Humanidad ampliada: un mundo moldeado por dos grandes fuerzas, la tecnología y el consumo.

Guillermo Oliveto, especialista en el análisis y la comprensión de las conductas humanas, escribió “Humanidad Ampliada”, un libro publicado en octubre de 2022 por Editorial Planeta.

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El libro “Humanidad Ampliada” fue escrito por Guillermo Oliveto y pensado junto a Almatrends, porque les parecía que “era necesario entender cómo se reconfiguraría el futuro de la sociedad contemporánea después del shock 2020/2021, una instancia límite a nivel global de la que tanto la tecnología como el consumo salieron potenciados.”

Big Data, Algoritmos, Burbujas, Cámaras de Eco, Fake News, Inteligencia Artificial, Hábitat Viral y Hábitat Emocional (ambos desarrollados por Sil Almada), Caverna Digital, Clase Media, Hipertrofia del deseo, Sociedad de la Decepción, Hipercomplejidad, El consumo como ansiolítico, Utopías, Distopías, y Retrotopía, Sensatez, Esperanza Realista y el Buen Vivir, son algunos de los conceptos que se presentan en un ensayo que invita, sobre todo, a pensar.

Durante la pandemia, mientras la mayoría de la sociedad temía por su día a día, Guillermo y Sil Almada, fundadora de Almatrends Lab, supieron correrse de la escena y mirar desde afuera qué es lo que estaba sucediendo. Pensador del futuro, siempre creyó que la normalidad tal como la conocíamos regresaría pronto. Aunque con algunos ajustes, la vida cotidiana se parecería mucho más a la que teníamos de lo que en ese momento podía suponerse. Algo que en general la sociedad veía como lejano, impensable y hasta imposible.

«No me considero predictor del futuro, pero si un pensador del mismo. Trabajo para analizarlo y proyectarlo. Es muy importante tomar perspectiva de los fenómenos y analizar cómo sigue la película.»

Guillermo Oliveto, analista y pensador de las conductas humanas, ensayista.

Pero antes de comenzar a analizar el futuro y las distintas versiones del mundo pos pandémico que podemos leer en su libro, tuvo que comprender el presente que estábamos atravesando y también el pasado; porque el ensayista explica que: “lo que viene no se puede pensar, si no se comprende lo que ocurrió.”

Guillermo cuenta que entendió que lo que se estaba viviendo en la pandemia era un “momento limite inédito y una instancia de reflexión”. Es por eso que, a partir de un proceso introspectivo, logró ubicarse en el lugar de un pensador humanista, para desde esa mirada entender los hechos.

Además, para poder definir los futuros posibles que desarrolla en su texto, se apoyó en las tendencias globales del laboratorio “Almatrends”. Todas sus hipótesis se nutren de múltiples fuentes de información, así como de la generación de data y research propios. Están por ello, basadas en evidencias.

¿Por qué el nombre “Humanidad Ampliada”?

El libro plantea un mundo marcado y moldeado por dos grandes fuerzas, la tecnología y el consumo, y explica cómo las personas se comportan frente a ellas, específicamente durante y post shock pandémico. El autor enfatiza: “el titulo plantea que estas dos fuerzas, la tecnología y el consumo, amplían la condición humana pero el desafío es que no la desvirtúen.”

Adictivos o reacios

El autor explica que no sirve demasiado criticar el rápido avance de la tecnología y tampoco del consumo, porque “igualmente van a suceder y no vamos a modificar nada”. Sí es importante saber a qué decir que si y a qué decir que no, desarrolla Guillermo en su texto. Agrega que en muchos aspectos son las personas, de manera individual, quienes tienen la responsabilidad de poner sus propios límites y saber cuáles son las alertas.

Más allá de esto, él, en su libro, intenta alejarse de esta dicotomía que suele estar presente en el común de la sociedad (tecnología sí o no, consumo sí o no), para concentrarse en un debate más complejo, que explique el funcionamiento de estas dos fuerzas y el comportamiento humano frente a ellas.

El mundo post pandemia

Sin duda, Guillermo explica que sin el shock que atravesó al mundo hace dos años atrás, la evolución tanto de la tecnología como del consumo, hubiese sido más lenta. Aclara que: “iba a ocurrir igualmente, pero al ser más lento, definitivamente no estaríamos viviendo hoy la Revancha de la Vida que domina las conductas de aquellos que tienen la capacidad económica para concretar sus deseos: desde volver a viajar, hasta llenar la cancha o agotar en horas los tickets de los recitales.”

