Soledad infinita que ya pesa un poco más que ayer y menos que mañana, sobre las espaldas exhaustas por haber vivido de pie equivocado o no, pero jamás de rodillas.
Orgullo, no no es orgullo, es lo que uno mamo de chico, ejemplos de vidas sin dobleces ni trampa alguna.
No conseguiré el cielo fácilmente porque me equivoqué fiero algunas veces, he pedido perdón a aquellos que lastime por esos impulsos que uno no los sujeta.
Pero no me quejo vida bien vivida, con momentos únicos e inolvidables, mi único amor, mis hijos, mis nietos y también de los otros las pérdidas algunas que aún duelen en el Alma, y que uno guarda para cuando se acerque el camino del reencuentro.
Como cantaba la «negra» Sosa, gracias a la vida que me ha dado tanto.
Nuestro país…tan maravilloso y tan dividido; con niños hambrientos, padres buscando en contenedores o cartoneando, agresión en aumento, oposición destructiva, oficialismo inmovilizado, justicia inexistente, políticos corruptos, payasos mediáticos que son patrocinados por la derecha ora la izquierda ora la voracidad de afuera y de adentro -empresarios apátridas y transnacionales sedientos de expoliación aún mayor a las ya obtenidas… dócil pueblo de ovejas que como rebaños hasta el cuesta tener valor para todos juntos -algo irrisorio de pedir- cantar nuestra canción patria con el final a pleno “O juremos con gloria, morir…” Como podemos hablar de gloria; sin moral…sin orgullo…sin honestidad…sin ser lo suficientemente críticos de nuestros actos cívicos y más de los que pensamos con ese dejo de soberbia; pensando estúpidamente que somos “los mejores …simplemente de la nada”.
Para todos ellos, vaya esto. Parece que no se hubieran enterado de la realidad bien “argenta”. Perdónanos Señor; no sabemos desde siempre lo que hacemos…
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La encuesta
Se «prometió» pero no se «realizó»
Una de las claves a dilucidar sobre el porqué de la derrota del oficialismo en las PASO, derrota apalancada fundamentalmente en la no concurrencia a las urnas masivamente como forma de protesta, es observar el peso de diversos factores de preocupación en la decisión de voto, incluida la no concurrencia.
Estas son las preocupaciones dominantes de los electores que permanecieron indecisos hasta último momento, la mayoría votantes del FTD en 2019 y buenas imágenes del Presidente, La Vicepresidenta y el Gobernador bonaerense.
Como se observa, los temas socioeconómicos dominan ampliamente la agenda de preocupaciones de estos electores claves en el resultado de la elección a punto de que casi el 60% de los temas que preocupan son desempleo, bajos salarios y precios. A contrario sensu el tema coronavirus ocupa apenas el 1,4% de las preocupaciones, señal de la exitosa campaña de vacunación bonaerense que literalmente borró el tema sanitario de la agenda de problemas.
No hay duda alguna que las socioeconómicas fueron las causas de la derrota electoral del oficialismo, efecto de una política económica que no satisfizo las expectativas de sus propios votantes del año 2019 que optaron por ausentarse de la elección antes que darle el voto a la oposición neoliberal por la memoria reciente del daño que en los cuatro años de gobierno de Macri debieron soportar.
Estos electores ausentes apelaron para no concurrir a votar, incluso a manifestar síntomas de Covid.
Los ausentes son fundamentalmente segmentos medios y medios bajos que representan al 40% de la población ubicada entre el tercer y sexto decil de ingresos de la pirámide de estratificación social.
Son sectores que se apropian del 24% del ingreso total mientras que el 10% más rico toma hoy el 32% del ingreso total.
Segmentos muy castigados por la caída en el poder adquisitivo del salario que, junto a jubilaciones y pensiones, representa la modalidad dominante de ingresos de su grupo familiar junto a complementos de changas y cuentapropismo precario.
Electores que están muy lejos de ser impactados por la suba del piso de ganancias a $175 mil y sin beneficiarse tampoco de la saga de subsidios del Gobierno ni su trama clientelar. Estos segmentos medios y medios bajos ausentes en las PASO, descansan su ingreso básicamente en jubilaciones, pensiones y salario mínimo complementados por changas y son los más refractarios a ingresar en la polarización creciente y habitual que signa el comportamiento electoral en las últimas décadas.
En este universo de votantes indecisos primero y ausentes después votantes mayoritariamente al FDT en el año 2019 las fronteras de los diferentes relatos son líquidas y define su voto según las condiciones socioeconómicas que transitan y su memoria reciente del proceso de deterioro.
No es casual que estos segmentos, luego de permanecer indecisos finalmente no concurrieran a emitir su voto, puesto que sobre estos sectores medios y medios bajos opera aún la memoria reciente del descalabro macrista, tras cuatro años de gran daño social, eslabonado con la insatisfacción socioeconómica actual frente a una mejora prometida que no termina de llegar. Se “promete”, pero aún no se “realiza”.
De cómo definen estos segmentos claves su voto y concurrencia, dependerá el resultado final de la elección de medio mandato definitiva, en particular será decisivo para marcar la distancia que el oficialismo actual obtenga sobre la coalición opositora, porque como se observa en este relevamiento de la estratégica Provincia de Buenos Aires, el triunfo del Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio parece a priori muy complejo, aun faltando bastante tiempo relativo para las elecciones de noviembre y las intenciones de reversión por parte del oficialismo.
GP.
Artemio López
*Director de Consultora Equis.
Producción periodística: Silvina L. Márquez. Encuesta
Se celebraron los 122 años del nacimiento del escritor más célebre de Argentina. Daniel Mecca, periodista y escritor, otorga algunas claves para conocerlo mejor.
En agosto se celebró el Día del Lector por los 122 años del nacimiento de Jorge Luis Borges, el escritor más célebre de Argentina. No es casualidad, ya que el autor se vanagloriaba de ser un lector antes que un escritor.
Según Daniel Mecca, periodista, escritor y coordinador del festival #BorgesPalooza, el primer paso para acercarse al emblemático escritor es «sacarse el miedo de leer a Borges».
