super ancianos?

Parece ser que los super ancianos comparten hábitos similares: se mantienen activos físicamente, tienden a ser positivos, desafían su cerebro y aprenden algo nuevo todos los días. Muchos continúan trabajando hasta los 80 años.

Además, la evidencia científica resalta la importancia de permanecer comprometido socialmente a medida que envejecemos. Actividades como visitar familiares y amigos, colaborar de voluntario en alguna organización y salir a diferentes eventos se han asociado con una mejor función cognitiva.

Y al contrario: una baja participación social en edades avanzadas implica un mayor riesgo de demencia. Estos hechos validan la idea de que el ambiente es un actor principal de nuestro envejecimiento.

Neuronas de altas prestaciones

Por otro lado, un estudio reciente demuestra que los super ancianos poseen un grupo de neuronas más grandes de lo normal en una estructura del cerebro involucrada en la preservación de la memoria (capa II de la corteza cerebral entorrinal). Estas células nerviosas se podrían relacionar con el concepto de reserva cognitiva.

La investigación describe que esta característica de los super ancianos no se observa en personas de su misma edad con deterioro cognitivo, ni tampoco en individuos de entre 60 y 65 años que empiezan a experimentar fallos de memoria. Además, es significativo que esa zona del cerebro es una de las más afectadas por el declive neuronal que caracteriza el alzhéimer.

Los científicos también observaron que dichas super neuronas no presentan las características propias del envejecimiento en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. En este caso, la acumulación anómala de proteínas (tau y beta amiloide) en el tejido cerebral produce la muerte de las neuronas.

Todo lo anterior explicaría por qué la degeneración neuronal no se produce en los super ancianos –o por lo menos no al ritmo propio de una persona de edad avanzada– y mantienen las habilidades cognitivas de una persona entre 20 o 30 años más joven.

El descubrimiento de las super neuronas plantea, además, la pregunta de si podemos favorecer su aparición durante el neurodesarrollo o en la infancia. La coincidencia de ambos hechos, la práctica de hábitos sociales saludables y la existencia de células nerviosas excepcionales, abre la puerta a tener alguna influencia sobre nuestros genes heredados a través de cambios epigenéticos.

También sería de interés saber si las neuronas XL podrían constituir –por presencia o ausencia– un marcador del alzhéimer y otras demencias, tanto de su progresión como de la respuesta a las terapias. Y, por último, si servirían como una diana para encontrar nuevos tratamientos.

Imagen de portada: Shutterstock/Diego Cervo.

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Mercé Pallás Lliberia. Catedratica de Universidad, Neurofarmacologia, Envejecimiento, Alzheimer, Universitat de Barcelona y Christián Griñá-Ferré, Profesor e investigador especializado en el envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer, Universitat de Barcelona Editor: Jo Adetunji. 23 de enero 2023.

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Hábitos que hacen envejecer y deberían evitarse.

Aunque existen productos que ayudan a combatir los signos del envejecimiento, nada garantiza que este proceso natural no se dé en el cuerpo humano.

Tener un estilo de vida saludable es fundamental para mantener un buen estado de salud. Asimismo, contribuye a disminuir los efectos del envejecimiento en el cuerpo humano. Los expertos recomiendan realizar actividad física, mantenerse hidratado, comer saludable, entre otros hábitos.

Mejor con Salud, portal especializado en salud y cuidado personal, señala algunas acciones que contribuyen al envejecimiento prematuro que deberían evitarse.

Abusar del uso del maquillaje

El maquillaje es una de las herramientas más utilizada por las personas para lucir mejor y resaltar su belleza. Uno de sus usos también está relacionado con la cobertura de las imperfecciones como el acné. 

Sin embargo, su uso excesivo pueden ser perjudiciales para la salud de la piel. Muchos de los residuos de los productos se acumulan en los poros y provocan imperfecciones, indicó un estudio realizado por la Universidad de Salento, Italia.

Consumir tabaco

Además de ser perjudicial para la salud respiratoria, el consumo de tabaco contribuye al daño prematuro de la piel. 

