La mente de los «super ancianos» desvela el secreto para prevenir la demencia.

Un estudio analiza el cerebro de personas de avanzada edad que no sufren demencia y disfrutan de una mente lúcida.

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El paso del tiempo hace que, generalmente, el cerebro se atrofie y las neuronas se mueran. Este proceso de degradación progresiva afecta al pensamiento, al comportamiento y a la pérdida de capacidades como la memoria.

Alrededor del 40% de personas mayores de 65 años tienen problemas de memoria asociados con la edad, y aproximadamente el 1% de estos casos progresan a la demencia cada año.

¿Quiénes son los «super ancianos»?

Sin embargo, existe un grupo singular de personas mayores que conserva una memoria pura, notable e inusual para su edad. Los llamados «super ancianos» son capaces de recordar episodios del pasado con una claridad que coincide con la de una persona mucho más joven.

Según un estudio publicado en la revista The journal of Neuroscience, las células cerebrales de los «super ancianos» son más grandes que las que puedan tener personas 20 o 30 años más jóvenes que ellos.

El equipo encargado de realizar este estudio en la Universidad estadounidense de Northwestern, afirma que las neuronas situadas en la corteza entorrinal responsables de la memoria, son considerablemente más grandes en estos ancianos, lo que podría ser la clave para prevenir la enfermedad del Alzheimer.

Los «super ancianos» son capaces de mantenerse fuertes y mentalmente saludables hasta los 80 años.

Estudio «post mortem»

«Para comprender cómo y por qué las personas pueden ser resistentes al desarrollo del Alzhéimer, es importante investigar de cerca los cerebros post mortem de personas mayores», comenta Tamar Gefen, neuropsicóloga clínica académica de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y autora principal del estudio. 

El objetivo clave del programa de investigación que ha estado funcionando durante más de una década es descubrir qué mantiene el cerebro cognitivamente agudo y qué protege a las personas de padecer demencia con el paso de los años.

Los investigadores de Northwestern reunieron grupos de personas mayores de diferentes características para desarrollar el estudio. Todos los participantes del Programa de Investigación de Super envejecimiento debían cumplir los siguientes requisitos: tener más de 80 años, gozar de una excelente capacidad de memoria, estar dispuestos a someterse a controles y pruebas frecuentes y dar su aprobación para donar el cerebro a la ciencia después de su muerte.

Los investigadores tomaron imágenes de los cerebros de seis personas mayores que habían fallecido con un promedio de 91 años y los compararon con los cerebros de siete personas mayores cognitivamente que habían muerto después de los 80, con los de seis personas que habían fallecido a los 49 años y con los de cinco personas que tenían Alzheimer en las primeras etapas de la enfermedad.

En el análisis de los cerebros, se examino la corteza entorrinal, donde se localiza el centro de control de la memoria del cerebro y uno de los primeros puntos al que afecta el Alzheimer. Además, midieron el tamaño de las neuronas y buscaron enredos de tau, un tipo de placa asociada con la demencia.

Resultados

El estudio reveló que el tamaño de las neuronas de los super ancianos era mucho más grande, pudiendo considerarlas mega neuronas. Estas células cerebrales están predispuestas genéticamente para aumentar el tamaño y permitir un mayor procesamiento de la información intercelular e intracelular.

«La notable observación de que los super ancianos mostraron neuronas más grandes que sus pares más jóvenes puede implicar que las células grandes estaban presentes desde el nacimiento y se mantienen estructuralmente a lo largo de sus vidas. Llegamos a la conclusión de que las neuronas más grandes son una firma biológica de la trayectoria de superedad», concluyó Gefen

Aunque el tamaño de la muestra para la investigación es reducido -algo comprensible teniendo en cuenta la rareza de encontrar super ancianos-, sí que es interesante. La investigación sugiere que las neuronas sin enredos tau pueden permanecer grandes y saludables, pero la forma en que las personas mayores las obtienen sigue siendo una incógnita. 

Será necesaria más investigación para averiguar qué es lo que hace que estas neuronas sean tan grandes y estén tan bien protegidas de cara a encontrar y desarrollar nuevos tratamientos para la demencia.

Imagen de portada: Dos ancianos paseando en un parque.

FUENTE RESPONSABLE: The Objective. Por Laura Mesonero Ortiz. 28 de febrero 2023.

Cultura/Sociedad/Alzhéimer/Ancianos/Cerebro/Demencia/Enfermedad/LOM/Memoria/Neuronas/Salud/Salud Mental.

Por qué los «súper ancianos» pueden llegar a tener mejor memoria que personas 30 años más jóvenes.

¿Por qué hay algunos adultos mayores que tienen más habilidades cognitivas que personas 30 años más jóvenes que ellos? Un grupo de científicos en EE.UU. cree estar cerca de poder responder a esta gran pregunta de la medicina.

Los científicos señalan que estos octogenarios a los que estudian, también llamados «súper ancianos», podrían tener células nerviosas más grandes en sectores del cerebro responsables de la memoria.

Y la causa de ello es que posiblemente estas personas han nacido con estas células, o bien sus neuronas han crecido más o no se han encogido con los años.

De acuerdo al estudio, publicado en la revista Journal of Neuroscience, se necesitan más investigaciones en este sentido que puedan ayudar a luchar contra la demencia.

Sobre todo, los investigadores quieren concentrarse en cómo los cambios en las células nerviosas podrían impactar en la salud de nuestro cerebro. Y se preguntan: ¿ofrecen estas células alguna protección a las personas de edad avanzada o son un simple reflejo de un cerebro saludable?

Autopsias

El principal objetivo del programa de investigación sobre envejecimiento de la Universidad de Northwestern, en EE.UU. -que lleva funcionando más de diez años- es tratar de averiguar qué mantiene la agudeza cerebral cognitiva y cómo puede protegerse de la demencia.

