“Japón era el futuro, pero se quedó atrapado en su pasado”.

En Japón, las casas son como los autos.

Tan pronto como te mudes, tu nueva casa valdrá menos de lo que pagaste por ella y, cuando hayas terminado de pagar la hipoteca por ella, no valdrá casi nada.

Me desconcertó cuando me mudé aquí por primera vez como corresponsal de la BBC: 10 años después, cuando me preparo para irme, sigue siendo igual.

Es la tercera economía más importante del planeta. Es un país pacífico y próspero con la mayor esperanza de vida del mundo, la tasa de homicidios más baja, escasos conflictos políticos, un pasaporte poderoso y el sublime Shinkansen, la mejor red ferroviaria de alta velocidad del mundo.

Estados Unidos y Europa alguna vez temieron al gigante económico japonés de la misma manera que temen hoy al creciente poder económico de China. Pero el Japón que el mundo esperaba nunca llegó. A fines de la década de los 80, los japoneses eran más ricos que los estadounidenses. Ahora ganan menos que los británicos.

Durante décadas, Japón ha estado luchando con una economía lenta, refrenada por una profunda resistencia al cambio y un terco apego al pasado. Ahora, su población está envejeciendo y disminuyendo.

Japón está estancado.

El futuro estaba aquí

Cuando llegué a Japón por primera vez en 1993, lo que me llamó la atención no fueron las calles iluminadas con luces de neón de los barrios de Ginza y Shinjuku, en Tokio, ni la moda salvaje «Ganguro» de las chicas «Harajuku».

Varias personas vestidas con chaquetas llamativas, de color rojo, con estampado de leopardo y pelos estridentes y gafas de sol pasean ante la mirada de otras personas vestidas de modo más traidcional.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. El distrito de Harajuku de Tokio ha sido durante mucho tiempo un imán para las subculturas y la moda alternativa.

Era lo mucho más rico que se sentía en comparación con cualquier otro lugar en el que había estado en Asia; lo exquisitamente limpio y ordenado que era Tokio en comparación con cualquier otra ciudad asiática.

Hong Kong había sido para mí un asalto a los sentidos: ruidosa, maloliente, una ciudad de extremos, desde mansiones llamativas en Victoria Peak hasta los talleres clandestinos «oscuros y satánicos» en el extremo norte de Kowloon.

En Taipei, la capital de Taiwan, donde estudié chino, las calles se abarrotaban con el sonido de las motos con motor de dos tiempos que arrojaban un humo acre que envolvía la ciudad en una capa de smog tan espesa que a menudo apenas se podían ver dos cuadras.

Si Hong Kong y Taipei eran los adolescentes escandalosos de Asia, Japón era el adulto. Sí, Tokio era una jungla de concreto, pero estaba hermosamente cuidada.

Una mujer se inclina frente a un refrigerador lleno de alimentos frescos.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. A fines de la década de los 80, los japoneses eran más ricos que los estadounidenses. Ahora ganan menos que los británicos.

Frente al Palacio Imperial de Tokio, el horizonte estaba dominado por las torres de cristal de los titanes corporativos del país: Mitsubishi, Mitsui, Hitachi, Sony. Desde Nueva York hasta Sydney, los padres ambiciosos suplicaban a sus hijos que «aprendieran japonés». Me preguntaba si había cometido un error eligiendo chino.

Japón había emergido de la destrucción de la Segunda Guerra Mundial y conquistado la fabricación global.

El dinero volvió al país, lo que provocó un auge inmobiliario en el que la gente compró todo lo que pudo, incluso trozos de bosque. A mediados de la década de los 80, la broma que se decía era que los terrenos del palacio imperial en Tokio valían lo mismo que toda California. Los japoneses lo llaman «Baburu Jidai» o la era de la burbuja.

Luego, en 1991, la burbuja estalló. El mercado de valores de Tokio colapsó. Los precios de las propiedades cayeron por un precipicio. Todavía están por recuperarse.

Recientemente, un amigo estaba en negociaciones para comprar varias hectáreas de bosque. El dueño quería US$20 por metro cuadrado. «Le dije que la tierra forestal solo vale US$2 por metro cuadrado», dijo mi amigo. «Pero insistió en que necesitaba 20 dólares el metro cuadrado, porque eso era lo que había pagado en la década de los 70».

Si tienes en mente los elegantes trenes bala de Japón o la maravilla de la fabricación en línea de montaje «justo a tiempo» de Toyota se te perdonará que pienses que Japón es un ejemplo de eficiencia. No lo es.

Más bien la burocracia puede ser aterradora mientras se gastan enormes cantidades de dinero público en actividades de dudosa utilidad.

Tapa de alcantarilla con un diseño de un mamut y flores alrededor.

FUENTE DE LA IMAGEN. BBC. Estas impresionantes tapas de alcantarilla se pueden ver en todo Japón… Y cuestan una fortuna.

Un ejemplo es del año pasado, cuando descubrí la historia detrás de las impresionantes tapas de alcantarilla en un pequeño pueblo de los Alpes japoneses.

En 1924, los huesos fosilizados de una antigua especie de elefante fueron encontrados en un lago cercano. Se convirtió en un símbolo de la ciudad y, hace unos años, alguien decidió reemplazar todas las tapas de las alcantarillas por otras nuevas que tendrían una imagen del famoso elefante en la parte superior.

Esto ha estado sucediendo en todo Japón.

Ahora existe una Sociedad Japonesa de Tapas de Alcantarilla que afirma que hay 6.000 diseños diferentes. Entiendo por qué a la gente le encantan estas tapas. Son trabajos de arte. Pero cada uno cuesta hasta US$900.

Es una pista de cómo Japón terminó con la montaña de deuda pública más grande del mundo. Y la creciente factura no se ve favorecida por una población que envejece y que no puede jubilarse debido a la presión sobre la atención médica y las pensiones.

Japonesas vestidas al modo tradicional, con kimono y una pieza de abrigo por encima, caminan con sus celulares en la mano.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. A menudo se describe como un país que se ha modernizado con éxito sin abandonar lo antiguo. Hay algo de verdad en esto, pero diría que lo moderno es más bien una fachada.

Cuando renové mi licencia de conducir japonesa, el personal exquisitamente cortés me llevó de la prueba de la vista a la cabina de fotos para pagar la tarifa y luego me pidió que me presentara en la «sala de conferencias 28». Estas conferencias de «seguridad» son obligatorias para cualquier persona que haya tenido una infracción de tráfico en los últimos cinco años.

Adentro encontré un grupo de almas de aspecto desconsolado esperando que comenzara nuestro castigo. Un hombre, vestido muy elegantemente, entró y nos dijo que nuestra «conferencia» comenzaría en 10 minutos y ¡duraría dos horas!

Ni siquiera es necesario que entiendas la conferencia. Yo no entendí muchas de las cosas que decían. Mientras la charla llegaba a su segunda hora, varios de mis compañeros de clase se quedaron dormidos y el hombre a mi lado completó un boceto bastante bueno de la torre de Tokio. Estaba aburrido, resentido y me parecía que el reloj en la pared se burlaba de mí.

«¿Cuál es el punto de esto?» Le pregunté a mi colega japonés cuando regresé a la oficina. «Es un castigo, ¿verdad?»

«No», dijo riendo. «Es un esquema de creación de empleo para policías de tránsito jubilados».

Una persona mira los paneles de salidas y llegadas en el aeropuerto de Tokio.

FUENTE DE LA IMAGEN.GETTY IMAGES.Cuando llegó la pandemia por Covid, Japón cerró sus fronteras incluso a quienes tenían ya residencia permanente, casa y trabajo en el país. «Son todos extranjeros», alegó el Ministerio de Exteriores.

Pero cuanto más vives aquí, incluso las partes frustrantes se vuelven familiares, incluso entrañables. Empiezas a apreciar las peculiaridades, como los cuatro empleados de la gasolinera que limpian todas las ventanas de tu auto mientras llenan el tanque y se inclinan al unísono cuando te vas.

Japón todavía se siente como Japón y no como una reproducción de Estados Unidos. Es por eso que el mundo está tan emocionado con todo lo japonés, desde la nieve en polvo hasta la moda. Tokio alberga restaurantes superlativos; Studio Ghibli hace la animación más encantadora del mundo (lo siento, Disney); sin duda el J-pop es horrible, pero Japón es sin duda una superpotencia de poder blando.

A los geeks y a los bichos raros les encanta por su maravillosa rareza. Pero también tiene admiradores de extrema derecha por rechazar la inmigración y mantener el patriarcado. A menudo se describe como un país que se ha modernizado con éxito sin abandonar lo antiguo. Hay algo de verdad en esto, pero diría que lo moderno es más bien una fachada.

Cuando la pandemia por el covid golpeó el mundo, Japón cerró sus fronteras. Incluso los extranjeros con estatus de residencia permanente no podían regresar. Llamé al Ministerio de Relaciones Exteriores para preguntar por qué los extranjeros que habían pasado décadas en Japón, tenían casas y negocios aquí, eran tratados como turistas. La respuesta fue contundente: «son todos extranjeros».

Ciento cincuenta años después de haberse visto obligado a abrir sus puertas, Japón sigue siendo escéptico, incluso temeroso, del mundo exterior.

El factor externo

Recuerdo un viaje a una pequeña localidad en la península de Boso, al otro lado de la bahía de Tokio. Estaba allí porque el pueblo estaba dentro de la lista de poblaciones en peligro de extinción, una de las 900 que hay en todo Japón.

Un granjero local camina entre una plantación.

FUENTE DE LA IMAGEN. BBC

La población local es muy reacia a los extranjeros, aunque sean residentes de larga data en el país. Esto es una de las cosas que está haciendo que los pueblos pierdan poco a poco gente.

Los ancianos, reunidos en el salón del ayuntamiento, estaban preocupados. Desde la década de los 70 habían visto a los jóvenes irse a trabajar a las ciudades. De las 60 personas que quedan solo hay un adolescente y ningún niño.

«¿Quién cuidará de nuestras tumbas cuando nos hayamos ido?» se lamentó un anciano. Cuidar de los espíritus es un asunto serio en Japón.

Pero a mí, nativo del sureste de Inglaterra, la muerte de este pueblo me parecía absurda. Estaba rodeado de arrozales de postal, colinas cubiertas por un denso bosque y con Tokio a menos de dos horas en coche.

«Este es un lugar tan hermoso», les dije. «Estoy seguro de que a mucha gente le encantaría vivir aquí. ¿Cómo se sentirían si trajera a mi familia a vivir aquí?»

De repente, el aire se podía cortar con un cuchillo. Los hombres se miraron entre sí en silencio y avergonzados. Entonces uno se aclaró la garganta y habló, con una mirada preocupada en su rostro: «Bueno, tendrías que aprender nuestra forma de vida. No sería fácil».

El pueblo estaba en camino a la extinción, pero la idea de que fuera invadido por «forasteros» era algo peor.

Un tercio de los japoneses tiene más de 60 años, lo que convierte a Japón en el lugar con la población más anciana del mundo, después del pequeño Mónaco. Se registran menos nacimientos que nunca y para 2050 podría perder una quinta parte de su población actual.

Sin embargo, su hostilidad hacia la inmigración no ha flaqueado.

Solo alrededor del 3% de la población de Japón nació en el extranjero, en comparación con el 15% en el Reino Unido. En Europa y Estados Unidos los movimientos de derecha señalan al país como un brillante ejemplo de pureza racial y armonía social.

Pero Japón no es tan étnicamente puro como podrían pensar esos admiradores. 

Están los ainu de Hokkaido, los okinawenses del sur, medio millón de personas de etnia coreana y cerca de un millón de chinos. Luego están los niños japoneses que tienen un padre extranjero, eso incluye a mis propios tres hijos.

Varios hombres de muy avanzada edad, sentados, frente a frente, con un juego de mesa.

Si quieres ver qué le sucede a un país que rechaza la inmigración como solución a la caída de la fertilidad, Japón es un buen lugar para comenzar.

Estos niños biculturales son conocidos como «hafu» o «mitades», un término peyorativo que es normal aquí. Incluyen celebridades e íconos deportivos, como la estrella del tenis Naomi Osaka. La cultura popular los idolatra como «más bellos y talentosos». Pero una cosa es ser idolatrado y otra muy distinta ser aceptado.

Si quieres ver qué le sucede a un país que rechaza la inmigración como solución a la caída de la fertilidad, Japón es un buen lugar para comenzar.

Los salarios reales aquí no han crecido en 30 años. Los ingresos en Corea del Sur y Taiwán han alcanzado e incluso superado a Japón.

Pero el cambio se siente distante. En parte se debe a una jerarquía rígida que determina quién tiene las palancas del poder.

Los ex samuráis

«Mira, hay algo que debes entender sobre cómo funciona Japón», me dijo un eminente académico. «En 1868, los samuráis entregaron sus espadas, se cortaron el pelo, se vistieron con trajes occidentales y marcharon hacia los ministerios en Kasumigaseki (el distrito gubernamental del centro de Tokio) y todavía están allí».

En 1868, por temor a que se repitiera el destino de China a manos de los imperialistas occidentales, los reformadores derrocaron la dictadura militar del shogunato Tokugawa y encaminaron a Japón hacia una industrialización de alta velocidad.

Pero la restauración Meiji, como se la conoce, no fue una toma de la Bastilla. Fue un golpe de élite. Incluso después de una segunda convulsión de 1945, las «grandes» familias sobrevivieron. 