Guillermo señala que “después de tanto malestar, el bienestar no tiene precio” y por eso en una parte de la sociedad se está viviendo una especie de “años locos”. Cita como ejemplo el último verano europeo, que fue uno de los más caros de la historia y en simultáneo un boom. Del mismo modo lo que ocurre a nivel local con los bares, restaurantes y los inéditos 10 River de Coldplay.

El grueso del libro es muy útil para reflexionar sobre los futuros posibles e intentar responder una pregunta que atraviesa todo el ensayo de punta a punta: ¿Vamos bien o vamos mal?. Guillermo explica que, entre los estudiosos del tema, había dos hipótesis sobre el comportamiento de la sociedad post pandemia: la primera era que se volverían más austeros por el temor a enfrentar otro momento límite sin ahorros y la segunda era que salieran más gastadores por haber tomado conciencia de la finitud. “Yo considero que por lo menos hasta el día de hoy, está absolutamente comprobado que la opción ganadora fue la segunda”, concluye Guillermo.

Para Guillermo, la frase que resume su libro es: “Para una humanidad ampliada es necesario tener una mentalidad ampliada”

Se pregunta (y nos desafía a preguntarnos): ¿Aquellos que critican a la tecnología, están dispuestos a dejar pasar la posibilidad de que la Inteligencia Artificial permita detectar enfermedades de forma prematura y así mejorar y extender la calidad de vida? ¿Y los que se rasgan las vestiduras frente a la sociedad de consumidores acaso contemplan que el consumo es el 70% del Producto Bruto Mundial y por ende el principal motor del empleo? ¿Los que quieren volver al pasado recuerdan que hace apenas 2 siglos el 90% de la población global era pobre y analfabeta?

Estos provocadores interrogantes, entre muchos otros, llevan al lector por un camino de reflexión que dista de ser lineal y que se atreve a lidiar con un mundo que ha dejado de ser complejo para volverse ahora hipercomplejo.

La tecnología y el consumo amplían la condición humana contemporánea, la potencian, la expanden y la llevan hacia posibilidades desconocidas en los 200.000 años de historia del homo sapiens.

¿Estamos analizando con profundidad hacia donde nos dirigimos? Humanidad Ampliada, fue pensado y escrito como un nuevo aporte de este autor, al proceso de pensamiento que los futuros posibles traen como oportunidades y también cómo desafíos. ¿Vamos bien o vamos mal? 

Imagen de portada: Contenido LAB “Humanidad ampliada”

FUENTE RESPONSABLE: La Nación. Lifestyle.16 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Pandemia de Coronavirus/Humanidad/Post pandemia/Tecnología/Economía/Psicología/Consumo.

Paciente británico tuvo COVID-19 durante 411 días: los científicos explican por qué.

En un estudio, un equipo de científicos describe cómo pudieron curar la infección de este hombre de 59 años después de 13 meses analizando el código genético de su virus para encontrar el antídoto adecuado.

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Un hombre inmunodeprimido de Gran Bretaña se infectó con el coronavirus Sars-CoV-2 durante 411 días. Según la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, el paciente solo se curó mediante un tratamiento con anticuerpos neutralizantes. 

Según el informe, el paciente, que ahora tiene 59 años, se infectó con la variante temprana de la corona que apareció por primera vez en Wuhan, China.  

Combinación de anticuerpos

El hombre tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un trasplante de riñón. Según el informe, recibió una combinación de anticuerpos conocida como Regeneron, que también se administró al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2020. El análisis genético del virus fue importante para el tratamiento del hombre.  

Con un sistema inmunitario debilitado tras un trasplante de riñón, el cuerpo del hombre no podía eliminar el virus y, al tener solo síntomas leves e intermitentes, no podía optar a los tratamientos utilizados para prevenir o tratar los casos graves de COVID-19.

Según los expertos, todavía no existe ningún tratamiento eficaz con anticuerpos en el Reino Unido o en la Unión Europea para la variante de corona actualmente dominante, ómicron. 

«Riesgo de padecer infecciones continuas»

«Algunas personas con el sistema inmunitario debilitado siguen corriendo el riesgo de padecer enfermedades graves e infecciones continuas», afirma el médico Luke Blagdon Snell, del King’s College de Londres, que ha publicado recientemente sus conclusiones en la revista Clinical Infectious Diseases.  

«Cuando examinamos su virus, era algo que existía hace mucho tiempo, mucho antes de ómicron, mucho antes de delta e incluso antes de alpha. Así que era una de esas variantes más antiguas y tempranas del comienzo de la pandemia», declaró  Snell Washington Post. 