«Las alusiones ‘eruditas’ de Borges no direccionan una sola lectura. No es que si uno no entiende las citas eruditas, se queda afuera. Son parte de ese movimiento de fragmentación y de irritación que genera Borges al leerlo», dice en una de sus clases sobre el escritor.
Para Mecca, la obra del autor se puede dividir en dos ramas: la de los cuchilleros y la de la biblioteca.
Él expone en sus textos la civilización y la barbarie y es en esa apertura donde Jorge Luis se convierte en Borges.
La parte de la biblioteca incluye obras como «El Aleph», «La biblioteca de Babel», «El libro de Arena» y «Funes el memorioso», entre otros.
Aquí desarrolla algunas de sus ideas más abstractas, de la física cuántica a paradojas filosóficas griegas, y la forma en la que la ficción altera la realidad, con un vasto conocimiento de la cultura universal.
Por otro lado, según Mecca, la parte de «los cuchilleros» abarca títulos como «Hombre de la esquina rosa», «Biografía de Tadeo Isidoro de la Cruz», «El fin» o «La intrusa» , ligados a la tradición nacional, al compadrito porteño.
«Borges explora los movimientos identitarios de la independencia, la época en la que se debatía lo que sería el destino identitario de la patria. Él entendía que la literatura es un factor clave para decir quiénes somos», cuenta el periodista.
«En esa discusión, él mismo supo decir ‘qué distinto hubiera sido el país si el libro canónico de la patria era el Facundo y no el Martín Fierro’, pero no desde una mirada europeizante. Él expone en sus textos la civilización y la barbarie y es en esa apertura donde Jorge Luis se convierte en Borges», explica.
Quién era Jorge Luis Borges, en doce definiciones brillantes
El autor de “Ficciones” dejó tras su muerte algunos conceptos que forman parte del patrimonio cultural de los argentinos. Aquí una docena de ellos.
La vasta cultura y la inteligencia de Jorge Luis Borges asombraron a los lectores de todo el mundo. Pero también se condensaron en algunos conceptos que surgen cuando se lo evoca.
Algunos de ellos, incluso, pueden recordarse en algunas de las entrevistas y charlas que el autor de «Historia Universal de la Infamia» concedió a medios de todo el mundo.
El amor y la amistad
«He pensado alguna vez que, quizás una persona que esté enamorada vea a la otra como Dios la ve, es decir, la ve del mejor modo posible. Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única».
Borges en París junto a su última esposa, María Kodama.
«La amistad no necesita frecuencia, el amor sí, pero la amistad no».
Borges y su amigo, el escritor Adolfo Bioy Casares.
La felicidad
“A veces me siento incalculablemente feliz, y le doy la bienvenida a la felicidad, porque no sé de dónde viene, pero creo que debería ser bienvenida de todos modos”, opinó Borges en una entrevista en la televisión norteamericana en 1977.
Ser lector
«Dejo que otros se enorgullezcan de cuántas páginas han escrito; prefiero jactarme de las que he leído», opinaba el reconocido escritor.
La dictadura
«Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan la servidumbre, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez», manifestó el escritor en una entrevista con con Joaquín Soler Serrano en la Televisión Española, en 1976.
Más tarde, volvió a expresarse en el mismo sentido, en 1985, sobre los desaparecidos durante el régimen militar en Argentina.
La muerte
«Cuando los escritores mueren se convierten en libros, que, después de todo, no es una encarnación tan mala», afirmó.
La fe
«Ser un agnóstico significa que todas las cosas son posibles, incluso Dios, incluso la Santísima Trinidad. Este mundo es tan extraño que cualquier cosa puede suceder o puede no suceder. Ser un agnóstico me hace vivir en un mundo más grande, más fantástico, casi misterioso. Me hace más tolerante».
Conferencia «Siete Noches», sobre la Poesía
La patria
«Yo no entiendo a mi patria pero le tengo un gran amor y tengo la esperanza de que algún día pueda cumplir el gran destino que fue suyo”.
El tango
«El tango es una expresión directa de algo que los poetas a menudo han tratado de expresar con palabras: la creencia de que una pelea puede ser una celebración».
FOTO: Quién era Jorge Luis Borges, en doce definiciones brillantes
FOTO: Sus obras más conocidas, Ficciones y El Aleph, cuentos que exploran ideas filosóficas
FOTO: Borges, junto a un retrato de su abuelo.
FOTO: Borges nació el 24 de agosto de 1899.
La ceguera
«La ceguera no es la tiniebla; es una forma de la soledad»
El dólar
«Los dólares son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño».
Los vicios
«Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente».
Borges, con algunas admiradoras.
Daniel Mecca es periodista, escritor, docente y poeta, organizador del #BorgesPalooza. Administra el newsletter “Poesía por WhatsApp” y “Poesía sin corona”, una comunidad virtual de poetas. También los podcast: “El resto es literatura” y “Poesía por WhatsaApp (lectura de poemas)”. Actualmente da seminarios sobre Borges.
Ruta del chocolate: las mejores tortas, dulces y postres para probar en Buenos Aires
Argentina es el país con mayor consumo per cápita de chocolate de la región: cada argentino consume alrededor de 3 kilos por año. Dónde probar los mejores en Buenos Aires.
El 13 de septiembre se celebró el Día Internacional del Chocolate, fecha elegida en 1995 en honor al nacimiento del escritor Roald Dahl, autor de «Charlie y la Fábrica de Chocolate» (1964), y Milton Hershey, fundador de la fábrica de chocolates más grande de Estados Unidos (1857-1945).
El chocolate es uno de los dulces más consumidos en el mundo y Argentina es el país que más lo consume Latinoamérica con casi tres kilos al año promedio.Negros, blancos, con leche, rellenos, aireados, crocantes… El chocolate se elabora a partir del grano de cacao y su consumo está asociado al placer y la felicidad. Dónde probar los mejores postres, dulces y tortas con chocolate en Buenos Aires.
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En su propuesta de tortas no falta el chocolate y las favoritas son la torta Choco Power by Matilda que, inspirada en la película homónima, lleva un bizcochuelo de chocolate belga relleno y cubierto de un cremoso fudge de chocolate y dulce de leche; la Marquise de Chocolate, con una base súper «chocolatosa» sin harinas, dulce de leche, crema chantilly, merengue italiano y lluvia de granas de chocolate; la Cheese & Oreo, una reversión del clásico cheesecake al estilo New York con una base de galletitas Oreo y un cream-cheese de dulce de leche; y el clásico e infaltable brownie de chocolate belga, bien húmedo y compacto.
