Con una profundidad de -274.4 metros, el agujero azul de Taam ja’ se ganó el lugar como el segundo más grande del mundo.
La Bahía de Chetumal, en la costa este del estado mexicano de Quintana Roo, ha escondido durante milenios al segundo agujero azul más grande del mundo: Taam ja’. Cubierto por una densa capa de mar verde, típico del Caribe, había permanecido oculto de la mirada científica. Hasta ahora.
Un equipo de investigadores de ECOSUR-Unidad Chetumal estuvo a cargo de la expendición para analizar este agujero azul. Definidos como una ‘cueva submarina’ o ‘sumidero’, son formaciones geológicas naturales que adquieren una coloración más oscura con respecto a la superficie por su profundidad.
En las fauces de una cueva submarina
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El equipo está nutrido de especialistas de diferentes ramas del conocimiento, y se adentraron por primera vez a las fauces de Taam ja’ este año. Para la investigación, se emplearon técnicas de ecosondeo para conocer más sobre el ecosistema que abraza esta cueva submarina. Técnicamente, según lo describen en Frontiers in Marine Science, a estas formaciones se les conoce como kársticas costeras.
Es común que permanezcan sin explorar, escriben los autores en el estudio, porque tienden a ser poco accesibles. Sin embargo, los investigadores echaron mano de los pescadores locales para explorar sus características geo morfométricas y fisicoquímicas:
«A DIFERENCIA DE LA CONOCIDA LITERATURA SOBRE CENOTES EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN», EXPLICAN LOS INVESTIGADORES MEXICANOS, «NO SE HACEN REFERENCIAS A AGUJEROS AZULES EN LA REGIÓN.»
Colegio de la Frontera Sur
Parece ser que el Agujero Azul de Taam ja’, tiene una forma circular casi perfecta en la superficie, y abarca un área superior a los 13 mil metros cuadrados. Los resultados de la investigación arrojaron que la cueva alcanza los 274.4 metros por debajo del nivel del mar, con lados empinados de pendientes de menos de 80°.
No sólo eso. Los perfiles hidrográficos muestran una columna de agua estratificada al interior del agujero azul. Se sabe, además, que cuenta con una cámara completamente desprovista de oxígeno. Con todo lo anterior, los científicos no escatimaron en describir al agujero negro como un «ambiente único» en un comunicado.
Imagen de portada: El Gran agujero azul (Great Blue Hole), localizado cerca de Cayo Ambergris, Belice. No es el Agujero Azul de Taam ja’ / Wikimedia Commons.
FUENTE RESPONSABLE: National Geographic en Español. Por Andrea Fischer. 4 de marzo 2023.
Sociedad/Ecosistemas/México/Península de Yucatán/Naturaleza.
Mira las 10 mejores fotografías y descubre cómo se las ingenió Karthik Subramaniam para, con mucha paciencia y perseverancia, llevarse el primer premio.
«Donde hay salmón habrá caos». Este era el lema de Karthik Subramaniam mientras acampaba cerca de la orilla de la Reserva de Águilas Calvas de Chilkat, en Alaska, a la espera de la acción.
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Era el último día de su viaje fotográfico de una semana y faltaban pocas horas para que partiera su ferry, pero este ingeniero informático reconvertido en fotógrafo aficionado decidió quedarse un rato más a ver cómo las águilas calvas entraban y salían en picado de los caladeros. Haines (Alaska), un extremo meridional de tierra encajado entre dos ensenadas, acoge cada otoño las mayores congregaciones de águilas calvas del mundo, cuando unas 3000 llegan a tiempo para la carrera del salmón.
Subramaniam se fijó en un tronco donde se posaban unas cuantas. Este lugar ponía a las águilas cerca de la orilla, adonde a veces llegaban sus congéneres con el botín de una caza exitosa: un salmón recién capturado. Cuando aparecía un pez, los espectadores bajaban a por su ración.
Cuando Subramaniam apuntó su objetivo a una rama, se produjo una conmoción: un águila se abalanzó sobre ella, intimidó a su actual ocupante y reclamó el lugar privilegiado. Tituló la imagen «Danza de las águilas» en homenaje a la guerra de dragones de la novela de George R.R. Martin Danza de dragones (quinto libro de la saga de literatura fantástica Canción de hielo y fuego), y la presentó al concurso Imágenes del Año de National Geographic.
Durante años, Subramaniam ha fotografiado paisajes en sus viajes, pero, en 2020, paralizado por la pandemia en su casa de San Francisco, empezó a experimentar con la fotografía de vida salvaje. Recorrió las reservas naturales locales (conduciendo una hora hasta Point Reyes National Seashore y paseando por los parques de la ciudad) en busca de aves y otras criaturas. Al enterarse de que dos águilas calvas anidaban en lo alto de una escuela primaria a dos horas de casa, Subramaniam empezó a ir allí los fines de semana, acampando todo el tiempo que hiciera falta para captarlas volando a cazar.
La paciencia que aprendió a adquirir en ese periodo de prueba dio sus frutos. El viernes 17 de febrero, su fotografía de las águilas en Alaska fue anunciada como ganadora de nuestro gran premio, lo que le valió un lugar en el número de mayo de la revista. Lo que más aprecia Subramaniam de la foto es la tensión del momento. «Abre la pregunta: ¿qué pasó después?», reflexiona. La realidad es menos misteriosa: el águila triunfante se aburrió cuando no apareció ningún salmón y pronto cedió el sitio al siguiente observador hambriento.