“Las toxinas afectan el proceso de oxigenación celular e interfieren en la regeneración de los tejidos. Por otro lado, al producir deshidratación, su consumo excesivo puede resecar y debilitar la piel. Por supuesto, esta situación acelera la aparición de arrugas y manchas, incluso desde edades jóvenes”, explica Mejor con Salud.

No usar protección solar

Expertos insisten en la importancia de la protección solar para la prevención del envejecimiento prematuro. “No basta con usarlo solo en los días de sol o playa. Los rayos solares consiguen filtrarse, incluso cuando el día está nublado. Por lo tanto, su uso debe ser diario sin excepciones”, detalla el sitio web.

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Para proteger la piel del sol, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, brinda algunos consejos:

  • Evitar la exposición al sol es el paso más importante para la prevención de los signos del envejecimiento y el desarrollo de problemas en la piel. La exposición debe evitarse durante las 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., debido a que en ese horario los rayos solares UV se intensifican.
  • Se debe usar protector solar (fotoprotector) incluso en los días donde, aparentemente no hay sol. También se recomienda su aplicación diaria, aunque no se exponga la piel directamente a la luz solar. Las pantallas como las tabletas, celular y computadores también afectan la salud cutánea.
  • No utilizar lámparas o máquinas para broncearse. Existen algunas empresa estéticas que cuentan con este servicio, pero la verdad es que exponerse a estos procedimientos, al menos 15 minutos, es igual de peligroso que estar expuesto a un día de sol.
  • Es importante tener en cuenta que en los lugares donde hay mayor altitud, más rápido se quema la piel.
  • Las gorras, sombreros, gafas y las sombrillas son aliados para la protección contra los rayos solares.

No dormir bien

Descansar es importante para la salud de la piel. Según detalla Mejor con Salud, mientras el cuerpo duerme, ocurren procesos que influyen en la disminución de los daños que sufren los tejidos en el transcurso del día.

No dormir aumenta el riesgo de tener ojeras y a la aparición de arrugas prematuras.

Tener una dieta poco saludable

Una alimentación saludable es fundamental para mantenerse joven. “Los nutrientes que se obtienen de los alimentos son esenciales para tener una piel saludable y joven por más tiempo. Por esta razón, cuando te alimentas mal, eres más susceptible a tener imperfecciones cutáneas.

Los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades insisten en la importancia de limitar el consumo de azúcares libres. “Para obtener mayores beneficios se recomienda reducir su consumo a menos del 5 % de la ingesta calórica total”.

Imagen de portada: Alguno buenos hábitos pueden garantizar una buena vejez. – Foto: Getty Images/iStockphoto

FUENTE RESPONSABLE: Semana. Colombia. Mayo 2022

Sociedad y Cultura/Envejecimiento/Salud/Bienestar

Pensar negativamente de la vejez puede afectar la longevidad le restaría siete años de vida.

Un nuevo libro titulado ‘Breaking the Age Code’ señala que la actitud frente a esta etapa de la vida impacta la longevidad.

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Siete años. Eso es lo que usted ganaría en vida si no piensa en el envejecimiento como un proceso negativo sino como algo importante, necesario y tan vital como la juventud. Eso no lo dice cualquiera sino Becca Levy, una experta de la universidad de Yale quien ha dedicado gran parte de su trabajo a investigar sobre este proceso y como alargar la vida sin problemas de salud.

El libro está más enfocado en la psicología del envejecimiento. 

Por eso su principal argumento es que las creencias positivas sobre envejecer pueden agregar un promedio de siete años y medio a la existencia de una persona. 

Esos pensamientos positivos le dan a la mente un mayor poder sobre la longevidad que incluso bajar la presión arterial o reducir el colesterol (lo que agrega aproximadamente cuatro años, según el libro), dejar de fumar (que añade tres años) o perder peso (que ofrece un año).

Según la experta, una profesora de epidemiología en la facultad de salud pública de Yale asi como profesora de psicología en la misma institución, hay evidencia científica suficiente para afirmar que una actitud negativa frente a esta edad afecta la memoria, la audición y la demencia y los problemas cardiovasculares. 