Además, sumaron a su propuesta tabletas de chocolate con Rocklets de chocolate blanco, con leche o semiamargo. Todas estas opciones se pueden compartir en su pintoresca esquina sobre el boulevard de Av. García del Río, para take away o con delivery propio. Dirección: Moldes 3802, Saavedra, CABA.
2. MADA PATISSERIE
La boutique de la chef Juliana Herrera Dappe ofrece creaciones de la pastelería clásica y moderna que se destacan por su presentación, sabor y calidad. Para festejar el Día del Chocolate, el 13 de septiembre se preparó unamini-cake exclusiva de mousse de chocolate y mousse de Nutella sobre una base crocante de cereales y chocolate, terminada con un macaron de Nutella en su superficie.
Los amantes del chocolate también podrán degustar las tortas y mini cakes de su propuesta habitual, como la torta mousse de chocolate con base de brownie, decorada con monedas de chocolate y rulos de chocolate; la torta mousse de chocolate con mousse de pistachos, biscuit de chocolate y glaseado de chocolate; la torta Chocolate y Caramelo con masa sablé de cacao, caramelo y maní, cubierta de ganache de chocolate y decorada con macarons y maní; la mini cake de lingote de chocolate con café y almendras acarameladas y la mini cake de marquise de chocolate con dulce de leche, brownie, crema y rulos de chocolate.
Éstos y todos sus productos están disponibles para retirar por el local o recibir a través de su servicio de delivery. Se recomienda hacer los pedidos con antelación. Dirección: 3 de Febrero 1064, Belgrano, CABA
3. TIGRE MORADO
La cevichería Tigre Morado le rinde tributo a esta fecha con su postre «Chocoteja«, una creación majestuosa que combina los sabores y las tradiciones más importantes de la cultura peruana. Esta creación gastronómica forma parte de la carta de Tigre Morado desde sus comienzos y está pensada para que sea una explosión de sabores y texturas en cada bocado.
Compuesta por una mousse fría de chocolate amargo, este postre presenta una cremosidad única que se combina a la perfección con el sabor que brinda el maíz chulpi. Para resaltar todos los sabores, la inclusión de aceite de oliva y destellos de sal marina confirman que este postre presenta un mix atrevido y dulce que abraza el alma.
La «Chocoteja» se encuentra disponible únicamente en formato «restaurante» y es una excelente manera de terminar una velada, acompañando este postre con una copa de vino seco o un brut para la ocasión. Dirección: Dr. Emilio Ravignani 1691, Palermo.
4. NININA
El restaurante cuenta con una amplia variedad de tortas protagonizadas por chocolate 70% cacao, que se ofrecen enteras (grandes o medianas) y en porciones del día. Algunas favoritas son la Charlie Brown, con tres capas de genoise de vainilla rellenas de mousse de chocolate y mousse de dulce de leche, cubierta con ganache de chocolate; la torta Ivonne, un biscuit de chocolate con dulce de leche y ganache de chocolate; la Tartufo, una marquise de chocolate con mousse de chocolate, dulce de leche y merengue italiano; y la Amadeus, otra marquise de chocolate con mousse de dulce de leche y ganache de chocolate.
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Durante estos días las opciones por porción serán la torta Lola Mora, con delgadas capas de base de avellanas intercaladas con mousse de chocolate, cubierta con moras y frambuesas; y la torta Perdición con base de merengue, mousse de chocolate, biscuit de chocolate, creme chantilly y frutillas.
Además, su menú incluye otras delicias para fans del chocolate, como el pain au chocolat clásico de la pastelería francesa (de masa hojaldre, crujiente por fuera y muy aireado por dentro con centro de chocolate), cookies de vainilla con chips de chocolate y barras de chocolate Fénix 70% cacao. Para disfrutar en sus diferentes locales con espacios al aire libre o pedir con entrega a domicilio en toda CABA y GBA.
5. GONTRAN CHERRIER
Gontran Cherrier, frente a la Plaza Armenia de Palermo, se especializa en recetas de Francia con ingredientes del mundo e invita a deleitarse con productos artesanales con el chocolate como ingrediente estrella.
En el marco del Día del Chocolate, del 11 al 13 de septiembre se preparó un exclusivo «kouign amann», un manjar oriundo de la comuna de Douarnenez en el Finisterre (Bretaña), de masa hojaldrada rellena de chocolate de primera calidad, manteca, azúcar y sal, que se sirve acompañado de bananas caramelizadas.
Además, en su sección de viennoiserie se destaca el pain au chocolat (hojaldre relleno de chocolate semi amargo), el pain au chocolat con almendras (relleno de chocolate semi amargo y crema de almendras cubierto de almendras fileteadas) y el croissant relleno de dulce de leche, cubierto con baño de chocolate con leche y frutos secos.
A su vez, de su patisserie sobresale el eclair de chocolate (masa bomba rellena con crema pastelera de chocolate y cubierta de glacage de chocolate semi amargo), el lingote de chocolate (base de crocante de almendras con mousse de chocolate, crema chantilly de chocolate y baño crocante de almendras y chocolate), el mi cuit (budín de chocolate, similar a un volcán), el financier de chocolate (budín de harina de almendras con chips de chocolate, relleno de ganache de chocolate) y el original domo chocolate y banana (sablée de cacao y almendras con ganache de chocolate cocida, bananas, mousse de chocolate semi amargo, glacage de chocolate y crumble de cacao).
Estos manjares de la culinaria francesa están disponibles en la vereda o terraza parisina del local, para realizar take away o pedir con entrega a domicilio. Dirección: Malabia 1805, Palermo.
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Usina propuso celebrar el Día del Chocolate con una nueva versión de una de sus tortas más hiteras: la «Chocousina», húmeda por dentro, cremosa por fuera y terminada con una lluvia de estrellas, diseñada para deleitar todos los sentidos con diversas capas de chocolate de la más alta calidad.