En viaje por la ruta a través de los Alpes austriacos, Alex Berger vio una carretera de un solo carril que se adentraba en las montañas y volvía en bucle en el mapa. La siguió junto a un pequeño arroyo bordeado de muros de bosque cuando vio este árbol dorado que florecía entre los troncos. “Para mí tiene una dimensión inspirada en la fantasía que me pone la piel de gallina», describe Berger. FOTOGRAFÍA DE ALEX BERGER
Los pingüinos rey se agolpan en el visor de Rhez Solano en las playas de Gold Harbour, en Georgia del Sur. La isla se encuentra en el remoto Océano Atlántico meridional, no lejos de la Antártida, y alberga unas 25 000 parejas reproductoras de pingüinos rey, junto con pingüinos papúa y elefantes marinos. FOTOGRAFÍA DE RHEZ SOLANO
Una vista aérea tomada por el fotoperiodista Tayfun Coskun muestra los estanques de marismas saladas del Parque del Condado de Alviso Marina, en San José (California; Estados Unidos). Estas marismas urbanas únicas se ven amenazadas por la subida del nivel del mar, y los proyectos de conservación se apresuran a dar marcha atrás en el tiempo y restaurar la región para la vida salvaje y los peces, y también para absorber las aguas de las inundaciones y capturar dióxido de carbono. FOTOGRAFÍA DE TAYFUN COSKUN
Asiilbek, un cazador nómada de águilas kazajo, prepara a su águila real, Burged, para una cacería a caballo en las praderas de las afueras de Bayan-Ölgii, la provincia más occidental de Mongolia. El adiestramiento del águila comienza cuando se captura a los volantones en sus nidos al borde de un acantilado y se les enseña a cazar liebres, zorros e incluso ciervos. La tradición se remonta a hace 3000 años. «Para esta imagen, estaba tumbado boca abajo en decúbito prono mirando por el visor electrónico al borde del arroyo», explica el fotógrafo Eric Esterle. «El suelo tembló cuando el caballo de Asiilbek pasó a pocos metros, y me salpicó con agua helada. Recuerdo que cubrí mi cámara con el cuerpo y bajé la cabeza». FOTOGRAFÍA DE ERIC ESTERLE
El biólogo Bruce Taubert estudiaba los hábitos alimentarios de los pequeños búhos del desierto de Arizona (Estados Unidos) cuando tuvo su momento de suerte: encontró un raro búho chillón. Durante varias noches, fotografió a los búhos llevando comida a sus polluelos utilizando un rayo infrarrojo que dispara un flash de alta velocidad. Este búho recogió una salamanquesa mediterránea en su recorrido nocturno. «Las salamanquesas mediterráneas no son autóctonas de Arizona y su distribución se está extendiendo», afirma Taubert. ¿Cuál es su teoría sobre cómo llegaron allí? «Puede ser que los gecos llegaran a las casas [cercanas] a través de empresas de jardinería que traían plantas exóticas», responde. FOTOGRAFÍA DE BRUCE TAUBERT
A veces, una noche en vela es la clave de una gran fotografía. Aproximadamente a las 3:40 de una gélida mañana de verano, el fotógrafo W. Kent Williamson tomó esta imagen desde el lago Tipsoo, en el Parque Nacional del Monte Rainier, Washington (Estados Unidos). Desde el agua en calma, podía ver una hilera de faros de escaladores cansados que se acercaban a la cima del monte, de 4392 metros, la culminación de una escalada de varios días. «El cielo nocturno estaba inusualmente despejado y se podía ver la Vía Láctea justo encima de la montaña», dice Williamson. «Me sorprendió ver lo brillantes que eran las linternas de los escaladores». FOTOGRAFÍA DE W. KENT WILLIAMSON
En mayo de 2021, el volcán Fagradalsfjall entró en erupción en la península islandesa de Reykjanes por primera vez en más de 6000 años. El flujo de lava continuó durante seis meses, extendiendo por el paisaje una dura roca negra. Para Riten Dharia, quien capturó esta imagen, “fue una exhibición del poder crudo e impresionante de la naturaleza». FOTOGRAFÍA DE RITEN DHARIA
Una mañana de principios de octubre, el fotógrafo Tihomir Trichkov se dirigía a casa desde el aeropuerto, atravesó la Blue Ridge Parkway de Carolina del Norte (Estados Unidos) y vio salir el sol suavemente sobre el valle. Estaba cubierto por una espesa niebla, y los colores otoñales asomaban por debajo. Enfocó la escena con un objetivo largo y capturó este escenario. «Estaba contemplando un misterio susurrante, creando impresionismo con una cámara», dice Trichkov. «Había llovido el día anterior; había mucha humedad en el aire. La llamé ‘Leyendas de la niebla’ porque oigo susurros cuando la miro fijamente». FOTOGRAFÍA DE TIHOMIR TRICHKOV
Hay unos 4500 pozos de sal excavados en terrazas en la ladera de las minas de sal de Maras, en Perú. El registro arqueológico muestra que la extracción de sal probablemente comenzó aquí antes del Imperio Inca, quizás en el año 500 d.C. Hoy esa tradición continúa con las familias propietarias de los pozos, cada uno de los cuales produce unos 180 kilos de sal al mes. «Los pozos de sal reciben el agua a través de canales procedentes de un manantial salado subterráneo cercano y, una vez que el agua se evapora, queda la sal cristalizada», explica An Li, quien capturó esta imagen. «Aquí, un minero de la sal utiliza un rastrillo de madera para extraer la sal». FOTOGRAFÍA DE AN LI.
Un águila calva llega para robar una percha en un tronco de árbol que ofrece una vista estratégica de la costa en la Reserva de Águilas Calvas de Chilkat, en Alaska. Cuando otras águilas arrastran salmones recién pescados desde el agua, las águilas que están de testigo se abalanzan para llevarse una parte. «Horas observando sus patrones y su comportamiento me ayudaron a captar momentos como éste», dice el fotógrafo Karthik Subramaniam, ingeniero informático apasionado de la fotografía de la vida salvaje. FOTOGRAFÍA DE KARTHIK SUBRAMANIAM
Imagen de portada: Águilas calvas en la Reserva de Águilas Calvas de Chilkat, en Alaska. FOTOGRAFÍA DE KARTHIK SUBRAMANIAM.
FUENTE RESPONSABLE: National Geographic. Por Nina Strochlic. 23 de febrero 2023.
Sociedad y Cultura/Arte/Fotografía/Naturaleza/Paisajes/Animales.
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La naturaleza es poco dada a respetar las categorías cerradas y los dualismos. Tanto que incluso la distinción entre lo individual y lo colectivo parece estar diseminándose en un gris conforme analizamos con detenimiento.