Esta visión negativa viene de estereotipos sobre los viejos y de la discriminación por edad que aún se ve en muchos espacios de la sociedad y con los cuales crecemos todos. Estancarse en ello puede “sabotear su futuro”, dice la experta.

En diálogo con el diario The Wall Street Journal, las personas que adoptan estas creencias positivas sobre el envejecimiento tienden a comer dietas más saludables, hacer más ejercicio y con frecuencia toman más medicamentos recetados. Además de eso, “cuando fortalecemos las creencias positivas sobre la edad, las personas tienden a tener niveles más bajos de diferentes tipos de biomarcadores de estrés: niveles más bajos de cortisol con el tiempo, una respuesta cardiovascular más baja al estrés. Y hemos encontrado evidencia de que tienen niveles más altos de bienestar y autoeficacia que pueden conducir a cambios de salud beneficiosos con el tiempo”,dice la autora.

La gran pregunta es cómo cambiar los estereotipos negativos por los positivos. Lo primero es analizar las interacciones sociales. Ella señala que muchas de las cosas que hoy se dicen sobre los viejos son mitos. Por ejemplo, la idea de que los viejos olvidan todo es errada, especialmente cuando a veces los demás usan como excusa cualquier tipo de olvido, incluso aquellos que se sabe pueden suceder a cualquier edad. “Hay muchas razones diferentes para ello: la persona estaba distraída, estresado o enojado” y no necesariamente el olvido se debe a un declive ni es una señal de que se ha reducido la capacidad para codificar información.

Aún más, según Levy, hay evidencia de que el cerebro puede hacer ciertas funciones mucho mejor que antes. Por ejemplo, la capacidad de recordar vocabulario y metacognición, o la capacidad de pensar intencionalmente sobre sus propios procesos de pensamiento, puede mejorar en la edad adulta. “Para el libro hablé con personas que mostraron algunos ejemplos impresionantes de dominio cognitivo en la vida posterior, como un actor de 84 años que memorizó el poema de 60,000 palabras “Paraíso perdido”, dijo al diario neoyorquino.

Algunos estudios han demostrado que la inteligencia emocional puede mejorar en la edad adulta. También hay investigaciones que sugieren que las motivaciones de las personas cambian a medida que envejecen. Tienden a pensar en contribuir a la sociedad y contribuir a los demás.

Breaking the Age Code – Foto: Cortesia Penguin

Una buena manera de empezar el cambio es celebrar a los viejos por haber hecho sus contribuciones a la sociedad, cualquiera que sean. También hay que dejar de tratarlos como niños chiquitos. Asi mismo, sugiere diseñar campañas de salud pública para que la gente conozca el daño que los mensajes negativos del envejecimiento pueden tener en nuestra salud. “Los médicos y enfermeras y otros proveedores de atención en salud también podrían verificar nuestras creencias sobre los viejos y nuestra propia vejez cuando van a consulta para así ayudarlos a cambiar su actitud”.

Imagen de portada: Según la autora del libro, con pensamientos positivos sobre la vejez la gente podría vivir hasta 7 años más. – Foto: Getty Images/iStockphoto.

FUENTE RESPONSABLE. Semana. Sociedad y Cultura. Abril 2022

Envejecimiento/Longevidad/Bienestar de los animales.

David Sinclair, el científico de Harvard que afirma que «la vejez es una enfermedad» (y puede ser curable).

Envejecer es algo natural e inevitable, el destino de todos. Así es como la gran mayoría de nosotros encara la vida, pero no el genetista David Sinclair.

Basándose en sus estudios de más de dos décadas, dice que es posible retrasar el envejecimiento con unos hábitos sencillos para que tengamos una vida más larga y saludable.

Sinclair cree que pronto será posible hacer esto también con medicamentos, que aún se están probando para este propósito, y dice que probablemente vayamos a lograr ser capaces de revertir el envejecimiento.

El científico, que tiene un doctorado por la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, y un posdoctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, está a cargo de un laboratorio en la Universidad de Harvard donde investiga por qué envejecemos.

Su trabajo le ha valido decenas de premios de asociaciones y entidades científicas. También lo convirtió en una celebridad: ha sido elegido una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time y tiene casi 200.000 seguidores en Twitter.

