Por qué el genoma humano realmente nunca se ha descifrado por completo (y qué se está haciendo para lograrlo).

Se lo calificó como uno de los hitos científicos más importantes de la historia: el Proyecto del Genoma Humano.

Fue lanzado en 1990 por un consorcio internacional de científicos con un costo de US$3.000 millones.

Su objetivo era determinar la secuencia de los 3.200 millones de pares de bases (o letras) que componen el ADN de un ser humano: toda su información hereditaria y las instrucciones para construir y mantener el funcionamiento de sus células, tejidos y órganos.

En el año 2000, entre grandes fanfarrias, se anunció que el primer borrador del genoma humano había sido completado.

«El anuncio de hoy representa más que un triunfo histórico de la ciencia y la razón… Con este nuevo y profundo conocimiento, la humanidad está a punto de obtener un inmenso y nuevo poder para sanar», declaró el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

El proyecto prometía muchas cosas: revelaría la función de los genes, especialmente de los que estaban implicados en enfermedades, lo cual permitiría la medicina personalizada con tratamientos basados en nuestra composición genética.

El genoma también prometía revelar la información sobre nuestros orígenes evolutivos para saber de dónde veníamos exactamente y cómo nos diferenciábamos de otros primates.

Pero el genoma presentado en 2000 no estaba completo. No sólo era un primer borrador sin pulir, sino que además tenía enormes regiones donde la secuencia de ADN ni siquiera aparecía.

El proyecto siguió. Y en 2003 volvió a anunciarse, esta vez con menos bombo, que el genoma humano había sido completado.

Pero… seguía faltando cerca del 8% de su información.

Estos vacíos incluían los fragmentos más difíciles de secuenciar, en los que las letras del ADN se repetían una y otra vez. Con la tecnología disponible en ese momento, era imposible leerlas.

Y así, el genoma humano -que oficialmente estaba completo- permaneció durante 20 años sin terminar de descifrarse.

Hasta 2021, cuando un consorcio científico llamado Telomere-to-Telomere (T2T) (Telómero a Telómero), anunció que había logrado leer todo el genoma.

Pero ¿fue así?

Sí, pero… aunque llegaron a lugares previamente inaccesibles -específicamente ese 8% que antes no se había podido leer- la realidad es que partes del genoma humano siguen estando fuera del alcance de los genetistas.

secuenciación de ADN

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Es decir, con los avances de la tecnología fue posible leer el genoma humano completo, sin lagunas y con errores mínimos.

Pero ese genoma humano de referencia es un «compuesto», para el que se utilizó ADN extraído de múltiples individuos.

Es decir, no es el genoma de una persona real que haya vivido.

Las dificultades

¿Por qué descifrar el genoma humano ha sido una labor tan difícil?

«La limitación principal ha sido que las tecnologías que nos permiten descifrar la secuencia del ADN lo hacen a través de fragmentos cortos que se leen en una máquina y luego hay que recomponerlas, como si fueran piezas de un complejo puzle», le explica a BBC Mundo el doctor Manuel Corpas, profesor de genómica de la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad de Westminster, en Londres.

«Si en el puzzle te encuentras con una región en la que el color y la forma de las piezas no cambia (es repetitivo), el ponerlas en su correcto orden de forma inequívoca y sin tener un marco de referencia es complicado».

En efecto, secuenciar un genoma es como cortar un libro en fragmentos de texto y luego tratar de reconstruir ese libro juntando todos los fragmentos de nuevo.

Los fragmentos de texto que contienen palabras y frases repetidas o comunes son mucho más difíciles de ensamblar que las piezas de texto que es único y diferente.

Con el genoma humano se tienen que ensamblar millones de piezas que describen la diversidad de un individuo.

Grandes fragmentos de estas piezas están llenas de repeticiones y esas han sido las regiones más difíciles de leer en el genoma humano.

Hasta 2021, cuando las nuevas técnicas de secuenciación lograron capturar esas repeticiones.

«Es como si tuviéramos un mapa cartográfico del siglo XVIII en el que se describiera la geografía mundial. Primero se averiguaron las formas de las costas en continentes cercanos y los espacios vacíos se han ido rellenado conforme nuestra habilidad para resolver regiones ambiguas se ha refinado», señala el doctor Corpas.

ADN

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El avance clave logrado en 2021 por T2T, que se hizo oficial en 2022 con varios estudios publicados en la revista Science, fue la capacidad de leer con precisión fragmentos de ADN mucho más largos después de descubrir la forma de mapear sus regiones repetitivas más misteriosas y olvidadas.

El consorcio T2T fue creado en 2018 por Adam Phillippy, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en Maryland (EE.UU.), y Karen Miga, genetista de la Universidad de California en Santa Cruz.

El T2T no era un proyecto respaldado por miles de millones de dólares, pero su logro -poder leer un genoma humano completo-, fue considerado un hito.

Para poder secuenciarlo los científicos utilizaron una especie de «atajo».

Las células humanas normales son diploides, lo que significa que tienen dos copias de cada tipo de cromosoma. Tanto el padre como la madre aportan cada uno un cromosoma a cada par.

Pero las células que utilizó el equipo de T2T para su secuenciación solo contenían un conjunto de cromosomas heredados del padre. Esto facilitó la reconstrucción de la secuencia precisa, pero también significó que el genoma de T2T no puede revelar cómo varía el ADN dentro de una persona.

Es decir, a pesar del enorme avance de T2T, el genoma que secuenciaron es una sola versión de un genoma que no representa a un humano que haya vivido. No es «el» genoma humano.

Pero este genoma secuenciado ahora establecerá la base de la nueva investigación genómica.

Con la capacidad de leer todo el genoma humano, los científicos esperan ahora poder secuenciar los genomas de personas de varias poblaciones de todo el mundo para construir una imagen real de la diversidad genética de nuestra especie.

Es decir, el verdadero logro será poder leer varios genomas que permitan ver cómo varían sus regiones dentro de una persona, de una persona a otra, de una población a otra o de una especie a otra.

«Hay muchas variantes o diferencias en cada organismo, unos 5 millones en cada humano. La gran mayoría de las variantes no producen ningún efecto, pero un pequeño porcentaje sí», explica el doctor Manuel Corpas.

«El entender el efecto que esas variantes provocan y cómo condicionan la función del organismo, es una de las principales fronteras del conocimiento del genoma, pero no la única».

«Esclarecer qué predisposición se tiene a enfermedades comunes y raras es por tanto una de las principales metas por alcanzar».

«Otra meta importante es entender cómo muchas de las variantes que condicionan la aparición de cáncer evolucionan dentro del organismo para producir tumores», agrega el experto.

Pangenoma Humano

Un nuevo esfuerzo en este respecto es el de los científicos del llamado Consorcio de Referencia del Pangenoma Humano.

Junto con el T2T, el Consorcio del Pangenoma espera secuenciar los genomas de unas 450 personas de todo el mundo para poder tener un mejor conocimiento de cómo el ADN varía dentro de una persona y de una persona a otra.

Uno de los principales objetivos de este conocimiento será identificar las variantes que contribuyen al riesgo de enfermedad de una persona y contar con una medicina personalizada en el futuro.

«Poder desarrollar terapias de cáncer que sean personalizadas para el paciente es un área muy activa, como lo es la farmacogenómica, es decir, cómo la genética influencia nuestra dosis óptima o incluso reacción adversa a fármacos», explica el profesor de genómica, Manuel Corpas.

También, explica el experto, se están llevando a cabo esfuerzos para modificar nuestro código genético con técnicas como CRISPR, cuyo objetivo es «editar» los genes para eliminar y corregir fallas que causan enfermedades.

Pero esto, señala Manuel Corpas, «es solo la punta del iceberg»: la medicina del futuro se basará en la genómica y en cómo se hereda y modifica la información genética de una generación a otra.

variaciones de ADN

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Los esfuerzos científicos se enfocan ahora en entender cómo el ADN varía dentro de una persona y de una persona a otra.

Los logros

Mucho de lo que se prometió en 1990 cuando fue lanzado el Proyecto del Genoma Humano, ya se logró.

Hoy sabemos mucho más sobre las funciones de numerosos genes y su papel en enfermedades que van desde el cáncer de mama hasta la esquizofrenia.

Sin embargo, en la práctica, la medicina genómica no ha podido llegar muy lejos ya que se ha descubierto que la mayoría de las enfermedades están afectadas por cientos de genes.