Es por eso que el ser humano ha tenido que crear un nuevo cajón en el que introducir eso que está en este limbo: el holobionte. Un cajón que, por cierto, incluye al ser humano.
De muchos, uno.
Cuando organismos de distintas especies mantienen una interacción que perdura en el tiempo hablamos de simbiosis.
Las relaciones simbióticas pueden variar de múltiples formas. Por ejemplo, en función de si la relación es beneficiosa, indiferente o perjudicial para uno de los organismos (siempre habrá otro que resulte beneficiado), hablaremos de mutualismo, comensalismo o parasitismo respectivamente.
Pero la relación también puede variar en función de lo estrecha que sea. Y esta relación puede llegar a estrecharse mucho. ¿Cuánto puede llegar a estrecharse?
Tanto hasta llegar al punto en el que huésped y simbionte coexistan plenamente, cuando eldevenir y evolucióndel uno depende del otro, es decir, cuando forman una misma unidad ecológica. Al conjunto de huésped y simbionte lo denominamos “holobionte”.
Un holobiontees un organismo compuesto generalmente por un huésped y una variedad de especies que cohabitan en él (no necesariamente en su interior sino también sobre él). Huésped y simbiontes forman lo que se denomina una unidad ecológica.
Buena digestión. Los holobiontes pueden encontrarse en distintas formas en la naturaleza, pero quizás el ejemplo más importante se encuentre en el microbioma intestinal de los animales.
Los sistemas digestivos suelen ser un punto de encuentro de numerosas bacterias, muchas de ellas imprescindibles en la digestión.
Un ejemplo de esto es el caso de los rumiantes. Para que animales como las vacas puedan digerir la hierba que consumen requieren una enzima que procese la celulosa para poder convertirla en alimento.
Esta enzima no la producen las células del estómago (o estómagos) del animal, sino que la producen algunas bacterias que lo habitan.
Entender estos procesos es importante.
Algo parecido ocurre con las larvas del Zophobas atratus. Estas larvas saltaron a los medios hace unos años por ser capaces de digerir algunos tipos de plástico.
Como las vacas, la producción de la enzima responsable de esta digestión improbableno es producida por la larva en símisma sino por la Pseudomonas aeruginosa, una bacteria que segrega la enzima en la saliva de la larva.
Un ecosistema andante.
El ser humano no es una excepción, es más, somos quizá el mejor ejemplo de lo que un holobionte representa. Las bacterias, hongos e incluso virus que habitan en nuestro interior forman parte indivisible de lo que somos.En nuestro interior habitan más microorganismos que células propias, no en masa total pero sí en número.
Y no estamos hablando solo de procesos vitales como la digestión, nuestra microbiota afecta incluso a nuestromecanismo de toma de decisiones.
Nuestra misma psicología puede verse alterada. Ejemplo de eso son algunas bacterias quehan sido relacionadas con la aparición de trastornos del espectro autista.
Nuestros microorganismos están también vinculados con numerosas enfermedades como algunos cánceres o la diabetes. Eso al margen de infecciones causadas por bacterias que suelen estar presentes en nuestro cuerposin causarnos molestia.
Más allá de la filosofía.
Podría parecer que este cambio de paradigma es filosófico, el paso del individuo al holobionte, pero en realidad las implicaciones abarcan otras áreas desde la medicina hasta la ecología.
Entender estas relaciones tiene importancia tanto para comprender mejor como funciona nuestro cuerpo y con ello comprender mejor nuestra salud.
La pandemia puso en evidencia que los esfuerzos por mantener a raya los microorganismos que nos perjudican también podían tenersu efecto perverso.
Aún estamos lejos de poder entender el impacto real de nuestro microbioma en la salud.
Entender los distintos niveles a los que operan las interacciones entre las distintas especies es también importante a la hora de comprender los ecosistemas que nos rodean.
Las relaciones simbióticas son imprescindibles para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.
Cuanto mejor comprendamos sus interacciones más capaces seremos capaces de protegerla.
Imagen de portada: Tom Fisk
FUENTE RESPONSABLE: Xataka. Por Pablo Martínez-Jurado. 7 de febrero 2023.
Sociedad y Cultura/Ecología/Naturaleza/Cuerpo Humano/Bacterias/ Especies/Microbioma.
En la costa sur de Brasil, desde hace más de 100 años, cetáceos y personas cooperan en una labor común para conseguir el mayor beneficio posible.
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Los delfines son, además de muy tiernos, animales sorprendentes debido a su gran inteligencia o las conexiones sociales que establecen.
Sabemos cosas sorprendentes sobre ellos: tienen su propio lenguaje e incluso se distinguen dotándolo de ‘nombres’ propios, no abandonan jamás a nadie de su grupo o pueden dormir mientras nadan.
¿Qué sucedería si establecieran lazos con nosotros? Pues cosas sorprendentes, como ha sucedido en la costa sur de Brasil.
Según informaScience Alert, humanos y delfines del lugar han creado un «baile» cuidadosamente sincronizado para guiar la mayor cantidad posible de salmonetes migratorios hacia sus redes y bocas.
No es nada nuevo, en realidad, pues este trabajo conjunto entre los pescadores tradicionales de la ciudad de Laguna y los delfines nariz de botella de Lahille lleva produciéndose desde hace más de 140 años.
Llevan 140 años cooperando, es un raro ejemplo de mutualismo, en el que dos especies se ayudan mutuamente para mejorar sus posibilidades de supervivencia
Desde arriba, los delfines parecen conducir cardúmenes de salmonetes hacia la orilla, justo cerca de los pescadores que nadan en las aguas poco profundas. Solo después de recibir una señal de los delfines, los pescadores lanzan sus redes. Es tan sorprendente que muchos investigadores han pasado más de una década estudiando esa estrecha relación, y aseguran que es un raro ejemplo de mutualismo, en el que dos especies se ayudan mutuamente para mejorar sus posibilidades de supervivencia.