Se trata de una torta súper húmeda de chocolate, untuosa, con el sabor intenso de un cacao al 70% de altísima calidad, aireada por el efecto de las claras de merengue batidas a punto y con una nueva terminación de cobertura cremosa como solo un riquísimo ganache le puede dar. A partir de ahora llega en formato circular, con el tamaño justo para devorarla en un par de bocados. Bañada en un irresistible ganache con extra chocolate para continuar endulzando y un final con una lluvia de polvo dorado. Puede ser acompañada por un exquisito café de especialidad en cualquiera de sus seis locales distribuidos entre la Ciudad de Buenos Aires y San Isidro.
Otras opciones chocolatosas son el Alfajor triple de choco maní, con masa de chocolate y maní, con relleno de dulce de leche y mantequilla de maní con baño de chocolate semiamargo; budines, tan originales como ricos, de chocolate y cerveza o de chocolate blanco y calabaza, brownies, marquise, torta Golosina, un lingote de cookies artesanales de chocolate rellenas de ganache de dulce de leche con crema de queso, entre otros.
7. COCU
El lunes 13/9 para celebrar el Día Internacional del Chocolate, la panadería francesa COCU Boulangerie ofreció una «choco-box» que incluye: 1 Eclair de Chocolate (masa bomba rellena de crema pastelera de chocolate y glasé de chocolate); 1 Eclair de Café, Caramelo y Chocolate (masa bomba rellena de crema pastelera, crema de caramelo, barra de chocolate, bomboncito de chocolate y dulce de leche); 1 Lingote de Chocolate (brownie cubierto de praliné, ganache de chocolate y dulce de leche); 1 Muffin de Chocolate relleno de Frutos Rojos Sin Tacc (no apto celíaco); 1 Pan de Chocolate (clásico hojaldre relleno de chocolate); 1 Pan de Chocolate con Almendras (pan de chocolate sumergido en almíbar, relleno de crema de almendras y espolvoreado con azúcar impalpable); y 1 Cookie Vegana de Chocolate y Algarroba con Frutos Secos.
Imagen de portada: Gentileza de CLASE Gourmet Break
FUENTE: CLASE Gourmet Break – Chocolate/Gastronomia/Buenos Aires/República Argentina
Era una obviedad, que si bien se habían levantado la mayoría de las restricciones o de aforos para el transporte público, a veces uno se encuentra con personas que no se si considerarlas “antivacuna” o “estúpidas” sin respetar ninguna de las normas establecidas. No se si lo hacen para llamar la atención, elevando su ego o resultan el conocido amig@ que a todo se opone.
Ya en ese horario; el vagón del metro no digo que explotaba de gente pero llevaba con numerosos viajeros parados. Me coloque a no más de dos metros de la joven; mientras los dos “muchachos” a no más de un metro de distancia le murmuraban obscenidades e invitaciones de todo tipo. Pensé, que solo yo los escuchaba por la cercanía, y que no era momento de hacer nada, salvo que la cosa pasara a mayores.
La línea A de uno de nuestros metros; tiene dieciocho estaciones por lo que habíamos tomado la formación en Congreso con destino final a San Pedrito, la estación en que bajaría. La joven se le había enrojecido el rostro y sus ojos, brillaban por contener su llanto.
El cadencioso andar de la formación, su ruido y la distracción de la gente con sus “aparatitos electrónicos”, provocan que nadie salvo yo, se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
Calculé que tardaría unos veinte minutos en llegar a destino. Pero mi cabeza daba vueltas una y otra vez; la tensión me supera por observar esa escena y el estado de la joven. Ya llegando a la estación Acoyte, cada uno de los jóvenes se pusieron de cada lado, al ver que ella se dirigía a la puerta del vagón.
Al ver la situación, me dije a mi mismo -baja…baja aquí, algo le puede pasar a la joven-. Jamás me creí un mosquetero ni un quijote, pero tenía bien presente que ya de niño, poseía la sana virtud de proteger a las niñas quizás por como me habían criado mis padres, pero fundamentalmente mi madre ya que mi casa era de por sí un “matriarcado”, dado que mi padre estaba bastante ausente por trabajo -no solo se desempeñaba como policía, sino también hacia changas-. Es que ellos alquilaban la casa; éramos seis bocas que alimentar y darles educación a los cuatro hermanos, de los cuales yo era el más pequeño.
La formación se detuvo. Intenté pararme detrás de los sujetos; que casi ya estaban rozando a la joven. Al salir; por ser esa parada de estación aglutinante por todos los edificios que hay en la zona del barrio de “Caballito” , baje con ellos tres y cuando se dirigían en dirección a la salida por la escalera mecánica, quise interponerme entre ellos dos y la joven, pero ágilmente uno de ellos se interpuso delante mio. Me di cuenta obviamente, en ese preciso instante que los tipos ya se habían percatado de mi, quizás por la reiterada insistencia en mirarlos durante el viaje.
Pensé que tenía que actuar con cuidado, ya que no poseía las aptitudes físicas de cuando era más joven, y ellos también podrían estar armados, además de que físicamente se veían atléticos, era la situación para mi un verdadero interrogante. “Fumados o no”; debía ser certero y de ser necesario, solicitar ayuda. En la esquina de las Avenidas Rivadavia y Acoyte, uno se encuentra con mucha gente, volviendo del trabajo o paseando.
Todos subiendo por la escalera mecánica como soldados en fila, la joven, los “raros” muchachos y yo. Salimos al aire de la Avda. Rivadavia. La joven cruzó Rivadavia y tomó por Perito José Moreno, que es la continuación de Acoyte. Seguramente hacia el sur, seguida por los dos sujetos y a unos metros, yo. Repentinamente uno de ellos, dio vuelta hacia mí y al ver que continuaba junto a ellos, camino hacia mi.
Al acercarse me dijo – “ Che papá”- ¿vos nos estás siguiendo?-
Le respondí: -No, para nada. Vivo en la avenida Goyena, para allí voy-
-Que raro; te venimos viendo desde el subte y no nos sacaste la vista de encima, mira “viejo” que si queres “joda”, te puede ir mal-
-Mire, en primer lugar no me tutee y en segundo lugar no se equivoque de consonante y no me falte el respeto-
-Escúchame; no te hagas el “canchero” que ya no tienes edad para hacerte el héroe, sabes? Y deslizó su campera, mostrando una faca sobre el costado izquierdo.-
-Me parece que estás nervioso y no se porque ni me interesa. Si queres ahí enfrente veo a un policía de la ciudad. Lo llamamos y le dijo que me estás amenazando. ¿Qué opinas?-
– Mira “viejo”, si no nos jodes la vida y decís que vas caminando para tu casa, no hay problema. Pero te repito; no se te ocurra hacer algo, sos un tipo raro, sabías, ¿no?