Esta clase dominante abrumadoramente masculina se define por el nacionalismo y la convicción de que Japón es especial. No creen que Japón fue el agresor en la guerra, sino su víctima.

Mujer ve en una pantalla las informaciones sobre el funeral del ex primer ministro Shinzo Abe, asesinado en 2022.

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La clase política dominante en Japón es esencialmente masculina, nacionalista y parte de una élite de tradición antigua. Las mujeres no tienen apenas cabida en ella.

Por poner un ejemplo, el ex primer ministro Shinzo Abe, asesinado el año pasado, era hijo de un ministro de Relaciones Exteriores y nieto de otro primer ministro, Nobusuke Kishi. El abuelo Kishi fue miembro de la junta de guerra y fue arrestado por los estadounidenses como presunto criminal de guerra. Pero se libró de la condena y a mediados de la década de los 50, ayudó a fundar el Partido Liberal Democrático (PLD), que gobierna Japón desde entonces.

Algunas personas bromean con que Japón es un Estado de partido único. No lo es. Pero es razonable preguntarse por qué Japón sigue reeligiendo a un partido dirigido por una élite que anhela desechar el pacifismo impuesto por Estados Unidos, pero no ha logrado mejorar el nivel de vida durante 30 años.

Durante unas elecciones recientes conduje por un estrecho valle fluvial excavado en las montañas dos horas al oeste de Tokio, el territorio del PLD. La economía local depende de la fabricación de cemento y la energía hidroeléctrica. En un pequeño pueblo conocí a una pareja de ancianos que caminaban hacia el colegio electoral.

«Votaremos por el PLD», dijo el esposo. «Confiamos en ellos, nos cuidarán».

«Estoy de acuerdo con mi esposo», dijo su esposa.

La pareja señaló al otro lado del valle un túnel y un puente recientemente terminados que esperan atraer a más turistas de fin de semana desde Tokio.

A menudo se dice que la base de apoyo del PLD está hecha de hormigón. Esta forma de clientelismo es una de las razones por las que gran parte de la costa de Japón está plagada de bloques de concreto y sus ríos están amurallados de este material. Es esencial mantener el bombeo de hormigón.

Estos bastiones rurales son cruciales ahora debido a la demografía. Deberían haberse reducido ya que millones de jóvenes se mudaron a las ciudades para trabajar. Pero eso nunca sucedió. Al PLD le gusta así porque significa que los votos rurales más antiguos cuentan más.

A medida que esta vieja generación fallece, el cambio es inevitable. Pero no estoy seguro de que signifique que Japón se volverá más liberal o abierto.

Los japoneses más jóvenes tienen menos probabilidades de casarse o tener hijos. También es menos probable que hablen un idioma extranjero o hayan estudiado en el extranjero, al contrario que sus padres o abuelos. Solo el 13% de los puestos gerenciales en Japón lo ocupan mujeres y ni tan siquiera 1 de cada 10 llega al poder como diputada.

Cuando entrevisté a la primera mujer gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, le pregunté cómo planeaba que su administración ayudara a abordar la brecha de género.

«Tengo dos hijas que pronto se graduarán de la universidad», le dije. «Son ciudadanas japonesas bilingües. ¿Qué les dirías para alentarlas a quedarse y hacer sus carreras aquí?»

«Les diría que si yo puedo tener éxito aquí, ellas también pueden», contestó.

Yo no pude evitar pensar: «¿Eso es todo lo que tienes para decirles?»

Y sin embargo, a pesar de todo esto, voy a extrañar Japón, que me inspira tanto cariño como habituales brotes de exasperación.

La Pagoda Chureito con vista al Monte Fuji.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES

«Me he acostumbrado a cómo es Japón y he llegado a aceptar el hecho de que no está a punto de cambiar».

En uno de mis últimos días en Tokio, fui con un grupo de amigos a un mercadillo de fin de año. En un puesto rebusque entre cajas de hermosas herramientas antiguas para trabajar la madera. A poca distancia, un grupo de mujeres jóvenes vestidas con hermosos kimonos de seda estaba charlando. 

Al mediodía nos metimos en un pequeño restaurante almorzar un menú del día compuesto de caballa a la parrilla, sashimi y sopa de miso. La comida, el entorno acogedor, la amable pareja de ancianos que se preocupaba por nosotros, todo se había vuelto tan familiar, tan cómodo.

Después de una década aquí, me he acostumbrado a cómo es Japón y he llegado a aceptar el hecho de que no está a punto de cambiar.

Sí, me preocupa el futuro. Y el futuro de Japón tendrá lecciones para el resto de nosotros. En la era de la inteligencia artificial, menos trabajadores podrían impulsar la innovación; Los agricultores ancianos de Japón pueden ser reemplazados por robots inteligentes. Grandes partes del país podrían volver a la naturaleza.

¿Japón se desvanecerá gradualmente en la irrelevancia o se reinventará a sí mismo? Mi cabeza me dice que para prosperar de nuevo, Japón debe aceptar el cambio. Pero me duele el corazón al pensar en perder las cosas que lo hacen tan especial.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. La economía de Japón, la tercera más grande del mundo, lleva años estancada

FUENTE RESPONSABLE: Rupert Wingfield-Hayes, Corresponsal en Tokio, BBC News. 28 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Japón/Economía/Política/Familia.

Las consecuencias genéticas de tener hijos con un primo: qué es real y qué es tabú.

Este artículo es un resumen del episodio «Is it really that bad to marry my cousin?» (¿Es realmente tan malo casarme con mi primo?) del podcast Am I Normal? with Mona Chalabi («¿Soy normal? con Mona Chalabi»), de TED Audio Collective y reproducido por la BBC.

Cada cultura tiene sus tabúes, creencias profundamente arraigadas de que ciertas prácticas están mal, que son abominaciones.

Esencialmente, los tabúes son una especie de control social que nos dice qué comportamientos son aceptables y cuáles no.

Los tabúes son una gran parte de la cultura, y algo que se considera repulsivo en una sociedad puede verse como una práctica cotidiana en otra diferente.

El matrimonio entre primos es bastante común en todo el mundo, especialmente en países de Medio Oriente, el sur de Asia y el norte de África.

Alrededor del 10% de las familias del mundo están encabezadas por parejas que son primos segundos o más cercanos. Eso es más de 750 millones de personas.

Si observas un mapa mundial que muestra dónde es legal el matrimonio entre primos, verás que está permitido en la mayor parte de Europa, América, Australia, partes de África y Asia.

Pero el mapa de las leyes de matrimonio entre primos en EE.UU. parece una colcha de retazos.

En algunos estados, incluidos Nueva York, California y Florida, puedes casarte con tu primo hermano sin restricciones. Pero en muchos otros, como Virginia Occidental, Kentucky y Texas, el matrimonio entre primos está totalmente prohibido.

Luego están los que permiten el matrimonio entre primos, pero con limitaciones; en Arizona, Illinois y Utah puedes casarte con tu primo solo si alguno de los dos es estéril o ambos son mayores de determinada edad.

Y en un estado, Maine, puedes casarte con tu prima solo si te has sometido a asesoramiento genético.

¿Por qué asesoramiento genético? Si les preguntan a los estadounidenses por qué el matrimonio entre primos es incorrecto, la mayoría dirá que es porque los hijos de la pareja tendrán enfermedades genéticas.

Pero ¿es eso cierto?

Los riesgos de mezclar genes idénticos

Wendy Chung, genetista de la Universidad de Columbia en Nueva York, investiga los trastornos genéticos, es decir, cuando el ADN muestra algunos signos de anomalía.

Chung también asesora y trata a familias con trastornos genéticos.

«La genética para mí es extremadamente lógica. (…) Y eso es muy satisfactorio, poder entender la ciencia y ayudar a las personas, a las familias afectadas», dice Chung.

A medida que un embrión crece en el útero, hay todo tipo de formas en que los genes pueden cambiar y causar trastornos.

Hay anomalías congénitas, como cuando una parte del cuerpo no crece de la forma esperada, como el labio leporino.

Laboratorio genético.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El asesoramiento genético busca determinar si existen genes anómalos que pueden derivar en malformaciones en los hijos.

¿Cómo se compara la tasa de enfermedades genéticas entre los descendientes de primos hermanos con la población general?

«Simplemente por el hecho de decidir tener descendencia corres entre un 3% y 4% de riesgo de tener un hijo con uno de los principales tipos de problemas. En una pareja de primos hermanos se duplica ese riesgo», explica Chung.

Dependiendo de tus circunstancias, hay muchas razones por las que podrías querer casarte con tu primo o prima.

Primero está la idea de mantener la riqueza en la familia. Y luego está la familiaridad.

Para quienes tienen un matrimonio arreglado, probablemente sea mejor con alguien con quien haya pasado años de reuniones familiares en lugar de con un hombre o una mujer con la que solo haya tenido un par de encuentros incómodos.

En Europa y América, el matrimonio entre primos solía ser bastante común. Personas como Charles Darwin, Edgar Allan Poe y Albert Einstein se casaron con sus primas hermanas.

Y no es solo en el pasado remoto. La primera esposa del exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani era su prima segunda.

Genes anómalos

En general, el matrimonio entre primos es bastante seguro. Pero en ciertas poblaciones o familias específicas puede haber más riesgos.

Chung dice que eso se debe a una categoría de condiciones genéticas.

«Hay ciertas condiciones en las que se necesitan dos para que suceda algo. Tienes dos copias de tu gen, una de tu mamá, una de tu papá, y para determinadas condiciones se necesitan estos cambios genéticos en ambas copias de los genes para causar un problema», señala la experta.

«Si tienes el 50% de ese gen haciendo su trabajo, puedes arreglártelas. Pero cuando tienes el 100% [anómalo], ahí es cuando ocurre la travesura», agrega la genetista.

Cuando Chung dice travesuras, está hablando de condiciones autosómicas recesivas, y hay miles.

Algunas son bastante conocidas y graves, como la anemia de células falciformes, la fibrosis quística o la atrofia muscular espinal.

Elsa y Albert Einstein.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES.Elsa Einstein y Albert Einstein eran primos y se casaron en 1919, ambos en segundas nupcias, aunque no tuvieron hijos juntos.

La mayoría de las personas en el mundo portan algunos genes recesivos anómalos. Si tienes una copia anómala, estás bien, pero si tienes dos copias anómalas, tendrás un trastorno.

Entonces, no tienes que estar casado con tu primo para tener un hijo con un trastorno recesivo.

Sin embargo, «cuando compartes el 12,5% de tu información genética con tu pareja, existe un mayor riesgo de que ambos lleven una mutación dentro del mismo gen que heredaron de un ancestro común», explica Chung.

¿Y si ambos son portadores de la misma condición genética recesiva?

Ahí es cuando hay una mayor probabilidad de que un niño nazca con un trastorno genético.

Familias endogámicas

Para determinar el riesgo genético involucrado en el matrimonio de un primo, Chung dice que no podemos simplemente mirar a esa pareja o familia.

«No es solo una cuestión de matrimonios entre primos hermanos, en realidad es el contexto de la población más grande en el que eso está sucediendo», explica.

«En ciertas comunidades puede haber matrimonios mixtos por generaciones. 

Ya sea una isla, un pueblo o una ciudad, puede haber una frecuencia relativamente alta de ciertas variantes genéticas en ciertos genes que confieren un mayor riesgo de enfermedad.

«En ciertas familias reales esto se ha hecho para mantener el poder, mantener la riqueza dentro de la familia. Así que no se trata simplemente de compartir el 12,5% de tu información genética.

«En realidad, estás potencialmente compartiendo una fracción mucho mayor de tu información genética debido a esas relaciones a lo largo de varias generaciones».

Regina Peruggi y Rudolph Giuliani

Regina Peruggi es prima segunda de Ruldolph Giuliani. Estuvieron casados entre 1968 y 1982, aunque se habían separado en 1975. No tuvieron hijos.

Chung dice que cuando una población tiene muchos matrimonios entre primos en el pasado, existe un mayor riesgo de tener hijos con trastornos genéticos.

Pero cuando no hay muchos matrimonios entre primos, ese riesgo es mucho menor.

Los genetistas no pueden calcular con precisión el riesgo de condiciones recesivas para todos los matrimonios entre primos. Cada familia y cada pareja es diferente.

Para determinar el riesgo de una pareja, un genetista necesitaría observar sus genes para ver si ambos son portadores de las mismas anomalías.

Eso es particularmente importante en las comunidades donde esos trastornos son más frecuentes, como las judías ultraortodoxas en Nueva York con las que trabaja Chung.

«Un miembro de la comunidad, el rabino Eckstein, lamentablemente se vio trágicamente afectado con su familia porque tenía varios hijos con la enfermedad de Tay-Sachs, que es letal», cuenta la experta.

«Hasta el día de hoy no tenemos tratamiento para esto y los niños mueren antes de los 5 años. Y puede ser estigmatizante saber que eres portador de Tay-Sachs. Si tu familia tiene esto, es posible que no seas tan deseable en términos de emparejamiento en la comunidad», afirma.

El emparejamiento es la forma en que se acuerdan la mayoría de los matrimonios en esta comunidad. Y esa práctica cultural se convirtió en una oportunidad para resolver el problema de Tay-Sachs.

El rabino Eckstein ideó un plan para que los jóvenes se sometieran a una prueba genética antes de ser emparejados. Los portadores de Tay-Sachs solo se emparejaron con los no portadores.