«Sabíamos que los pescadores estaban observando el comportamiento de los delfines para determinar cuándo lanzar sus redes, pero no sabíamos si los delfines estaban coordinando activamente su comportamiento con los pescadores» explicaron. «Usando drones e imágenes submarinas, pudimos observar los comportamientos de los pescadores y los delfines con un detalle sin precedentes y descubrimos que capturan más peces trabajando en sincronía».
La lucha por sobrevivir en la naturaleza a menudo se presenta como una batalla por recursos. Pero la cooperación también es una parte importante de la ecuación que tiende a pasarse por alto.
La lucha por sobrevivir en la naturaleza a menudo se presenta como eso: una batalla por recursos, parejas o territorios limitados. Pero la cooperación también es una parte importante de la ecuación que tiende a pasarse por alto.
El trabajo en equipo es común en una especie, pero entre dos especies animales es mucho más extraña. Los humanos siempre hemos interactuado con lavida silvestre para nuestro propio beneficio.
Al fin y al cabo, nuestros antepasados cogieron lobos salvajes y los convirtieron en perros domesticados para la caza y la protección, y también usaron gatos. Pero la mayoría de las veces, en los casos de interacciones entre especies, solo un animal se beneficia, como los tiburones que se alimentan de los restos que dejan los pescadores.
No es la primera vez: en el pasado, los balleneros se unieron a las orcas para cazar ballenas barbadas en el sureste de Australia.
Es más inusual encontrar una relación mutuamente beneficiosa, y, sin embargo, la pesca cooperativa entre humanos y cetáceos (mamíferos acuáticos como delfines y ballenas) es un gran ejemplo de eso. No es la primera vez: en el pasado, los balleneros se unieron a las orcas para cazar ballenas barbadas en el sureste de Australia. Los pescadores tradicionales de Laguna en Brasil son algunos de los únicos ejemplos que quedan de un vínculo tan estrecho y cooperativo. Tanto los delfines como los pescadores locales han aprendido a leer el lenguaje corporal del otro ya responder en consecuencia.
(iStock).
Pero, ¿qué ganan exactamente los delfines con esta cooperación? Pues, según parece, los delfines aumentan su ecolocalización gracias a que los pescadores lanzan sus redes (además, las imágenes han mostrado que directamente cazan muchos salmonetes que se encuentran en ellas). En otras palabras, consiguen más cantidad de pescado de esta manera. Esto llevó a los autores del estudio a calcular que los delfines nariz de botella que participan en la pesca cooperativa tienen un 13 por ciento más de probabilidades de sobrevivir.
Si algo les pasara a los delfines, a los salmonetes o a los humanos en esta zona, esos beneficios podrían desaparecer. El mutualismo entre humanos y el resto de vida silvestre es cada vez más raro, y por ello es muy importante preservarlo allá donde podamos.
Imagen de portada: iStock
FUENTE RESPONSABLE: Alma, Corazón y Vida. Por
Sociedad y Cultura/Brasil/Naturaleza/Delfines/Curiosidades.
Un par de caballitos del diablo de un verde vibrante parecen estar posando para la cámara y mirar directamente al fotógrafo con sus saltones ojos verdes.
El fotógrafo Alberto Ghizzi Panizza, especializado en fotografía macro capturó la imagen de los insectos en Pianura Padana, un valle en el norte de Italia.
«Los caballitos del diablo descansaban sobre una hoja para secarse las alas bajo el sol de verano antes de volar y cazar insectos más pequeños», cuenta Panizza. «Siempre es un placer observar y fotografiar estos divertidos insectos».
La belleza de los ojos de las arañas y otros insectos.
Ojo de efímeras
Los ojos en turbante posibilitan la visión en condiciones de baja iluminación. Son exclusivos del macho de algunas efímeras.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos de mosca de la fruta
La mosca de la fruta presenta un ojo compuesto, una apretada colección de lentes independientes que le suministran una visión panelada del mundo. La ciencia sospecha que los pelos están ahí para proteger las lentes –que carecen de párpados– del polvo y las impurezas.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojo de ofiura
La especie de ofiura Ophiocoma wendtii de, una criatura estrechamente relacionada con la estrella de mar, tiene en su esqueleto unas microlentes cristalinas. Los nervios situados debajo de las microlentes transmiten la información óptica detectada hacia el resto del cuerpo.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos de langostinos
Los langostinos tienen ojos compuestos de superposición reflectante. Antes los científicos pensaban que estos animales eran ciegos. Hoy se sabe que, aunque no forman imágenes definidas porque carecen de lentes que curven la luz como hacen los ojos de los insectos, suplen esta carencia con los diedros: unos espejos diminutos dispuestos en ángulo.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos de arañas rojas
Las «arañas rojas», que son arácnidos pero no arañas, tienen un par de ojos en cada lado de su cuerpo que pueden detectar los colores y la luz ultravioleta. Estos ácaros se valen de su vista para localizar el envés de las hojas de sus plantas huésped y así evitar la radiación ultravioleta, que puede ser letal para ellos.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos de pseudoescorpión
El pseudoescorpión tiene unos ojos primitivos dotados de apenas unos cuantos receptores. Algunas especies carecen totalmente de ellos y detectan la luz con unos receptores situados justo debajo de la cutícula del exoesqueleto.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos compuestos de pentatomidae
Cada vez que la ninfa de un pentatomidae muda de piel sus ojos compuestos añaden más lentes. Los ojos compuestos son más grandes en los insectos voladores y depredadores, y más pequeños en los insectos que pasan la mayor parte del tiempo en el suelo.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Ojos de araña saltadora
La araña saltadora tiene un total de ocho ojos que le ofrecen un ángulo de visión de casi 360 grados. Presenta un tipo único de retina que le ayuda a calibrar las distancias. Este pequeño depredador salta distancias que superan más de diez veces su tamaño.
FOTO: MARTIN OEGGERLI
Imagen de portada: National Geographic
FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Héctor Rodríguez. 4 de febrero 2023.
Sociedad y Cultura/Fotografía/Insectos/Animales/Ojos.
Este ejemplar único en su especie está localizado en un pueblo bonaerense. Entrá y enterate de qué se trata y cuál su historia.