El paciente, que ya se ha curado, es una de las personas con una de las infecciones de coronavirus más largas que se conocen. Un paciente también tratado en el Guy’s and St Thomas’ Hospital había estado infectado hasta 505 días antes de su muerte.

FEW (dpa, AFP)

Imagen de portada: El paciente, que ya se ha curado, es una de las personas con una de las infecciones de coronavirus más largas que se conocen. (Foto de referencia)

FUENTE RESPONSABLE: Made for Minds. 11 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Pandemia de coronavirus/Vacunas/Genética/ Anticuerpos.

El pánico en China que llevó a la fuga masiva de trabajadores en una de las mayores fábricas de Apple del mundo.

El líder de China, Xi Jinping, insiste en que no se desviará de su política de cero covid, pero el caos continuo que está generando la medida quedó de manifiesto en la planta de Foxconn, en la ciudad de Zhengzhou.

Hace unos días se dijo que cientos de trabajadores huyeron de la planta por temores de verse obligados a ponerse en cuarentena.

Lo que provocó la fuga masiva en la línea de ensamblaje de computadoras Apple más grande del mundo fue el miedo, el pánico y la ignorancia.

Foxconn, la empresa que dirige esta enorme fábrica, debe asumir una parte de la responsabilidad por el hecho, pero en realidad la causa principal es el enfoque inflexible, estricto de cero covid impuesto en el país.

La BBC habló con trabajadores que describieron una situación de necesidad urgente de escapar por su propia seguridad. Quizás no fue racional, pero algunos dicen que temían por sus vidas.

Por ejemplo, está el caso de una trabajadora de Foxconn de 21 años que había estado escuchando los rumores durante un tiempo. Entre más historias y especulaciones surgían, más extremas se volvían.

No ayudó que sus jefes inmediatos en Foxconn dijeran que no había infecciones de covid en la fábrica, mientras la compañía le decía a los medios que no había contagios «sintomáticos».

Y a pesar de ello, había muchos ejemplos conocidos de personal que había dado positivo.

Se había ordenado a cientos de miles de empleados que no abandonaran este enorme complejo industrial.

Pero después de que los trabajadores fueran confinados a los dormitorios de los trabajadores y otras partes de la fábrica, los rumores se intensificaron.

Esta joven trabajadora de la fábrica escuchó, por ejemplo, que el ejército iba a entrar y tomar el control para hacer cumplir un tipo de experimento gigante de «vivir con covid», que implicaba permitir que todos en esa parte de la ciudad de Zhengzhou se enfermaran.

miembros del personal de Foxconn

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Algunos miembros del personal de Foxconn han estado distribuyendo alimentos y agua para los que quieren irse.

Según los rumores, el plan era ver cuántos de ellos morían. Y después, si la mortandad no era extrema, esto ofrecería una guía para ver si el resto de China podría dejar los confinamientos o no.

En los grupos de chats de los trabajadores se propagaban opiniones como: «Foxconn me va a quitar la vida».

Claramente, la joven trabajadora no fue la única que escuchó esto y los trabajadores comenzaron a fugarse.

El sábado por la noche, se filmaron imágenes de una valla de barrera amarilla que era empujada para permitir que algunos escaparan.

A la mañana siguiente, ella escuchó que algunos de sus amigos ya habían llegado a sus lugares de origen.

La mitad de los que estaban en su dormitorio de ocho personas se habían ido. Ella hizo una maleta pero no pudo llevarse todo.

Propagación rápida de covid

Otra trabajadora nos dijo que ella también entró repentinamente en pánico antes de irse. «Para ser honesta, al principio no pensé que sería tan malo», dijo.

«Pero luego las personas a mi alrededor comenzaron a infectarse. Los casos positivos en otros dormitorios no fueron puestos en cuarentena durante varios días. Entre quienes sé que siguieron trabajando, todos comenzaron a confirmarse como positivos».

Aparte de los trabajadores de Foxconn, debido a que la mayor parte de la ciudad de Zhengzhou se encuentra actualmente bajo algún tipo de confinamiento, en las apps de salud telefónicas los códigos no permitían que nadie saliera, al menos oficialmente.

Esto significa que, incluso si el transporte público estuviera en funcionamiento, no se te permitía subir a bordo y esto incluye los taxis.

La solución para los trabajadores de Foxconn fue saltar la cerca y simplemente comenzar a caminar. Para algunos, esto significó viajar a pie con todo lo que pudieron cargar durante más de 100 km.