Hay muy pocas enfermedades hereditarias que son causadas por un solo gen defectuoso, y el uso de exámenes genéticos para detectar a las personas en riesgo de enfermedades raras se usa en gran medida solo para las personas consideradas de mayor riesgo.

Pero la genética sí ha logrado cambiar nuestra comprensión de la evolución humana.

Por ejemplo, ahora sabemos que nuestros antepasados se mezclaron con otros homínidos como los neandertales.

La pregunta que surge es si con las nuevas iniciativas, como el proyecto del Pangenoma Humano, lograremos finalmente completar el genoma humano.

La respuesta es no.

La razón es que no hay un solo genoma humano. El ADN de todos es diferente y esas diferencias son importantes.

«Todos tenemos un genoma único que condiciona nuestra respuesta a patógenos, enfermedades, medicamentos, etc.», explica el doctor Corpas.

«Llegará un momento en el que el genoma de referencia sea el de cada persona, un único genoma para cada individuo para detectar y predecir enfermedades antes de que aparezcan síntomas».

«Mientras tanto hay mucho que ya podemos hacer con las variaciones comunes que encontramos en poblaciones de individuos en distintas proporciones».

«Dichas variaciones nos ayudan a entender por qué los asiáticos son menos tolerantes al alcohol o la lactosa y por qué los Europeos somos más sensibles al cáncer de piel», señala el profesor de genómica.

Así, realmente solo lograremos entender el genoma cuando tengamos un registro de cómo varía de persona a persona y de población a población.

En resumen, mientras haya seres humanos habrá nuevos genomas, y nunca terminaremos de leer el genoma humano.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 1 de marzo 2023.

Sociedad/Ciencia/Genética/Salud.

La nueva genética hará dioses a unos pocos y nos devolverá a todos a la Edad Media.

SUPREMACÍA GENÉTICA

Los expertos pronostican que en dos décadas la mayoría de las parejas fecundarán a sus bebés ‘in vitro’, pudiendo elegir entre 100 embriones el que más se acerque a su hijo ideal.

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Las nuevas tecnologías reproductivas que están en fase experimental ahora mismo prometen acabar de raíz con enfermedades genéticas como el cáncer o el alzhéimer. Pero también abren la puerta a que los padres puedan elegir a la carta cómo será el hijo de sus sueños: superhumano, más inteligente, fuerte y longevo que nosotros. Todas las conversaciones que hemos mantenido en estos últimos meses con expertos para preparar el episodio 4 de Control Z: la aristocracia genética (sobre estas líneas) han acabado inevitablemente con referencias a Gattaca. La película, dirigida por Andrew Niccol, es un clásico de culto de la ciencia ficción que narra un futuro distópico en el que la supremacía genética es la clave para organizar una sociedad dividida en castas perfectamente segregadas. La película se estrenó en 1997, pero los avances científicos de los últimos años han hecho que el mundo que propone esté más cerca de hacerse realidad que nunca.

La nueva genética hará realidad el sueño de Hitler y destruirá la sociedad | Control Z Ep4

Por lo menos así lo creen científicos como Dov Greenbaum, profesor de Biofísica Molecular y Bioquímica de la Universidad de Yale, que publicó el año pasado un artículo en la revista Nature titulado «Gattaca sigue siendo pertinente 25 años después». En la película, hay dos castas que recuerdan a las que describe Aldous Huxley en su libro Un mundo feliz: los válidos, cuyos embriones fueron seleccionados genéticamente para obtener bebés sin defectos y con capacidades físicas e intelectuales en el percentil más alto de la sociedad. Y los inválidos, que son aquellos que nacen por el método natural y que, como todos nosotros, son propensos a enfermedades hereditarias, se quedan calvos a los 40 y llevan gafas para corregir el astigmatismo.

En la película, solamente los válidos pueden soñar en convertirse en astronautas, atletas de élite o acceder a los puestos de poder. Mientras que los inválidos son seres imperfectos que no pueden tener responsabilidades más allá de mantener limpias las oficinas o servir a los válidos.

Greenbaum asegura que, desde que se estrenó la película, la ciencia ha sido capaz de descubrir muchas de las tecnologías que se describen en Gattaca. Ahora, ya se puede secuenciar el genoma de forma rápida, precisa y barata para identificar a una persona. También se han publicado estudios de asociación del genoma completo —que encuentran variaciones genéticas asociadas a una enfermedad concreta— y herramientas de manipulación genética de gran precisión como la biología sintética y CRISPR.

“Definitivamente, nos estamos acercando a Gattaca, pero no estamos ahí todavía”, nos cuenta Greenbaum en una entrevista por videoconferencia. “Sin embargo, creo que la película nos lleva a debates muy interesantes sobre lo que es esencialmente la información genética compleja. 

Podemos abordar algunas cuestiones éticas, cuestiones sociales y legales que puedan surgir. Pero lo que me parece muy interesante y es realmente relevante hoy en día es este tipo de tecnología que nos permite leer un genoma y tal vez hacer una predicción”. Esto no quiere decir, explica Greenbaum, que estemos cerca de poder elegir el embrión que vaya a ser el próximo Messi o el siguiente Nobel de biología. La tecnología, dice, no ha alcanzado todavía esa capacidad de descubrir todas las variantes e interacciones genéticas que hacen falta para conseguirlo.

Un fotograma de la película ‘Gattaca’, con Ethan Hawke y Uma Thurman.

En Gattaca, esa tecnología ya funciona. Los padres de la película han concebido a sus hijos mediante fecundación in vitro y la clínica les ha ofrecido, entre todos los embriones disponibles, una selección de los más fuertes, más altos y más listos. Hay parejas que quieren que su hijo sea un gran pianista y eligen al embrión que tenga una mutación que le hace tener seis dedos y tocar así piezas que son imposibles para un humano común. Hay otros que sueñan con tener un medallista olímpico, así que la clínica les selecciona el embrión con un corazón fuerte y el mayor potencial atlético posible.

El fin del sexo

Ese futuro no está tan lejos. Hank Greely, director del Centro de Derecho y Biociencias en la Universidad de Stanford, predijo en su libro The End of Sex (El fin del sexo) que en solo dos décadas la mayoría de las parejas preferirán la fertilización in vitro a la natural. Esa técnica, explica, será mucho más segura de lo que es ahora, porque no necesitará extraer los ovarios de la madre, una operación que a día de hoy aún conlleva riesgos. Para 2040, dice Greely, ya se habrá perfeccionado la tecnología que permite convertir cualquier célula normal, como la de la piel, en células madre que luego se pueden convertir en células reproductivas como óvulos o espermatozoides. Una vez fecundado el óvulo, dice Greely, se podrán obtener una gran cantidad de embriones —él estima que unos 100 aproximadamente— de entre los cuales elegir no solo el que sea más sano, sino también el sexo, el color de ojos o de pelo.

La fecundación in vitro podría ser la preferida en el futuro. (EFE)

A día de hoy, las parejas que optan por la fecundación in vitro ya pueden elegir embriones que no vayan a desarrollar ciertas enfermedades genéticas. Lo que falta para llegar a Gattaca, y ahí coinciden tanto Greenbaum como Greely, es la tecnología que permita calcular la probabilidad de que un embrión acabe desarrollándose en una persona super inteligente o con una fuerza extraordinaria. 

Esto, en teoría, también se podría conseguir con otra técnica muy controvertida, la herramienta de edición genética CRISPR-cas9, que puede modificar los genes de embriones y gametos. Esta tecnología se conoce como edición genética de la línea germinal y es una de las cuestiones más polémicas entre los investigadores. 

Por un lado, por el gran riesgo que supone aplicarla —aquí tampoco se conocen los efectos que se pueden producir en el cuerpo al modificar, eliminar o cambiar un gen por otro— y, por otro, por las cuestiones éticas derivadas de su uso. Editar el gen de un embrión, un espermatozoide o un óvulo, provocaría que esa mutación artificial pasara también a toda su descendencia. 

El consenso general tanto entre los científicos como entre los mandatarios de los países es que no se puede usar con fines reproductivos. Además, solo se permite la investigación con embriones durante las primeras semanas de su desarrollo y bajo la vigilancia de los organismos reguladores.