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Ubicado en el límite entre las localidades de La Plata, Florencio Varela, Ensenada y Berazategui, en laProvincia de Buenos Aires,está el Parque Pereyra Iraola. El terreno tiene una amplia extensión de 10.246 hectáreas, con una antigua estancia llamada San Juan.
Dentro del parque se encuentra una de las atracciones más conocidas del lugar: el árbol de cristal. Traído a mediados del siglo XIX desde Indochina por el propio Leonardo Higinio Pereyra, resulta ser el único en su especie que logró sobrevivir en Sudamérica.
Árbol de cristal.Provincia de Buenos Aires
Árbol de cristal: ¿cuál es el origen de su nombre?
Esta especie, llamada científicamente Agathis alba, recibe su apodo por el efecto óptico que se genera cuando la luz se refleja en la resina de su tronco. De la familia de las araucarias, presenta manchas rojizas en determinadas épocas del año.
Cabe destacar que la planta fue declarada Monumento Natural por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y habita el área donde se hallan el 36% de las especies superiores vegetales bonaerenses, además de unas 200 especies de aves.
Además, es una de las especies que Pereyra Iraola había traído al país para representar a los jardines ingleses. Para eso, contrató al paisajista belga Carlos Vereecke, quien se encargó de diseñar el parque, compuesto en un 90% por especies exóticas.
Este ejemplar atrae a cientos de personas que organizan caminatas y paseos en bici para conocerlo, ya que se encuentra en un sendero inaccesible para autos.
Imagen de portada: Gentileza Gobierno de la Provincia de Buenos Aires; Argentina.
FUENTE RESPONSABLE: Ámbito. 28 de enero 2023.
Sociedad y cultura/Naturaleza/Árbol de Cristal/Argentina/Sudamérica.
La escala a la que ocurren los cambios en la evolución es tan dilatada en el tiempo que entenderla completamente queda fuera de nuestro alcance. Pero algunos cambios ocurren a escalas no geológicas sino más cercanas a las humanas. No dentro de la vida de una persona pero sí a una velocidad tal que hemos podido registrarla en los anales de la historia.
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No todos los animales evolucionan al mismo ritmo. Prueba de ello son los fósiles vivientesque caminan entre nosotros. Desde los cangrejos cacerolahasta los celacantos, por no hablar de plantas como los helechos, numerosas especies san sobrevivido con cambios mínimos al paso de cientos de millones de años. Otras en cambio, estas son algunas de ellas.
Las tuátaras (Sphenodon punctatus) son un tipo de lagarto endémico del archipiélago de Nueva Zelanda. Su genética ha evolucionado incluso ante pequeñísimas variaciones en el clima de la región yalgunos lo consideranel animal más rápido en evolucionar de los que conocemos. Curiosamente, las tuátaras pertenecen a un orden de reptiles, Sphehodontia, muy antiguos, cuyos orígenespueden trazarse a la época en la que los dinosaurios aún rondaban la Tierra.
Quizá el ejemplo más sonado de especie que ha evolucionado a gran velocidad es la de la polilla del abedul (Biston betularia).
La evolución de esta polilla británica ha ido de la mano de la revolución industrial. Durante los últimos 200 años los ejemplares de esta especie han ido oscureciendo. Con ello se han adaptado a un ambiente también más oscuro por efecto de la polución ambiental. No es la única especie que ha experimentado esta “metamorfosis”, hasta el punto de que el fenómeno cuenta con nombre propio: melanismo industrial.
Incluso nosotros mismos
El del melanismo industrial no es el único ejemplo de mutaciones causadas por el ser humano. Un ejemplo de esto es la aparición en el sudeste africano deelefantes sin colmillos.El marfil de estos es lo que hace a estos animales blanco de los cazadores. Tanto es así que, pese a las medidas de protección vigentes, los elefantes sin colmillos lo tienen más fácil para sobrevivir.
Otro ejemplo de evolución marcada por las actividades humanas es la aparición de peces del Atlántico norte conocidos como “bacalaos de invierno” (Microgadus tomcod). Estos pescados han evolucionadogenerando resistenciaa los bifenilos policlorados (PCB). Se trata de un compuesto ya prohibido pero aún presente en el fondo de lugares como el río Hudson, donde habitan estos peces.
Las aves están representadas por algunas de las especies más rápidas en evolucionar son descendientes directas de los dinosaurios: las aves. Un ejemplo de estoes el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), que en los últimos milenios se estima ha evolucionado siete veces más rápido de lo que cabría esperar.
En las islas Salomón, el anteojitos de Vanikoro (Zosterops gibbsi) ha evolucionado de tal manera que solo en elarchipiélago pueden identificarse 13 especies interconectadas e este pájaro, cada una con características que las hacen únicas. Más cerca, en Europa, un ejemplo de evolución rápida es el del carabao común (Strix aluco).
Finalmente, los humanos no estamos exentos de observar cambios. A lo largo de nuestra historia, los Homo sapiens hemos convivido concasi otra decena de especies humanas u homínidasy también hemos visto cambios en nuestra propia imagen. Cambios como la pérdida de melanina que vivieron las poblaciones que abandonaron África. Con esta adaptación, por ejemplo, era posible desenvolverse mejor en lugares con menor exposición al sol que las existentes en nuestro continente de origen.
La evolución es un proceso natural, pero los indicios de que esta ocurre cada vez más rápido pueden suponer una mala noticia.Un estudio recienteobservó, analizando 19 especies distintas, que los cambios genéticos ocurrían, en término medio, un 18,5% más rápidode lo que se esperaba. Quizá más preocupante, otro estudio,este de 2021, comprobó que las especies más rápidas en evolucionar eran las que más riesgo tenían de extinguirse. Sin duda un resultado muy intuitivo. Quizá no sea tan cierto eso de “adaptarse o morir”.
Imagen de portada: John Hardin.
FUENTE RESPONSABLE: Xataka. Por Pablo Martínez Jurado. 25 de enero 2023.
Sociedad y Cultura/Ecología/Naturaleza/Biodiversidad/Evolución.
El canto de los pájaros, las flores y las picaduras de mosquitos no son cosas que se asocien con noviembre en el norte de Inglaterra.