Edgar Allan Poe y Virginia Clemm.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Cuando Edgar Allan Poe y Virginia Clemm, primos hermanos, se casaron en 1836, él tenía 27 años y ella 13. No tuvieron hijos.

«Culturalmente ha sido extremadamente bien aceptado, bien considerado, y este programa ahora ha sido de hecho transformador para la comunidad judía ortodoxa, en el sentido de que realmente ya no vemos la enfermedad de Tay-Sachs», dice Chung.

Entonces, si bien casarse con un primo puede ser riesgoso en algunas comunidades, en general el riesgo no es mucho mayor que el de la población común. Y con la ayuda de la ciencia -con el asesoramiento genético y la fertilización in vitro- las comunidades pueden minimizar aún más el riesgo de estos genes recesivos.

«No es lo aceptado como normal»

Los riesgos genéticos de casarte con tu primo se han sobredimensionado, expresa Mona Chalabi en su podcast. Y con la ciencia moderna, el matrimonio entre primos es probablemente más seguro que nunca.

La mayoría de las prohibiciones de matrimonio entre primos en EE.UU. entraron en vigencia desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX.

Pero en Texas, la prohibición es mucho más reciente: es de 2005. Fue en respuesta a la llegada de una secta fundamentalista mormona que era conocida por el abuso infantil desenfrenado.

Emma Wedgwood y Charles Darwin.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Emma Wedgwood y su primo Charles Darwin retratados en su juventud. Tuvieron 10 hijos.

Allí, el matrimonio entre primos se sumaba al matrimonio infantil. El representante estatal que propuso el proyecto de ley dijo: «Los primos no se casan al igual que los hermanos no se casan. Y cuando sucede tienes un mal resultado. Simplemente no es lo aceptado como normal».

La ley de Texas codifica el estigma del matrimonio entre primos y refuerza los tabúes.

¿A quién sirven los tabúes y qué es lo que realmente intentan hacer?, se pregunta Mona Chalabi. El matrimonio entre primos se practica en gran medida en culturas no blancas, y parte del prejuicio en su contra es simplemente racismo, opina.

Si los árabes, los norteafricanos y los sub asiáticos lo hacen, algunas personas pensarán que es «asqueroso».

Pero tal vez a ti te guste tu primo, y tal vez después de leer esto puedas invitarlo a una cita, aventura Chalabi.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 10 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Genética/Matrimonio/Ciencia/Salud/Familia.

 

6 novelas para comprender mejor la familia.

La familia Mesa, Sara

«¡En esta familia no hay secretos!», proclama al inicio de este libro Damián, el padre, un hombre de ideas e ideales fijos obsesionado con la rectitud y la pedagogía. Pero esa casa sin secretos está en realidad llena de grietas, y la opresión que se respira entre sus paredes terminará creando vías de escape, códigos clandestinos, ocultaciones, fingimientos y mentiras. Formada por dos niñas, dos niños, una madre y un padre, esta familia en apariencia normal, de clase trabajadora y llena de buenas intenciones, es la protagonista de una novela coral que abarca varias décadas y en cuyas historias laten el deseo de libertad y la crítica a los pilares que tradicionalmente han sostenido, y todavía sostienen en gran medida, la institución familiar: autoritarismo y obediencia, vergüenza y silencio.

La mejor voluntad de Smiley, Jane

Bob Miller ha creado el paraíso con el que siempre soñó: una granja en lo alto de un valle, a cinco kilómetros del pueblo más cercano, donde él y su esposa Liz viven y crían a su hijo de siete años, Tommy, cultivando su propia comida, hilando y tejiendo su ropa, fabricando sus propios muebles. Él mismo construyó la casa en la que habitan, sin teléfono ni televisor, sin automóvil, sin más conexión cotidiana con el mundo exterior que los viajes diarios de Tommy a la escuela. Allí viven, piensa Bob, y allí vivirán siempre.

Vengo de ese miedo - Oeste, Miguel Ángel

Vengo de ese miedo de Oeste, Miguel Ángel

Incapaz de visitar a su padre, el narrador de esta historia decide escribir sobre su familia sin contar con ese testimonio. El miedo a estar junto a él lo paraliza. Y así, como una infección que lo invade todo, aflora la narración de este infierno. Su madre, una belleza de menos de veinte años, se dejó seducir por el padre, un hombre dotado de gran encanto entre las amistades y muy generoso con los que le rodeaban en el trabajo, pero un egocéntrico maltratador en casa. En este retrato falsamente doméstico se perfilan los inicios del turismo en la Málaga de los años setenta, cuando el dinero europeo de veraneantes e inversores trajo en plena dictadura una insólita apertura en forma de diversión y juerga, aire fresco para una sociedad que ni en sueños habría imaginado noches de orgías sin fin.

Padres e hijos - Compton-Burnett, Ivy

Padres e hijos Compton-Burnett, Ivy

Una demostración de la maestría técnica con la que la autora construye sus mundos y los vibrar con asombrosas dosis de drama y de humor.

Tres generaciones de la familia Sullivan, aristócratas venidos a menos, comparten en un gran caserón de la campiña inglesa una vida aparentemente arcádica y encerrada en sí misma. Aparte de las pequeñas discusiones cotidianas, nada turba unas existencias tan poco dramáticas como el amable paisaje que las rodea. Hasta que, con un brusco e irónico viraje narrativo, una pequeña tragedia familiar de inesperado desenlace desencadena unas tensiones que, aun expresadas educadamente, revelan un sorprendente trasfondo de egoísmos y mezquindades.

Serge - Reza, Yasmina

Serge de Reza, Yasmina

Tolstói dejó escrito en el célebre arranque de Anna Karénina aquello de que «Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera». La familia de esta novela –los Popper, judíos franceses no practicantes de origen húngaro– es bastante disfuncional, como tantas otras.

Los tres vástagos –Serge, Nana y Jean, que es el narrador de la historia– permanecen unidos por los lazos familiares pese a sus diferencias y tensiones. La vida los ha tratado regular, y mientras que Nana mantiene una sólida relación de pareja, los otros dos tienen una vida sentimental cuando menos mejorable.

De bestias y aves - Adón, Pilar

De bestias y aves Adón, Pilar

Termina el verano, cambia la estación, y una mujer conduce durante horas en plena noche sin saber que se aproxima a Betania, una casa aislada, casi un territorio fuera del mundo. Un lugar desconocido y habitado exclusivamente por unas mujeres que, sin embargo, sí parecen conocerla a ella. Lleva a sus espaldas a una hermana ahogada, y no le ha dicho a nadie que se marcha ni adónde porque ni siquiera ella sabe que su viaje va a ser tan largo. Que está a punto de entrar en una casa en la que las mujeres se visten de la misma manera, como adeptas de un culto ancestral, y llevan a cabo extraños ritos y celebraciones. Un espacio en el que las cabras dominan todo lo que no esté vigilado por los innumerables perros que viven allí, y en el que una roca inmensa oculta la luz del sol y domina el paisaje. En el que, al fondo, un lago delimita las fronteras del terreno, sobrevolado de manera perpetua por las aves. Y en el que también viven una mujer ciega a la que todas adoran y una niña que corretea de un lado a otro sin haber salido jamás de ese sitio. Un rincón de tierra, agua y árboles donde la recién llegada no quiere estar a pesar de que tal vez sea, como le dicen sin que llegue a creérselo, el lugar en el que descubra por fin lo que significa formar parte de algo.

Imagen de portada: Gentileza de El Placer de la lectura

FUENTE RESPONSABLE: El Placer de la Lectura. 2 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Literatura/Familia/Reseñas

«Los hombres abortan masivamente a hijos que ya nacieron»: Alma Delia Murillo.

«No te conozco, no sé el color de tu piel, la forma de tu mirada, tu estatura, tu peso, tus manos, tu voz. No sé nada de ti. Y sin embargo soy tú».

Poco después de cumplir 40 años, la escritora y columnista mexicana Alma Delia Murillo partió en busca de su padre al que por décadas creyó muerto.

Y de alguna manera nos llevó a todos con ella. Porque la obra en la que relata su travesía, «La cabeza de mi padre», está repleta de imágenes -unas duras, otras poéticas- con las que es muy fácil identificarse. Su viaje es tan real como metafórico, tan personal como universal.

Murillo tenía 7 años cuando su padre se esfumó. «Fue por cigarros y no volvió, como decimos aquí».

Su infancia estuvo marcada por ese abandono y por la pobreza, por el hambre y el esfuerzo, pero también por los libros y los juegos, las peleas y los arrebatos de una familia numerosa. «Crecer con siete hermanos es la cosa más divertida del universo», dice, y su sonrisa es tan grande que no cabe en la pantalla de zoom.

Autora de 4 novelas, trabajó durante dos décadas en el mundo corporativo hasta que decidió juntar coraje, dejar atrás «esa frustración que le mordía el alma», y dedicarse a su pasión: la literatura.

Su vida merecía ser contada, y con «La cabeza de mi padre» le hizo justicia escribiéndola.

BBC Mundo habló con ella en el marco del Hay Festival Querétaro, que se realiza en esa ciudad mexicana entre el 1 y el 4 de septiembre.

Línea

Empecemos por la foto de tu padre decapitado que ocupa la portada del libro, esa foto a la que alguien le arrancó la cabeza. ¿Tenías conciencia de que era una imagen tan universal?

¿Ay, sabes? Eso yo lo intuía. Intuía que en todas las familias -o al menos en muchas- podía haber algo así.

Pero ahora que la novela lleva unos meses circulando, no salgo del pasmo de la cantidad de gente que se siente identificada con la foto, que no es la original, sino una propuesta, pero se le parece mucho.

Son muchísimas las personas que se me han acercado y me dicen, oye, en mi casa también, la foto de mi abuelo no tiene la cabeza, la foto de mi papá no tiene la cabeza.

Para mí, era una imagen fundamental. De niña la vi un montón de veces.

Es una foto en que la cabeza se arrancó con furia. No está recortada de forma elegante. No hay Photoshop ni retoques; es la foto de una cabeza arrancada con violencia, y tiene una enorme carga simbólica.

No solo la de un padre que se va y es decapitado, sino la de cuál es la familia que late en el corazón de México y de muchos países latinoamericanos, ¿no?

Nuestras familias andan así, medio decapitadas.

Las cifras que aparecen en el libro hablan por sí solas. Destacadas que en México hay unos 26 millones de hijos sin padre, según las cifras oficiales. 

¿Qué efectos crees que tiene esto en la sociedad mexicana?

Un efecto brutal.

Yo elegí una estadística que es la más conservadora, pero hay cifras que dicen que hasta en el 40% de los hogares mexicanos el papá se fue.

En México, todos somos hijos de Pedro Páramo, digo yo, el personaje de la novela de Juan Rulfo. Todos fuimos abandonados por él y somos su hijo, Juan Preciado, buscándolo. O Juana Preciado, claro. Porque también habemos muchas hijas buscando al padre.

Y eso por supuesto que tiene un montón de consecuencias.

El arquetipo nacional del padre ausente se vuelve determinante a nivel colectivo, porque crea historias de supervivencia muy duras, donde las madres -como la mía- se hacen cargo solas contra viento y marea, supliendo los dos roles, siendo proveedoras, pero teniendo que además que educar.

Este país está hecho de eso.

De mapas, como dice tu propia madre.

Completamente.

Y también está esa cosa súper permisiva de que los hombres se pueden ir.

Llegas a decir que los hombres abortan de facto a sus hijos y sin necesitar ninguna ley…

Ni ley ni pañuelo verde, y ni nadie los juzga ni los considera inhumanos, o diabólicos.

Es muy distinto del tratamiento que recibe una mujer que abandona. Ella sí que es diabólica y no tiene humanidad.

Imagínate lo que ha costado promover la ley de la interrupción legal del embarazo. Mientras escribía este libro justo se despenalizó el aborto en México, y yo pensaba, pues si los hombres abortan masivamente -como mi padre- a hijos que ya existen, ni siquiera al cigoto o la mórula. No, a niños y niñas ya nacidos.

Es así y no está prohibido, ni vemos a la Iglesia o las asociaciones políticas saliendo a marchar contra los hombres que abortaron a sus hijos.

Por muchos años tú crees que tu padre está muerto, y cuando te enteras por casualidad de que no es así, escribes que «es más digno tener un padre muerto que un padre que no te quiere y duele menos». ¿Crees que las familias monoparentales siguen siendo un estigma?

Sí, claro. Esto es pasar de ser una estadística a contar una historia, y contar la historia duele.

Con la estadística uno se puede camuflar en medio de los números y ya está, pero cuando hablas del abandono en una comida, en una reunión, cuando se te aparece en el formulario de solicitud de empleo o del pasaporte esa línea que dice «nombre del padre», esa ausencia da vergüenza.

Es como el elefante en la habitación, porque nos sentimos inadecuados. Quedamos del lado de los incompletos.

Alma Delia Murillo

FUENTE DE LA IMAGEN – ANA HOP

Compartir eso, hacerlo parte de nuestra identidad pública sigue siendo difícil, y aunque a mucha gente no le guste, lo voy decir: tiene que ver con esta narrativa patriarcal donde las emociones no se ponen en el discurso público. Nosotras sí, las mujeres estamos mucho más dispuestas a hacerlo.