De este programa hacen parte personas que superan los 80 años, han demostrado tener una memoria privilegiada -dentro de los estándares establecidos por los científicos- y están dispuestas a hacerse evaluaciones periódicas.

Además, los participantes deben estar de acuerdo en donar sus cerebros a la ciencia una vez fallezcan.

resonancia magnética del cerebro

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Muchas de las evaluaciones se realizaron mediante resonancias magnéticas de los cerebros.

Basados en múltiples estudios de resonancia magnética realizados en el pasado, los investigadores involucrados en el estudio han llegado a la conclusión que los cerebros de estos «súper ancianos» funcionan como el de una persona de 50 años y no refleja los más de 80 que todos tienen.

Y las autopsias de cerebros donados se han focalizado en el corteza entorrinal que controla la memoria.

Los investigadores examinaron seis cerebros de estos «súper ancianos», siete cerebros de adultos mayores promedio, cinco con indicios tempranos de Alzheimer y seis de personas jóvenes que murieron por causas no relacionadas con enfermedades cerebrales.

Y hallaron que los cerebros de los «súper ancianos» tenían neuronas más grandes y más saludables que los otros cerebros examinados.

Otro hallazgo documentado por los investigadores es que eran menos propensos a tener depósitos anormales de proteínas, que es común en los cerebros de pacientes con Alzheimer.

Para Rosa Sancho, del equipo Research Alzheimer de Reino Unido, las conclusiones a las que llegaron los investigadores de la Universidad de Northwestern podrían ayudar a encontrar nuevos tratamientos para la demencia.

Señora con anteojos

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El resultado de este estudio podrìa ayudar a encontrar nuevos tratamientos para la demencia.

«Se necesitarán más investigaciones para descubrir exactamente qué hace que estas células cerebrales de los súper ancianos sean más grandes y estén mejor protegidas. Por ejemplo, ¿es una característica genética con la que nacen las personas mayores y, de ser así, de qué característica se trata?», señala Sancho.

Y agrega: «Mientras los investigadores trabajan para comprender cómo detener los cambios en el cerebro que causan la demencia, hay pequeños pasos que todos podemos tomar para mantener nuestro cerebro saludable a medida que envejecemos».

Hasta el momento se desconoce con exactitud qué causa el Alzheimer, pero existen numerosos aspectos que se cree pueden aumentar los riesgos.

Algunos de ellos, como la edad y la genética, son inevitables, pero otros factores como dejar de fumar, comer saludablemente y hacer ejercicio pueden contribuir a reducir el riesgo.

La investigadora principal de Northwestern, la profesora Tamar Gefen, le dijo a la BBC que planeaban construir una imagen detallada de las personas mayores que estudiaron para comprender más lo que está detrás de estos cerebros no envejecidos.

«Necesitamos estudiar su genética, factores de estilo de vida y logros educativos. También necesitamos capturar su historia y narrativas personales. He tenido la suerte de conocer de cerca a estas personas inspiradoras tanto en la vida como en la muerte».

Imagen de portada:GETTY IMAGES. Un grupo selecto de personas de entre 80 y 90 años conserva poderes cognitivos excepcionales

FUENTE RESPONSABLE: Michelle Roberts; Editora de Salud BBC. 3 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Vejez/Memoria/Investigación

Desde repetir palabras en voz alta hasta escribir con la mano no dominante: cinco consejos para ser más inteligente.

Deseado por muchos y concretado por pocos. La inteligencia es una habilidad que para algunos viene de nacimiento mientras que para otros es adquirida con el paso de los años y dependiendo de las circunstancias, es el resultado del esfuerzo.

La pregunta del millón es: ¿se puede adquirir inteligencia por cuenta propia? Según los profesionales de la Universidad de Harvard, sí. Si bien es imposible saber todo y dominar todos los temas, para los profesionales existen hábitos, comportamientos, decisiones y actitudes que ayudan a trabajar la inteligencia.

En su libro Make it stick: The Science of Successful Learning (‘La ciencia del aprendizaje exitoso’), los profesionales Peter C. Brown, Henry L. Roediger III y Mark A. McDaniel de la prestigiosa universidad norteamericana dan recomendaciones para mejorar la capacidad cerebral, la agilidad, la memoria y como consecuencia de estas, ser más inteligente.

Escuchar palabras en voz alta hace más probable que se recuerden y especialmente funciona cuando toca aprender algo nuevo SHUTTERST – Shutterstock

Recomendaciones para tener en cuenta

La buena enseñanza debe adaptarse creativamente a los distintos estilos de aprendizaje que tienen todas las personas, nadie aprende de la misma manera ni maneja el mismo tipo de inteligencia. Por eso, la publicación de Harvard se basa en descubrimientos recientes en psicología cognitiva y otras disciplinas, para ayudar a que las personas puedan desarrollar aún más sus capacidades. Estas son:

1. Aprender algo nuevo para estimular la mente

Entrenar el cerebro es como ir al gimnasio, se trabaja como si fuese un músculo que hay que entrenar diariamente. Para eso, la mente se debe acostumbrar a adquirir nuevos conocimientos o habilidades, de esta manera se estimulan las neuronas y la comunicación que hay entre ellas. Ya sea leyendo un libro, siguiendo un manual o cocinando, cualquier actividad que requiera hacer algo desconocido.

2. Repetir palabras en voz alta

Escuchar palabras en voz alta hace más probable que se recuerden y especialmente funciona cuando toca aprender algo nuevo. Si se conoce a alguien nuevo y uno pronuncia su nombre varias veces en la primera conversación que mantienen, seguramente se le pueda vincular su cara con su nombre más fácilmente.