Límites a los bebés de diseño

Sin embargo, en 2019, el investigador chino He Jiankui se saltó todas las vigilancias de los reguladores chinos y de sus colegas científicos al anunciar el nacimiento de Lulu y Nana, dos bebés modificados genéticamente, y otro más que estaba en el vientre de una mujer en esos momentos. 

He asegura que ahora las niñas son inmunes al virus del sida, pero ni él ni el Gobierno chino han dado información sobre su estado actual. He se ha pasado tres años en prisión como consecuencia de este experimento y salió a la calle el pasado diciembre con la intención de seguir investigando, aunque, por lo que dice ahora, no en bebés humanos. 

La noticia horrorizó al mundo, pero también fue la demostración de que la técnica funciona, por lo menos por lo que se sabe del experimento. El último libro del profesor Greely se llama CRISPR People y cuenta precisamente la historia de He. En él, Greely también propone implementar mecanismos de vigilancia dentro de la propia comunidad científica para poder dar la voz de alarma en el caso de que algún investigador decida lanzarse a experimentar con embriones humanos sin el control debido.

Modelo 3D de la edición CRISPR.

Para muchos, este tipo de modificaciones abre la puerta a crear bebés de diseño, niños elegidos a la carta según los gustos de sus padres. Esa nueva raza podría acabar siendo tan perfecta como los válidos de Gattaca, aunque aún falta mucho para eso. 

No tenemos el conocimiento del cuerpo humano necesario para hacerlo posible, sobre todo en lo que se refiere a los rasgos de la personalidad, como una mayor agresividad o una mayor inteligencia. Para conseguirlo haría falta superar una de las grandes fronteras de la medicina: entender perfectamente el funcionamiento del cerebro

Cuando hablé con Greely por videoconferencia, le pregunté qué podemos hacer para evitar que este tipo de tecnologías tan peligrosas para el futuro de nuestra sociedad se desarrolle sin control. Primero me tranquilizó, diciéndome que él no piensa que la edición genética en embriones humanos vaya a ser tan eficiente e importante en el futuro. Pero luego me dijo que limitarla es como poner puertas al campo. Nada impide que un país las desarrolle siguiendo sus intereses económicos o políticos y que acabe convertido en un paraíso genético al que peregrinen las parejas deseosas de tener el hijo de sus sueños.

He Jiankui se ha convertido en un auténtico irresponsable para todos los investigadores en CRISPR. (Wikimedia Commons)

Aun así, no es partidario de su prohibición, sino de su regulación. Esto permitiría continuar investigando sobre ellas y, sobre todo, poder tratar enfermedades hereditarias en bebés que vienen por parte de los dos padres, como la fibrosis quística. “Probablemente, nunca lleguemos a controlar del todo su desarrollo, pero será suficiente como para mantenerlo a un nivel muy bajo. Creo que cuanto más popular y útil es algo, cuanta más gente quiere algo, más difícil es de regular”, explica el profesor. 

“No estoy a favor de una prohibición total. No tengo claro cuánto perderíamos si la prohibimos, porque no está claro cómo va a funcionar. Pero estoy a favor de la regulación, aunque sé que la regulación nunca será perfecta, porque nada de lo que hacemos es perfecto”. 

Greely propone que la regulación se asiente en los siguientes tres principios: “Que se permita si es seguro. En segundo lugar, si no es eficaz, no lo permitas. Si no funciona, es menos preocupante que la seguridad, pero sigo pensando que no se debería cobrar a la gente cientos de miles de euros por hacer algo que no funciona. Y tercero, creo que los países tienen derecho a regular basándose en la moralidad. 

Y si Alemania dice, no queremos esto, pero Dinamarca dice, sí, nos encanta esto, me parece bien. Aunque espero que ambos lo apliquen”.

Imagen de portada: Las nuevas técnicas de fecundación prometen curar muchas enfermedades, pero también tienen su lado oscuro. (Cottonbro Studio).

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Omar Kardoudi. 24 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Controversial/Genética/Tecnología

El ‘boom’ de la medicina genética y cómo transformará nuestro futuro.

NUEVA MEDICINA

Las nuevas herramientas de edición genética prometen combatir graves enfermedades que actualmente son difíciles de curar, pero todavía es una tecnología en desarrollo que conlleva graves riesgos

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Esta es la época más apasionante de la genética desde el descubrimiento del ADN en 1953. Esto se debe principalmente a los avances científicos, entre ellos la capacidad de modificar el ADN mediante un proceso llamado edición genética. 

El potencial de esta tecnología es asombroso: desde el tratamiento de enfermedades genéticas hasta la modificación de cultivos alimentarios para que resistan los pesticidas o los cambios climáticos, pasando por la ‘resurrección’ del dodo, como pretende una empresa.

En el futuro oiremos hablar cada vez más de la edición genética. Así que si quiere estar seguro de que entiende las nuevas actualizaciones, primero tiene que entender en qué consiste realmente esta tecnología. 

Nuestro ADN está formado por cuatro moléculas clave llamadas bases (A, T, C y G). Las secuencias de estas cuatro bases se agrupan en genes. Estos genes actúan como el «código» de sustancias clave que el cuerpo debe producir, como las proteínas. Las proteínas son moléculas importantes, vitales para mantener un ser humano sano y funcional.

El dodo es un animal extinto que una empresa quiere devolver a la vida.

Los genes pueden ser cortos, normalmente de menos de cien bases. Un buen ejemplo son los genes ribosómicos, que codifican diferentes ribosomas, moléculas que ayudan a crear nuevas proteínas. Los genes largos están formados por millones de bases. Por ejemplo, el gen DMD codifica una proteína llamada distrofina, que mantiene la estructura y la fuerza de las células musculares. El DMD tiene más de 2,2 millones de bases.

Cómo funciona la edición de genes

La edición de genes es una tecnología que puede cambiar secuencias de ADN en uno o más puntos de la cadena. Los científicos pueden eliminar o cambiar una sola base o insertar un nuevo gen. 

La edición genética puede reescribir literalmente el ADN. Hay diferentes maneras de editar genes, pero la técnica más popular utiliza una tecnología llamada CRISPR-Cas9, documentada por primera vez en un artículo pionero publicado en 2012. Cas9 es una enzima que actúa como unas tijeras capaces de cortar el ADN.

Está asistida por una cadena de ARN (una molécula similar al ADN, en este caso creada por el científico), que guía a la enzima Cas9 hasta la parte del ADN que el científico quiere cambiar y la une al gen que se desea modificar.

Dependiendo de lo que el científico quiera conseguir, puede limitarse a eliminar un segmento del ADN, introducir un cambio de una sola base (por ejemplo, cambiar una A por una G) o insertar una secuencia mayor (como un nuevo gen). 

Una vez que el científico ha terminado, los procesos naturales de reparación del ADN se encargan de pegar los cortes. Los beneficios de la edición genética para la humanidad podrían ser significativos. 

Por ejemplo, el cambio de una sola base en el ADN de las personas podría ser un futuro tratamiento para la anemia falciforme, una enfermedad genética de la sangre. Las personas con esta enfermedad sólo tienen una base mutada (de A a T). Esto hace que el gen sea más fácil de editar en comparación con afecciones genéticas más complejas, como las cardiopatías o la esquizofrenia. 

Los científicos también están desarrollando nuevas técnicas para insertar segmentos más grandes de bases en el ADN de los cultivos con la esperanza de poder crear cultivos resistentes a la sequía y ayudarnos a adaptarnos al cambio climático.

Por qué es controvertida la edición de genes.

La edición de genes es un tema controvertido. A menos que los gobiernos colaboren con los científicos para regular su uso, podría convertirse en otra tecnología que sólo beneficie a los más ricos. Y conlleva riesgos. 

El primer caso de implantación ilegal de un embrión editado genéticamente se reportó en 2019 en China, y llevó al encarcelamiento de tres científicos. Los científicos habían intentado proteger a dos fetos gemelos de que su padre les transmitiera el VIH.

Pero cuando otros científicos leyeron pasajes de un artículo no publicado escrito por el líder del experimento de ADN sobre los gemelos, temieron que en lugar de introducir inmunidad, los investigadores probablemente crearon mutaciones cuyas consecuencias aún se desconocen. 

Los riesgos de desarrollar bebés de diseño son tan altos que es improbable que se legalice pronto. Un pequeño error podría destruir la salud de un bebé o provocar otras enfermedades a lo largo de su vida, como un mayor riesgo de cáncer. 