No hay que buscar mucho para ver imágenes con filas largas de personas, en su mayoría jóvenes, arrastrando equipaje a los lados de las carreteras.

La gente que conducía por allí se compadeció y recogió a los trabajadores, llevándolos lo más lejos posible.

En escenas que recuerdan la gran depresión de hace un siglo, se veía a trabajadores amontonados en la parte trasera de los camiones, a veces encendiendo pequeños fuegos para calentarse.

Han seguido surgiendo imágenes de lo ocurrido, primero se propagaron por la provincia de Henan, luego por China y por todo el mundo.

Se trata de una total perturbación económica provocada por el cero covid.

Un problema clave ha sido la ignorancia generalizada sobre la naturaleza de la enfermedad. En gran parte de China, la gente está tan aterrorizada de contraer el virus como si fuera cáncer.

El gobierno chino ha hecho poco para cambiar estos malentendidos y, de hecho, a menudo los ha empeorado.

confinamiento en China

FUENTE DE LA IMAGEN – EPA. La política de cero covid de China ha causado una interrupción generalizada en la vida de la gente.

La narrativa de los que están a cargo aquí ha sido que en otros lugares, la covid se ha propagado entre la población, pero los chinos deberían considerarse afortunados porque tienen al Partido Comunista para protegerlos con el enfoque de cero covid.

Es cierto que esta estrategia ha impedido que los hospitales del país se saturen y es cierto que la covid ha resultado en una trágica pérdida de vidas.

Sin embargo, también es cierto que -para la gran mayoría de las personas infectadas que han sido vacunadas- contraer el virus significa unos días enfermos en casa y nada más.

Este último punto es algo que muchos en China desconocen por completo.

Entonces, cuando los trabajadores de Foxconn llegaron a sus lugares de origen y fueron puestos en instalaciones de cuarentena construidas apresuradamente en las escuelas secundarias locales, para ellos esto no fue tan malo como el infierno de covid que imaginaron que les ocurriría en su fábrica.

Los empleados con quienes ha hablado la BBC dicen que no saben si podrán volver a trabajar en Foxconn; o si podrán incluso recuperar sus pertenencias que quedaron en sus dormitorios.

Creen que perderán sus bonos de asistencia al trabajo, que aumentan su salario después de trabajar una cierta cantidad de días seguidos. Sin embargo, de nuevo, nada de esto importa tanto como sentirse seguro.

Naturalmente, ver a los trabajadores que huyen de su lugar de trabajo ha provocado condenas y Foxconn ha respondido.

La empresa anunció que quienes quieran asistir podrán hacerlo en autobuses seguros que ahora se han organizado en coordinación con otras localidades y que llevarán a las personas directamente a los sitios de cuarentena, asegurando así un proceso mucho más tranquilo y ordenado.

También anunció la cuadruplicación de los bonos para el personal que permanece en el sitio y no toma vacaciones.

empleados de Foxconn

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El número de personas que intentan salir de la planta han disminuido en los últimos días.

En un comunicado, Foxconn dijo que esto era parte de un esfuerzo por «reanudar gradualmente la producción ordenada».

Como se volvió a imponer un confinamiento oficial en toda la Zona Económica del Aeropuerto de Zhengzhou, el éxodo de la fábrica parece haberse reducido por el momento.

Un voluntario, que ha estado distribuyendo alimentos y agua a lo largo de las carreteras, nos dijo que lo que parecían miles escapando el fin de semana pasado se redujo a decenas e incluso menos a mediados de esta.

Si Foxconn no puede manejar adecuadamente esta crisis, en el corto plazo afectará las cadenas de suministro globales de Apple y otros productos.

Pero, a largo plazo, esto muestra un problema mucho mayor para China.

El sistema de control de covid del gobierno no es capaz de operar sin causar una interrupción significativa, no solo en la vida de las personas, sino potencialmente en sectores clave de la economía.

Para el líder de China, Xi Jinping, esto puede no ser tan importante como mantener el control político. Pero solo hay dos caminos por delante: modificar el enfoque de cero covid o ver más trastornos al estilo Foxconn en el futuro.

Imagen de portada: SOCIAL MEDIA. Las redes sociales chinas han estado publicando imágenes de trabajadores caminando a su casa desde la fábrica.

FUENTE RESPONSABLE: Stephen McDonell; BBC News, Pekín. 3 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Pandemia de coronavirus/Salud/Apple/China.

 

Qué son las vacunas bivalentes contra la covid y cómo protegen de todas las variantes del coronavirus.