-Escúcheme, no tengo nada que hablar con usted; ni siquiera lo conozco. Así que vaya con su amigo y deje de jorobar. De lo contrario, le aseguro que llamaré a la policía-
-El tipo se adelantó a paso rápido, porque ya nos habían sacado unos 150 metros tanto la joven como su compinche. Apure el paso; no podía de seguir los pasos de quienes me parecían aberrantes acosadores sexuales.
Continuará…
Glosario:
Muchachos: Adultos jóvenes o adolescentes.
«Che papá» : Una expresión muy común de escuchar, en personas sin educación al dirigirse a un adulto mayor. Forma socarrona.
«Viejo»: Adulto mayor/»padre» en lunfardo.
«Joda»: «Fiesta» en lunfardo
«Canchero»: «hábil,experto an algo…» en lunfardo
«Faca» : Cuchilla hecha a mano de un fierro, generalmente utilizada en las carceles por los internos.
Ya atardecía, el final del invierno se anunciaba al alargarse los días. Era viernes, como siempre un caos en el tránsito. Más automóviles que cualquier otro día de la semana, siempre solo supuse sus razones.
Creía por un lado, que había gente que terminada la semana laboral, acelera el regreso a su casa, para luego irse con su familia o con amigos, a un country, a un club de campo o a las playas, no muy lejanas de la ciudad de Buenos Aires.
También el estrés laboral más pandemia; podría ser otra razón para quien no usará su automóvil, y si lo hacía los días viernes para llegar quizás más rápido a su hogar, algo que dudaba por los embotellamientos que se producen en las principales avenidas.
El transporte público ahora sin restricciones, es tremendamente agotador y hostil para el pasajero, que viaja apretujado y a veces con demora o interrupciones del servicio, por ejemplo en alguna línea del metro.
Caminaba justamente el viernes pasado por la Avenida Corrientes ya que me había encontrado con Roberto, amigo con el que no nos veíamos desde hace unos años. Las causas, son conocidas cuando uno se divorcia, ya que es muy difícil que la amistad entre las parejas continúe en el tiempo.
Teníamos tanto para contarnos, que estuvimos casi cuatro horas, poniéndonos al día sobre nuestras vidas. Eso sí, con varias ruedas de exquisito cafe «late».
Luego de dejar a Roberto, comencé a caminar hacia la entrada de la estación Congreso del Metro.
Luego de pasar mi magnética me dirigí al andén, me senté a pesar que la frecuencia rara vez supera los 5 minutos. Como buen observador que siempre he sido, me llamó la atención porqué formo parte de la inauguración del Metro en la Ciudad, allá por el año 1913. En los últimos años, muchas estaciones – Congreso, incluida – fueron transformadas por completo, con la instalación de escaleras mecánicas, reemplazo de cerámicas en sus paredes y ascensores para personas con capacidad reducida.
Pero el entorno conocido en sí, no me distrajo como para no ver a un par de jóvenes al final del andén y a metros de ellos una adolescente, sola y sentada en uno de los pocos asientos existentes. Si bien me encontraba a unos treinta metros del lugar; pude observar que los muchachos le decían alguna “grosería” a la niña, ya que esta se paró repentinamente y se alejó unos metros, ubicándose en uno de los lugares marcados en el piso, para el acceso a la formación que venía de la estación de Paseo Colón.
No pude de dejarme llevar; me hacian ruido las tripas ante situaciones semejantes, a pesar de que me pregunté entre dientes -¿que vas a conseguir?. Escuché que los sujetos, estaban “fumados” porque ciertas palabras me resultaban ininteligibles, pero percibí que la niña estaba más que nerviosa, apretando su mochila contra su espalda y moviéndose de lado a lado cerca de las vías.
Como haciéndome el distraído; me acerque hasta donde estaba ella, cuando ya llegaba la formación del metro. Subió ella, los muchachos casi me llevaron por delante para subir, y yo los seguí. Presentí que algo iba a suceder. Recordé esos films en donde en el Metro de Nueva York o de Londres; facinerosos sin escrúpulos abusaban de mujeres o de ancianos…
Continuará...
Imagen: Gentileza Pinterest – Norelli A.
Glosario:
Muchachos: Adolescentes o jovenes adultos
«Fumados»: Consumo de sustancias prohibidas (Porros o cigarrillos de marihuana)
Palabras hilanderas es el nombre de la colección, formada por diez libros, de las editoriales Huso y Cumbres.
Un conjunto de obras diseñado «con todo el rigor de la imaginación, comparten una obra artística, un sueño creador, a una autora, a un autor, una intuición, un pensamiento». Jorge Luis Borges es el protagonista de la nueva entrega de esta serie, en la que ya han sido publicados los volúmenes de autores como Luciana Prodan y José Manuel Lucía Megías.
Zenda publica un capítulo de «No voy a traicionar a Borges, de José Luis Rodríguez Zapatero.
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APUNTES INICIALES
Con la lectura de El Aleph comenzó mi aventura borgiana. Debió de ser en 1976 ó 1977, las fechas no importan decía el maestro argentino. A partir de ahí, en íntima complicidad inicié mi sueño borgiano. Lecturas y relecturas. Las lecturas que más han influido en mí para tratar de pensar con serenidad el mundo y lo que acaso somos y dejaremos de ser.
Si ahora he aceptado la invitación a escribir y publicar estas líneas sobre Borges es movido por un doble sentimiento, de admiración y de humildad.
De la admiración por el autor, tendrán sobradas muestras los lectores en las páginas de este trabajo.