Las leyes y regulaciones que rodean a esta tecnología son estrictas. La mayoría de los países prohíben la implantación de un embrión humano que haya sido alterado genéticamente de alguna manera. 

Sin embargo, como muestra el ejemplo de 2019, las leyes pueden incumplirse. — Gavin Bowen-Metcalf es biólogo y profesor de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Anglia Ruskin. 

Tiene una amplia experiencia en investigación en aspectos del cáncer, como el desarrollo, la invasión/migración, el diagnóstico, la resistencia a los fármacos y la identificación de nuevas dianas farmacológicas. 

Este artículo ha sido traducido y publicado en Novaceno con licencia Creative Commons. Puede leer el artículo original aquí.

Imagen de portada: Sin regulación, la edición genética podría convertirse en otra tecnología que sólo beneficie a los más ricos. (Sangharsh Lohakare)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Gavin Bowen-Metcalf. 19 de febrero 2023.

Sociedad/Genética/ADN/Biología/Genes/Alteración/Salud/

Investigación/Ética.

Introducen ADN de caimán en un pez para crear una quimera apta para consumo humano.

El objetivo es crear un híbrido resistente a las enfermedades. Los científicos han usado CRISPR para modificar el ADN de bagre.

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Si bien el bagre es un pez comestible, un gran porcentaje de la población total no sobrevive más allá de la etapa de alevines, lo que amenaza el medio ambiente y la sustentabilidad de la industria. 

Por ello, los genetistas han decidido crear bagres resistentes a enfermedades utilizando ADN de caimán con objeto de aportarles una mayor resistencia a las enfermedades y esterilidad. Estos peces algún día formarían parte de nuestra dieta.

Un grupo de científicos de la Universidad de Auburn ha publicado una investigación publicada en el servidor de preimpresión bioarXiv (y pendiente de revisión por pares), en la que explican cómo utilizaron la técnica CRISPR para modificar genéticamente el bagre con el gen de la catelicidina de un caimán. 

El gen del caimán llamado catelicidina es un gen antimicrobiano que juega un papel en la respuesta inmune innata del animal, aportando defensa extra contra varios patógenos, incluidas bacterias y virus. Se cree que la proteína antimicrobiana ayuda a los caimanes a evitar infecciones por heridas sufridas cuando los caimanes pelean y se muerden entre sí.

Usando CRISPR

Los investigadores se propusieron insertar artificialmente ese gen en los genomas del bagre para hacerlos más resistentes a las infecciones. Los científicos también trabajaron para garantizar que los peces transgénicos no pudieran reproducirse y causar daños no deseados al superar a las especies nativas en la naturaleza si tuvieran que escapar de las granjas.

El sistema CRISPR ha revolucionado la modificación de genes, haciendo que la edición de genes sea cada vez más precisa, eficiente y accesible. Los científicos utilizaron Cas9, una de las enzimas producidas por el sistema CRISPR, para integrar el gen de la catelicidina de los caimanes en el ADN del bagre. 

El resultado es que la tasa de supervivencia de los peces transgénicos de catelicidina es de 100 a 400 por ciento mayor que la de sus contrapartes nativas; esto es, e gen, que se agregó mediante CRISPR, aumentó la resistencia a las enfermedades entre los bagres en comparación con los bagres salvajes.

Bagre

BagreiStock

Los autores notaron algunas incertidumbres en el uso de la tecnología CRISPR, utilizada y estudiada principalmente en mamíferos, en peces. Sin embargo, esperan que esta edición de genes de se pueda usar junto con otras técnicas de cría de bagres para ayudar a los agricultores con sus rendimientos en las poblaciones de este pez.

El uso de CRISPR también arroja dudas sobre la viabilidad de la técnica, ya que puede resultar «demasiado difícil producir suficientes de estos peces para obtener una línea viable y genéticamente sana», dice Greg Lutz, experto en genética acuícola de la Universidad Estatal de Luisiana.

Los científicos también desean que, en el futuro, se apruebe la venta y el consumo de su bagre transgénico, aunque esto podría llevar aún bastante tiempo. Y claro, también está la aceptación por parte del público. ¿Te sentirías cómodo comiéndote un híbrido de caimán-pez?

Referencia : Generation of eco-friendly channel catfish, Ictalurus punctatus, harboring alligator cathelicidin gene with robust disease resistance by harnessing different CRISPR/Cas9-mediated systems. inhai Wang , Baofeng Su , De Xing, Timothy J. Bruce, Shangjia Li et al. BioRxiv preprint DOI: https://doi.org/10.1101/2023.01.05.522889 5 enero 2023

Imagen de portada: ABC

FUENTE RESPONSABLE: Muy Interesante. Por Sarah Romero. 7 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Animales/Genética/ADN/Alimentos/Ciencia/ Investigación

¿Cuáles son los orígenes del cáncer y por qué aún no ha desaparecido con la evolución?

Las investigaciones intentando explicar los mecanismos con que funciona esta enfermedad y demás enfoques clínicos no han sido efectivas para responder a estas cuestiones. Por eso se hace necesario observar el cáncer desde una nueva perspectiva, adoptando una visión evolutiva.

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El cáncer plantea multitud de cuestiones a los biólogos, gran parte de ellas todavía sin terminar de resolver. 

¿Cómo se explican los orígenes de esta enfermedad? ¿Por qué es tan difícil de curar? ¿Por qué persiste la vulnerabilidad al cáncer en la mayoría de los organismos pluricelulares?

Los enfoques basados en la explicación de los mecanismos de esta enfermedad y las investigaciones clínicas no son suficientes frente a estos interrogantes. Debemos observar el cáncer desde una nueva perspectiva, adoptando una visión evolutiva. En otras palabras, debemos mirar el cáncer a través de los ojos de Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución.

Desde hace unos años, el esfuerzo conjunto de biólogos evolutivos y oncólogos está fomentando reflexiones que se traducen en avances transversales beneficiosos para ambas disciplinas, a la vez que cambian nuestra comprensión de la enfermedad.

Cómo la evolución de los organismos pluricelulares prepara el terreno para el cáncer.

El cáncer afecta al conjunto del reino animal pluricelular. La razón es que se trata de una enfermedad ancestral relacionada con la aparición de los metazoos (animales compuestos de varias células, en oposición a los protozoos que están constituidos por una sola célula), hace más de quinientos millones de años.

La aparición de tales organismos complejos requirió el desarrollo de altos niveles de cooperación entre la multitud de células que los componen. En efecto, esa cooperación se sostiene por comportamientos complementarios y altruistas, en particular por la apoptosis o suicidio celular (por el cual una célula activa su autodestrucción al recibir una cierta señal) y por la renuncia a la reproducción directa por parte de toda célula que no sea una célula sexual. 

Es decir, la evolución hacia entes pluricelulares estables se produjo por la selección de adaptaciones que, por un lado, facilitaban el funcionamiento colectivo y, por otro lado, reprimían los reflejos unicelulares ancestrales.

El cáncer representa una ruptura de esa cooperación pluricelular, seguida de la adquisición de adaptaciones que permiten que esas células «renegadas» se perfeccionen en su propio modo de vida. 

Dicho de otra forma, las células malignas comienzan a «hacer trampas». 

Pueden hacerlo pues han sufrido mutaciones genéticas (modificaciones de la secuencia de genes) o epigenéticas (modificaciones que cambian la expresión de los genes y que, además de transmisibles, son reversibles, al contrario de las mutaciones genéticas), o incluso las dos, lo que les confiere un valor selectivo más alto en comparación con las células de comportamiento cooperativo. Puede consistir, por ejemplo, en ventajas de crecimiento, de multiplicación, etc. De la misma forma, es imperativo que las células portadoras de esas modificaciones se sitúen en un microentorno favorable a su proliferación.

Si estas «rebeliones celulares» no son reprimidas de manera correcta por los sistemas de defensas del organismo (como el sistema inmunitario), la abundancia de células cancerosas puede aumentar localmente. 

Consecuencias: los recursos se agotan y estas células pueden iniciar entonces comportamientos individuales o colectivos de dispersión y de colonización hacia nuevos órganos, las tristemente conocidas metástasis responsables de la mayoría de los decesos debidos al cáncer.

Células del sistema inmunitario (linfocitos T citotóxicos) rodean una célula cancerosa. — Alex Ritter, Jennifer Lippincott Schwartz y Gillian Griffiths / US NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH

De ese modo, en unos meses o años, una sola célula cancerosa puede generar un «ecosistema» complejo y estructurado, el tumor sólido (comparable a un órgano funcional), así como metástasis más o menos diseminadas por el organismo.