Pero estos son solo algunos de los efectos secundarios más leves del calentamiento del planeta.
Además de provocar inundaciones y sequías mortales, el aumento de las temperaturas es la causa de las explosiones espontáneas del permafrost siberiano, la escasez de mostaza y el oscurecimiento del planeta.
Muchos de los impactos del cambio climático son devastadores, pero hay otros que son muy extraños.
Explosión de la tundra y de la «luz de la tierra»
Algunos científicos rusos atribuyen la aparición de cráteres gigantes en el permafrost siberiano al proceso de descongelación, el cual ha aumentado la temperatura del suelo y provocado la explosión espontánea de bolsas de gas subterráneas.
GETTY IMAGES
Científicos consideran que el cambio climático está provocando que la Tierra brille menos, porque reduce la cantidad de nubes que reflejan la luz solar.
El permafrost es la tierra que ha estado congelada continuamente durante más de 2 años.
Esta hipótesis explicaría la aparición de cráteres gigantes en el paisaje del Ártico.
Una investigación reciente también ha demostrado que esta zona del planeta se está calentando incluso más rápido de lo que se pensaba: 4 veces más que el resto del mundo.
Pero además de abrir agujeros en la Tierra, el cambio climático también podría estar atenuando el «brillo» del planeta, según los científicos del Observatorio Solar Big Bear de Nueva Jersey.
Midiendo la luz solar reflejada desde el planeta hacia la parte oscura de la Luna por la noche, los científicos midieron lo que llaman «brillo terrestre» o albedo, básicamente la capacidad de reflexión de la Tierra.
Los estudios sugirieron que la cantidad de nubes bajas sobre el océano Pacífico oriental se está reduciendo debido al calentamiento de las temperaturas oceánicas.
Como estas nubes actúan como un espejo, reflejando la luz del Sol hacia el espacio, sin ellas ese reflejo disminuye. Así que, según estos científicos, podríamos estar quitándole brillo a nuestro pequeño punto azul.
Reptiles que cambian de sexo y otros efectos en los animales.
Si bien es posible que seamos los causantes del calentamiento global, no somos la única especie que lo experimenta. Algunas criaturas se ven afectadas de forma realmente sorprendente.
Los polluelos de algunas especies de pájaros están naciendo antes de lo previsto por culpa de los cambios de temperatura que está sufriendo el planeta.
El sexo de las crías de algunos reptiles viene determinado en parte por la temperatura a la que se incuban los huevos.
Así los dragones barbudos -una especie de lagarto que se encuentra en Australia- pasan de ser machos a hembras cuando se incuban a una determinada temperatura.
A los científicos les preocupa que los machos sean cada vez más escasos a medida que el mundo se calienta, poniendo a la especie en peligro de extinción.
En el océano, el aumento de los niveles de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, podría hacer que los peces pierdan el sentido del olfato.
El cambio climático también está alterando la sincronía estacional. En el bosque de Wytham, el más estudiado científicamente de Reino Unido, las crías de herrerillo salieron de sus huevos hasta 3 semanas antes de lo que lo habrían hecho en la década de 1940.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
Algunas especies de aves se han dejado ver en determinadas áreas en temporadas fuera de lo habitual, lo cual indicaría que sus migraciones se han visto trastocadas.
Toda la cadena alimenticia de la primavera ha cambiado con el calentamiento: las orugas que comen los pájaros, las hojas de roble que comen las orugas, todo alcanza su punto máximo semanas antes de lo que lo hacía antes de que calentáramos el mundo.
Mientras las estaciones cambian, muchas aves se adaptan, o simplemente se mudan. Este año, los polluelos de abejarucos han nacido en una cantera de Norfolk, cuando habitualmente se encuentran en el sur del Mediterráneo y el norte de África.
Incluso el paisaje sonoro está cambiando. Londres es ahora un punto caliente de canto de pájaros fuera de temporada.
Un estudio ha sugerido incluso que los pájaros de los bosques se desplazan hacia lo alto de los árboles para cantar, posiblemente para evitar que sus cantos queden amortiguados por el follaje anterior.
Escasez de sabor
El clima extremo también está dificultando el cultivo de alimentos. Productos básicos como el trigo, el maíz y el café ya se están viendo afectados. Y este año ha habido una notable escasez de condimentos.
FUENTE DE LA IMAGEN – ALAMY. La producción de la popular mostaza Dijon se ha visto afectada por escasez de la materia prima.
En abril, Huy Fong Foods, una empresa californiana que produce unos 20 millones de botellas de salsa de chile Sriracha al año, envió una carta a sus clientes advirtiendo de una «grave escasez» de chiles.
En verano, los supermercados de Francia empezaron a quedarse sin mostaza de Dijon, un problema provocado por el mal tiempo en las praderas canadienses, donde se cultiva la mayor parte de las semillas de mostaza del mundo.
Y la realidad del cambio climático está dificultando incluso los esfuerzos por liberarse del carbono. En agosto, la empresa energética EDF tuvo que reducir la producción de las centrales nucleares en Francia, porque no había suficiente agua fría en los ríos del país europeo.
La respuesta, que está siendo debatida por 200 países en la cumbre del clima de la Naciones Unidas que estos días celebra en Egipto, es una reducción drástica de los gases que calientan el planeta.
Pero ya hemos transformado al mundo al calentarlo, y es probable que en el futuro se produzcan muchas más consecuencias inesperadas y sorprendentes.
Imagen de portada: GETTY IMAGES
FUENTE RESPONSABLE: Victoria Gill y Ella Hambly. BBC News. 15 de noviembre 2022.
Sociedad y Cultura/Naturaleza/Australia/Reino Unido/
El reino animal nunca deja de sorprendernos, sobre todo cuando lo miramos con la atención, el cariño y la empatía que se merece.
La magia de este mundo se resiste a ser capturada, pero a veces se dan las circunstancias exactas y conseguimos imágenes que nos devuelven la empatía y sacan lo mejor de nosotros como personas.