El coronavirus no ha desaparecido del mundo y probablemente no desaparezca, por lo que algunos laboratorios ya desarrollaron vacunas que acompasan las mutaciones del virus.

Reino Unido fue el primero en habilitar a mediados de agosto el uso de una nueva fórmula desarrollada por Moderna para su vacuna de ARN mensajero, que fue mejorada para combatir el linaje ómicron en todas sus subvariantes conocidas.

Estados Unidos le siguió el último día de agosto al autorizar el uso de las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer/BioNTech, que también utiliza la tecnología de ARN mensajero, y a los pocos días empezó a administrarlas a la población en general.

Luego, Canadá aprobó el refuerzo actualizado de Moderna contra el coronavirus SARS-CoV-2.

A comienzos de septiembre el regulador británico le dio el visto bueno a la versión actualizada de Pfizer/BioNTech y por esas fechas el país comenzó a inyectar las nuevas dosis a personas mayores de 50 años, a aquellas de alto riesgo de cualquier edad, a embarazadas y al personal de la salud.

Y más recientemente, este lunes, la Agencia Europea de Medicamentos recomendó el uso de la vacuna actualizada de Pfizer/BioNTech en los 27 países de la Unión Europea, una decisión que deberá adoptar la Comisión Europea en los próximos días.

¿Qué es una vacuna bivalente?

Las vacunas bivalentes son aquellas que protegen el cuerpo contra dos tipos de antígenos.

En el caso de las dosis actualizadas contra la covid-19, son bivalentes porque inmunizan contra la cepa original -también conocida como Wuhan por la ciudad china donde apareció el virus- y contra la variante ómicron.

Las vacunas que se utilizaban hasta ahora en el mundo eran monovalentes, es decir, estaban diseñadas solamente contra el virus original.

Una vacuna bivalente ampliamente utilizada en Latinoamérica es aquella contra el virus del papiloma humano (VPH), que fue diseñada para los tipos VPH-16 y VPH-18.

Las vacunas pueden ser polivalentes, lo que significa que pueden estar diseñadas para varias cepas o incluso varias enfermedades.

La vacuna pentavalente, por ejemplo, es aplicada en niños y protege contra la difteria, la tos convulsa, el tétanos, la influencia tipo b y la hepatitis B o la polio, dependiendo de su formulación.

Dosis de vacuna bivalente anticovid de Moderna y Pfizer.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS/GETTY IMAGES. Tanto Moderna como Pfizer desarrollaron vacunas bivalentes que se están aplicando en Estados Unidos y Reino Unido.

¿De qué están compuestas las vacunas actualizadas?

Cada dosis de la vacuna original de Pfizer contra la covid-19 contenía 30 microgramos de tozinameran, una sustancia que actúa sobre el ARN, en 0,3 mililitros de líquido.

La versión bivalente también contiene 30 microgramos, aunque en este caso 15 microgramos están diseñados para la cepa de Wuhan y los otros 15 microgramos para ómicron.

En el caso del compuesto formulado por Moderna, cada dosis del producto monovalente contenía 50 microgramos de elasomeran en 0,5 mililitros que apuntaban al virus inicial, mientras que el refuerzo actualizado contiene 25 microgramos dirigidos a cada variante.

De momento, el refuerzo actualizado de Pfizer/BioNTech está autorizado para mayores de 12 años y el de Moderna para mayores de 18 años, tanto en EE.UU. como Reino Unido.

Las vacunas bivalentes autorizadas en EE.UU. fueron diseñadas para apuntar a los linajes BA.4 y BA.5 de ómicron, aunque cubre las variantes anteriores.

En Reino Unidos se aprobó una versión previa dirigida al linaje BA.1 de ómicron.

Las autoridades sanitarias estadounidenses señalaron que probablemente se recomendará en el futuro un refuerzo anual de la vacuna anti covid, de la misma forma que se hace con la vacuna de la gripe.

¿Las nuevas vacunas sustituyen a las primeras?

Las vacunas contra la covid-19 comenzaron a administrarse en el mundo en diciembre de 2020.

Desde entonces, más de 12.000 millones de dosis de una decena de laboratorios fueron aplicadas.

Casi dos años después y ante el predominio de la variante ómicron, los laboratorios fueron encomendados a diseñar las versiones actualizadas.

Sin embargo, estas nuevas vacunas no sustituyen al esquema inicial, que estaba pensado solamente para la cepa de Wuhan.

Una persona recibe una vacuna

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Las autoridades anticipan que la vacuna contra la covid terminará por ser anual.