Es curioso que mientras buscas a tu padre, de alguna manera encuentras también a tu madre. El relato que haces de ella es muy completo, e incluye algo que es muy contraintuitivo de la idea de familia ideal que tenemos en América Latina, que es cuando ella decide ausentarse. Es una paradoja súper bonita.

Me emociona que me lo digas… No sé si lo había pensado así.

Mi madre me hizo un regalo enorme. Me regaló la libertad. Cuando me iba a ir de la casa, me preguntó «cuándo te vas… para no estar». Me dejó el espacio para irme, para no dudar. Me regaló no mirarla, desapareció para que yo tuviera la fuerza de irme sin mirar atrás.

Es algo muy generoso, pero duro también, como un regalo envenenado pienso a veces, porque estamos hablando de nuestros orígenes, y uno no quiere traicionarlos.

Y yo, como tantos otros mexicanos, le debo tanto a mi madre. Yo pude estudiar en la universidad porque ella limpiaba casas, porque trabajaba como empleada doméstica, y cada vez que lo cuento en público o escribo alguna columna al respecto, no sabes la cantidad de gente que me dice entre vergüenza y no que ellos tienen la misma historia.

Ella fue muy generosa. También me regaló su alegría, que a mí me sigue pareciendo inexplicable e inaudita. En medio de todo lo que vivió, de la muerte de su primer hijo, de las quemaduras que sufrió una de mis hermanas, de las carencias y las humillaciones, siempre fue una mujer con alegría.

Por eso al final intento devolverle el poder de elegir que no tuvo, porque se pasó 20 años pariendo y criando, y le digo «eres libre, vete, no seas solo una mamá, sé una mujer».

Y efectivamente, la muestras como mujer: «Mi madre se enamoró como bestia.

Yo lo vi… Se enamoró y se incendió en sí misma». ¿Se habla muy poco de las madres enamoradas, no?

Es que en México y en todos nuestros países, existe esta adoración a la madre, la Virgen, la Santa Madrecita, que es intocable, perfecta, pura, pero esa es una forma de castradura ¿no?

La madre también puede ser una señora enamorada, desesperada. Yo creo que mi madre estaba en una calentura, en un arrebato sexual.

De niña me enojé por eso, pero ahora digo, ay, qué bueno que lo vivió y qué bueno haber sido testigo.

Hablemos del viaje para encontrar a tu padre. O más bien de los viajes, porque la travesía es en varias dimensiones…

Sí, en realidad es una serie de búsquedas y viajes. No es sólo el road trip por esa carretera de Michoacán buscando a un padre al que no veía hacía 40 años, sino también un viaje en que se vuelve a contar el origen, de dónde vienes y quién eres.

Y cuando eres como yo, una mujer que creció en una zona marginal, en un país latinoamericano, morena, de pelo negro, pues tienes una historia que contar que va a implicar desde luego clasismo, violencia, violencia de género, ¿no?

Pero cuando me preguntan si escribí una novela feminista, me hace gracia. Es que digo no, no es que uno se siente con su pila de libros de teoría feminista, sino que te sientas a contar una experiencia. Y cuando las mujeres contamos nuestra experiencia, está atravesada por eso.

El viaje también está marcado por una especie de recorrido social, de lo que llamamos movilidad social, que es un fenómeno complejo y que en un país como México es muy difícil de conseguir.

Hay estadísticas demoledoras, que dicen que por las siguientes tres generaciones la gente se queda en el mismo decil social, socioeconómico, el mismo nivel de ingresos que sus padres.

Aparte de la violencia más explícita que describes y que tú misma sufriste, hay otra más cotidiana, cuando te refieres a esa frase tan típica de «tan solita que estás», y rematas diciendo » la insensatez más incomprendida es elegirte a ti misma». No se puede dudar que hay avances en temas de género, pero ¿avanzan más rápido los discursos que la realidad?

Es que sigue sucediendo, ¿no?

Mira, si tienes un oficio como el mío, por ejemplo, tan neurótico, en el que yo necesito estar sola para escribir, quiero silencio y soledad, el juicio ha sido siempre muy duro: de egoísta, narcisista, vanidosa, en fin.

Pero yo necesito eso y punto. He intentado vivir en pareja y me sale fatal.

Y sí, es cierto que hay avances, claro que los hay. En México se ha despenalizado la interrupción del embarazo y empieza a haber cierta paridad en las cámaras, en el gobierno, en los gabinetes, hablamos de nuestros temas, se hacen públicos.

Pero, ¿sabes qué? El otro día lo discutía con una amiga. A pesar de que todo esto pasa, los feminicidios siguen aumentando. Estamos hablando de 3 mil al año. Y cada vez hay más.

¿Qué es eso? ¿Qué es este discurso? La curva tendría que ser inversamente proporcional, pero no. Y eso es porque las leyes, las decisiones, el poder judicial, penal, las industrias, las empresas, siguen mayoritariamente en manos de este modelo masculino y de hombres.

¿Y cómo se rompe esta cadena?

Uf, es tan difícil.

Ahora mismo estoy en un proyecto, escribiendo guiones para un podcast sobre feminicidios. Diez feminicidios. Y ha sido brutal. ¿Sabes qué es tan duro y tan, tan palpable y material? Como el tema de la impunidad atraviesa todos los casos.

Al final, la conclusión es que los hombres matan porque pueden, porque saben que no les va a pasar nada, porque las fiscalías no persiguen los casos. Porque incluso a feminicidas confesos los liberan.

Estamos ahora viviendo una cosa horrible, que es que en algunos estados del interior de México se ha visto una tendencia de quemar a las mujeres. Vivas. Con fuego directo o con ácido. Van 47 en este año. Porque pueden.

Entonces creo que, claro, nos podemos meter en temas más soft y discutir que si la educación, la permisividad, la cosa cultural, pero a mí me gusta interpelar a los hombres, voltear y decirles a ellos, «oigan, ¿no tendrían ustedes también que estarse preguntando por qué lo hacen, por qué pueden, por qué no funcionan las leyes?».

Sí, la impunidad la tienen que desbaratar en términos legales, jurídicos, en las fiscalías, pero también la tienen que desbaratar los varones. Creo que ahí está el corazón de esto.

¿La falta de empatía que describes en el libro cuando hablas del racismo sigue la misma lógica del discurso más avanzado que la realidad? Hablas de los castigos que sufrías en el colegio, de la humillación por llegar con piojos…

A ver… En México, sobre todo en los últimos dos años, hay una discusión encarnada porque muchísima gente en la opinión pública dice que en este país no hay racismo, pese a que organismos como la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación dicen que todo está marcado por el color de la piel.

Es parecido a lo que dice el colectivo chileno Las Tesis: ¿por qué todas las mujeres conocemos a alguien de quien han abusado y los hombres no conocen a ningún amigo que lo haya hecho? Porque no lo ven.

Si lo traslapamos al asunto del racismo, y este como castigo a la pobreza y al color de piel, pues no lo ves si estás del lado de los de piel más blanca. Y eso me parece importante decirlo. Yo ni nombre le pongo, solo les estoy contando mi experiencia.

Yo he visto cómo reacciona una sociedad con una madre como la mía, que tiene ocho hijos y cómo aplauden y le hacen portadas en la revista Hola a otras mujeres que tienen seis o siete hijos, pero tienen un apellido y una herencia patrimonial.

Esos hijos sí están bien, pero los de la pobreza no.

Volvamos a la cabeza de tu padre. ¿Qué pasa cuando lo encuentras? Tú misma dices que «el verdadero milagro es cambiar de punto de vista». ¿Te cambió a ti?

Sí, sí. O sea, es la sensación de estar completa.

Tatuaje de un pañuelo rojo

FUENTE DE LA IMAGEN – ALMA DELIA MURILLO

Alma Delia Murillo se tatuó el pañuelo rojo que se llevó como recuerdo cuando conoció a su padre.

Lo digo en el libro: si cortar cabezas es difícil, ponerlas en su lugar es una proeza demoledora.

Yo me pasé 40 años andando, escribiendo, pensando que a lo mejor me hice escritora porque tenía una necesidad de tejer textos para contar esta historia, para nombrarla. He hecho años de terapia aprendiendo que hay un yo narrativo que se puede componer.

Y la sensación que tengo es esta: creo que mi padre está aquí y está completo. Sí, tengo papá, pero además, como estoy tan loca, a veces hablo con él.

Tengo enmarcado el pañuelo rojo que era suyo y que me llevé cuando lo conocí poco antes de que muriera. Un amigo lo convirtió en una pieza.

De pronto paso por ahí y le digo «bueno, bueno, cabrón, te estás poniendo a mano, ¿no?»

Lo siento aquí, presente.

Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Querétaro, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad mexicana del 1 al 4 de septiembre. Sigue aquí toda la cobertura.

Imagen de portada: Alma Delia Murillo

FUENTE RESPONSABLE: HayFestivalQuerétaro@BBC Mundo. Por Carolina Robino. 31 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/México/Familia/Literatura/Derechos de la Mujer

La extraña forma de presentar a los bebés recién nacidos que tenían en la Antigua Grecia.

Los griegos comenzaban las celebraciones con las fiestas Anfidromias, ya que los nacimientos eran increíblemente importantes e incluso trataban a los niños como dioses.

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El mundo, tal y como lo conocemos, ha heredado una gran parte de las características, estilo de vida o cultura de la Edad Antigua. Tanto la época clásica de Grecia como la de Roma, dejaron costumbres que han llegado hasta nuestros días. Otras, aunque no se mantienen pero guardan relación, llamaban la atención y merece la pena recordarlas. Como es el caso de las fiestas Anfidromias, celebradas en la Antigua Grecia.

Estas celebraciones solamente son un ejemplo de que los hábitos y prácticas de la actualidad, por diferentes que sean, guardan una cierta conexión. Las Anfidromias tenían lugar para celebrar el nacimiento de un bebé, algo increíblemente importante para los antiguos griegos. En la religión griega, los niños eran considerados muy importantes por el simbolismo de pureza, e incluso tratados como dioses ya que el nacimiento se consideraba contrario a la muerte y eran los que, a priori, estaban más lejos de esta.

Mientras que hoy en día, un neonato es una bendición, trae dicha y alegría a la familia y conocidos, en la Antigua Grecia se preocupaban del futuro bebé desde que la madre sospechaba que podría estar embarazada.

Ilustres filósofos como Platón alentaba a las mujeres embarazadas a hacer ejercicio para que se facilitara el proceso de parto, mientras que Aristóteles sugería que debían comer adecuadamente. Y durante todo el embarazo, toda esa gente importante para la futura madre hacía un seguimiento de la preñez.

El día del nacimiento del bebé, solo estaba permitido que otras mujeres asistieran a la embarazada en el momento del parto. Nada de hombres, y ni siquiera el propio padre de la criatura podía estar presente. Por otro lado, el lugar en el que ocurría el parto era en el gineceo, un espacio de la casa reservado únicamente para las féminas, el cual solía ser el espacio más resguardado de la casa.

¿Qué eran las fiestas Anfidromias?

Hasta el quinto día, los bebés de la Antigua Grecia no eran mostrados al mundo. Para ello, se organizaban unas fiestas llamadas Anfidromias, a la que asistía toda la familia del recién nacido. En ella, el bebé era cargado en brazos de su padre, quien corría alrededor del fuego para mostrárselo a los invitados. Era en este momento cuando el neonato recibía el nombre, que de forma muy común, era el mismo nombre de su abuelo.

Poco después, algunas familias realizaban otra festividad, más distinta y formal. Solía llevarse a cabo por aquellas familias con mayor dinero, y se incluía un banquete y un sacrificio como motivo de celebración. Tras esta fiesta, tenía lugar la presentación oficial del bebé al resto de la sociedad, que coincidía con las fiestas de las Apaturias, celebradas una vez al año entre octubre y noviembre con motivo de honrar a las diosas Atenea o Afrodita, aunque en algunos casos, también se dice que eran dedicadas a Zeus y a Dioniso.

Era en el tercer día de estas festividades cuando se llevaba a cabo la presentación de todos los bebés de ese año. Esta ocasión, se aprovechaba también para registrar los nombres de los bebés ante la fratría, es decir, la agrupación social de la comunidad (lo que viene a ser el censo, como es llamado hoy en día).

Pero el género también era importante en el momento del nacimiento de los bebés. Los antiguos griegos alababan más a los bebés varones que a las hembras, ya que, según creían, los hombres tenían más facilidades de brindar una mayor estabilidad económica al hogar durante aquella época. Por otra parte, las nuevas niñas en ese mismo año no eran tan veneradas tras su nacimiento.

Imagen de portada: En la religión griega, los niños eran considerados muy importantes por el simbolismo de pureza, e incluso tratados como dioses ya que el nacimiento se consideraba contrario a la muerte FOTO: DREAMSTIME.

FUENTE RESPONSABLE: La Razón. España. Por Antonio Añover. 23 de agosto 2022.

Antigua Grecia/Mitos y Leyendas/Familia/Bebés

Las gemelas separadas al nacer como parte de un oscuro experimento que se reencontraron décadas después.

Era el 4 de septiembre de 1977 cuando una amiga le dijo que se parecía a una niña que conocía llamada Lori Pritzl y le preguntó si era adoptada.

El cumpleaños de Seckler era la misma fecha que el de Pritzl y las dos chicas se veían exactamente iguales.

Seckler supo que era adoptada desde muy joven, con una crianza feliz y amorosa. Luego se enteró de que Pritzl había sido dada en adopción por la misma agencia que a ella.