El investigador también posee 35 patentes y ha fundado o está involucrado en varias empresas de biotecnología, algunas de ellas dedicadas a frenar o prevenir el envejecimiento.

El banco Merrill Lynch evaluó en 2019 que esta industria factura ya US$110.000 millones y que para 2025 alcanzará los US$600.000.

Sinclair también es autor de Lifespan(«Esperanza de vida»), un libro que se convirtió en un éxito de ventas. En el texto argumenta, contrariamente a lo que se piensa, que el envejecimiento no es inevitable.

David Sinclair

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

El investigador dirige un laboratorio en Harvard que investiga el envejecimiento.

El científico también considera que debemos cambiar radicalmente la forma en la que pensamos sobre el envejecimiento: en lugar de considerarlo un proceso común y natural, debemos abordarlo como una enfermedad y, como tal, como algo que se puede tratar o incluso curar.

Sinclair dice que solo con un cambio radical en nuestra perspectiva sobre la vejez la humanidad podrá aumentar significativamente su esperanza de vida.

De lo contrario, dice, los avances médicos nos darán sólo un par de años más: «Tenemos que hacerlo mejor».

Esta es una síntesis de la conversación de Sinclair con BBC Brasil.

Línea

¿Por qué envejecemos?

Los científicos han identificado las nueve causas principales del envejecimiento y en mi investigación de los últimos 25 años hemos encontrado evidencia de que una de estas causas es la causa de muchas, sino todas las demás, e implica una pérdida de información.

Tenemos dos tipos de información en el cuerpo que heredamos de nuestros padres y que se ven afectadas por el entorno y el tiempo.

Una es la información «digital», el código genético, y la otra es la analógica, el epigenoma, los sistemas de la célula que controlan qué genes se activan y desactivan.

Envejecimiento

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«No hay ninguna ley en biología que diga que debemos envejecer», asegura Sinclair.

Es la activación y desactivación de los 20.000 genes de una célula lo que le dice a esta quién es —es decir, le da su identidad— y cómo se supone que debe funcionar.

Pero con el tiempo, el epigenoma comienza a perder información, como le ocurre a los CD por los rasguños, y las células pierden la capacidad de activar los genes correctos en el momento adecuado. Pierden su función.

Creo que esa es la razón por la que envejecemos.

Dices que no necesitamos envejecer. ¿Por qué?

No hay ninguna ley en biología que diga que debemos envejecer. No sabemos cómo detener esto, pero estamos mejorando para reducir la velocidad. Y, en el laboratorio, lo pudimos revertir (el proceso).

Mi punto es que el epigenoma es cambiante.

La forma en que vivimos nuestras vidas tiene un gran impacto en estos rayones en el CD. Hacer las cosas bien puede ralentizar drásticamente el envejecimiento del reloj, y hoy podemos medir ese reloj, tenemos análisis de sangre y saliva para eso.

Estamos encontrando en animales como ratas y ratones e incluso en ballenas y elefantes y en personas que tienen diferentes estilos de vida que el envejecimiento puede ocurrir a un ritmo muy diferente. Y que más del 80% de su salud futura depende de cómo viva, no del ADN.

Hay cosas que los científicos han descubierto al observar a personas que viven mucho tiempo. Estos incluyen comer los tipos correctos de alimentos (un buen lugar para comenzar sería la dieta mediterránea), comer menos calorías y con menos frecuencia. El ejercicio físico también ayuda.

Y hay quienes piensan que cambiar la temperatura corporal con hielo y agua fría es útil en este sentido.

¿Cómo ayuda esto a retrasar el envejecimiento?

La razón por la que los científicos creen que estos hábitos e intervenciones de estilo de vida funcionan es que estimulan las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades y el envejecimiento.

Alimentos

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La dieta mediterránea es un buen punto de partida para una alimentación sana.

Sentir frío o calor, tener hambre y quedarse sin aliento son formas de activar estas defensas.

En la raíz de estas defensas hay un puñado de genes, y hemos estudiado un conjunto de ellos que controlan el epigenoma y se activan con el ejercicio, con el hambre. Por eso creemos que comer lo correcto y ayunar puede ralentizar el reloj de envejecimiento.