«Deseo subrayar la condición de argentino de Borges. Nada puede entenderse de Argentina, ese fascinante país, sin Borges»
De la humildad a la hora de asumir esta tarea, solo reitero que mi única pretensión con estas líneas es la de compartir mis impresiones e interpretaciones de los textos, de algunos de ellos, del autor argentino. Seguramente, cada lector de Borges contribuye a componer un espejo, virtualmente infinito —cómo no—, que devuelve en su reflejo tantas percepciones como las lecturas de Borges se producen en cualquier momento y desde cualquier lugar del planeta.
Deseo subrayar la condición de argentino de Borges. Nada puede entenderse de Argentina, ese fascinante país, sin Borges. Siempre que leo algo de Argentina, o recuerdo las calles de Buenos Aires, sus casas bajas, sus esquinas y arrabales; siempre que conozco o reencuentro a alguna persona de ese país, Borges reaparece en mi pensamiento. Es un fenómeno casi patológico.
El Gaucho y La Pampa, los cuchilleros, las milongas y los tangos, los arrabales de Buenos Aires, Palermo, La Recoleta, La Chacarita, Adrogué, Martin Fierro, Sarmiento, José Hernández, Lugones, Macedonio Fernández, Almafuerte, Evaristo Carriego, Yrigoyen, incluso Rosas, llegaron a mí con Borges.
Sería pretencioso y acaso incorrecto intentar profundizar sobre la argentinidad de Borges y de su obra. Para tan ímproba tarea hay que ser argentino.
Permítaseme tan solo una consideración muy personal y, por tanto, comprometida.
«Justo es reconocer que la renovación más profunda y creativa del idioma castellano se produjo en América Latina en el siglo XX».
Es difícil, en efecto, imaginar la obra de Borges sin su condición de argentino. Su patria, su Buenos Aires, sus calles, los argentinos están en casi todas las páginas de su universal obra. Es recurrente afirmar que en su primera etapa (la que corresponde a los libros Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente, Cuaderno San Martín y Evaristo Carriego) el acento de la obra de Borges sería predominantemente local.
Sin embargo, en esas primeras obras, poemas esencialmente, están ya los grandes temas del autor argentino: el tiempo (poema Final de año); el idealismo, Berkeley, Schopenhauer (poema Amanecer); la finitud (poema Remordimiento por cualquier muerte); la poesía (en el poema El Sur). Y a su vez en la etapa en que las ficciones y ensayos, con vocación universal, centran la obra de Borges, Argentina sigue estando ahí. Quizá fuese azaroso pero para mí es definitivo que el Aleph, allí donde está todo el universo y Beatriz Viterbo, es vivido por Borges en Argentina.
Justo es reconocer que la renovación más profunda y creativa del idioma castellano se produjo en América Latina en el siglo XX. El principal renovador de nuestra literatura fue Borges. Su influencia ha sido decisiva. Sus imbricados laberintos nos abren caminos ignotos. Los espejos nos reconcilian con la identidad. Sus ficciones y sus alteraciones de la realidad nos mueven a transitar por la historia y las enciclopedias. Su infatigable pasión por leer nos enseña el rumbo de la serenidad y de la razonable finitud.
«Borges es dominio de la metáfora, precisión creativa, originalidad y belleza en el uso de los adjetivos, vasta erudición, uso de trucos admirables»
La lealtad a una obra y a su autor supone un compromiso tan intenso como misterioso. En mi caso, esa lealtad es con Jorge Luis Borges, con su obra, con su huella, con sus geniales recursos literarios. La intensidad puede llegar a acariciar lo obsesivo. Leer y releerle, escuchar una y otra vez sus entrevistas y conferencias, deconstruir sus formas retóricas y entender o intentar entender las raíces intelectuales de ese camino entre la filosofía y la literatura plena, que culmina en el hecho estético que constituye la obra borgeana, han sido una constante en mi vida. Como ha dicho Luis García Montero, “ser lector de Borges es, primero, una forma de ser lector y, luego, una forma de ser”.
Borges es dominio de la metáfora, precisión creativa, originalidad y belleza en el uso de los adjetivos, vasta erudición, uso de trucos admirables, afán por la sintaxis y, ante todo, un escultor genial de la palabra, de sus raíces y significados. La obra borgeana encierra tantos misterios como la historia, el tiempo y la literatura.
El misterio borgeano está impreso en la mirada, esa mirada espejo de la “modesta ceguera” de Borges como él la calificó. Una mirada que busca el infinito y que a la vez nos interpela sobre la existencia y nos empuja al asombro.
Borges escribió en “El templo de Poseidón”, de Atlas:
No hay una sola cosa en el mundo que no sea misteriosa, pero ese misterio es más evidente en determinadas cosas que en otras. En el mar, en el color amarillo, en los ojos de los ancianos y en la música.
«Esa literatura sublime fue horneada en una biblioteca, la biblioteca de su padre».
En los ojos de Borges quizá esté El Aleph, que muy probablemente sea su cuento más universal. Los ojos de Borges se demoraron por todas las literaturas, indagaron en diversas religiones y culturas, descifraron filosofías que parecen inescrutables, advirtieron las debilidades de autores y novelas y crearon versos, cuentos y sentencias entretejidas de forma sublime. Una literatura sublime porque, quizá como ninguna otra, nos revela las infinitas posibilidades de la existencia y acaso del universo.
Esa literatura sublime fue horneada en una biblioteca, la biblioteca de su padre. Ese fue el destino de Jorge Luis Borges, como nos recuerda en el epílogo de Historia de la noche:
Como ciertas ciudades, como ciertas personas, una parte muy grata de mi destino fueron los libros. ¿Me será permitido repetir que la biblioteca de mi padre ha sido el hecho capital de mi vida? La verdad es que nunca he salido de ella, como no salió nunca de la suya Alonso Quijano.
Nosotros tampoco saldremos de la biblioteca borgeana. De hecho, no he salido nunca de ella. Advierto, no obstante, con indisimulable temor, que el diálogo siempre imprevisible entre autor y lector o lectora pueda resultar una tarea tan ambiciosa como provisional.
«Trato, pues, de compartir el deleite borgeano. Mis páginas son páginas con Borges, para suscitar y acaso provocar sensaciones similares a las mías».