Las adolescentes inmediatamente se hablaron por teléfono y se dieron cuenta de que las sospechas de su amiga debían ser ciertas: eran gemelas.

Seckler recuerda que se echó a llorar cuando conoció a su hermana.

«Vi a Lori cruzando la calle… con una gran sonrisa en su rostro», dice. «Luego nos abrazamos. Fue toda una experiencia… Me sentí menos sola. Siendo una niña adoptada, siempre me sentí diferente… Sentí como ‘vaya, tengo una compañera allí'».

Las dos eran fumadoras, tenían intereses artísticos similares como bailar y dibujar, y a ambas les gustaba la música. «Fue surrealista», dice Pritzl. «Sentí que me miraba en el espejo».

Una mano sostiene una foto de las gemelas Kathy Seckler y Lori Pritzl

FUENTE DE LA IMAGEN – BBC/KATHY SECKLER

Las gemelas Kathy Seckler y Lori Pritzl se conocieron cuando eran adolescentes después de que una amiga en común les hablara a una de la otra.

Podrían haberse enterado antes: su similitud había sido señalada previamente por personas que conocían a ambas familias.

Pritzl le restó importancia: ¿acaso todo el mundo no escucha de vez en cuando que se parece a otra persona?

Objeto de un polémico estudio

Las adolescentes vivían a una distancia de 24 kilómetros una de la otra y tenían amigos en común.

Sin que ellas lo supieran, sus padres sabían de la existencia de la otra gemela desde hacía una década, pero les habían pedido que lo mantuvieran en secreto.

Lo que se supo unos años después fue que Seckler y Pritzl fueron parte de un controvertido estudio.

En la década de 1960, una entonces muy respetada agencia de adopción, Louise Wise Services en Nueva York, dividió deliberadamente al menos 10 conjuntos de bebés gemelos o trillizos y los colocó en familias separadas. Seckler y Pritzl se encontraban entre los hermanos separados.

La agencia se había asociado con un grupo de psiquiatras y psicólogos en un intento de descubrir qué nos hace ser quienes somos. Querían saber cuánto de nuestras identidades están definidas por nuestra naturaleza y nuestra crianza, pero ¿a qué costo?

Dos parejas de gemelos (dos mujeres y dos hombres) en un festival en Ohio, Estados Unidos

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Para un documental de la BBC sobre el estudio, hablé con participantes mellizos y gemelos, así como con uno de los investigadores originales involucrados, para explorar por qué los gemelos todavía están buscando respuestas sobre su participación involuntaria en este experimento.

«Fuimos realmente privadas de ser hermanas, encima gemelas. Y creo que fue simplemente horrible lo que hicieron», me dijo Seckler en una entrevista para el documental.

«Ya era bastante desafiante ser una niña adoptada… privarme de ser gemela y de tener una hermana gemela fue simplemente horrible».

«Cualquier adoptado a través de Louise Wise en los años 60 tiene todo el derecho a pensar que tal vez tenga un gemelo», dice Nancy Segal, genetista, experta en gemelos y autora de Deliberately Divided(«Divididos deliberadamente»).

Segal ha pasado varios años rastreando a muchos de los sujetos originales involucrados en el Estudio de Gemelos del Centro de Desarrollo Infantil de Nueva York, así como a cualquiera que haya estado implicado en él.

Fascinación por los gemelos

La historia de los gemelos y un grupo de trillizos que fueron separados deliberadamente salió a la luz pública por primera vez en 1980 cuando tres jóvenes descubrieron por casualidad a sus 19 años que eran trillizos idénticos.

Su reencuentro fue noticia en todo el mundo. Poco después, quedó claro que había otros que también habían sido separados, tanto gemelos como mellizos.

Las historias de gemelos han llamado la atención de los humanos desde hace tiempo. Desconocidos detienen a gemelos en la calle y regularmente hacen preguntas sobre ese vínculo especial que se dice que tienen, preguntas que todavía le hacen a Seckler si menciona que tiene una hermana gemela.

Para los investigadores, los gemelos brindan una visión única de la compleja interacción entre nuestra genética y los entornos en los que vivimos.

Los gemelos que crecen separados en diferentes familias comparten solo sus genes, no su entorno. Por lo tanto, cualquier similitud descubierta puede atribuirse en gran medida a sus genes, aunque en los últimos años se ha descubierto que la relación entre la naturaleza y la crianza es mucho más complicada que esto.

Se ha descubierto que rasgos como la inteligencia, la altura y el peso, por ejemplo, tienen importantes influencias genéticas. Hallazgos como estos provienen de datos recopilados durante años de estudios retrospectivos de gemelos criados por separado.

«Lo que estamos descubriendo es que muchos más comportamientos de los que jamás hubiéramos pensado tienen un componente genético», dice Segal.

«La genética no lo es todo, pero explica en gran medida por qué somos diferentes entre nosotros».

Una cadena de ADN

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La genética puede explicar en gran parte por qué somos diferentes unos de otros.

Aunque rara vez ocurre, los gemelos idénticos que fueron criados por separado lo descubren años más tarde. Por lo tanto, cualquier conocimiento se obtiene retrospectivamente. Debido a su rareza, hay casos limitados para que los científicos los estudien.

Las «razones» del estudio

Los investigadores que trabajaban con la agencia Louise Wise Services creían haber encontrado una forma de evitarlo.

Se dieron cuenta de que podían estudiar hermanos idénticos desde el nacimiento, capturando su desarrollo en tiempo real, que es exactamente lo que se propusieron hacer.

La asesora psiquiátrica de la agencia de adopción, Viola Bernard, justificó la separación de los mellizos porque propuso que les ayudaría a desarrollar su propia identidad, en lugar de competir entre sí en el mismo hogar por el afecto de sus padres.

Afirmó que esto estaba respaldado por estudios científicos de la época.

«Puedo decirle honestamente que no existe tal literatura sobre desarrollo infantil. Nunca nombraron estudios», dice Segal.

Nunca antes en la historia documentada se había separado a gemelos como parte de una política.

Bernard trabajó con un investigador llamado Peter Neubauer, entonces en el Centro de Desarrollo Infantil de la Junta Judía de Guardianes en Nueva York, que durante mucho tiempo había buscado estudiar a los gemelos criados por separado.

A los padres adoptivos no se les informó de que su hijo era un gemelo o un trillizo, solo que estaban participando en un estudio de desarrollo infantil.

«Y era muy obvio que si no aceptaban el estudio ni que los investigadores fueran a su casa periódicamente, probablemente no recibirían a ese niño», dice Segal.

Dos bebés gemelos

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Gemelos y trillos fueron separados al nacer por un controvertido estudio que se realizó en los años 60 (foto genérica).

Los gemelos fueron sometidos a numerosas pruebas, en las que se analizó una variedad de rasgos relacionados con la inteligencia y la personalidad. También fueron filmados y fotografiados.

Seckler recuerda cómo se sintió cohibida cuando los investigadores llegaron a su casa. «Mi madre estuvo de acuerdo porque se especializaba en psique y conocía la importancia de los estudios de desarrollo infantil», dice. «Pero el hecho de que fuera un estudio de gemelos…, no les dijeron la verdad».

Problemas en el camino

Desde el principio, el experimento tuvo problemas.

Nos pusimos en contacto con Lawrence Perlman, uno de los pocos investigadores que habló sobre su breve participación en el estudio cuando era estudiante de posgrado.

En su rol, visitaba a los gemelos, les hacía pruebas y los filmaba. Recuerda haberse sorprendido de lo similares que eran los gemelos separados.

«No solo la apariencia física, sino todas sus personalidades. Estaba bastante claro para mí que las influencias genéticas eran muy fuertes», dice.

Un joven par de gemelos, por ejemplo, amaba el ketchup, para el deleite de una madre adoptiva y la frustración de la otra, señala Perlman.

Kathy Seckler y su gemela Lori Pritzl comunicándose por video-llamada.

Kathy Seckler y su gemela Lori Pritzl tienen una relación amorosa, aunque a veces difícil, después de que se separaron al nacer y se reencontraron cuando eran adolescentes.

Los gemelos fueron colocados con familias cuidadosamente seleccionadas en función de varios factores clave, como la edad de sus padres, el nivel socioeconómico, la educación, la religión y sus otros hijos.

«Todos tenían un hermano mayor que había sido adoptado mediante Louise Wise, y ese era el gancho que tenían para lograr que los padres estuvieran de acuerdo», dice Perlman.

Y según Segal, también fue una forma de crear condiciones que fueran constantes entre las familias.

El estudio pronto se topó con problemas. Se acabaron los fondos y hubo preocupaciones éticas en la década de 1970 con respecto al consentimiento informado.

Se pidió retrospectivamente a los padres que firmaran formularios de consentimiento, pero algunos se negaron.

Hablé con Arthur Caplan, profesor de la Universidad de Nueva York y experto en ética médica, quien me dijo que el estudio se llevó a cabo en un momento en que las violaciones éticas en la investigación científica eran demasiado comunes y describió este estudio como un caso claro.

«Realmente podría causar un daño grave, ruptura matrimonial, batallas en el camino entre los niños y sus padres», dice Caplan. «El potencial de daño es real, el potencial de violación de los derechos básicos, absolutamente presente».

La distancia entre los gemelos también fue mal planificada, al igual que la probabilidad de que se conocieran más adelante en la vida.

Todos los niños fueron colocados en familias que vivían en el área metropolitana de Nueva York en un momento en que las comunidades estaban mucho más unidas de lo que están hoy.

Seckler y su hermana fueron adoptadas por familias que vivían en círculos sociales similares.

Viola Bernard aconsejó específicamente a ambos grupos de padres que no se lo dijeran a sus hijas, sugiriendo que podría ser «demasiado dañino», pero ofreció poco más a modo de explicación.

Otros gemelos que fueron separados también se reencontraron por casualidad, a menudo a través de conocidos mutuos, como fue el caso de los trillizos idénticos que se conocieron a los 19 años.

Nancy Segal ha estado investigando las repercusiones del estudio de gemelos del Centro de Desarrollo Infantil de Nueva York.

Nancy Segal ha estado investigando las repercusiones del estudio de gemelos del Centro de Desarrollo Infantil de Nueva York.

Científicamente, la investigación en sí fue fundamentalmente defectuosa. Perlman, mirando hacia atrás, dice que los datos que recopilaron sobre los niños eran «un desastre» y que el estudio no estuvo bien organizado.

Y Neubauer y su equipo nunca publicaron artículos científicos. «Realmente no parecían tener una comprensión de la forma correcta de manejarlo desde un punto de vista científico», dice Perlman. «Fueron amenazados con juicios y no se publicó nada».

Diferencia con los mellizos

El estudio no incluía mellizos, que habrían sido un grupo de control natural.

La comparación de gemelos con mellizos puede ayudar a desentrañar el papel de la genética frente al entorno.

Aun así, la agencia de adopción también colocó mellizos en familias separadas.

Hablamos con Allison Kanter, quien fue separada de su melliza.

Kanter también fue adoptada a través de Louise Wise y descubrió a su hermana recientemente después de ver un documental con la historia de los trillizos idénticos. La curiosidad la llevó a tomar una prueba de ascendencia genética.

«Recuerdo que sentí un escalofrío por todo el cuerpo y pensé: ‘Guau, ¿y si esto fuera real?'».

Hubo una coincidencia con alguien llamada Michelle Mordkoff. Se encontraron tan pronto como pudieron. Aunque breve, su relación fue profunda.

«Era como una parte de mí que siempre me faltaba y de la que nunca supe», dice Kanter.

«Cuanto más nos conocíamos, más nos dábamos cuenta de que éramos similares, ya sabes, emocionalmente y en cómo veíamos la vida y cómo vivíamos nuestra vida».

Solo unos años después, Mordkoff murió de cáncer de páncreas, lo que significa que las mellizas tuvieron menos de tres años juntas.

«Creo que siendo mellizas (…) sentimos que éramos daños colaterales en todo este esquema de Louise Wise. Ya sabes, no éramos idénticas. No iban a averiguar nada de nosotras que fuera igual que en celdas idénticas. Y simplemente nos hicieron a un lado», me dijo Kanter.

¿Fue, como cuestionó Kanter, todo por nada? ¿Qué sucedió con los datos que se recopilaron y por qué los otros participantes involuntarios siguen buscando respuestas reales sobre su participación en este desafortunado estudio?

Lo que vino después

Perlman solo trabajó en el proyecto durante 10 meses antes de que su incomodidad con el estudio lo llevara a buscar otro empleo.

Pero en los años que siguieron se preguntó qué había pasado. Solo aparecieron unos pocos informes de casos muy repetitivos que contenían escasos detalles.

Finalmente en 2004, Segal y Perlman se conocieron después de mantener correspondencia mientras cada uno de ellos buscaba respuestas. Juntos fueron a encontrarse con Neubauer, de 91 años, en su apartamento en la ciudad de Nueva York.

Incluso entonces, Neubauer no expresó ningún arrepentimiento. «Defendió la práctica diciendo que fue idea de Viola Bernard», dice Perlman.

«No iba a reconocer ninguna responsabilidad por haber hecho algo malo. Así que esa era su postura y se mantuvo firme. En nombre de la investigación científica, esencialmente explotaron a estas familias sin usar los datos».