Un aspecto intrigante de esta enfermedad reside en el número significativo de semejanzas entre los atributos de las células cancerosas provenientes de diferentes órganos, individuos e incluso especies, lo que sugiere que los procesos que tienen lugar en cada caso son similares. 

Sin embargo, cada cáncer evoluciona como una nueva entidad, ya que, aparte de los cánceres transmisibles antes mencionados, los tumores desaparecen siempre junto a sus huéspedes, sin transmitir sus innovaciones genéticas ni fenotípicas.

Entonces, ¿cómo se explican esas semejanzas?

Persistencia del cáncer a lo largo del tiempo evolutivo.

Desde un punto de vista evolutivo, hay dos hipótesis que pueden explicar la aparición del cáncer y la similitud de sus atributos.

La teoría del atavismo explica el cáncer como un retorno a capacidades anteriores de las células, entre las que se encuentra la liberación de un programa de supervivencia excelentemente conservado, siempre presente en toda célula eucariota y, por tanto, en todo organismo pluricelular. 

Se cree que la selección de este programa ancestral tuvo lugar durante el período precámbrico, que comenzó hace 4550 millones de años y terminó hace 540 millones de años. Durante este período, que vio surgir la vida sobre nuestro planeta, las condiciones medioambientales eran muy distintas de las actuales y, a menudo, desfavorables. Las fuerzas selectivas que actuaban sobre los organismos unicelulares favorecieron las adaptaciones para la proliferación celular.

Algunas de esas adaptaciones, seleccionadas a lo largo de la vida unicelular, quedaron presentes para siempre, más o menos escondidas en nuestros genomas. 

Cuando su expresión escapa de los mecanismos de control, comienza una lucha entre los rasgos ancestrales unicelulares y los rasgos pluricelulares actuales y es entonces cuando puede aparecer un cáncer. Es más, esta hipótesis podría explicar también por qué las células cancerosas se adaptan tan bien a los entornos ácidos y pobres en oxígeno (anóxicos), pues estas condiciones eran habituales en el Precámbrico.

La segunda hipótesis implica un proceso de selección somático –las células somáticas agrupan la totalidad de las células de un organismo a excepción de las células sexuales– que conduce a una evolución convergente, es decir, a la aparición de rasgos análogos. 

Esta hipótesis sugiere que la aparición de los rasgos celulares que caracterizan las células «tramposas» se somete a una fuerte selección cada vez que aparece un nuevo tumor, con independencia de cuáles sean las causas inmediatas de dichos rasgos. Estos procesos de selección somática, al tener lugar en entornos regidos en gran medida por los mismos condicionantes ecológicos (como los que reinan en el interior de los organismos pluricelulares), darían lugar a una evolución convergente.

Eso podría explicar las similitudes que observamos a través de la diversidad del cáncer. No olvidemos que solo vemos los cánceres que consiguen desarrollarse, pero no sabemos cuántos «candidatos» fracasan al no conseguir adquirir las adaptaciones necesarias en el momento adecuado.

Estas dos hipótesis no son excluyentes: la reaparición de un programa ancestral puede estar seguida de una selección somática que culmine en una evolución convergente.

Cualquiera que sea la razón del origen del cáncer, hay una pregunta que sigue sin respuesta: si esta enfermedad suele causar la muerte del huésped, ¿por qué no ha sido más eficaz la selección natural en conseguir que los organismos pluricelulares sean completamente resistentes al cáncer?

Los animales grandes no tienen más cáncer

Los mecanismos de supresión del cáncer son numerosos y complejos. Cada división celular puede provocar mutaciones somáticas que alteren los mecanismos genéticos que controlan la proliferación celular, la reparación del ADN o la apoptosis, perturbando así el control del proceso de formación del cáncer (carcinogénesis).

Si cada división celular conlleva una probabilidad dada de que se produzca una mutación cancerígena, entonces, el riesgo de desarrollar un cáncer debería ser función del número de divisiones celulares a lo largo de la vida de un organismo. Sin embargo, las especies de gran tamaño y más longevas no tienen más cáncer que aquellas pequeñas que viven menos tiempo.

En las poblaciones naturales animales, la frecuencia del cáncer varía, en general, entre un 0% y un 40 % para todas las especies estudiadas y no existe relación con la masa corporal. En los elefantes y en los ratones se observan niveles de prevalencia del cáncer bastante similares, a pesar de que los elefantes desarrollen muchas más divisiones celulares a lo largo de su vida que los ratones. Este fenómeno se conoce como «la paradoja de Peto».

La explicación de esta paradoja reside en el hecho de que las fuerzas evolutivas han seleccionado mecanismos de defensa más eficaces en los animales grandes que en los pequeños, lo que permite reducir el lastre ligado al cáncer por el aumento de tamaño. 

Por ejemplo, los elefantes tienen veinte copias del gen supresor de tumores TP53, mientras que los humanos solo disponemos de dos.

Encontramos excepciones notables a esta tendencia general, como es el caso de especies de pequeño tamaño con una longevidad fuera de lo normal. Estas especies tampoco desarrollan apenas cáncer. Un buen ejemplo es el de la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber), una especie cuyos individuos viven mucho tiempo (especie longeva) y no desarrollan tumores espontáneos, con la excepción de algunos casos de cáncer detectados de forma anecdótica.

Una enfermedad que se manifiesta de forma tardía.

Recordemos también que la eficacia de las defensas contra el cáncer experimenta una disminución una vez que los organismos han llevado a cabo lo esencial de su reproducción, ya que las presiones evolutivas son menores en esta etapa de la vida. 

Esta pérdida de eficacia, junto con la acumulación de mutaciones a lo largo del tiempo, explica que la mayor parte de los cánceres (mama, próstata, pulmón, páncreas…) aparezcan en la segunda mitad de la vida.

Una de las implicaciones evolutivas capitales es que si, desde una perspectiva darwiniana, el cáncer no es una preocupación relevante cuando se manifiesta tras la fase reproductiva, eso significa también que nuestras defensas se habrán optimizado por selección natural no para erradicar de forma sistemática los procesos oncogénicos sino para controlarlos mientras tengamos capacidad reproductora…

Al final, esas defensas low cost, cuyo objetivo es resistir frente a los tumores, se revelan más ventajosas para salvaguardar el éxito reproductor que como estrategias de erradicación sistemática, que serían sin duda mucho más costosas. El sistema inmunitario, por ejemplo, no trabaja a cambio de nada… 

En general, los seres vivos se rigen por soluciones de compromiso, trade-offs en inglés, que hacen que toda inversión en una función necesite de una serie de recursos y energía que ya no estarán disponibles para otras funciones. 

Nuestras defensas contra las enfermedades, el cáncer incluido, no quedan fuera de esta regla de funcionamiento.

Por desgracia, esas defensas low cost contra el cáncer se convierten al final en bombas con retardo… En otras palabras, ¡la lógica darwiniana no nos lleva siempre a resultados que se casen con nuestras expectativas como sociedad en términos de salud!

Aunque la mayor parte de las mutaciones cancerígenas se producen en células somáticas a lo largo de la vida, hay casos raros de cáncer cuya causa se encuentra en mutaciones hereditarias en la línea germinal, la que produce las células sexuales. Esas mutaciones congénitas, a veces, son más frecuentes de lo que se esperaría del equilibrio mutación-selección.

Esta paradoja se puede explicar por diversos procesos evolutivos. Por ejemplo, se ha sugerido que, probablemente, la selección natural no actuará sobre esas mutaciones si, una vez más, sus efectos negativos sobre la salud solo se manifiestan cuando haya terminado el período reproductivo.

Por otro lado, se podría recurrir a la teoría de la pleiotropía antagonista

Esta teoría estipula que ciertos genes tienen efectos contrarios sobre la probabilidad de supervivencia / reproducción según la edad considerada: sus efectos serían positivos al comienzo de la vida y negativos en el resto. Si el efecto positivo inicial es notable, es posible que la selección retenga esa variante genética aunque cause una enfermedad mortal más tarde.

Por ejemplo, las mujeres que presentan una mutación de los genes BRCA1 y BRCA2 tienen un riesgo significativamente más alto de desarrollar cánceres de mama o de ovario, pero esas mutaciones parecen estar relacionadas con una mayor fertilidad.