3. Escribir y comer con la mano no dominante

Hacer actividades tan simples como agarrar una pelota o un utensilio con la mano contraria a la dominante sirve para que la mente tenga que hacer diferentes conexiones neuronales y se agilice así el funcionamiento cerebral.

4. Involucrar los sentidos

Un estudio de la misma universidad, implementó una muestra en la que los grupos de ensayo fueron expuestos a una serie de imágenes emocionalmente neutras, cada una de las cuales se presentaba también con un olor. Luego, se les mostró otras, pero sin los aromas y se les pidió que señalaran cuáles habían visto antes.

Los sujetos recordaron muy bien todas las imágenes asociadas con aromas, sobre todo las que tenían olores agradables. Las imágenes cerebrales mostraron que el córtex piriforme (la principal región del cerebro dedicada al procesamiento de los sentidos) comenzaba a activarse cuando las personas veían cosas vinculadas con olores.

5. Relacionar recuerdos con información nueva

Esta técnica funciona para fortalecer la mente. Cuanto más vinculados estén los estímulos entre sí, mayor poder de relacionamiento cognitivo se adquiere. Conectar información nueva con pasada que sea importante para que uno tenga mejor capacidad de análisis e integración de conceptos.

Las imágenes cerebrales del estudio mostraron que la principal región del cerebro dedicada al procesamiento de los sentidos comenzaba a activarse cuando las personas veían cosas vinculadas con olores

Las imágenes cerebrales del estudio mostraron que la principal región del cerebro dedicada al procesamiento de los sentidos comenzaba a activarse cuando las personas veían cosas vinculadas con olores.

Por otro lado, la experta en aprendizaje Shari Tishman y sus colegas de Project Zero -proyecto de la Harvard Graduate School of Education que busca perfeccionar teorías y difundir orientación tangible sobre cómo ayudar a los niños a reconsiderar la idea de ser “inteligentes”- han destacado siete tipos de mentalidad que son claves para aprender y pensar de manera efectiva en el mundo actual:

Ser amplio y aventurero

Preguntarse, encontrar problemas e investigar

Construir explicaciones y entendimientos

Hacer planes y ser estratégico

Ser intelectualmente cuidadoso

Buscar y evaluar razones

Ser metacognitivo

Cabe añadir que existen teorías como la de las Inteligencias Múltiples del psicólogo Howard Gardner que reconoce la diversidad de habilidades y capacidades y describió la existencia de ocho tipos de inteligencia que revolucionaron la manera de pensar la educación. Las denominó:

Inteligencia Visual-Espacial

Habilidad que permite observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. Las personas con este tipo de inteligencia tienen gran capacidad para presentar ideas en forma visual, crear imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.

Inteligencia Lingüístico-Verbal

Relacionada a la capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarse con los demás. No solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras formas como la escritura y la gestualidad.

Inteligencia Lógico-Matemática

Durante décadas fue considerada como el estándar para medir la inteligencia en una persona. Como su nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos.

Inteligencia Corporal-Cinestésica

Compuesta por las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas emociones. Quienes tienen esta inteligencia cuentan con una mayor facilidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.

Inteligencia Musical

Es una habilidad natural y una percepción auditiva innata en la primera infancia hasta que existe la habilidad de interactuar con instrumentos y aprender sus sonidos, su naturaleza y sus capacidades. Entre sus habilidades se encuentran la capacidad para escuchar, cantar, tocar instrumentos así como analizar sonido en general y crear música.

Inteligencia Interpersonal

Advierte cosas de las otras personas más allá de lo que los sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Básicamente evalúa la capacidad para empatizar con las personas.

Inteligencia Intrapersonal

Permite comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y del foco atencional. Quienes tienen esta inteligencia son capaces de acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre estos elementos.

Inteligencia Naturalista

Permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza. Un dato interesante es que fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples, concretamente en 1995. Howard Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano. 

Imagen de portada: Según los profesionales de Harvard existen hábitos, comportamientos, decisiones y actitudes que ayudan a trabajar la inteligencia.

FUENTE RESPONSABLE: Contexto. 2 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Cerebro/Memoría/Ejercicios/Salud Mental

¿Tienes lapsus y olvidas cosas? Estos son los trucos para mejorar tu memoria.

EJERCITA TU CEREBRO

Dormir ocho horas, hacer ejercicio y tener una buena alimentación son fundamentales a la hora de tener una buena memoria. Con juegos y reglas nemotécnicas puedes potenciarla.

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Con el paso del tiempo y a medida que vamos cumpliendo años, la memoria se debilita y empieza a fallar. Es parte normal del envejecimiento. No recordar donde se han puesto las llaves o las gafas o no recordar información tan rápido como antes son señales muy habituales de que existe un problema leve de memoria. 

El deterioro cognitivo, por tanto, es un síntoma de disfunción cerebral y supone uno de los principales motivos en las consultas de los médicos, especialmente en personas de edad avanzada. De hecho, un estudio afirma que entre un 15% y un 20% de adultos de más de 60 años acuden a su médico de cabecera preocupados por los despistes propios de la edad.

Sin embargo, no todo está perdido y existen fórmulas para desarrollar, potenciar y fortalecer la memoria. Poniendo en práctica estos sencillos trucos se puede conseguir mantener ágil al cerebro y evitar tener lapsus y olvidos. Por ejemplo, y aunque parece obvio, dormir ocho horas durante la noche ayuda a que el aprendizaje se quedé fijado en nuestra memoria.

Buena alimentación y ejercicio físico

Evitar el sedentarismo mediante la práctica de ejercicio físico favorece el riego sanguíneo del cuerpo y el cerebro, mejorando así las respuestas cognitivas. Y junto a esto una buena alimentación es fundamental. Para conservar una buena memoria hay que priorizar los productos ricos en ácidos grasos omega 3 y alimentos como los huevos o las nueces. Por el contrario, hay que evitar los azúcares añadidos y los alimentos fritos.