Louise Wise Services, una agencia que alguna vez fue muy respetada, cerró en 2004 y pasó sus registros de adopción e investigación a otra agencia llamada Spence-Chapin.

Sin embargo, el control de los registros relacionados con el estudio pertenece a The Jewish Board of Family and Children ‘s Services. En un comentario que nos envió, la junta judía negó rotundamente cualquier responsabilidad por el estudio de Neubauer.

Un portavoz le dijo a la BBC: «Debido a las leyes de confidencialidad, y considerando la naturaleza extremadamente privada y personal de la información contenida en estos registros de estudio, tenemos acceso limitado a los registros de los propios sujetos del estudio».

Agregó que todos los sujetos vivos del estudio ahora son conscientes de su participación.

Una joven salta sobre su hermana gemela y ambas ríen

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Kathy Seckler lamenta no haber podido crecer junto a su hermana gemela (foto genérica).

Con el permiso de Seckler y Pritzl, solicité acceso a imágenes filmadas de ellas cuando eran niñas pequeñas, pero me dijeron que lo tenían que solicitar las gemelas.

Luego se les informó de que si tenían acceso, no podían compartir los archivos con nadie más, ya que pueden contener «información confidencial sobre personas que no sean los propios sujetos del estudio».

Debido al costo emocional de volver a visitar su pasado, las gemelas no quisieron seguir adelante.

Tal como está, los datos recopilados en el estudio permanecen sellados en la Universidad de Yale y no se pueden abrir hasta 2065.

Neubauer dispuso que los registros se bloquearan en Yale en 1990 y alegó que lo hizo para proteger a los gemelos.

«No lo creo ni por un minuto. Creo que lo hicieron para protegerse», dice Segal.

Caplan se pregunta si la razón fue simplemente para ocultar la incompetencia. «¿Por qué mantener los registros de la investigación en secreto? Creo que la única explicación que se me ocurre es la vergüenza».

Pero incluso aunque esos datos existan de alguna manera significativa, las preocupaciones éticas y la naturaleza defectuosa del estudio hacen que sea cuestionable su uso.

Segal, por ejemplo, enfatiza que este es un estudio que nunca debería haberse hecho en primer lugar.

«No sabemos mucho acerca de lo que hay allí. Y si tuviéramos acceso a él y lo publicáramos, ¿qué tipo de mensaje enviaría eso a los futuros investigadores?», plantea.

Una mano sostiene un álbum con fotos de Allison Kanter y Michelle Mordkoff

FUENTE DE LA IMAGEN – ALLISON KANTER/BBC

Allison Kanter pasó menos de tres años con su melliza Michelle Morkoff después de que crecieran en costas opuestas de EE.UU.

Para las familias, las preguntas persisten sin respuestas y el experimento ha arrojado una larga sombra. Nunca se ha hecho responsable a ningún individuo vivo.

Un legado no deseado del experimento es que brinda un ejemplo de cómo no se debe hacer ciencia y cuán importantes son las consideraciones éticas en cada etapa.

Seckler, en un frente personal, espera que contar su historia haga que los dolorosos giros y vueltas de su descubrimiento sean más fáciles de soportar.

Hasta hace poco, cuando la gente se enteraba de que era una gemela, generaba preguntas inevitables como: «Oh, debe haber sido muy divertido crecer juntas, ¿se vestían igual, se veían igual…?».

Seckler dice que a menudo era más fácil no volver a remover la confusión emocional de la historia.

«Mentía y decía ‘oh sí, nos vestimos diferente’. Tenía que continuar con el legado de esta hermana secreta, ha sido difícil», dice.

«Así que estoy un poco contenta de que, con suerte, la gente vea esto y difunda la historia».

Si bien el estudio puede haber intentado desentrañar el papel de los genes y el medio ambiente en sus identidades, tuvo un costo en sus vidas, y en la de sus familias, que es difícil imaginar.

Encontrar a sus hermanos idénticos secretos cambió sus vidas para siempre.

Los trillizos involucrados en el estudio lidiaron con problemas de salud mental durante años después de su descubrimiento (aunque también tuvieron problemas psiquiátricos cuando eran adolescentes) y uno de ellos se suicidó.

Se cree que su madre biológica tenía antecedentes de problemas de salud mental.

También se cree que otra mujer gemela, que fue separada pero no estudiada, se suicidó: su familia biológica también tenía antecedentes de depresión.

Si bien las experiencias estresantes no necesariamente causan problemas de salud mental, el estrés severo puede exacerbar los problemas de salud mental anteriores, especialmente para aquellos que tienen una predisposición genética.

Otros han experimentado ira, tristeza y arrepentimiento por su participación en el experimento. Para algunos, afectó las relaciones con sus padres adoptivos. Y, sobre todo, afectó la relación con su gemelo.

«Nunca pudimos volver hacia atrás porque éramos gemelas, pero no éramos hermanas», agrega Seckler.

«No crecimos juntas e incluso hasta el día de hoy ha sido una parte muy difícil de nuestra relación».

Sobre todo, ha dejado a los involucrados haciéndose una pregunta profunda sobre el tema mismo de la investigación prevista: ¿qué tanto fue impactada su naturaleza por aquellos que los dividieron?

Imagen de portada: Kathy Seckler tenía 16 años cuando descubrió algo inesperado que cambió su vida por completo: tenía una hermana gemela.

FUENTE RESPONSABLE: Melissa Hogenboom; BBC Future. 20 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/Educación/Infancia/Familia/Derechos del Niño

 

 

 

Celibato: las sorprendentes ventajas evolutivas de la práctica (y los intereses económicos que puede esconder).

¿Por qué alguien se uniría a una institución que prohíbe la vida familiar y exige el celibato?

En definitiva, la reproducción está en el corazón mismo de nuestra propia evolución. Sin embargo, muchas instituciones religiosas de todo el mundo exigen el voto de castidad.

La práctica llevó a los antropólogos a preguntarse cómo pudo haber evolucionado el celibato en primer lugar.

Algunos sugirieron que las prácticas que tienen un alto costo para las personas, como no tener nunca hijos, pueden surgir cuando las personas se ajustan ciegamente a las normas que benefician a un grupo, ya que la cooperación es otra piedra fundamental de la evolución humana.

Otros argumentaron que las personas crean instituciones religiosas (o de otro tipo) porque sirven a sus propios intereses egoístas o familiares y rechazan a quienes no se involucran.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en la Royal Society Proceedings B y realizado en el oeste de China, aborda esta pregunta fundamental al estudiar el celibato religioso de por vida en los monasterios budistas tibetanos.

Hasta hace poco, era común que algunas familias tibetanas enviaran a uno de sus hijos pequeños al monasterio local para que se convirtiera en un monje célibe de por vida.

Históricamente, hasta uno de cada siete niños se convertía en monje. Las familias suelen citar motivos religiosos para tener un monje en la familia. Pero ¿hubo también consideraciones económicas y reproductivas?

Estructura familiar patriarcal

En colaboración con la Universidad de Lanzhou en China, se entrevistaron 530 hogares en 21 aldeas en la parte oriental de la meseta tibetana, en la provincia de Gansu.

Se reconstruyeron genealogías familiares, reuniendo información sobre la historia familiar de cada persona y si alguno de sus familiares era monje.

Estos pueblos están habitados por tibetanos patriarcales Amdo que crían cabras y yaks (una especie de ganado domesticado de pelo largo) y cultivan pequeñas parcelas de tierra. Generalmente la riqueza se transmite de padres a hijos hombres en estas comunidades.

Monjes tibetanos en la calle.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Los hombres con un hermano monje eran más ricos y poseían más yaks. Pero había poco o ningún beneficio para las hermanas de los monjes. Es probable que se deba a que los hermanos compiten por los recursos de los padres, la tierra y el ganado.

Como los monjes no pueden tener propiedades, al enviar a uno de sus hijos al monasterio, los padres ponen fin a este conflicto fraternal. Los hijos primogénitos generalmente heredan la casa de los padres, mientras que los monjes suelen ser los segundos o terceros hijos.

Sorprendentemente, los hombres con un hermano monje tenían más hijos que los hombres con hermanos no célibes y sus esposas tenían hijos a una edad más temprana.

Los abuelos con un hijo monje también tenían más nietos ya que sus hijos no célibes tenían poca o ninguna competencia con sus hermanos.

La práctica de enviar un hijo al monasterio, lejos de ser costosa para los padres, estaría en línea con los intereses reproductivos de los padres.

Modelo matemático del celibato

Esto sugiere que el celibato puede evolucionar por selección natural.

Para conocer más detalles se construyó un modelo matemático de la evolución del celibato, donde se estudiaron las consecuencias de convertirse en monje en el desarrollo evolutivo de un hombre, el de sus hermanos y de otros miembros de la comunidad.

Niños en el condado Amdo en el Tibet.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Una consecuencia directa de la existencia de monjes es que hay menos hombres compitiendo por casarse con mujeres en el pueblo.

Pero si bien todos los hombres de la aldea podrían beneficiarse si uno de ellos se convierte en monje, la decisión del monje no favorece su propia evolución. Por lo tanto, el celibato no debería prosperar.

Sin embargo, esa situación cambia si tener un hermano que es monje hace que los hombres sean más ricos y, por lo tanto, más competitivos en el mercado matrimonial.

Ahora, el celibato religioso puede evolucionar por selección natural porque, mientras el monje no está teniendo hijos, está ayudando a sus hermanos a tener más.

Es importante destacar que si la elección de convertirse en monje depende del propio niño, entonces es un acto poco frecuente. Desde la perspectiva de un individuo, no es muy ventajoso.

Un sacerdote católico.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

En el modelo, el celibato se vuelve mucho más común solo si son los padres quienes deciden qué debe suceder con la vida de sus hijos.

Los padres obtienen beneficio de todos sus hijos, por lo que enviarán a uno al monasterio siempre que haya una ventaja para los demás.

El hecho de que los niños fueran enviados al monasterio a una edad temprana con mucha celebración y luego enfrentados a la deshonra si abandonaban más tarde su rol, sugiere una práctica cultural moldeada por los intereses de los padres.

Este modelo también podría aclarar la evolución de otros tipos de favoritismo de los padres en otros contextos culturales, incluso el infanticidio.

Monjas de espaldas.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Y un marco similar podría explicar por qué las mujeres célibes (monjas) son raras en sociedades patriarcales como el Tíbet, pero podrían ser más comunes en sociedades donde las mujeres compiten más entre sí, por ejemplo, donde tienen más derechos de herencia (como en partes de Europa).

Suele sostenerse que la difusión de nuevas ideas, incluso las irracionales, pueden resultar en la creación de nuevas instituciones a medida que las personas se ajustan a un nuevo estándar.

Pero puede ser que las instituciones también puedan ser moldeadas por las decisiones reproductivas y económicas de las personas.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: The Conversation. Por Ruth Mace y Alberto Micheletti.*Ruth Mace es profesora de Antropología de UCL y Alberto Micheletti es investigador en UCL.  2 de julio 2022.

Esta nota fue publicada originalmente en The Conversation

Sociedad y Cultura/Historia/Antropología/Familia

 

Rescatan bajo una escalera en Nueva York a niña que llevaba casi 3 años desaparecida.

La pequeña Paislee Shultis fue vista por última vez hace más de dos años y no se supo más de su paradero. Hasta ahora.

La niña de 6 años fue encontrada con vida en un espacio secreto debajo de una escalera, en una casa de la ciudad de Saugerties, en el estado de Nueva York, informó la policía.

Estaba bien de salud y fue entregada a su tutor legal, donde está ahora junto a su hermana mayor.

Sus padres habían perdido su custodia, pero decidieron sustraerla de su nuevo hogar y mantenerla oculta. Ahora están acusados de interferir con su custodia legal y poner en peligro el bienestar de la menor.

Un hallazgo inesperado

Paislee fue reportada como desaparecida en el condado de Tioga, Nueva York, en julio de 2019, cuando tenía 4 años.

Las autoridades en ese momento creían que había sido secuestrada por sus padres, Kimberly Cooper, de 33 años, y Kirk Shultis Jr., de 32.

Después de recibir información de que Paislee estaba retenida en un lugar oculto en la ciudad de Saugerties, la policía obtuvo una orden para registrar una casa.

La propiedad fue intervenida por las autoridades en múltiples ocasiones, sin encontrar nada.

El abuelo de la niña, Kirk Shultis Sr., es el propietario de la casa y estaba allí cuando la policía realizó las búsquedas. Aseguraba que no tenía conocimiento del paradero de Paislee.

Pero en la última intervención el lunes, uno de los detectives, Erik Thiele, notó que las escaleras que conducían al sótano de la casa se veían extrañas.

Enfocó su linterna a través de una grieta en los escalones de madera y notó que había una manta. Decidió quitar varios escalones y se vieron un par de pies pequeños.

El espacio bajo la escalera

FUENTE DE LA IMAGEN – POLICÍA DE SAUGERTIES

Una vez que retiraron varias tablas de las escaleras, los agentes encontraron a Paislee y su madre escondidas en lo que la policía describió como un espacio «pequeño, frío y húmedo».

Paislee fue examinada por paramédicos y determinaron que goza de buena salud.

Sustracción de menores

Siendo padres biológicos de la niña, Cooper y Kirk Shultis Jr. habían perdido la custodia de ella y su hermana mayor antes de la desaparición de la menor.

La policía cree que ese fue el motivo del secuestro de Paislee.