El envejecimiento es la causa de la mayoría de las enfermedades, es con mucho la principal causa de enfermedades cardíacas, el alzhéimer, la diabetes…

Entonces, la idea es que te hace más fuerte y te hace vivir más tiempo.

Un estudio reciente publicado en la revista Nature afirma que existe una tasa invariable de envejecimiento en los primates. Esto apunta en la dirección opuesta a su trabajo e indica que no podemos ralentizar ni detener el envejecimiento.

Hace 200 años la velocidad máxima a la que podía viajar un humano era la velocidad de un caballo.

Hay tecnologías que podemos utilizar para superar nuestra biología. La tecnología resuelve problemas y nos hace mejores que antes.

Somos una especie que innova. Sin tecnología no hubiéramos sobrevivido.

Mujer haciendo ejercicio.

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El ejercicio ayuda a retrasar el envejecimiento.

Eso es lo que hemos estado haciendo durante más de un millón de años y también encontraremos tecnologías para superarlo.

Este es el siguiente paso, superar los límites de nuestra salud que hemos heredado.

Hacemos esto todos los días, cuando tomamos una aspirina o nos vestimos. Cambiamos nuestro entorno y también podemos cambiar la química de nuestro cuerpo.

Proponen un enfoque diferente del envejecimiento: tratar este proceso como una enfermedad. ¿Por qué?

Una enfermedad es un proceso que ocurre a lo largo del tiempo y resulta en discapacidad y/o muerte. Esto es lo mismo que envejecer.

La única diferencia es que esto, por definición, le ocurre a menos de la mitad de la población. Esta clasificación es arbitraria y debe cambiarse.

El envejecimiento es una enfermedad. Resulta que es común, pero el hecho de que algo sea común y natural no lo hace aceptable.

Eso no lo hace más aceptable que el cáncer. Estamos demostrando que es tratable, que puede ralentizarse y evitar que suceda.

Mujer enferma

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El envejecimiento es una enfermedad, dice Sinclair, por lo tanto, es tratable.

La exclusión actual del envejecimiento como una enfermedad significa que los médicos dudan en recetar medicamentos que potencialmente pueden brindar a las personas muchos años de vida más saludable.

Por lo tanto, debemos declarar que el envejecimiento es una enfermedad o al menos una condición médica tratable.

Esto es muy diferente de nuestra comprensión actual, porque hoy en día vemos al envejecimiento como algo inevitable, pero usted está diciendo que no lo es y qué podemos tratarlo, retrasarlo e incluso revertirlo. Es una propuesta radical¿no?

Es radical, pero también es radical volar en avión o usar antibióticos y computadoras.

Este es el camino que debe seguir la humanidad.

Si queremos lograr avances significativos en la medicina y la longevidad, incluso si curamos todas las enfermedades hoy, la mejora promedio en la esperanza de vida será de poco más de dos años. Necesitamos hacerlo mejor.

Antes de continuar, me gustaría que explicara mejor algo que dijo: que, en el laboratorio, pudo revertir el envejecimiento.

Estábamos buscando una forma de poner en cero al epigenoma, de pulir los arañazos del CD.

Observamos muchos genes para ver si podíamos revertir el envejecimiento de manera segura.

No tuvimos éxito durante muchos años e incluso terminamos provocando cáncer en las células del laboratorio.

Mujeres nadando

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El frío ayuda a activar las defensas del cuerpo, explica el científico.

Pero encontramos tres genes, llamados factores de Yamanaka, que pueden revertir el envejecimiento de manera segura sin que las células pierdan su identidad.

Esto se hizo en células de piel humana y células nerviosas.

Luego lo probamos en ratas con nervios ópticos dañados y pudimos restaurar su visión rejuveneciendo los nervios ópticos.

¿Y podría aplicarse esto en el futuro a los seres humanos?

Hay inversores que creen que sí. Estuve hablando con ellos por teléfono esta mañana.

Los dos años de estudios de seguridad en roedores han sido prometedores y pasaremos a los primeros ensayos en humanos en los próximos dos o tres años para ver si podemos curar la ceguera en las personas.