Implicaciones en materia de tratamientos

El cáncer, auténtico lastre de las poblaciones humanas, es ante todo un fenómeno regido por procesos evolutivos, desde su origen en la historia de la vida hasta su desarrollo en tiempo real en una persona enferma. 

La separación tradicional entre oncología y biología evolutiva, por tanto, debe desaparecer, pues limita nuestra comprensión de la complejidad de los procesos que culminan en la manifestación de la enfermedad.

Esta nueva perspectiva del cáncer podría resultar útil para el desarrollo de soluciones terapéuticas innovadoras que limiten los problemas asociados a las estrategias de tratamiento disponibles en la actualidad. 

Estas terapias de altas dosis, que buscan matar el máximo de células malignas, acaban provocando a menudo la proliferación de células resistentes. A la inversa, la terapia adaptativa, profundamente enraizada en la biología evolutiva, podría constituir un enfoque alternativo.

Esta estrategia consiste en disminuir la presión que conllevan las terapias de altas dosis con el fin de eliminar solo una parte de las células cancerosas sensibles. Se trata de mantener un nivel suficiente de competición entre las células cancerosas sensibles y las células cancerosas resistentes, con el fin de evitar The importance of cancer cells for animal evolutionary ecology | Nature Ecology & Evolutiontar o de limitar la proliferación sin restricciones de las resistentes.

Una problemática que no se limita al ser humano

Hasta hace poco, rara vez la oncología había adoptado los conceptos de la biología evolutiva para mejorar la comprensión de los procesos malignos. De igual forma, los ambientalistas y los biólogos evolutivos apenas se han interesado en la existencia de estos fenómenos en sus investigaciones sobre los seres vivos. 

Pero las cosas cambian y la consideración del cáncer –o, más bien, de los procesos oncogénicos en su conjunto– en el seno de la fauna salvaje suscita un entusiasmo creciente en el seno de la comunidad de los ambientalistas y de los biólogos evolutivos.

En efecto, a día de hoy, el cáncer se muestra con claridad como un modelo biológico pertinente para estudiar la evolución de los seres vivos, así como un fenómeno biológico de importancia para comprender diversas facetas de la ecología de las especies animales y sus consecuencias sobre el funcionamiento de los ecosistemas.

Aunque no siempre evolucionen hacia formas invasivas o metastásicas, los procesos tumorales son omnipresentes en los metazoos y hay estudios teóricos que sugieren que, probablemente, en estos últimos tengan influencia en variables fundamentales en ecología, como son los rasgos de historia de la vida, las aptitudes competitivas, la vulnerabilidad a los parásitos y a los depredadores, o incluso la capacidad de dispersarse. 

Esos efectos provienen tanto de consecuencias patológicas de los tumores como de los costes asociados al funcionamiento de los mecanismos de defensa de los huéspedes.

La comprensión de las consecuencias ecológicas y evolutivas de las interacciones huésped-tumor se ha vuelto también un tema de investigación de referencia en ecología y en biología evolutiva en estos últimos años.

Estos cuestionamientos científicos son todavía más pertinentes cuando la práctica totalidad de los ecosistemas del planeta, sobre todo los medios acuáticos, está contaminada hoy en día por sustancias de origen antrópico y, a menudo, mutágenas. Por lo tanto, es primordial mejorar la comprensión de las interacciones huésped-tumor y sus efectos en cascada dentro de las comunidades, para así predecir y anticipar las consecuencias de las actividades humanas en el funcionamiento de los ecosistemas y en el mantenimiento de la biodiversidad.

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation

Imagen de portada: El demonio de Tasmania es víctima de una forma particular de cáncer, transmisible de un individuo a otro. Pixabay.

FUENTE RESPONSABLE: Público. 4 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Salud/Cáncer/Biología/Oncología/Genetíca/Organismos pluricelulares/ Investigación científica.

Hemos logrado clonar esta especie de caballo en peligro de extinción con ADN de hace más de 40 años.

La nueva cría es la segunda que nace gracias a este ADN que lleva décadas siendo la última esperanza de la especie.

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La lista de animales en peligro de extinción tiene varias distinciones importantes. No todos los animales están en el mismo nivel de riesgo, y todo depende del número de individuos que se estima que vivan en libertad. La lista engorda en el apartado de «Amenazados», automáticamente seguido de los que están «En Peligro». La lista la lideran pocas especies, pero son las que más tenemos que proteger, dado que están en «Peligro Crítico de Extinción» y su existencia pende de un hilo. El animal del que os hablamos hoy lleva años ya en esta parte de la lista, pero por suerte, esta vez son buenas noticias.

Ciencia

Hablamos de los caballos de Przewalski, también conocido como caballo salvaje mongol o takhi y que es una de las especies más amenazadas de Asia, y de todo el mundo. 

Esta especie se caracteriza por tener la cabeza más grande en proporción al cuerpo que el resto de caballos, y también tienen las patas más cortas. Por lo demás se parecen bastante a sus familiares equinos, con los que comparten tanto la apariencia como la dieta y hábitos sociales

Sin embargo, esta especie estuvo a punto de desaparecer en el siglo XX, y sobrevivió gracias a un grupo de naturalistas que localizaron los pocos especímenes que quedaban en libertad y los relocalizaron en un parque nacional para intentar perpetuar la especie.

La nueva cría ha nacido por clonación, con ADN de hace 43 años

Cria de caballo con su madre

Imagen: San Diego Zoo Wildlife Alliance, Ken Bohn

Hoy en día no quedan caballos de Przewalski en libertad, y los que quedan vivos nos los encontramos en parques nacionales o zoológicos. Se estima que todos los supervivientes están relacionados con 12 animales que fueron extraídos en su día de su hábitat natural con la intención de salvar la especie. 

En el zoo de San Diego viven algunos ejemplares, que hoy son los grandes protagonistas. La organización del zoo ha anunciado el nacimiento de una nueva cría, lo cual, dado los números críticos de estos animales, es motivo de celebración. Lo más sorprendente es que este nuevo potrillo es en realidad un clon, un clon creado a raíz de ADN de hace más de 43 años.

Este ADN se almacenó el Banco de Biodiversidad de la San Diego Zoo Wildlife Alliance, Ken Bohn (SDZWA), hace 43 años, y esta nueva cría no es la primera que se beneficia de él. 

En 2020 nació Kurt, el primer potro clonado a partir de estas muestras de ADN, y desde entonces las labores por perpetuar la especie no han dejado de avanzar. Ahora, con este nuevo nacimiento, los expertos creen que en no mucho tiempo podremos tener una colonia lo suficientemente grande como para reinsertarla en un hábitat natural controlado, para que se relacionen entre ellos y con suerte promover la variación genética.

Imagen de portada: No quedan ejemplares de estos animales en libertad, así que este nacimiento es de suma importancia para la supervivencia de la especie. Imagen: San Diego Zoo Wildlife Alliance, Ken Bohn

FUENTE RESPONSABLE: Urban Tecnos. Por Mario Seijas. 31 de enero 2023.

Sociedad/Ciencia/Genética/Clonación/Animales/Extinción/Ética.

El primer mamut ‘resucitado’ llegará en 2027.

EDICIÓN GENÉTICA

Una compañía de biotecnología asegura que en cuatro años habrá un pequeño mamut lanudo correteando por las heladas estepas del círculo polar ártico.

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Colossal, una compañía estadounidense de biotecnología, está empeñada en sacar a los mamuts lanudos de la extinción mediante edición genética. La tecnología está tan avanzada que, según afirman, el primero de estos mamuts volverá a la vida en solo 4 años, en 2027.

El objetivo de Colossal no es solo demostrar que la tecnología funciona y es posible revertir la extinción de especies animales, sino también, dicen, reintroducir al mamut lanudo en su hábitat natural para luchar contra el cambio climático. 

Aunque el motivo suena un poco forzado, la compañía insiste en que los patrones migratorios y los hábitos alimenticios de estos enormes animales ayudan a la preservación del Ártico, y que su vuelta puede impactar positivamente en todo el planeta. 

Aunque esto depende, como no, de cómo vaya la guerra de Ucrania. Colossal planeaba reintroducir al mamut lanudo en Siberia —su último hábitat conocido hace unos 3.700 años—, pero el clima bélico que se vive en Rusia les ha hecho tener que buscar otras alternativas.