«Creemos que alguien informó a los padres que el tutor legal y los funcionarios del condado habían recogido a la niña mayor en ese momento y eso hizo que los padres se llevaran a Paislee y huyeran», le dijo el jefe de policía de Saugerties, Joseph Sinagra, al canal WNYT.

Los padres y el abuelo de la niña fueron arrestados y acusados de la desaparición de Paislee.

Los dos hombres quedaron en libertad, a la espera de juicio. La señora Cooper, por el contrario, tenía una orden de arresto pendiente y quedó detenida en la cárcel del condado de Ulster.

Hay una investigación en curso y hay más arrestos pendientes, informó la policía.

La mayoría de los niños desaparecidos en EE.UU. son encontrados de manera segura después de un período relativamente corto, según el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.

Pero la institución alerta que, en los casos de sustracción familiar, los niños suelen estar desaparecidos por un período más largo, en promedio más de 10 meses.

Imagen de Portada: Policía de Saugerties

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. Febrero 2022

Sociedad y Cultura/EE.UU./Infancia/Familia

 

Por qué cada vez hay más hijos que cortan la relación con sus padres para mejorar su salud mental.

Muchas personas deciden cortar la relación con su familia debido a que hay un acto de violencia o de abuso.

Fue una conversación acalorada sobre temas raciales lo que hizo que Scott cortara cualquier contacto con sus padres en 2019.

Su madre le hizo saber su desconcierto por que apoyara en redes sociales a los grupos que luchaban por los derechos civiles.

Según Scott, ella profirió «insultos racistas muy desagradables» que su hijo de 8 años pudo escuchar.

«Hubo un sentimiento de control paternal de ‘no puedes decir una cosa así delante de mi hijo’, esa no es la manera como yo quiero criarlos», explica Scott, quien es padre de dos niños y vive en el norte de Europa.

Pero él señala que la gota que rebasó la copa fue cuando su padre intentó defender el punto de vista de su madre con un correo electrónico, que incluía un enlace que llevaba a un video de un supremacista blanco.

Scott estaba desconcertado por el hecho de que sus padres no pudieran comprender la realidad de las personas que son victimizadas por sus orígenes, especialmente dada la historia de su propia familia.

«Les dije ‘esto es una locura, ustedes son judíos. Muchos familiares suyos murieron en Auschwitz'».

No era la primera vez que Scott tenía una discusión de este calibre con sus padres. Pero decidió que sí sería la última vez.

Si bien no hay datos específicos, hay una percepción creciente y generalizada entre los psicólogos y sociólogos de que esta ruptura de relaciones entre padres e hijos está al alza en los países de Occidente.

Conocido técnicamente como «alejamiento» o «distanciamiento», la definición sobre este término difiere un poco entre los expertos, pero la mayoría está de acuerdo en usarlo en situaciones en las que una persona corta cualquier comunicación con uno o más miembros de la familia. 

Ese distanciamiento se prolonga en el largo plazo, incluso si aquellos de los que han tratado de separarse intentan reestablecer una conexión.

Familia separada

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

La pandemia de covid-19 ha acrecentado el alejamiento familiar.

«Decir ‘se terminó’ con un familiar es un fenómeno muy potente y distinto», le dice a la BBC Karl A. Pillemer, profesor de Desarrollo Humano en la Universidad de Cornell, en EE.UU.

«Es diferente de peleas familiares, de situaciones conflictivas o emocionalmente distantes, porque estas incluyen o se mantiene algún tipo de contacto», agrega.

Después de darse cuenta de que había pocos estudios importantes sobre alejamiento familiar, Pillemer logró realizar una gran encuesta en 2020 para su libro «La línea divisoria: familias fracturadas y cómo repararlas».

La encuesta mostró que una de cada cuatro personas en EE.UU. afirmó estar alejada de al menos un familiar.

Resultados similares emergieron de otra encuesta hecha en Reino Unido, que sugiere que este fenómeno afecta a una de cada cinco familias en el país.

Mientras tanto, académicos de Australia y Canadá señalaron que han visto una «epidemia silenciosa» de rupturas familiares de este tipo en los últimos años.

Ahora, en redes sociales, hay una explosión de grupos de apoyos online para aquellos hijos -ya adultos- que han escogido alejarse de sus familiares. En uno del que hace parte Scott hay más de mil miembros.

«Creo que cada vez tenemos más miembros. Es algo que se está volviendo cada día más común», señala Scott.

El hecho de que el alejamiento entre padres y sus hijos adultos parezca estar aumentando -o al menos, se habla mucho más de ello- se puede deber a una compleja red de factores culturales y psicológicos.

GETTY IMAGES – 

“Decidir qué personas mantener cerca o lejos se ha convertido en una importante estrategia de vida»

Joshua Coleman

Psicólogo

Y la tendencia a que cada día haya más casos plantea múltiples preguntas sobre el efecto que esto tiene en las personas y en la sociedad.

Experiencias del pasado y valores actuales.

Aunque las investigaciones sobre este tema son limitadas, la mayoría de los alejamientos o rupturas entre padres y un hijo adulto son iniciadas por los hijos, de acuerdo con la investigación hecha por el psicólogo Joshua Coleman, quien escribió el libro «Las reglas del alejamiento: por qué los hijos rompen los lazos con sus padres (y cómo sanar esa ruptura)».

De acuerdo con Coleman, una de las razones más comunes para estos alejamientos son hechos de violencia ocurridos en el pasado o que se pueden dar en el presente, ya sean verbales, emocionales, físicos o sexuales.

El divorcio es otro factor que influye en esta decisión, que puede darse por distintos motivos, desde ponerse del lado de uno de los padres hasta la presencia de nuevos miembros de la familia como padrastros, madrastras y hermanastros, quienes pueden ser vistos como una fuente de divisiones sobre temas financieros o emocionales.

Las disputas sobre valores, como le ocurrió a Scott, también se están convirtiendo en factor importante.

Un estudio publicado el pasado mes de octubre por Coleman y la Universidad de Wisconsin mostró que desacuerdos en valores fueron mencionados por una entre cada tres madres que están alejadas de sus hijos.

A esto se suma una investigación hecha por el profesor Pillemer donde se resalta que los desacuerdos en valores son un «factor mayor» de los alejamientos entre familiares, con conflictos en temas como «militancia sobre diversidad sexual, diferencias religiosas y estilos de vida alternativos».

Niño le grita a sus padres

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La diferencia de valores políticos o religiosos han hecho que muchas personas se alejen de sus familiares.

Ambos expertos señalan que esto se debe en parte al incremento de la polarización política y cultural que se ha visto en los últimos años.

En EE.UU. una encuesta de la empresa Ipsos marcó un aumento de las peleas familiares después de las elecciones de 2016, mientras que académicos de la Universidad de Stanford ya habían señalado en 2012 basados en un estudio, que una gran parte de los padres en el país podría sentirse infeliz si sus hijos se casaban con alguien que apoyara un partido político rival.

A eso se le suma un estudio en Reino Unido que señala que una de cada diez personas ha discutido con un familiar sobre el Brexit.

«Estos estudios ponen de relieve que la identidad se ha convertido en un gran determinante para decidir sobre quién tener cerca o con quién romper relaciones», dice Coleman.

Scott señala que él nunca ha discutido sus preferencias de voto con sus padres, pero su decisión de alejarse de ellos fue influenciada en parte por que tanto él como su esposa han llamado la atención sobre temas sociales tales como los movimientos Black Lives Matter y #MeToo.

Y agrega que otras personas en su grupo de apoyo online se han alejado de sus padres también por desacuerdos en temas de valores relacionados con la pandemia, como por ejemplo padres que rechazan vacunarse y discusiones por teorías conspirativas sobre el origen del virus.

El factor de salud mental.

Los expertos creen que el aumento de consciencia sobre la salud mental y lo tóxica que puede llegar a ser la relación con un familiar violento, también han impactado en el número de esos alejamientos.

«Si bien los conflictos familiares o aislarse del entorno familiar no es algo nuevo, conceptualizar el acto de ruptura hacia un miembro de la familia es una expresión de crecimiento personal, y así como es algo común hacerlo en estos días, también es un fenómeno nuevo», anota Coleman.

«Decidir qué personas mantener cerca o lejos se ha convertido en una importante estrategia de vida», agrega.

Sam, quién está en sus 20 y vive en Reino Unido, afirma que creció en un hogar poco confortable donde ambos padres bebían en exceso.

Ella decidió hace poco dejar de hablar con ellos después de abandonar su casa para irse a estudiar en la universidad. Y afirma que tomó esa decisión después de ver a su padre violentar de manera verbal a su primo de 6 años durante un funeral.

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Hoy día nada ata a un adulto con sus padres más allá del deseo del hijo de tener una relación con ellos»

Joshua Coleman

Psicólogo

La terapia le ha ayudado a reconocer sus propias experiencias como «mucho más que una paternidad no adecuada» y procesar el impacto psicológico que ha tenido en ella.

«Entendí que ‘abuso’ y ‘negligencia’ eran palabras que describían mi niñez. Solo porque nunca me golpearon no significa que no me hayan lastimado».

Ella está de acuerdo con Coleman en que ahora «está más aceptado socialmente alejarse de tus familiares».

«Los temas de salud mental se hablan mucho más y por eso es más fácil decir ‘estas personas no me hacen bien’. Creo que las personas ahora tienen más confianza en poner sus propios límites y decirle ‘no’ a la gente».

El aumento del individualismo.

Coleman argumenta que el enfocarnos más en nuestro bienestar mental ha ocurrido en paralelo con otras tendencias, como una inclinación hacia la «cultura del individualismo».

Para él, muchos de nosotros somos mucho menos dependientes de los familiares que otras generaciones.

«No necesitar a un miembro de la familia como apoyo significa que con quién elegimos pasar el tiempo se basa más en nuestras identidades y aspiraciones de crecimiento que en la supervivencia o la necesidad», explica Coleman.

«Hoy día nada ata a un adulto con sus padres más allá del deseo del hijo de tener una relación con ellos», concluye.

Además, el aumento de oportunidades de vivir y trabajar en distintas ciudades o incluso países lejos de las familias puede ayudar en este rompimiento, por el simple hecho de la distancia física.

«Ha sido mucho más fácil para mi mudarme de lo que hubiera sido hace 20 años», señala Faizah, británica con raíces asiáticas que ha evitado vivir en la misma zona que sus padres desde 2014.

Ella confiesa que cortó la relación con sus padres debido a su comportamiento controlador que incluía prohibirle que fuera a entrevista de trabajo, influenciar con quién se veía y con quién no y en presionarla para que se casara una vez terminó sus estudios.

Familia se abraza

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

El alejamiento, aunque es difícil de transitar, puede no ser permanente, ya que las personas pueden reconciliarse con éxito.

«No respetaban mis límites. Y yo solo quería tener control sobre mi vida y tomar las decisiones en total libertad».

El impacto del alejamiento.

Hay varios impactos positivos en aquellos adultos que se han alejado de lo que creen era una relación dañina con sus padres.

«La investigación señala que la mayoría de los que han tomado la decisión han dicho que ha sido por el bien de todos», dice Coleman.

Pero, si bien se mejora la salud mental y se percibe una mayor libertad, también hay otros factores que aparecen cuando una persona decide alejarse de un familiar.

Pillerman afirma que esta decisión también puede causar sensación de inestabilidad, humillación y estrés.

«Para muchos el cortar una relación familiar también puede ser visto como una pérdida», explica.

«Además de que se pierden los beneficios de pertenecer a una familia: apoyo material, por ejemplo, y la sensación de no pertenecer más a un grupo estable de personas que se conocen bien», añade.

Durante la pandemia, sentimientos de soledad y estigma también se vieron exacerbados para las personas que decidieron alejarse de sus padres.

Mientras que el auge de las videollamadas les permitió a muchas familias sentirse más cerca y estar en contacto, un estudio en Reino Unido sugiere que los adultos que cortaron sus relaciones con sus familias se sintieron mucho más conscientes de estar fuera de ella durante los estrictos confinamientos.

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“Si la relación anterior era relativamente cercana (o al menos no conflictiva), creo que hay evidencia de que muchos miembros de la familia pueden restaurar la relación»

Karl A. Pillemer

Profesor, Universidad Cornell.

Otros estudios apuntan que la Navidad y otras festividades son un desafío para las personas que deciden romper el vínculo con sus familias.

«Yo tengo mi familia y a mi pareja y mis amigos más cercanos, pero nada reemplaza esas tradiciones que tenías con tus padres», señala Faizah.

Ahora en sus 30, a ella la fiesta musulmana de Eid al-Fitr le resulta particularmente difícil, a pesar de que se distanció de la religión de su familia.

«Es muy difícil. Me siento sola. Extraño la comida que hacía mamá», admite.

La elección de no permanecer en contacto con los padres también puede tener un efecto sobre los lazos y tradiciones familiares futuros.

«Para mí, el mayor arrepentimiento es que mis hijos crecieron sin abuelos», dice Scott. «Fue una elección que hice, pero a la vez siento que mis hijos se están perdiendo a sus abuelos».

Por supuesto, todo esto también tiene un impacto en los padres que, a menudo de forma involuntaria, han sido excluidos de la vida de sus hijos, y potencialmente de sus nietos.

«La mayoría de los padres se sienten miserables por ello», indica Coleman.

Además de perder su propio equilibrio en la unidad familiar tradicional, por lo general «afirman sentir profundos sentimientos de pérdida, vergüenza y arrepentimiento», señala el investigador.