Uno de los métodos más efectivos son los juegos de memoria para adultos que ayudan a mantener la concentración y memorización de términos o números. Un crucigrama, una sopa de letras, juegos como el ajedrez o hacer puzles. Cualquiera de estas opciones es buena para ejercitar la memoria. 

Los juegos de memoria ayudan a mantener la concentración y memorización de términos 

Asimismo, utilizar reglas mnemotécnicas, es decir, de asociación mental para facilitar el recuerdo de algo facilitan la memorización de datos y el buen funcionamiento de la memoria y el cerebro. Relativizar y simplificar la vida también tiene un impacto positivo en la memoria, así como tener actividad social, puesto que reduce el estrés y la ansiedad, dos de las causas que motivan los lapsus de memoria.

Imagen de portada: iStock

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Alma, Corazón y Vida. 22 de septiembre 2022.

Memoria/Cerebro/Neurociencia/Ejercicio físico/Sedentarismo/Juegos/

Trucos/Alimentación.

 

 

 

Cerebro: 9 cosas que dañan tu memoria todos los días.

Es muy importante saber qué daña la memoria y el cerebro, más aún después de la mediana edad. Acá te informamos los malos hábitos que deberías evitar para disminuir el riesgo.

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Hay varios factores que pueden afectar negativamente nuestra memoria y nuestro cerebro en general. Algunos malos hábitos pueden pasar desapercibidos, y por eso es importante conocerlos.

Malos hábitos que están afectando tu memoria

1. Mala alimentación

Cada vez es más evidente la relación entre el cerebro, intestino y memoria. Los expertos sugieren que llevar una dieta que no sea equilibrada y que sea rica en alimentos malos para el cerebro, puede acelerar el deterioro cognitivo. Por el contrario, «estudios existentes apuntan a la idea de que podemos reducir la posibilidad de demencia al evitar los alimentos que comprometen a nuestras bacterias intestinales y debilitan nuestra memoria», dice Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de Harvard.

Los alimentos malos para la memoria son: azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados, comida rápida, grasas trans, demasiada sal, carbohidratos de alta carga glucémica, nitratos (salchichas, por ejemplo). Una dieta mediterránea es la mejor opción. Esta incluye: verduras de hojas verdes, huevos, aguacate, pescado azul, yogurt, frutos secos, té, carne roja y frutas como los arándanos.

2. Sedentarismo

No hacer actividad física ha demostrado tener serias consecuencias en el cerebro. De hecho, algunos estudios sugirieron que el sedentarismo podría acelerar el deterioro de la memoria, asociado a la edad, y aumentar el riesgo de demencia y Alzheimer. Se plantea que un 13 % de los casos de Alzheimer a nivel mundial podría atribuirse al sedentarismo.

La Organización Mundial de la Salud indica que la actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.

3. Soledad

La soledad también se ha relacionado con mayor riesgo de Alzheimer. Y es que, diversos estudios han encontrado correlaciones entre una mayor soledad y una disminución de la memoria y una función cognitiva más deficiente en general.

La Fundación Pasqual Maragall, dedicada a la investigación científica del Alzheimer, indica: «Relacionarse con otras personas nos ayuda a mantener las conexiones neuronales activas y resulta clave para nuestro bienestar».

4. Estrés

El estrés o una salud emocional inestable son factores de riesgo para la pérdida de memoria. Lo dicen los expertos de Clínica Mayo: «El estrés, la ansiedad o la depresión pueden causar olvidos, confusión, dificultad para concentrarse y otros problemas que interrumpen las actividades diarias».

5. Tabaquismo

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Genómica Traslacional de Arizona sobre 70.000 personas determinó que fumar daña el aprendizaje verbal y la memoria de manera significativa, sobre todo en las mujeres (quienes también son más propensas al Alzheimer).

Además, sabemos que fumar también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, hipertensión arterial, enfermedad coronaria, derrame cerebral, úlcera gastrointestinal, y otras enfermedades.

6. Diabetes, hipertensión, colesterol

De acuerdo con expertos, no controlar los factores de riesgo cardiovascular, la diabetes, hipertensión, colesterol o la obesidad, pueden afectar la memoria. Un estudio publicado en la revista Neurology, indica que «las personas con diabetes tipo 2 tienen problemas de regulación del flujo sanguíneo.

Nuestros resultados sugieren que la diabetes y el azúcar en la sangre imponen un efecto negativo crónico en las habilidades cognitivas y de toma de decisiones».

7. No retar la mente

Nuestro cerebro es complejo, de ahí que los expertos recomienden que es preciso mantenerse siempre aprendiendo algo diferente, esto para mantener la buena salud mental a medida que las personas envejecen. Para evitar el Alzheimer, la Fundación Pasqual Maragall dice: «Ofrecer retos a la mente ayuda a mantener nuestra reserva cognitiva, aprender nuevas habilidades, hacer crucigramas, leer, apuntarse a talleres o curso».

8. No dormir lo suficiente

Además de sentir que no descansamos nada, el deterioro de la memoria es una de las consecuencias de dormir poco. Investigadores del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) mostraron que reducir a la mitad el tiempo de sueño nocturno (sólo 4 horas) afecta la formación de nuevas memorias al día siguiente. Por el contrario, dormir bien (de 7 a 8 horas) puede ayudar a recuperar los recuerdos más débiles.