Los restos de un joven mamut lanudo, que están expuestos en Moscú. (WHE)

«En la mente de muchos, esta criatura ha desaparecido para siempre», afirma la empresa. «Pero no en la mente de nuestros científicos, ni en los laboratorios de nuestra empresa. Ya estamos en el proceso de ‘des extinción’ del mamut lanudo. Nuestros equipos han recogido muestras de ADN viables y están editando los genes que permitirán a esta maravillosa megafauna volver a atronar por el Ártico».

El camino a ‘Jurassic Park’

La compañía lleva desde 2021 trabajando con la herramienta de edición genética CRISPR para crear un embrión de mamut lanudo. Para esto han utilizado muestras de ADN encontradas en investigaciones anteriores y han sustituído los eslabones que faltaban por los del elefante asiático, un animal con el que comparte el 99,6% de su ADN. 

Una vez lo tengan, el plan es introducirlo en el útero de una hembra de elefante africano para su gestación. Estos animales, comentan, son más grandes que los elefantes asiáticos y más adecuados para concebir a un mamut lanudo.

Además del mamut, Colossal está trabajando para recuperar otras especies recientemente extinguidas como el tilacino, un marsupial del tamaño de un lobo también conocido como el tigre de Tasmania. La compañía ha optado por este animal porque las características biológicas de los marsupiales hacen que el proceso sea más sencillo que con los mamuts, por lo que les sirve de banco de pruebas.

Una inversión millonaria para un mercado inexistente

El mercado de devolver a la vida animales extinguidos es inexistente. 

Sin embargo, la tecnología que están creando para conseguirlo ha suscitado el interés de muchos inversores. Esto ha hecho que Colossal haya sido capaz de levantar 75 millones de dólares en financiación hasta ahora, una cifra que probablemente aumente con el tiempo. «El objetivo empresarial a medida que avanzamos hacia el mamut es desarrollar estas tecnologías que creemos que tienen mayores aplicaciones para la atención sanitaria humana», declaró en su momento para TechCrunch, Ben Lamm, cofundador y director general de Colossal. 

“El objetivo sería desarrollar algunas tecnologías para generar nuevas fuentes de ingresos y compensar los gastos de otras ramas del experimento del mamut”.

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial.

Por Omar Kardoudi. 31 de enero 2023.

Sociedad/Investigación/Genética.

Paciente británico tuvo COVID-19 durante 411 días: los científicos explican por qué.

En un estudio, un equipo de científicos describe cómo pudieron curar la infección de este hombre de 59 años después de 13 meses analizando el código genético de su virus para encontrar el antídoto adecuado.

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Un hombre inmunodeprimido de Gran Bretaña se infectó con el coronavirus Sars-CoV-2 durante 411 días. Según la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, el paciente solo se curó mediante un tratamiento con anticuerpos neutralizantes. 

Según el informe, el paciente, que ahora tiene 59 años, se infectó con la variante temprana de la corona que apareció por primera vez en Wuhan, China.  

Combinación de anticuerpos

El hombre tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un trasplante de riñón. Según el informe, recibió una combinación de anticuerpos conocida como Regeneron, que también se administró al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2020. El análisis genético del virus fue importante para el tratamiento del hombre.  

Con un sistema inmunitario debilitado tras un trasplante de riñón, el cuerpo del hombre no podía eliminar el virus y, al tener solo síntomas leves e intermitentes, no podía optar a los tratamientos utilizados para prevenir o tratar los casos graves de COVID-19.

Según los expertos, todavía no existe ningún tratamiento eficaz con anticuerpos en el Reino Unido o en la Unión Europea para la variante de corona actualmente dominante, ómicron. 

«Riesgo de padecer infecciones continuas»

«Algunas personas con el sistema inmunitario debilitado siguen corriendo el riesgo de padecer enfermedades graves e infecciones continuas», afirma el médico Luke Blagdon Snell, del King’s College de Londres, que ha publicado recientemente sus conclusiones en la revista Clinical Infectious Diseases.  

«Cuando examinamos su virus, era algo que existía hace mucho tiempo, mucho antes de ómicron, mucho antes de delta e incluso antes de alpha. Así que era una de esas variantes más antiguas y tempranas del comienzo de la pandemia», declaró  Snell Washington Post. 

El paciente, que ya se ha curado, es una de las personas con una de las infecciones de coronavirus más largas que se conocen. Un paciente también tratado en el Guy’s and St Thomas’ Hospital había estado infectado hasta 505 días antes de su muerte.

FEW (dpa, AFP)

Imagen de portada: El paciente, que ya se ha curado, es una de las personas con una de las infecciones de coronavirus más largas que se conocen. (Foto de referencia)

FUENTE RESPONSABLE: Made for Minds. 11 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Pandemia de coronavirus/Vacunas/Genética/ Anticuerpos.

Hablemos de la lotería genética: ¿qué hacemos con la herencia de tus padres?

EL ERIZO Y EL ZORRO

Sabemos que algunas personas nacen menos listas, menos guapas, menos sanas o con rasgos menos valorados socialmente, pero nos cuesta pensar cómo se podrían compensar esas carencias.

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Quizá usted piense que la meritocracia es la mejor organización social posible: es decir, que los más capaces y trabajadores tengan más éxito.

Seguramente está de acuerdo en que para eso es necesario que exista igualdad de oportunidades. Y que, para que esta sea real, el Estado debe intervenir y corregir, aunque sea de manera parcial, las enormes desigualdades sociales con las que nacemos. 

Son muchas las cosas a enmendar para que todo el mundo tenga de verdad igualdad de oportunidades: a fin de cuentas, aunque hay excepciones, quien nace en un entorno pobre suele estudiar menos, y quien tiene menos estudios suele ganar menos, y quien tiene menos dinero suele morirse antes. Y ese ciclo empieza con una lotería: la familia en la que naces. 

Sin embargo, hay otra lotería de la que todos somos conscientes pero que, en general, no creemos que haya que corregir mediante una intervención externa: la lotería genética. Sabemos que algunas personas nacen menos listas, menos guapas, menos sanas o, simplemente, con rasgos menos valorados socialmente. Pero nos cuesta pensar cómo se podrían compensar esas carencias: ¿Dar dinero a la gente que nace con genes que le hacen más proclive a coger un determinado cáncer? ¿A quien es un poco tonto? ¿Al que es bajito y por lo tanto no podrá destacar en el baloncesto? 

Las preguntas que se hace La lotería genética. El ADN importa: por qué para conquistar la igualdad hay que conocer lo que nos hace diferentes , de la psicóloga estadounidense Kathryn Paige Harden, recién publicado por la editorial Deusto, son algo más sofisticadas que estas, pero responden al mismo impulso: si nos tomamos en serio la igualdad de oportunidades, ¿no deberíamos empezar por las desigualdades genéticas?

‘El ADN importa’ (Deusto)

¿Por qué eso se nos hace extraño? 

Harden tiene muy clara la respuesta: por miedo a que nos llamen eugenésicos o, peor aún, nazis. 

Cuando ella, como académica, exponía la vinculación entre cuestiones como la educación o la inteligencia con la genética, dice, le llegaban correos electrónicos de colegas diciendo que eso la convertía en alguien “no mejor que un negacionista del Holocausto”. 

Y, reconoce, mucha gente ha utilizado las diferencias genéticas de las personas para declarar que hay unas superiores a otras. Muchas veces eso se ha medido con tests de inteligencia que evalúan determinadas capacidades cognitivas en la que las personas de clase alta, porque han tenido buena educación, y las blancas, por la misma razón, obtienen mejores resultados. 

La polémica intención de Harden es romper con quienes consideran “un tabú entender cómo las diferencias genéticas entre los individuos conforman las desigualdades sociales”. “Si, como colectivo, los científicos sociales quieren estar a la altura del reto de mejorar la vida de las personas, no podemos permitirnos ignorar un hecho fundamental sobre la naturaleza humana: que las personas no son iguales al nacer”.

No podemos permitirnos ignorar un hecho fundamental sobre la naturaleza humana: las personas no son iguales al nacer Pero, ¿en qué medida eso influye en nuestra carrera laboral, en nuestros ingresos o los años que vivimos? Harden da elaboradas —y en algunos casos, arduas— explicaciones científicas de la manera en que los genes influyen en estos aspectos. 