Quien lo lea anticipará con facilidad que el presente ensayo, si es que así se puede calificar a este acto de intrusismo, reposa en una visión subjetiva, aunque quizá todas lo sean. Mi lealtad a Borges me llevará en las páginas que siguen a una incontenible admiración fruto del espacio que en mi memoria ocupa el deleite de la aventura intelectual más intensa que podemos emprender en la vida: leer a quien tú consideras el escritor más importante.
Trato, pues, de compartir el deleite borgeano. Mis páginas son páginas con Borges, para suscitar y acaso provocar sensaciones similares a las mías, solo interrumpidas por mis acotaciones que, de manera más arbitraria que sistemática, deseo dejar como testimonio.
… todas las cosas del mundo me llevan a una cita o a un libro.
El lector comprobará mi fidelidad a esta cita, tomada de “Las islas del tigre”, en Atlas. Porque todas las cosas pensadas y aun las que podamos pensar nos pueden llevar a una cita o a un libro de Borges.
Quizá por esta secreta razón, que se descubre al leer al autor argentino, los espejos, los laberintos, los sueños y los sueños de los sueños borgeanos propenden a desvelar los confines del conocimiento estético.
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José Luis Rodríguez Zapatero comenzó a leer a Borges en la década de los setenta, en su casa natal, en León. Pasan los años y adquiere, como tantos otros, la sensación, nada fatigosa, de que se ha convertido en un relector del escritor argentino. En 2001, se le brinda la oportunidad de prologar una edición de Ficciones y conoce personalmente a María Kodama. A partir de la primavera de 2004, se abre un tiempo en el que apenas puede frecuentar, aunque en su despacho siempre le acompaña una foto de Borges junto a Bioy ante una biblioteca. Desde la Nochebuena de 2011, lo recupera para ya no abandonarlo. Y ahora, con estas páginas, comparece ante los lectores de su escritor predilecto, como uno de ellos. Lo hace para mostrar su lealtad borgiana, para no traicionar a Borges.
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Autor: José Luis Rodríguez Zapatero. Título: No voy a traicionar a Borges. Editorial: Huso. Palabras hilanderas. Venta: Todostuslibros y Amazon
La escritora argentina fue nominada en la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y el Premio de Novela Sara Gallardo.
La vibración del lenguaje del litoral es hipnótica. Selva Almada en No es un río, novela finalista por partida doble del IV Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y del Primer Premio de Novela Sara Gallardo, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación, narra el impacto que genera la muerte inesperada de Eusebio, el fantasma con el que tienen que lidiar sus amigos, Enero y el Negro.
La novela de Almada competirá con Poeta chileno, de Alejandro Zambra (Chile); Volver la vista atrás, de Juan Gabriel Vásquez (Colombia); La buena suerte, de Rosa Montero (España) y El libro de Eva, de Carmen Boullosa (México).
La ganadora o el ganador del premio, organizado por la Cátedra Vargas Llosa junto a la Fundación Universidad de Guadalajara, se fallará durante el cierre de la Bienal que tendrá lugar en la ciudad de Guadalajara (México), del23 al 26 de septiembre, bajo el lema “La literatura, último refugio de la libertad”.
El jurado, presidido por la escritora Leila Guerriero, eligió a los cinco finalistas del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, dotado de cien mil dólares, hasta ahora muy esquivo para las escritoras porque en las tres ediciones previas lo ganaron el español Juan Bonilla (Prohibido entrar sin pantalones, 2014), el chileno Carlos Franz (Si te vieras con mis ojos, 2016) y el venezolano Rodrigo Blanco Calderón (The Night, 2019).
En el caso del Primer Premio de Novela Sara Gallardo, lanzado el 8 de marzo pasado y dirigido a autoras argentinas, cis, lesbianas, travestis, transexuales y transgénero, Almada es finalista junto a Leila Sucari (Fugaz), Natalia Rodríguez Simón (Era tan oscuro el monte), Raquel Robles (La última lectora), Dolores Reyes (Cometierra), Marina Yuszczuk (La sed), Maru Leonhard (Transradio), Mariela Gouiric (De donde viene la costumbre), Gloria Peirano (La ruta de los hospitales) y Lula Comeron (Con V de Villera).
El jurado del Primer Premio de Novela Sara Gallardo, integrado por Ana María Shua, María Teresa Andruetto y Federico Falco, elegirá a la ganadora de este premio, dotado de 500.000 pesos en las próximas semanas.
Almada (Entre Ríos, 1973) es finalista en dos premios importantes –uno con más trayectoria, el otro que recién comienza- con No es un río, novela que cierra su trilogía de varones iniciada con El viento que arrasa (premiada en 2019 con el First Book Award del Festival Internacional del Libro de Edimburgo por la traducción al inglés, The Wind that Lays Waste) y continuada con Ladrilleros.
¿Por qué tu perro te sigue a todas partes? Estos son los verdaderos motivos.
Los perros pueden haber sido domesticados hace miles de años, pero todavía se consideran parte de un grupo, al igual que sus antepasados salvajes.
Los PERROS, nuestras queridas MASCOTAS, suelen seguirnos a todas partes, un comportamiento que, según nos encontremos de ánimo ese día, podemos considerar molesto o reconfortante. ¿Pero cuál es la razón para que ‘el mejor amigo del hombre’ haga esto? Aunque no hay una certeza que compartan todos los científicos, según publica MENTAL FLOSS, la mayoría de los investigadores destacan una serie de razones que justifican ese acompañamiento constante. Una es su mentalidad de manada. Los perros pueden haber sido domesticados hace miles de años, pero todavía se consideran parte de un grupo como sus antepasados salvajes.
Cuando no hay otros perros alrededor, su FAMILIA humana se convierte en su manada. Según explican los expertos, este instinto genético es también lo que motiva a los perros a observar de cerca y a buscar tu contacto físico.
Somos su «manada»
Otra explicación a este comportamiento hay que buscarlo en el vínculo que tenemos con nuestra mascota. Los cachorros de hasta 6 meses se apegan a sus dueños humanos como si fueran sus madres y, cuando son adultos, mantienen ese vínculo: sus dueños les dan cuidado y afecto y los canes los ven como seres que otorgan confianza y seguridad.