9. Alcoholismo

Innumerables investigaciones han sugerido que el alcohol tiene efectos negativos en el cerebro, por ejemplo, reduce el volumen cerebral. También afecta la memoria. Esto es lo que advierte la experta de Harvard sobre el alcohol y la memoria: «Si bien beber puede hacer que se relajen en el momento, lo pagan a la mañana siguiente, cuando se despiertan nerviosos con niebla mental».

La niebla mental comprende problemas de desorientación, confusión y dificultad para concentrarse.

Imagen de portada: Ilustración gentileza de Ámbito.

FUENTE RESPONSABLE: Ámbito. Argentina. 20 de julio 2022

Sociedad/Salud/Salud Mental/Memoria/Prevención

Qué es la memoria episódica y cómo se activa en el cerebro.

La memoria episódica es aquella que está relacionada «con sucesos autobiográficos y otros eventos, asociados a un contexto espacial y temporal, que pueden relatarse de forma explícita.

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Especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) determinaron cómo se activa lo que se conoce como “memoria episódica”, que se activa en dos regiones del cerebro: el hipocampo ventral y la corteza prefrontal.

El hallazgo, que se realizó a través de experimentos en diferentes roedores, se describe en Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA (PNAS), publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

¿Qué es la memoria episódica?

La memoria episódica es aquella que está relacionada “con sucesos autobiográficos y otros eventos, asociados a un contexto espacial y temporal, que pueden relatarse de forma explícita. 

Como este proceso mental está alterado en enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y patologías psiquiátricas, conocer los mecanismos que lo regulan puede ser útil para desarrollar tratamientos más específicos y efectivos”, explicó Camila Zold, líder del trabajo e investigadora del CONICET en el Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (IFIBIO, CONICET-UBA).

La investigadora, entrevistada por el periodista Martín Suárez de Tiempo Argentino, subrayó que “reconocer los circuitos neuronales de las memorias episódicas y los mecanismos que controlan su evocación tiene relevancia para conocer mejor un proceso fundamental para la supervivencia de los seres vivos”.

La conclusión del estudio, realizado sobre roedores, fue que un aumento en la sincronización entre el hipocampo ventral y la corteza prefrontal es primordial para la evocación de la traza de memoria de mayor importancia y la correcta resolución de tareas.

Los animales utilizaban la información contextual para discriminar entre un objeto (un frasco o una botella) que ya conocían, pero que nunca habían visto previamente; y otro que ya habían visto en ese lugar. Los roedores que resolvían satisfactoriamente la situación, eran los que reconocían rápidamente el objeto que nunca habían visto con antelación. En cambio, los roedores que tuvieron un mal desempeño, la sincronización entre la corteza prefrontal medial y el hipocampo ventral era menor.

Noelia Weisstaub, investigadora del CONICET del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCYT, CONICET-Fundación INECO-Universidad Favaloro) y una de las científicas que realizó el estudio, señaló que descubrieron “que la comunicación entre el hipocampo ventral y la corteza prefrontal aumenta durante la exploración del objeto que es incongruente con el contexto y se logra establecer una nueva asociación objeto-contexto como novedosa”.

Mediante diferentes productos farmacológicos, los investigadores e investigadoras desconectaron la comunicación entre la corteza prefrontal medial y el hipocampo ventral, y comprobaron que los animales siempre tenían un mal desempeño con la tarea y la evocación de la memoria relevante.

Imagen de portada: PIXABAY

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. LIFES STYLE. 18 de julio 2022.

Sociedad/Cerebro/Memoria/Salud/Salud Mental

 

Revelan dónde se almacenan los fragmentos de memoria en el cerebro.

Después de una cena inolvidable en un restaurante, no es sólo la comida lo que deja huella en la mente. 

Los olores, la decoración, el sonido de la banda que toca, las conversaciones y muchos otros elementos se combinan para formar un recuerdo distintivo de la noche. Más adelante, revivir una sola de estas impresiones puede ser suficiente para revivir toda la experiencia.

Un nuevo estudio revela ahora que, en el cerebro, un recuerdo complejo se compone igualmente de un todo y sus partes. Los investigadores descubrieron que mientras la experiencia global se almacena en el hipocampo, la estructura cerebral considerada durante mucho tiempo la sede de la memoria, los detalles individuales se analizan y almacenan en otro lugar, en la corteza prefrontal.

Esta separación garantiza que, en el futuro, la exposición a cualquier pista individual sea suficiente para activar el córtex prefrontal, que a su vez accede al hipocampo para recordar la totalidad del recuerdo.

Los hallazgos, publicados en Nature, ponen de manifiesto la naturaleza distribuida del procesamiento de la memoria en el cerebro y aportan nuevos conocimientos sobre el proceso de recuperación de la memoria, que es menos conocido que el almacenamiento de la misma.

Estudiar la memoria como un proceso cerebral distribuido ha sido un reto, en parte debido a las limitaciones técnicas. Priya Rajasethupathy, neurocientífica de la Universidad Rockefeller, y sus colegas desarrollaron técnicas novedosas para registrar y manipular simultáneamente la actividad neuronal de múltiples áreas cerebrales mientras los ratones navegaban por experiencias multisensoriales, encontrando diversas vistas, sonidos y olores mientras se encontraban en un pasillo interminable en realidad virtual.

Los investigadores entrenaron a los ratones para que asociaran diferentes salas, compuestas por distintas combinaciones de señales sensoriales, como experiencias gratificantes o aversivas. Más tarde, al ser empujados por un olor o un sonido específico, los ratones eran capaces de recordar la experiencia más amplia, y sabían si debían esperar alegremente el agua azucarada o estar atentos a una molesta bocanada de aire.

Los experimentos demostraron que, aunque la vía entorrinal-hipocampal, un circuito bien estudiado en el que participan el hipocampo y su región circundante, era esencial para formar y almacenar las experiencias, las características sensoriales individuales se enviaban a las neuronas prefrontales.