Ese poder lo comparten los animales, capaces de ablandarnos el corazón. Quizás, precisamente por eso, nos gustan tanto las fotografías ganadoras del Wildlife Photographer of the Year 2022, entregados por el Museo Nacional de Historia de Londres.
Queremos compartir con vosotros las historias detrás de esta serie de instantáneas que no dejan indiferentes y que están llenas de vida animal:
Fotografía ganadora. The big buzz, Karine Aigner, US.
Karine Aigner es la ganadora de este año gracias a esta imagen, en la que podemos ver la actividad frenética de una bola de abejas sobre la arena. Pasados unos minutos, la pareja en el centro, un macho aferrado a la única hembra en el enjambre, se alejó volando para aparearse.
New life for the tohorā, Richard Robinson, New Zealand.
La imagen representa la esperanza, al capturar una población de ballenas que ha sobrevivido contra viento y marea. Robinson fotografió el momento de la cópula de estas ballenas en un momento inmortalizado en el tiempo. Conocido por los maoríes como tohorā, la población de Nueva Zelanda fue cazada hasta casi la extinción en el siglo XIX, por lo que cada nuevo apareamiento ofrece una nueva esperanza.
Shooting star, Tony Wu, US/Japan.
La danza reproductiva electrizante de una estrella de mar gigante, en el momento en el que el agua circundante se llenó de esperma y óvulos de estrellas de mar en desove. Estos animales adoptan una postura de baile cuando están en desove, elevándose y balanceándose para ayudar a liberar o arrastrar óvulos y espermatozoide hacia las corrientes donde se fecundan.
The listening bird, Nick Kanakis, US.
Kanakis vio al joven pájaro alimentándose y, sabiendo que desaparecería en el bosque si se le acercaba, encontró un claro de hojarasca y esperó. El pajarito saltó dentro, presionando su oreja contra el suelo para escuchar pequeños insectos.
A theatre of birds, Mateusz Piesiak, Poland.
Con la cámara en el barro del lecho de juncos, Piesiak capturó el momento en que un halcón peregrino que pasaba por la zona provocó el vuelo de algunos correlimos comunes. Ganador del premio Young Wildlife Photographer of the Year cuando tenía 14 años, Piesiak exploró su localidad durante el confinamiento por la COVID-19, con ángulos de cámara cuidadosamente considerados para producir una serie de fotografías íntimas que exploran el comportamiento de las aves.
The Cuban connection, Karine Aigner, US.
Un camachuelo cubano junto a una carretera, colocado para que se acostumbre al bullicio de la vida callejera. Estas aves son muy apreciadas por su dulce voz y espíritu luchador. Aigner explora la relación entre la cultura cubana y los pájaros cantores, planteándose el futuro de una arraigada tradición. Durante cientos de años, algunos cubanos capturaron y mantuvieron pájaros cantores para realizar concursos de canto de pájaros.
Out of the fog, Ismael Domínguez Gutiérrez, Spain.
Cuando Ismael llegó al humedal, sintió la decepción al no poder ver el horizonte a causa de la niebla, hasta que esta empezó a disiparse. Las águilas pescadoras son visitantes invernales de la provincia de Andalucía. Aquí, los numerosos embalses ofrecen a estas rapaces comedoras de peces extendidas aguas abiertas y poco profundas que son más claras que muchos ríos y lagos.
The beauty of baleen, Katanyou Wuttichaitanakorn, Thailand.
Katanyou quedó fascinado por los colores y texturas contrastantes de una ballena de Bryde. Estas tienen hasta 370 pares de placas de barbas de color gris que crecen dentro de sus mandíbulas superiores. Las placas están hechas de queratina y se utilizan para filtrar pequeñas presas del océano.
Heavenly flamingos, Junji Takasago, Japan.
Takasago superó el mal de altura para y se arrastró hacia el grupo acicalado de flamencos chilenos para tomar esta fotografía. En lo alto de los Andes, el Salar de Uyuni es la salina más grande del mundo., además de una de las minas de litio más grandes de Bolivia, lo que amenaza el futuro de estos flamencos. El litio se usa en baterías para teléfonos y computadoras portátiles.
Battle stations, Ekaterina Bee, Italy.
Ekaterina observa cómo dos cabras montesas alpinas luchan por la supremacía. A principios del siglo XIX, tras de siglos de caza, la población de estos animales se redujo a menos de 100 ejemplares en las montañas de la frontera entre Italia y Francia. Las medidas de conservación han conseguido que, hoy en día, haya más de 50.000.
Spectacled bear’s slim outlook, Daniel Mideros, Ecuador.
Mideros instaló cámaras trampa a lo largo de un corredor de vida silvestre utilizado para llegar a mesetas de gran altitud. Colocó las cámaras para mostrar el paisaje natural que desaparecía con el oso enmarcado en el centro de la imagen. Estos osos, que se encuentran desde el oeste de Venezuela hasta Bolivia, han sufrido una disminución masiva como resultado de la fragmentación y pérdida de su hábitat. En todo el mundo, a medida que los humanos continúan construyendo y cultivando, el espacio para la vida silvestre se reduce cada vez más. Peñas Blancas, Quito, Ecuador. Fotografía: Daniel Mideros/Fotógrafo de Vida Silvestre del Año
Puff perfect, José Juan Hernández Martinez, Spain.
Hernández Martínez llegó de noche al sitio de cortejo del ave. A la luz de la luna, se escondió cavando un hueco en el suelo, desde donde capturó a un macho de hubara canario regresando anualmente a su sitio de cortejo. Levantando las plumas de la parte delantera de su cuello y echando la cabeza hacia atrás, corre hacia adelante antes de dar vueltas hacia atrás, descansando solo unos segundos para comenzar de nuevo el ritual.
Ndakasi’s passing, Brent Stirton, South Africa.
Stirton comparte el final de la historia de un gorila de montaña muy querido. Fotografió el rescate de Ndakasi cuando tenía dos meses, después de que una mafia del carbón matara a su tropa como una amenaza para los guardaparques. Con esta imagen conmemora su muerte mientras yacía en los brazos de su salvador y cuidador durante 13 años, el guardabosques Andre Bauma. Como resultado de los esfuerzos de conservación, el número de gorilas de montaña se ha cuadruplicado a más de 1000 en los últimos 40 años.