Una teoría señala que es algo «interesado» y es que nuestro perro lo que busca es que le recompensemos con alimento o con cariño La última explicación que la ciencia ha dado a este COMPORTAMIENTO canino tiene más que ver con el dueño y cómo se relaciona con él más que con los instintos naturales del animal.
Cuando se entrena y educa a un perro, se realiza un refuerzo positivo, es decir, se recompensa a la mascota con golosinas o premios por sus buenas acciones o comportamiento.
Esto puede provocar que el animal relacione la presencia del humano con esos premios, por lo que le sigue allá donde va buscando una golosina o una muestra de afecto.
Sea por una u otra razón, significa que tu perro te ve de forma positiva, por lo que lo mejor es disfrutar de su compañía extra, y no tener miedo de cerrar la puerta cuando necesites un tiempo a solas.
Imagen: Gentileza de El Cielo y el Infierno» – Mi mascota «Daysi»; a la que saco a pasear mañana y tarde (3 kilometros por día), obviamente con mi elegante bolsita para levantar el «popo». Cuando regresamos a casa; lavado de hocico, patas y almohadillas de las mismas. Después le pongo los escarpines y la dejo andar a su antojo.
Franco Rosso retoma en su nueva novela rafaelina los personajes de la saga comenzada en 2019 con un libro publicado en Rosario.
El «realismo expandido», de Franco Rosso.
Franco Rosso está escribiendo una saga. Nacido en Tostado en 1979, tenía algunas publicaciones en Rafaela cuando su novela Mandarinas (EMR, 2019) fue finalista del Concurso Regional de Nouvelle 2018 de la Editorial Municipal de Rosario. Este año, el Fondo Editorial Municipal de Rafaela publicó Los idos (2021), otra novela breve que puede leerse como precuela de Mandarinas. Si bien ambos relatos son independientes entre sí, se reiteran personajes: el Pula, Tu Sam, Amparito y el narrador.
Amparito es un personaje femenino muy potente, que en Los idos vive un tierno romance adolescente con Tu Sam.
El título de Los idos (obra que viene a llenar algunos huecos del pasado rememorando con nostalgia en Mandarinas) remite eufemísticamente a los muertos pero también a la locura y literalmente a los emigrantes, sentido que se completa al continuar (acción más que recomendable) la lectura de Los idos con la de Mandarinas.
El género fantástico y los elementos sobrenaturales, que en Mandarinas funcionan más bien como una atmósfera que coquetea con el género terror, en Los idos cobran protagonismo.
Aunque, antes que de género fantástico, cabría hablar aquí de «realismo expandido», término acuñado en estas mismas páginas para categorizar un conjunto de obras de la región. Ellas incluyen tanto las de no ficción de la escritora entrerriana Selva Almada (Chicas muertas) y del santafesino Gustavo Farabollini (El puente de las ánimas) como la nouvelle El tiempo que lleve olvidar, de la santafesina Mercedes Bisordi, y la novela El santo de Saco Viejo, del narrador bonaerense Pablo Bigliardi, radicado en Rosario.
¿Y por qué realismo expandido? Porque, en las cinco obras, de lo que se trata no es de la irrupción de un inverosímil fantástico en la realidad (como en el realismo fantástico) sino de mundos representados cuya realidad misma fluye sin discontinuidad alguna (apenas con algún mínimo sobresalto, en general más del lector que de los personajes) entre un realismo materialista y unos elementos animistas plenamente integrados a la cosmovisión de los personajes, del narrador o (en el caso de la no ficción de Farabollini) de los entrevistados.
Hay también en Los idos un saber sobre los mundos sutiles, más que una fe: un conocimiento que los personajes adquieren en el viaje iniciático en canoa que se narra.
Esa continuidad sin fisuras ontológicas entre el más acá y el más allá es lo que Henry y Stella Corbin, estudiosos de la narrativa del sufismo iraní, denominaron «mundo imaginal».
Lo imaginal no es sólo imaginario, sino que tiene efectos en lo real. En Los idos, el cabello de El Ojón (personaje cuyo miedo constante cumple una función de alivio cómico) encanece ante las terribles visiones compartidas con sus compañeros, a quienes un canoero misterioso les cede un vehículo para llegar «a la otra orilla».
El río, la barca, el barquero y las ánimas que vagan por el agua sin haber podido cruzar al otro lado son elementos míticos antiguos y medievales que como representaciones del más allá no sólo integran la cosmovisión que presenta Dante Alighieri en La Divina Comedia, sino que, como parte de una cosmovisión chamánica renacida (¿o que nunca se fue?) están hermosamente presentes en Los idos. Cuyo lenguaje, sin embargo, elude toda solemnidad para fusionar un eficaz coloquialismo, rico en marcas generacionales obsoletas, con ramalazos de prosa poética y maravilla.
Los idos se consiguen en Rosario en el espacio de lectura de Riobamba 1387, y en varias librerías de la provincia de Santa Fe. Lo obtenido en las ventas se destinará íntegramente al apoyo económico de un escritor con problemas de salud que no cuenta con trabajo ni obra social.
El Fondo Literario Municipal fue creado en 1983 para publicar obras de escritores rafaelinos mediante una convocatoria. Franco Rosso leerá la semana próxima en el Festival de Letras de Casilda (ver aparte).
Rosso integró con sus colegas y amigos rafaelinos Santiago Alassia, Matías Aimino y Gustavo Lombardo el grupo de escritura y gestión cultural Prima Liter, y actualmente forma parte de Escritores Rafaelinos Agrupados (ERA), institución radicada en el legado de la poeta local Elda Massoni y que actualmente organiza el Festival de Literatura de Rafaela.
«Las imágenes volvían como queriendo mostrarme algo. Rebobinaban como un casete con la Bic buscando el principio del tema favorito.
Las tumbas, las lápidas, los panteones, la lluvia. La caravana que venía en reversa como una lenta e insistente película de lo sucedido», escribe Rosso en un pasaje que funciona como un flashback del juego en el cementerio con que estos Huck Finn olvidados de la pampa gringa, adolescentes marginales y sin futuro, aprendices de chamanes a la bartola, abren Los idos.
«Fantasmas, los idos -escribe Mariana Travacio en la contratapa del libro-. Y fantasmas los que aún caminan de este lado del río, buscando un anclaje, una orilla, un lugar lejos del naufragio».