Más tarde, cuando los ratones se encontraban con determinadas características sensoriales, se activaba un circuito diferente. Esta vez, las neuronas prefrontales se comunicaban con el hipocampo para evocar la memoria global correspondiente. Esto sugiere que existe una vía específica para el recuerdo, separada de la formación de la memoria, dice Nakul Yadav, primer autor del estudio y estudiante de posgrado, con la colaboración de Rajas Thu Pathy y Conor Liston, neurocientífico de Weill Cornell Medicine.

Estos resultados tienen implicaciones para el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, donde se cree que los déficits están más relacionados con el recuerdo que con el almacenamiento. La existencia de vías separadas de almacenamiento y recuperación en el cerebro sugiere que dirigirse a las vías prefrontales de recuerdo puede ser más prometedor desde el punto de vista terapéutico, afirma Rajasethupathy.


Fuentes

The Rockefeller University | Yadav, N., Noble, C., Niemeyer, J.E. et al. Prefrontal feature representations drive memory recall. Nature (2022). doi.org/10.1038/s41586-022-04936-2

Imagen de portada: iLexx en depositphotos.com 

FUENTE RESPONSABLE: LBV Magazine cultural independiente. Por Guillermo Carvajal. 14 de julio 2022

Ciencia/Cerebro/Memoria/Investigación

Los siete trucos de un neurólogo para proteger la memoria.

El neurólogo Richard Restak propone ejercicios simples que podemos hacer para prevenir el deterioro de la memoria a medida que envejecemos.

Es común que el envejecimiento implique cierto grado de problemas de memoria. A medida que las personas van envejeciendo, ocurren cambios en todas las partes del cuerpo, inclusive en el cerebro. Como resultado, algunas personas pueden notar que les cuesta más aprender cosas nuevas, que no recuerdan información tan bien como lo hacían antes o que pierden cosas. Pero este declive es evitable, o al menos, se puede ralentizar. Así lo asegura el neurocientífico Richard Restak, profesor de la escuela de Medicina y Salud del Hospital Universitario George Washington, en Estados Unidos, tras haber tratado durante décadas a pacientes con problemas de memoria.

Autor de más de 20 libros sobre la mente, Restak acaba de publicar “La guía completa de la memoria: la ciencia para fortalecer la mente”, que incluye herramientas que pueden ayudar a “superar los problemas cotidianos de memoria” como realizar ejercicios mentales, tener hábitos regulares de sueño o una dieta saludable. Tal y como recoge el medio norteamericano The New York Times, el experto analiza todos los aspectos de la memoria, considerando cómo la memoria está vinculada al pensamiento creativo, el impacto de la tecnología en la memoria y cómo la memoria da forma a la identidad.

Restak pone el foco en la memoria de trabajo, que define como el tipo de memoria “más crítico” que se encuentra entre el recuerdo inmediato y la memoria a largo plazo, y está ligada a la inteligencia, la concentración y el logro. Si bien el experto subraya que es necesario hacer ejercicios todos los días para fortalecer la memoria de trabajo, también enfatiza que es muy importante fortalecer todas las habilidades de la memoria para prevenir problemas que puedan surgir más adelante.

El experto argumenta que hay 10 “pecados” que llevan a la pérdida o la distorsión de los recuerdos. Siete fueron descritos por primera vez por el psicólogo y especialista en memoria Daniel Lawrence Schacter y son: transitoriedad, distractibilidad, bloqueo, atribución errónea, sugestibilidad, propensión y persistencia.

Los primeros tres se describen como pecados por omisión, ya que el resultado es un fallo al recordar una idea, un hecho o un acontecimiento. Los otros cuatro pecados (atribución errónea, sugestibilidad, propensión y persistencia) son pecados de comisión, que significa que hay una forma de memoria presente, pero no es con la fidelidad deseada o el hecho deseado, acontecimiento o idea.

A esos, Restak agrega tres propios: distorsión tecnológica, distracción tecnológica y depresión. Teniendo en cuenta estos 10 “pecados” Restak ofrece una serie de consejos para desarrollar y mantener una memoria sana.

Presta más atención

Algunos lapsos de memoria son en realidad problemas de atención, no problemas de memoria. Por ejemplo, olvidar el nombre de alguien que conociste en un cóctel, podría ser porque estabas hablando con varias personas en ese momento y no prestaste atención cuando lo escuchaste. “La falta de atención es la principal causa de las dificultades de memoria”, dice Restak, “significa que no estás codificando la memoria correctamente”, continúa. Una forma de estar atento al aprender nueva información, como nombre, es asociar la palabra con un objeto o fenómeno y visualizarlo.

Ejercicios diarios de memoria.

Hay muchos ejercicios de memoria que puedes integrar en la vida cotidiana. Como ejemplo, el experto propone elaborar una lista de la compra y memorizarla. Al ir a comprar, tratar de hacerlo de memoria, evitando consultar la lista. “Trate de ver los elementos en su mente”, dijo, y solo consulte la lista al final. Otra opción sería memorizar una receta y agrega que “cocinar frecuentemente es en realidad una excelente manera de mejorar la memoria de trabajo”. También es un buen ejercicio conducir sin usar el GPS e intentar navegar por las calles de memoria.

Jugar a juegos

Los juegos como el bridge y el ajedrez son muy beneficiosos para la memoria, pero también lo son los juegos más simples. El profesor sugiere un juego en el que un grupo o una persona piensa en un lugar, objeto o persona, y los demás, deben averiguarlo usando 20 preguntas de sí o no. Para ganar, explica el experto, el interrogador debe tener en la memoria todas las respuestas anteriores para adivinar la respuesta correcta.

Leer más novelas.