La vacuna bivalente es de refuerzo, por lo que quienes no se hayan vacunado con la pauta completa deberán hacerlo antes de recibir esta dosis adicional.

En Reino Unido deben haber pasado al menos tres meses de recibida la última dosis, mientras que en Estados Unidos el plazo mínimo son dos meses.

No importa qué vacuna haya recibido la persona anteriormente; el refuerzo actualizado puede ser de cualquiera de los dos laboratorios que ya tienen aprobación, dijeron los organismos reguladores de medicamentos.

¿Qué pasa en América Latina?

Por el momento, ningún país de la región inició la vacunación con las versiones actualizadas.

Pero en Chile el gobierno piensa en una quinta dosis anti covid -ya dio refuerzos de tercera y cuarta dosis- con la vacuna bivalente que se comenzará a dar antes de fin de año, le dijo la ministra de Salud de ese país, María Begoña Yarza, a la emisora local Tele13 Radio.

Los países latinoamericanos que han administrado hasta ahora vacunas de Pfizer/BioNTech son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Vacunación contra la covid en América Latina. Porcentaje de la población que recibió la pauta inicial completa.  Información al 11 de septiembre de 2022..

Las vacunas de Moderna, en tanto, han sido administradas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Un portavoz del laboratorio Moderna le dijo a BBC Mundo que la compañía modificó los acuerdos de suministro con Argentina y Perú para que las entregas de dosis sean de la fórmula actualizada una vez que obtengan la aprobación del regulador en cada país.

BBC Mundo contactó con Pfizer para conocer sus planes en América Latina, pero no obtuvo respuesta al momento de publicarse este artículo.

Imagen de portada: REUTERS

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 13 de septiembre 2022.

Sociedad/Pandemia de coronavirus/Ciencia/Salud/Variante Ómicron/ Vacunas contra el Coronavirus.

 

 

 

 

 

Luis Rojas Marcos: «La depresión te roba la esperanza»

Todos necesitamos tener un ángel, de carne y hueso, que nos proteja y nos salve cuando enfrentamos el abismo. 

Recuerdo el día que escuché por primera vez «Geraldine» de Glasvegas. Lo que parecía una canción de amor desesperada —When your sparkle evades your soul / I’ll be at your side to console – Cuando el brillo escape de tu alma / Estaré a tu lado para consolarte—, se convertía de repente en algo diferente —I’ll be the angel on your shoulder – Seré el ángel en tu hombro— y nos descubría en el estribillo que este diálogo sucedía entre una persona que necesitaba ayuda y la que se la iba a dar —My name is Geraldine, I’m your social worker – Mi nombre es Geraldine, soy tu trabajadora social—. 

Hay ángeles como los de la canción que están a nuestro lado cuando hemos caído y no podemos levantarnos, otros que simplemente nos escuchan y también los hay que nos llegan a salvar la vida en una situación extraordinaria. 

Esto último le ocurrió a Luis Rojas Marcos el día que Mohamed Atta decidió atacar el corazón del imperio a bordo de un avión. Este prestigioso psiquiatra, que ha dirigido el sistema de salud y de hospitales públicos de Nueva York, durante la pandemia se hizo una pregunta en Twitter «¿qué es estar en bien?».

Sus seguidores le respondieron, y así nació su último libro Estar bien aquí y ahora (Harper Collins, 2022), un texto que nos ofrece soluciones para mejorar nuestro bienestar. Yo me apunto a lo que Darwin dijo al respecto hace unos siglos: «hablar, reírme y dar besos»

Hablamos con Luis Rojas Marcos de cómo salvó la vida en el 11-S, del tabú de la enfermedad mental y de la diferencia entre tristeza y depresión.

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—Ante la nostalgia del pasado y la tendencia a trasladar nuestra vida a un hipotético futuro, el título de su libro, Estar bien aquí y ahora, es toda una declaración de intenciones.

—Así es. Durante la pandemia, resultó muy evidente el impacto de la incertidumbre. La mitad del tiempo estamos hablando de lo que vamos a hacer más tarde, el año que viene, cuando mi hija crezca, cuando pueda ahorrar y comprarme algo… La pandemia destruyó en gran medida ese sentido de futuro y nos hizo pensar en el presente. Empezábamos, a menudo, los correos electrónicos diciendo «espero que estés bien»; eso era algo nuevo, y me hizo pensar en la importancia del presente, donde ya las personas no hablaban tanto de quiero ser feliz un día, sino que quiero serlo hoy. De ahí viene ese enfoque del aquí y ahora.