The magical morels, Agorastos Papatsanis, Greece.
En esta escena mágica vemos la relación entre los hongos y los cuentos de hadas. Las colmenillas se consideran tesoros gastronómicos en muchas partes del mundo porque son difíciles de cultivar, pero en algunos bosques florecen de forma natural.
The dying lake, Daniel Núñez, Guatemala
La vista de un dron captura el contraste entre el bosque y el crecimiento de algas en el lago Amatitlán. Núñez tomó esta fotografía para crear conciencia sobre el impacto de la contaminación en el lago, que recibe alrededor de 75.000 toneladas de desechos de la ciudad de Guatemala cada año.
The bat-snatcher, Fernando Constantino Martínez Belmar.
Belmar espera en la oscuridad mientras una serpiente rata de Yucatán atrapa un murciélago. Usando una luz roja a la que tanto los murciélagos como las serpientes son menos sensibles, Belmar vigiló a esta serpiente que sobresalía de una grieta. Todas las tardes al atardecer en la Cueva de las Serpientes Colgantes, miles de murciélagos parten para alimentarse durante la noche. También es cuando emergen las hambrientas serpientes rata.
The great cliff chase, Anand Nambiar, India.
Desde el otro lado del barranco, Nambiar observó cómo el leopardo de las nieves sorprende a una manada de cabras montesas del Himalaya. Se adaptaba perfectamente al medio ambiente, a diferencia de Nambiar, que siguió un régimen de ejercicios en preparación para la gran altitud y las bajas temperaturas. Los leopardos de las nieves viven en algunos de los hábitats más extremos del mundo. Ahora están clasificados como vulnerables. Las amenazas incluyen el cambio climático, la minería y la caza, tanto del leopardo de las nieves, como de sus presas.
Under Antarctic ice, Laurent Ballesta, France.
Torres vivientes de invertebrados marinos marcan el lecho marino frente a Adelie Land, a 32 metros bajo el hielo de la Antártida oriental. Aquí, una esponja con forma de árbol está cubierta de vida: desde gusanos de cinta gigantes, hasta estrellas de mar. Ballesta aguantó inmersiones bajo cero para revelar la diversidad de vida debajo del hielo de la Antártida. Su expedición requirió de dos años para planear, un equipo de buzos expertos y un kit especialmente desarrollado. Sus 32 inmersiones a una temperatura del agua de hasta -1,7 °C incluyeron la inmersión más profunda y más larga jamás realizada en la Antártida.
Imagen de portada:The dying lake, Daniel Núñez, Guatemala
FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta. Por María Toro. 19 de octubre 2022.
Sociedad y Cultura/Fotografía silvestre/Animales/Premio/Naturaleza/ Cambio climático.
Una hormiga con rostro de alienígena, un escarabajo que parece salido de un comic y una araña con pelos electrizados.
Estas son algunas de las fotos seleccionadas en la competición anual de fotografía microscópica de la compañía fabricante de cámaras Nikon.
El primer premio del Nikon Small World Photomicrography Competition fue para la imagen de una mano embrionaria de un geco diurno gigante de Madagascar, tomada por Grigorii Timin y supervisada por Michel Milinkovitch de la Universidad de Ginebra.
FUENTE DE LA IMAGEN – GRIGORII TIMIN / NIKON SMALL WORLD
La foto de una mano embrionaria de un geco diurno gigante de Madagascar se llevó el primer premio en la categoría «mejores 20» del concurso de fotografía microscópica 2022 de Nikon.
Pero en la competencia se pueden observar imágenes microscópicas de alta resolución de insectos, tejidos, células, partes del cuerpo humano, minerales, entre otras materias.
En total fueron 89 fotos seleccionadas de científicos y artistas de todo el mundo que representan las categorías de «las mejores 20», «menciones honorables» e «imágenes de distinción».
La última categoría incluye una curiosa imagen en primerísimo primer plano del rostro de una hormiga tomada por el fotógrafo lituano Eugenijus Kavaliauskas.
FUENTE DE LA IMAGEN – EUGENIJUS KAVALIAUSKAS/NIKON SMALL WORLD. La foto de la hormiga obtuvo un lugar en la categoría «imagen de distinción» en el concurso de Nikon.
Y hay más. Por eso, aquí te compartimos una selección de las fotos que participaron y que ganaron un puesto en el concurso.
FUENTE DE LA IMAGEN – ANDREW POSSELT/NIKON SMALL WORLD. El retrato en primer plano de la araña saltadora ganó un sitio en la categoría «imagen de distinción» en el concurso de fotografía microscópica de Nikon.
FUENTE DE LA IMAGEN – KARL GAFF/NIKON SMALL WORLD. La foto de la larva de mosca jején obtuvo una mención honorable en el concurso de Nikon.
FUENTE DE LA IMAGEN – LAYRA G. CINTRÓN-RIVERA/NIKON SMALL WORLD. La imagen del embrión de pez cebra ganó un lugar en la sección «imagen de distinción» en el concurso de Nikon.
FUENTE DE LA IMAGEN – MURAT ÖZTÜRK/NIKON SMALL WORLD. El retrato de una mosca tomando a un escarabajo tigre ganó el puesto 10 en la categoría «los mejores 20» del concurso de fotografía microscópica de Nikon.
FUENTE DE LA IMAGEN – MARKO PENDE/NIKON SMALL WORLD. La foto de un ajolote transgénico logró un lugar en la categoría «imagen de distinción» en el concurso de fotografía microscópica de Nikon.
FUENTE DE LA IMAGEN – ANDREW POSSELT/NIKON SMALL WORLD. La imagen de la araña de patas largas se llevó el cuarto puesto en «las mejores 20» del concurso de Nikon.
Imagen de portada: YOUSEF AL HABSHI/NIKON SMALL WORLD AND THE ARTIST. La foto del escarabajo joya rojo ganó como «imagen de distinción» en el concurso de fotografía microscópica de Nikon.
FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 26 de octubre 2022.