Cuando las personas comienzan a tener problemas de memoria, tienden a cambiar a la lectura de no ficción”, dice Restak, y enfatiza que las novelas son beneficiosas porque requieren un compromiso activo con el texto. “Tienes que recordar lo que hizo el personaje en la página 3 para cuando llegues a la página 11″, explica.

Cuidado con la tecnología

Subrayando que el mayor problema que enfrenta la memoria hoy en día es la distracción, el experto afirma que la tecnología juega un papel importante. Según el experto, guardar todo en el teléfono puede perjudicar nuestra memoria. ¿Por qué molestarse en enfocar, concentrarse y esforzarse para visualizar algo cuando la cámara de un teléfono celular puede hacer todo el trabajo por usted?”, escribe el experto. La segunda “distracción tecnológicaconsiste en que los aparatos tecnológicos desvían nuestro enfoque de la tarea que tenemos entre manos. “La gente puede consultar su correo electrónico mientras ve Netflix, habla con un amigo o camina por la calle . Todo esto impide nuestra capacidad de concentrarnos en el momento presente, que es fundamental para codificar los recuerdos”.

Trabajar con un profesional de la salud mental si es necesario

Hay estudios científicos que demuestran que la depresión desencadena problemas de memoria. “La depresión es una de las causas más comunes entre las personas remitidas a neurólogos por problemas de memoria “, dice Restak . Es obvio que conseguir ayuda profesional será el paso adecuado para salir de la depresión. El tratamiento de la depresión, ya sea químico o a través de psicoterapia, tiende a restaurar la memoria.

Determina si hay algún motivo de preocupación

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También es importante saber cuándo preocuparse porque no todos los lapsos de memoria son problemáticos. Por ejemplo, no recordar dónde estacionó el coche en un aparcamiento muy concurrido lleno de gente es bastante normal. Sin embargo, olvidar cómo se ha llegado al aparcamiento indica posibles problemas de memoria.

Imagen de portada: Gentileza de La Razón.

FUENTE RESPONSABLE: La Razón. España. Por H. de Miguel. 13 de julio 2022.

Sociedad y Cultura/Salud/Salud Mental/Memoria

 

Josep Dalmau: a la caza del recuerdo en el laberinto de la memoria.

El profesor ICREA e investigador del Hospital Clínic de Barcelona, participa en el debate “Cómo el cerebro percibe el mundo y genera recuerdos”, organizado por Fundación «la Caixa».

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La memoria juega un papel crucial en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Y los recuerdos y las experiencias condicionan nuestra percepción de la realidad. Percepción y memoria son dos elementos clave del cerebro que deben ser entendidos para poder tratar diferentes patologías cerebrales. “Cómo el cerebro percibe el mundo y genera recuerdos” fue el título del debate organizado por Fundación “la Caixa” para desgranar algunas de estas cuestiones de la mano de dos investigadores punteros en la materia: Guillermina López-Bendito (CSIC; leer crónica de su intervención) y Josep Dalmau (Hospital Clínic de Barcelona).

“Sabemos bastante sobre cómo formamos y almacenamos los recuerdos. Depende mucho del tipo de memoria al que nos refiramos”. Profesor ICREA y jefe del Equipo de Investigación de Neuroinmunología Clínica y Experimental del IDIBAPS – Hospital Clínic de Barcelona, Dalmau diferenciaba la memoria de corto plazo, largo plazo y la memoria de trabajo, “una memoria de corto plazo importante para la toma de decisiones y el razonamiento”.

En cuanto a la relación neurona-recuerdo, el investigador apuntaba que los circuitos neuronales están establecidos desde que nacemos, aunque el cableado completo se estructura posteriormente. “Tenemos unos 90.000 millones de neuronas y 150 trillones de conexiones. Existen ciertos estímulos en la formación de los recuerdos, una codificación en los circuitos y ciertos grupos neuronales encargados de mantener la memoria”.

Josep Dalmau indicaba que la tecnología permite estudiar la actividad cerebral en distintas zonas del cerebro y manipular los circuitos neuronales en animales. “Son innovaciones que posibilitan dar un paso de gigante hacia un mejor entendimiento de las neuronas. El gran reto es comprender mejor las conexiones entre ellas: cómo se unen determinados circuitos que codifican la memoria, percepciones sensoriales o nuestra respuesta motora. Todo eso ya está ahí; queda saber cómo se forma”.

Un hito de las neurociencias

Desde 2005, Dalmau y su equipo son artífices del descubrimiento de varias enfermedades denominadas encefalitis autoinmunes. “Los pacientes desarrollan anticuerpos que atacan el propio organismo de manera equivocada. La primera que analizamos es la más estudiada y prevalente; desde entonces hemos diferenciado 18 encefalitis más. Suele afectar más a niños, niñas y mujeres jóvenes. La edad media son 20 años”.

El investigador detallaba que esta encefalitis genera anticuerpos que actúan contra los receptores de glutamato, importantes en el buen funcionamiento de las conexiones neuronales. “Inicialmente, los pacientes desarrollan problemas psiquiátricos, difíciles de asociar a una patología neurológica. Pasados los días o las semanas, casi todos acaban en la UCI con graves problemas neurológicos: dejan de respirar y de moverse bien, las crisis epilépticas son constantes… En el pasado morían, ahora sabemos cómo tratarlos con inmunoterapia y se recuperan”.

El proyecto -apoyado por Fundación “la Caixa- Neuronal circuits, and the mechanisms of memory loss and recovery, Josep Dalmau profundiza en la segunda encefalitis autoinmune más frecuente. “En esta patología, los anticuerpos van contra la proteína LGI1 y la función de los hipocampos del cerebro se ve afectada y los pacientes sufren graves alteraciones de memoria”, añadía Josep Dalmau.