—Usted vivía con un desasosiego constante en su infancia que le llevó al fracaso escolar. Fue todo un alivio cuando descubrió que eso que le pasaba tenía un nombre: TADH, Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

—Bueno, yo nací en el año 1943. En las décadas de los 50 y 60 no se conocía ese trastorno. Entonces te catalogaban de niño travieso, nervioso, inquieto… No había un nombre, digamos técnico, para tu conducta y tu intensidad. De hecho, el diagnóstico del trastorno por déficit de atención se hizo oficial en 1994, cuando yo ya tenía más de cincuenta años. Pero a mí me ayudó saber que eso que yo había pasado durante mi adolescencia y mi infancia tenía un nombre. No era un niño malo o un niño que no sabía cómo controlarme, sino que lo que me pasaba tenía un nombre. Eso me ayudó.

—En 2001 vivió uno de los momentos más trágicos de su vida. Estuvo a punto de ser una de las víctimas del 11S. Una persona anónima, un ángel de carne y hueso, le salvó de ese infierno.

—Experiencias como estas no te imaginas que te puedan suceder. En esos años, yo dirigía los hospitales públicos de Nueva York. Cuando chocó el primer avión nos llamaron a una reunión de urgencia en un edificio que estaba justo enfrente de las Torres Gemelas. Los bomberos habían puesto un un centro de control provisional en la zona y comenzaban a subir por los rascacielos para intentar salvar a las personas. Aquello fue una visión muy difícil de imaginar, el fuego saliendo de las torres, el sonido de la gente —que se tiraba por las ventanas para intentar escapar— al chocar contra el suelo… Fue una gran impresión, y yo estaba allí, hipnotizado por lo que veía. Entonces pensé que debería llamar por teléfono al hospital más cercano para que se preparasen. Mi teléfono móvil no funcionaba, y un señor, que yo no conocía, se acercó a mí y se ofreció a dejarme llamar desde un sitio cercano. Ese lugar era el World Financial Center, y estando allí todo empezó a tambalearse porque la primera torre había caído. Pudimos salir del edificio y salvar la vida, pero todas las personas con las que yo acababa de estar unos minutos antes habían muerto. Ese señor, que yo conocía y que no he vuelto a ver en mi vida, no cabe duda de que me salvó la vida.

—Los últimos años los hemos vivido en la incertidumbre. Desde que comenzó la pandemia nos hemos instalado en la vulnerabilidad. ¿Cuál va a ser la factura que vamos a tener que pagar a nivel mental?

—Por una parte, vamos a pagar la factura de las pérdidas que hemos tenido. Hay personas que han perdido a sus seres queridos y, además, en algunos casos, sin haber podido despedirse de ellos porque estaban en una situación de aislamiento en los hospitales. Esa es una pérdida que ya no podemos recuperar. Otros han sufrido la enfermedad en sí, miles de personas se quedaron sin trabajo, muchos sufrieron el confinamiento, la mayoría de las personas perdimos la libertad de movimiento y eso también tiene un impacto. Pero no podemos olvidar —y esto es algo que está demostrado— que las personas que pasamos adversidades, a menudo en nuestra lucha por superarlas descubrimos cualidades dentro de nosotros que no conocíamos. Hoy día hay personas que te cuentan que la pandemia fue terrible para ellos, pero en ese proceso de superación vieron que podían organizarse todos los días, tener un plan para sus actividades, y eso es algo que antes no hacían. Descubrieron también que el preguntarle al vecino si necesitaba que le comprase algo les hacía sentir mejor. La pandemia fue terrible, pero a muchos les ayudó a descubrir cualidades que no sabían que tenían.

—Si algo podemos sacar de positivo de la pandemia es la visibilización de las enfermedades mentales, ¿cuánto camino queda para la normalización?

—Sí. Esa nube de tabú, ese estigma que marca una enfermedad mental, ha sido la peor barrera a la hora de superar las enfermedades emocionales. Para empezar, personas que saben que les podría ayudar ir a un profesional, a un psicólogo o una psicóloga, un psiquiatra, un médico, pues no lo hacen porque no quieren que piensen que son débiles, que están —entre comillas— locos. Ese estigma ha sido la gran barrera para superar la enfermedad mental, y como bien dices, pues en estos últimos años —diría mejor, meses— en España, concretamente, ha habido una gran labor para desestigmatizar la enfermedad mental. Ahora hablamos de nuestros problemas, de nuestra tristeza o incluso de la depresión, el estrés, la ansiedad que sufrimos y lo hacemos de una forma más abierta. Incluso llegamos a manifestar que necesitamos hablar con alguien, ver a una psicóloga o un psicólogo para explicarle lo que me pasa. Ya no es como antes, cuando no nos atrevíamos.