Hablábamos de cambios en el estilo de vida. Pero se están investigando medicamentos para retrasar el envejecimiento, ¿verdad? ¿Qué ha descubierto la ciencia hasta ahora y qué se está investigando?

Hay moléculas, tanto naturales como sintéticas, que parecen prometedoras para retrasar el envejecimiento y prolongar la vida de los animales e incluso en estudios en humanos.

Y al menos dos de ellas son medicamentos que están en el mercado.

Hojas

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Existe buena evidencia de uno de estos medicamentos, la metformina, que se administra a personas con diabetes tipo 2.

Hay signos prometedores de que las personas con diabetes viven más tiempo que las personas que no padecen esta enfermedad. Un estudio ahora analiza a decenas de miles de personas que han tomado metformina y las tasas de cáncer, enfermedades cardíacas y alzhéimer.

¿Qué buscamos aquí: vivir para siempre?

No (risas). 

¿Cuál es el propósito de la investigación médica?

¿Hacer que tengamos vidas más largas y saludables?

Sí, es lo mismo aquí.

La diferencia es que estamos llegando a las raíces de las causas de las enfermedades, en lugar de ponerles un vendaje a esas enfermedades una vez que ocurren.

Y al atacar las causas fundamentales, el impacto será mayor. Y lo será para todo el cuerpo.

No deberíamos simplemente ralentizar el envejecimiento del corazón y dejar que el cerebro envejezca, porque terminamos con más personas con la enfermedad de Alzheimer.

Necesitamos un enfoque que mantenga saludables todas las partes del cuerpo por más tiempo. Y ese es el enfoque que estoy tomando.

¿Cuál sería el impacto de estas innovaciones para la sociedad en su conjunto?

Existen los beneficios individuales de estar sano a los 90 años y más, poder tener múltiples carreras, poder jugar con los bisnietos, no ser una carga para los hijos.

El otro beneficio es económico.

Mis colegas, yo mismo y algunos economistas de Londres estimamos que, únicamente en EE.UU. extender la esperanza de vida en solo dos años agregaría US$86 billones en valor a la economía durante las próximas décadas, y si prolongamos la vida saludable en diez años, serían US$300 billones.

Este valor provendría del hecho de que las personas no están enfermas. En EE.UU., se gastan billones de dólares en atención de enfermedades, como me gusta llamarlo, más que en atención médica. 

Este dinero puede transformar la sociedad al utilizarse en educación y combatir el cambio climático, por ejemplo.

Esta es una industria que ha sido valorada por Merrill Lynch en decenas de miles de millones de dólares y que pronto podría alcanzar cientos de miles de millones. ¿Por qué se invierte tanto dinero e interés en esto?

Es una de las mayores necesidades insatisfechas del mundo. No hay una persona en el planeta que no se beneficie de estos avances, ni siquiera los niños.

Abuelos

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La capacidad de mejorar las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades revolucionará el mundo y ahorraría miles de millones de dólares en la economía global durante las próximas décadas.

Crearía un mundo que sería tan diferente del de hoy como lo es el nuestro del que existía antes de los antibióticos.

Usted está involucrado con algunas empresas que desarrollan productos y servicios con el objetivo de retrasar o revertir el envejecimiento. ¿No le preocupa que esto pueda hacer que lo vean como alguien que intenta obtener ganancias en esta área, en lugar de ser solo un investigador cuyo objetivo es ayudarnos a vivir más y de una forma más saludable?

Mi objetivo es hacer que las personas sean más saludables. Y la única forma de fabricar medicamentos es formar equipos para desarrollarlos.

Eso es lo que estoy haciendo.

¿No podría hacer esto como investigador en lugar de emprendedor?

No. Se necesitan millones de dólares para fabricar un solo fármaco.

Pero ¿no cree que su participación en estas empresas puede hacer que algunas personas sospechen de la ciencia que está divulgando?

Mi ciencia se sostiene por sí sola. Nunca se ha demostrado que esté equivocada.

Imagen de portada: Gentileza de BBC Brasil, Sao Paulo

FUENTE RESPONSABLE: BBC Brasil, Sao Paulo

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