Las primeras aproximaciones a esta enfermedad encierran una historia trágica y fascinante. Henry Gustav Molaison fue atropellado por una bicicleta con solo 9 años. Desde ese momento, la epilepsia se convirtió en un martirio que le impedía vivir con un mínimo de normalidad. En 1953, cuando tenía 27 años, un cirujano le extirpó los dos hipocampos. Las crisis epilépticas cesaron, pero el paciente dejó de acumular el más mínimo recuerdo. Cada día era volver a empezar de cero. No formó memoria nueva.

“Este abordaje es interesante desde el punto de vista científico y clínico”, señalaba Dalmau. “Si no formamos memoria, no tenemos identidad. No hay continuidad. Lo importante es que eliminamos estos anticuerpos y curamos a los pacientes. En paralelo nos ha ayudado a descubrir algunos mecanismos de la memoria”.

Ante estos déficits, ¿es posible regenerar recuerdos? “Nuestro cerebro tiene cierta capacidad de regeneración, pero con muchas limitaciones”, admitía Josep Dalmau. “Influye la edad. La plasticidad cerebral es mayor en niños y jóvenes. Y es importante determinar la causa que conlleva la pérdida de memoria. Las memorias pueden estar ahí, pero el cerebro no es capaz de acceder a esa gran biblioteca formada por recuerdos. Incluso existe capacidad de recuperación después de un tumor: una vez extirpado, el cerebro se expande y ciertas memorias regresan. Algo parecido ocurre con las enfermedades inflamatorias que son objetos de nuestro estudio”.

Imagen de portada: El profesor e investigador Josep Dalmau.

FUENTE RESPONSABLE: InnovaSpain. Frontera. España. Por Juan F. Calero. 13 de Julio 2022.

Sociedad y Cultura/Neurociencia/Salud/Memoria/Investigación.

Cerebro: afirman que equivocarse al recordar puede suponer buena memoria.

Aseguran que hay errores en la memoria que en realidad indican que el sistema cognitivo está funcionando de forma «óptima» o «racional».

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Los errores de memoria en realidad pueden indicar que el sistema cognitivo humano es “óptimo” o “racional”, según un informe de la BBC, basado en investigaciones recientes.

A partir de la década de 1960, los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky llegaron a la conclusión de que las personas suelen utilizar estrategias mentales rápidas, también conocidas como heurística.

Varios estudios encontraron que las personas combinan información de múltiples sentidos, como la visión y el oído, o la visión y el tacto, de una manera estadísticamente óptima, a pesar del ruido en las señales sensoriales.

Quizás lo más importante es que la investigación mostró que, al menos algunos casos de comportamiento aparentemente subóptimo, son en realidad lo contrario.

Por ejemplo, era bien sabido que las personas a veces subestiman la velocidad de un objeto en movimiento. Entonces, los científicos plantearon la hipótesis de que la percepción del movimiento visual humano es subóptima. 

Pero una investigación más reciente mostró que la interpretación o percepción sensorial estadísticamente óptima es aquella que combina información visual sobre la velocidad de un objeto con el conocimiento general de que la mayoría de los objetos en el mundo tienden a ser estacionarios o a moverse lentamente.

Debido a que la interpretación teóricamente óptima y la interpretación real de las personas tienen errores en circunstancias similares, es posible que estas equivocaciones sean inevitables cuando la información visual es imperfecta. En otras palabras, las personas realmente perciben las velocidades de movimiento tan bien como pueden ser percibidas.

Los científicos encontraron resultados semejantes al estudiar la cognición humana. Las personas suelen cometer errores al recordar, razonar, decidir, planificar o actuar, especialmente en situaciones en las que la información es ambigua o incierta.

Como en el ejemplo de percepción sobre la estimación de la velocidad visual, la estrategia estadísticamente óptima cuando se realizan tareas cognitivas es combinar información de datos, como cosas que uno ha observado o experimentado, con conocimientos generales sobre cómo funciona el mundo normalmente.

Los investigadores encontraron que los errores cometidos por las estrategias óptimas (errores inevitables debido a la ambigüedad y la incertidumbre) se asemejan a los errores que las personas realmente cometen, lo que sugiere que las personas pueden estar realizando tareas cognitivas tan bien como se pueden realizar.

Se ha acumulado evidencia de que los errores son inevitables al percibir y razonar con información incierta. Si es así, los errores no son necesariamente indicadores de un procesamiento mental defectuoso. De hecho, los sistemas cognitivos y de percepción de las personas pueden estar funcionando bastante bien.

Cerebro con limitaciones

A menudo existen limitaciones en el comportamiento mental humano. Algunas son internas: las personas tienen una capacidad limitada para prestar atención; no se puede atender a todo simultáneamente. Y las personas tienen una capacidad de memoria limitada: no pueden recordar todo con detalle.

Otras limitaciones son externas, como la necesidad de decidir y actuar de manera rápida. Dadas estas limitaciones, es posible que las personas no siempre puedan realizar una cognición óptima. Pero, y este es el punto clave, aunque su percepción y cognición podrían no ser tan buenas como lo serían sin restricciones, sí podrían ser tan buenas como es posible bajo esas limitaciones.

Considera un problema cuya solución requiere que pienses simultáneamente en muchos factores. Si, debido a los límites de capacidad de atención no puedes pensar en todos los factores a la vez, no podrás pensar en la solución óptima.

Pero si se piensa en tantos factores como puedas tener en tu mente al mismo tiempo, y si estos son los factores más relevantes sobre el problema, entonces podrás pensar en una solución que sea la mejor posible, dado que tu atención limitada.

Imagen de portada: Gentileza de ámbito.com

FUENTE RESPONSABLE: Ámbito. Argentina. 6 de julio 2022.

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