Y su respuesta es al mismo tiempo contundente y matizada: sí, los genes influyen, por ejemplo, en si un estudiante prosigue con sus estudios, y si lo hace con provecho y buenas notas, pero naturalmente no es el único hecho relevante y, además, no existe nada parecido a un “gen del buen estudiante”, sino que los genes interactúan entre sí de muchas maneras que no entendemos del todo y cuya complejidad es enorme.

Las gafas

Aunque algunas cosas sí las sabemos, dice Harden. Y, en realidad, algunas desigualdades genéticas ya se tratan con mecanismos que nada tienen que ver con la eugenesia. “Hay pocos ejemplos reales de intervenciones conductistas que aumenten la equidad. Pocos, pero no cero”. 

El más simple de todos lo vemos a diario: las gafas. Si alguien tiene mala vista por razones genéticas, el mero hecho de darle unas gafas para que vea bien supone mejorar la equidad social. 

Otro ejemplo es una reforma educativa británica que obligó a los niños a estudiar hasta los dieciséis años; con el tiempo, quienes alargaron sus estudios tuvieron menos masa corporal y unos pulmones más sanos. Ese efecto positivo fue más acusado entre los que tenían una mayor propensión genética al sobrepeso, con lo que la medida, aparentemente universal, mejoró la equidad entre personas con distintas predisposiciones genéticas. 

También hay políticas bienintencionadas que, al no tener en cuenta el componente genético, han salido mal. Un ejemplo son los impuestos al tabaco para desincentivar su consumo: al final, lo que se consigue es que quienes tienen menos riesgo genético de ser adictos a los cigarrillos los dejen, pero se castiga a los que tienen mayor predisposición genética a seguir fumando que, además, deben pagar más. 

El libro de Harden es complejo, matizado y provocador. No tiene recetas definitivas, ni una propuesta definitiva contra la desigualdad. Sin embargo, abre de una manera franca, que elude de forma moderna y democrática las cuestiones más espinosas de la relación entre la genética y los logros vitales, un debate que será importante en las próximas décadas. 

Ahora que discutimos profunda y constantemente sobre la meritocracia, sobre las injusticias sociales que oculta o sus ventajas morales, necesitamos plantearnos en serio esta cuestión: cómo podemos y debemos ayudar a quienes han tenido mala suerte genética para que puedan vivir en igualdad de condiciones con quienes la han tenido buena. Es necesario reconocer que la suerte tiene una inmensa importancia en la vida que viviremos. 

Y eso tiene también tiene una dimensión personal: “si te tomas en serio el poder de la lotería genética, puedes acabar dándote cuenta de que muchas cosas de las que te enorgulleces, como un buen vocabulario y una rápida velocidad de procesamiento, el orden y la determinación, el hecho de que siempre te fuera bien en los estudios, son consecuencia de una serie de golpes de suerte de los que no te puedes atribuir ningún mérito.”

Imagen de portada: Secuencia de ADN (Istock)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Ramón González Férriz. 1° de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Genética/Desigualdad social/Controversial.

 

 

 

La minoría pelirroja: ¿Por qué su mutación genética los convierte en únicos?

En Escocia, los pelirrojos pueden llegar a representar el 13 por ciento de los ciudadanos

Las personas que nacen con pelo anaranjado no superan el dos por ciento de la población mundial. ¿Qué hay detrás de las pecas, la piel blanca y el pelo en llamas?

La población pelirroja representa un porcentaje muy bajo en la totalidad mundial: tan solo el dos por ciento. Esta condición es la que, en la Edad Media, los condenaba a la hoguera o en la antigua Grecia a ser arrojados desde el Olimpo. Pero los avances científicos lograron una victoria sobre estos y otros mitos: hoy se puede explicar, a ciencia cierta, el origen de los excepcionales rasgos de las personas pelirrojas. En la Agencia de noticias científicas de la UNQ se elaboró un repaso a partir de la voz autorizada de un científico.

Cuestión de genes

La cadena genética del ser humano tiene de 50 a 70 genes involucrados en la pigmentación, pero solo uno de ellos es el responsable de que existan los pelirrojos: el MC1R, gen receptor de melanocortina 1, responsable absoluto de que algunas personas tengan el pelo anaranjado.

En diálogo con la Agencia UNQ, el doctor Mariano Belaich,especialista en Genética Molecular, docente e investigador de la UNQ, explica que “cuatro o cinco variantes de este gen impiden al cuerpo la producción del tipo más común de melanina, la eumelanina, de color marrón oscuro. Las personas con estas mutaciones solo pueden fabricar la otra clase de melanina existente: la feomelanina, de color rojo”.

¿Cuándo puede nacer una persona pelirroja?

Los genes poseen variantes en una población, llamadas alelos. Y, en los seres humanos, como el genoma nuclear se compone de un 50 por ciento de la madre y el otro 50 por ciento del padre, suelen tener dos copias por gen. “A veces, esas dos copias tienen el mismo alelo (homocigota). Pero, en otras ocasiones, podemos tener dos diferentes (heterocigota)”, dice el especialista. Y aclara que las instrucciones de algunos alelos pueden prevalecer sobre otras, por eso se las suele llamar en función de sus efectos (fenotipos) como “dominantes” o “recesivas”.

En el caso del color de pelo y de la piel, participan genes vinculados con la síntesis de pigmentos. Entre ellos, variantes de melanina. Algunos de estos alelos presentan dominancia sobre otros. Por ejemplo, pigmentos oscuros sobre los claros. Si bien se han identificado alrededor de 200 genes implicados en tales fenotipos, destaca el gen MC1R (receptor de melanocortina 1). 

En particular, este gen posee un alelo del tipo recesivo que, en estado homocigota, explica alrededor del 73 por ciento del fenotipo “pelirrojo” según un estudio de un grupo británico publicado en Nature Communications en 2018. 

En ese sentido, portar esta doble carga alélica para MC1R predispone con alta probabilidad a ser una persona pelirroja. Y esto puede derivar a partir de que la madre y el padre también fueron homocigotas para este alelo, y pelirrojos, o que ambos portan esta variante en estado heterocigota.

El origen

La frecuencia de los alelos para los distintos genes varía según las poblaciones humanas y sus historias evolutivas, de migraciones y cruces entre etnias. 

Por ejemplo, los alelos de MC1R asociados al fenotipo pelirrojo son más frecuentes en el noroeste europeo que en el resto del planeta. Alrededor del 1-2 por ciento de la población mundial sería pelirroja, pero, en Escocia, ese grupo crece hasta alrededor de un 13 por ciento. 

En general, los fenotipos homocigotos recesivos son siempre menos frecuentes, dado que se requiere del estado homocigota para su manifestación.

Piel menos protegida

Las personas pelirrojas, al igual que quienes tienen piel más clara, tienen menor capacidad protectora y son más vulnerables a los rayos UV. “Más allá de una característica física, los genes vinculados con la pigmentación son importantes porque presentan roles en el desarrollo de cáncer, como el melanoma. Si uno es pelirrojo y amante del sol, es necesario cuidarse mucho porque el cuerpo no está del todo preparado para ese ambiente cálido y veraniego, pleno de rayos UV”, remarca el especialista.

¿Más sensibles al frío?

Otro aspecto frecuentemente asociado a las personas pelirrojas es la percepción a los cambios de temperatura. Una investigación de la Universidad de Louisville (Kentucky, Estados Unidos) apuntó que la mutación genética que les hace tener el pelo rojo y la piel delicada, también parece hacerles más sensibles a los cambios de temperatura.

Tras comparar la sensibilidad al dolor térmico en 30 mujeres pelirrojas y 30 morenas, el estudio detectó que las pelirrojas comenzaron a sentir dolor alrededor de los 6ºC, mientras que aquellas con cabello más oscuro no comenzaron a notarlo hasta que la temperatura rozó la congelación. El equipo de investigación concluyó que el gen MC1R puede provocar que la respuesta de detección de temperatura de una pelirroja las vuelve más sensibles al frío.

Como sea, aunque la fascinación provocada por su aspecto no siempre fue positiva, en pleno siglo XXI, el cabello rojo los convierte en uno de los grupos minoritarios más dispersos y fascinantes en el mundo. Tras siglos de peligroso desconocimiento, la ciencia otra vez hizo lo suyo.

Imagen de portada: Ed Sheeran

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. De Agencia de noticias científicas de la Universidad Nacional de Quilmes. Argentina. 28 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Salud/Genética/Ciencia/Alelos