Scott dice que su madre intentó llamarlo recientemente. Pero él le envió un mensaje de texto diciéndole que solo consideraría restablecer el contacto con sus hijos si ella reconocía que sus comentarios habían sido «horriblemente racistas» y se disculpaba.

Hasta ahora, ella no ha hecho eso.

«Incluso si todas esas cosas sucedieran, siempre limitaría lo que les digo sobre mi vida y ciertamente supervisaría cualquier visita con los niños. Desafortunadamente, no veo que suceda nada de eso».

Mujer con bebè.

FUENTE DE LA IMAGEN – ALEJANDRO MILLAN

Los niños también pueden verse afectados por lazos rotos, ya que pierden las relaciones con sus abuelos.

¿Salvar las diferencias?

Con las divisiones políticas en el centro del escenario en muchos países, así como con el creciente individualismo en las culturas de todo el mundo, muchos expertos creen que la tendencia de «ruptura» entre padres e hijos se mantendrá.

«Mi predicción es que empeorará o seguirá igual», anota Coleman.

«Las relaciones familiares se basarán mucho más en buscar la felicidad y el crecimiento personal, y menos en enfatizar el deber, la obligación o la responsabilidad», señala.

Sin embargo, Pillemer sostiene que no deberíamos descartar intentar salvar las diferencias, en particular las que se derivan de temas políticos o valores opuestos (en total contraposición a comportamientos violentos o dañinos).

«Si la relación anterior era relativamente cercana (o al menos no conflictiva), creo que hay evidencia de que muchos miembros de la familia pueden restaurar la relación. Sin embargo, implica acordar una ‘zona desmilitarizada’ en la que no se puede discutir la política «, afirma.

Para su libro, Pillerman entrevistó a más de 100 personas alejadas que se habían reconciliado con éxito, y descubrió que el proceso fue en realidad descrito por muchos como «un motor para el crecimiento personal».

Madre e hija

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

«Por supuesto que no es para todos, pero para varias personas, cerrar una brecha, incluso si la relación fue imperfecta, fue una fuente de autoestima y orgullo personal».

Sostiene que se necesitan estudios más detallados sobre el tema del alejamiento para sacarlo aún más «de las sombras y ponerlo a la luz clara de la discusión abierta».

«Necesitamos investigadores para encontrar mejores soluciones, tanto para las personas que desean reconciliarse como para ayudar a lidiar con personas en alejamientos permanentes».

Scott da la bienvenida al creciente interés en las rupturas de adultos con sus padres.

«Creo que ayudará a mucha gente. Todavía existe un gran estigma en torno al alejamiento. Vemos estas preguntas en el grupo con frecuencia: ‘¿Qué le digo a la gente sobre esto?».

Pero afirma que es poco probable que se reconcilie con sus propios padres, a menos que reconozcan que han sido racistas.

«La idea es que ‘la sangre es más espesa que el agua’, quiero decir, eso es genial si tienes una familia genial, pero si estás cargado de gente tóxica, simplemente no es factible», concluye.

Scott, Sam y Faizah usan un solo nombre para proteger su privacidad y la de sus familias.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: BBC Future. Por Maddy Savage. Diciembre 2021.

Sociedad y Cultura/Sociedad/Salud Mental/Familia

La rivalidad entre hermanos cuando son niños (y por qué a veces llega hasta la edad adulta).

Cuando Roseanne era pequeña cuenta que habían muchos conflictos entre ella y sus hermanos gemelos, casi 3 años más jóvenes.

«Eran una pareja, un equipo, así que siempre eran dos contra uno», asegura Roseanne, quien tiene 46 años, es madre y vive en Nueva Jersey, EE.UU.

Según ella, parte de ese conflicto perdura incluso ahora y ocasionalmente puede parecer que nada ha cambiado desde la infancia.

«Éramos muy diferentes. Simplemente parecía que estábamos en mundos distintos y creo que eso es parte del problema con mis dos [hijos] ahora».

Roseanne tiene un hijo de 16 años y una hija de 14 que no se llevan bien desde que estaban en la guardería.

«La disputa es agotadora», describe. «Durante mucho tiempo, hemos evitado hacer cosas juntos como familia porque simplemente no queremos escucharlos. No podemos sentarnos a la mesa durante 10 minutos [sin que se agredan]. Cada uno está constantemente pendiente del otro, haciendo comentarios y presionando».

Hermanos con aparatos electrónicos.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Los hermanos pelean. Y como sabe casi cualquier persona que tenga un hermano, es común algún tipo de rivalidad.

«Los niños tienen mucha menos capacidad que los adultos para reflexionar sobre lo que les molesta o para controlar sus impulsos. Entonces, como todos sabemos, pelean mucho», asegura el doctor Raymond Raad, cofundador de RIVIA Mind, un centro de salud mental en la ciudad de Nueva York.

En muchas familias, las peleas entre hermanos son educativas. Ayudan a los niños a aprender a manejar los conflictos y les permite interactuar mejor con los demás.

Para algunos, la rivalidad disminuye en la edad adulta y se convierte en algo de lo que reírse en las fiestas familiares.

Pero para otros, permanece.

Una encuesta de 2.000 adultos en Reino Unido, en el marco de una promoción para el programa de televisión Succession (en el que se muestra una rivalidad constante entre hermanos), mostró que más de la mitad de los consultados todavía siente que está compitiendo con sus hermanos.

El 51% de estos adultos dice tener una relación competitiva con sus hermanos que perdura en el tiempo. Y esa competencia es prácticamente por todo, desde la propiedad de la vivienda hasta quién es el anfitrión de las reuniones familiares.

Algunos expertos coinciden en que estos conflictos se prolongan.

Hermanos jugando al basquet.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

La rivalidad entre hermanos parece no sorprender durante la infancia. Pero muchos, como Roseanne, todavía experimentan el conflicto, incluso después de que todos los hermanos se mudaran del hogar que compartían.

¿Por qué se mantiene esta competencia? ¿Podremos superarla alguna vez?

Comparación y conflicto

«Como seres humanos, estamos orientados a la comparación», explica Shawn D. Whitehead, profesor de desarrollo humano y estudios familiares en la Universidad Estatal de Utah, en EE.UU.

«Los hermanos proporcionan un punto de comparación natural. Están en tu hogar, creciendo contigo, generalmente tienen una edad parecida. Están en el mismo entorno y en la misma casa, por lo que nos proporcionan una buena medida comparativa», describe.

Por ejemplo, es fácil para los hermanos comparar su éxito académico o atlético, o disputar quién es el niño «favorito», ya que a menudo tienen experiencias similares (como asistir a las mismas escuelas). Y cuanto más cerca están las edades de los niños, más intensa puede ser la rivalidad.

Esta inclinación natural a compararnos con otras personas puede ser un gran impulsor de la competencia entre hermanos, especialmente porque ellos tienden a ser las personas con las que pasamos más tiempo durante la infancia y, posteriormente, las que más conocemos, dice Raad.

Puede parecer «natural» que hermanos en los mismos entornos con pasatiempos similares se enfrenten. Sin embargo, los hermanos que no compiten en las mismas actividades también encuentran formas de competir.

Whitehead dice que algunos hermanos tratan de diferenciarse en un esfuerzo por reducir la competencia, especialmente si tienen una edad similar a la de sus hermanos. «Eso, en teoría, reduciría la rivalidad», dice Whitehead. «Pero la investigación arroja resultados mixtos».

Eso concuerda con la experiencia de Roseanne, tanto con sus propios hermanos como con sus hijos. Ella dice que ser diferentes es un factor importante del conflicto.

La hija de Roseanne tiene talento atlético, mientras que su hijo es dotado académicamente. La mujer asegura que, dado que su hija debe esforzarse mucho más para tener buenas calificaciones, sus diferencias se han convertido en un constante punto de discordia entre los hermanos.

«Muchos maestros e incluso algunos miembros de la familia siempre comentan lo inteligente que es mi hijo», cuenta Roseanne. «Sé que es un punto de presión para mi hija».

Dos hermanas a punto de correr.

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También es común que la competición se intensifique en la adolescencia, opina Raad, ya que «los padres o los entornos escolares o deportivos crean la expectativa de que todo es una competencia».

Pero incluso cuando los hermanos desarrollan identidades independientes más tarde en la vida, las diferencias pueden continuar generando competencia y conflicto, especialmente con hermanos y hermanas que se criaron en el mismo hogar, pero terminaron siendo muy diferentes entre sí.

Incluso si sus caminos se bifurcan, afirma Raad, «eso no significa que no pelearán por cosas más adelante en la vida».

El factor de equidad

Otro factor importante de la rivalidad entre hermanos es la equidad, una idea que, según Whitehead, es muy importante para los niños.

«Es más probable que los padres otorguen privilegios a los niños más pequeños antes de haberlo hecho con los niños mayores», añade.

«Como padre, cuando le dices a un niño de 12 años, ‘puedes quedarte despierto hasta los 10’, es probable que el otro niño de 10 años también lo haga, porque [los padres] no quieren pelear».

Hermanos peleando en el auto.

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Cuando los niños más pequeños obtienen el permiso antes que un hermano mayor, «eso puede hacer que el mayor sienta que las cosas no son justas. Eso crea conflicto», agrega Whitehead.

Y resulta que los hermanos no necesariamente «superan» ese deseo de justicia y eso sigue siendo uno de los factores que pueden llevar la rivalidad entre hermanos a la edad adulta, dice Raad.

«Entre las personas que tienen conflictos, parece haber un pensamiento implícito de que venimos del mismo lugar, de la misma familia, por lo que es justo que seamos similares, pares», afirma.

«Los problemas surgen cuando uno de los hermanos siente que algo es injusto en su vida. Existe la percepción de que uno de ellos es más bonito, más inteligente, más exitoso, y le da al otro la sensación de que la genética se ha distribuido de manera desigual», detalla.

En la edad adulta, la cuestión de la equidad entre hermanos se aplica a cosas como el éxito profesional, qué tan felices son las personas en sus matrimonios, etc., añade Raad.

«A diferencia de los amigos, donde puedes decir, ‘oh, somos tan diferentes, venimos de lugares tan distintos’, existe la idea de que como los hermanos tienen el mismo origen, debería estar en el mismo lugar», analiza.

Una suave motivación

Sin embargo, cierta rivalidad entre hermanos adultos no es necesariamente del todo mala.

Más de una cuarta parte de los encuestados de OnePoll dice que compite con sus hermanos y hermanas por sus objetivos profesionales y para el 15%, la rivalidad los ha motivado en sus carreras.

Para casi dos de cada 10 adultos existe una fuerte creencia de que la rivalidad entre hermanos los ha llevado a lograr más en sus vidas. Entonces, una cierta rivalidad puede ser saludable y simplemente natural.

Dos hermanos con traje expresando una mirada de rivalidad.

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Pero no es un hecho que todos los grupos de hermanos compitan por el resto de sus vidas. Para muchos, la lucha se desvanece a medida que se vuelven adultos.

Los expertos coinciden en que no hay ninguna razón por la que la rivalidad entre hermanos desaparece en algunas familias y persiste en otras.

«El mejor predictor de tu relación adulta es la infancia, pero también hay espacio para el cambio», cree Whitehead.

La intensidad de una rivalidad puede desvanecerse con el tiempo y la distancia, por lo que los hermanos que terminan viviendo lejos geográficamente o que no se ven con tanta frecuencia, naturalmente pueden chocar menos, opina.

La cantidad de cambios que experimenta una familia también puede afectar las rivalidades, agrega.

«Vemos cambios en torno a los grandes eventos como cuando alguien se casa, tiene un hijo, pierde a un padre. Todos ellos pueden ayudar a reorientar las relaciones», enumera.

Cuando grupos de hermanos son protagonistas, esos grandes momentos pueden unirlos y ayudar a derribar las barreras.

Pero, en última instancia, dice Whitehead, el factor determinante por el cual las familias superan la rivalidad es la personalidad.

«La relación entre hermanos es única y multifacética», describe «y a menudo hay tantas diferencias dentro de las familias como entre ellas».

Sin embargo, los expertos sugieren que los padres pueden ayudar a los niños pequeños a reducir la rivalidad natural y protegerlos de enfrentamientos más graves en el futuro.

«Los padres deben modelar las habilidades sociales y de resolución de problemas», asegura Raad.

«Puedes tener un conflicto en tu casa, eso es saludable, pero ser capaz de modelar cómo abordar ese conflicto sin que se intensifique ayudará a tus hijos en el futuro», puntualiza.

Hermanas mujeres adultas.

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Alentar a los hermanos a formar relaciones cercanas en la edad adulta, incluso si eso significa una discusión ocasional, puede marcar una diferencia significativa.

«Esas relaciones realmente duran toda la vida», dice Whitehead. Y cuando nos volvemos adultos mayores «nuestros hermanos se vuelven aún más importantes para nosotros. Cuando nuestros padres se van, son la última conexión que tenemos con nuestra familia de origen».

«Había mucha tensión entre mis hermanos y yo en nuestra casa mientras crecíamos», recuerda Roseanne. «Pero ahora, estamos juntos, enviamos mensajes de texto y charlamos sobre mi madre, ese tipo de cosas, y me he acercado a al menos uno de ellos, aunque me tomó mucho tiempo».

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FUENTE RESPONSABLE: BBC Worklife noviembre 2021. Por Kate Morgan.

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