—¿Qué opina de los libros de autoayuda y de los manuales de coaching pensados para superar enfermedades, trastornos y llevarnos a la felicidad y el éxito?

—Hay un aspecto cultural en todo esto. En Estados Unidos, por ejemplo, la autoayuda es algo muy importante. Este es un concepto que viene de hace muchos años, que comenzó con los grupos de alcohólicos anónimos, cuando unas personas con problemas con el alcohol decidieron unirse y reunirse durante un tiempo para hablar de los que pasaba y ayudarse unos a otros. De ahí viene el concepto de autoayuda: nos vamos a ayudar a nosotros mismos. Allí es un concepto positivo, pero aquí en Europa ha tenido siempre un poco de mala fama. Eso de autoayuda se asocia con consejos que todos conocemos: quiérete, llévate bien con los demás… No se le da un gran valor.

—Una enfermedad estigmatizada es la depresión. ¿Por qué en ocasiones echamos la culpa a quien la padece? ¿Por qué le acusamos de estar triste y de no esforzarse por cambiar?

—Creo que culpar al que sufre depresión de algo es un gran error. Si tú me preguntaras, Luis, como médico y psiquiatra, cuál crees que es la peor enfermedad que alguien puede sufrir, yo te diría que la depresión, porque la depresión te roba la esperanza, y sin ella es muy difícil vivir. La persona que la sufre no tiene ninguna sensación placentera ni de felicidad, y además piensa que no la va a sentir nunca, ha llegado a la conclusión de que vivir no vale la pena. Y ahí es donde unimos el suicidio con esta enfermedad que es la depresión. La depresión es una enfermedad terrible. Por otra parte, se trata de una enfermedad que tiene tratamiento. Pero hay personas, que, por un motivo u otro, no piden ayuda. También es importante no confundir la depresión con la tristeza normal por perder a un ser querido. Nos vamos a sentir tristes y eso es normal. Pero eso no es una depresión. La tristeza es un sentimiento normal. Por eso también es importante informarnos, porque llega un momento donde ya dejamos de dormir, dejamos de comer, vemos que la vida no tiene sentido y eso ya es otro tema.

—Aceptamos el estrés por su asociación con el éxito profesional. Pero no ocurre lo mismo con la ansiedad.

—El estrés es la presión emocional que sentimos en una situación como puede ser la laboral. Al estar buscando una meta nos sentimos estresados porque estamos día y noche pensando en conseguirla. El estrés tiene incluso un componente de aceptación. Suena mejor decir estoy estresado que estoy con ansiedad. La ansiedad es miedo, pero es miedo sin tener un motivo para tener este temor. Si alguien nos amenaza con una pistola vamos a sentir un miedo que nos avisa de que tenemos que defendernos o huir; intentar salvarnos. Cuando el miedo no tiene una causa real, entonces lo llamamos ansiedad, pero las sensaciones son las mismas, por eso la ansiedad es un problema. El miedo es una llamada de alarma que nos ayuda a defendernos. La ansiedad es un problema que necesitamos entender muy bien.

—En un momento de su libro, al hablar de la calidad de la vida, rescata la petición que hizo Juan Benet de incluir en la Constitución el derecho a fracasar. ¿Mejoraría este artículo de la Carta Magna nuestra salud?

—(Risas) El derecho a fracasar yo lo traduciría por: es normal fracasar en nuestra vida, todas nuestras metas no las vamos a conseguir, sobre todo, si tenemos una gran imaginación para crearnos ideales y objetivos. Tenemos que estar preparados para fracasar en algún momento, pero protegiendo nuestra autoestima, que es importante. La autoestima es cómo nos vemos, cómo nos queremos. Es muy importante querernos a nosotros mismos, respetarnos, comprendernos, también hablarnos con cariño y comprensión. Tenemos que aceptar el fracaso sin despreciarnos. Es muy importante aceptarnos con lo bueno y con los fallos que todos cometemos.

—En su obra dedica un apartado a la psicología positiva. ¿Cómo puede ayudarnos en nuestra vida, aquí y ahora?

—La psicología positiva, que es una ciencia reciente que comenzó como asignatura en el año 2000, estudia no necesariamente las enfermedades emocionales, sino cuáles son las cualidades o las fuerzas que el ser humano tiene. Para empezar, una capacidad importante, que forma parte del optimismo, es tener el control ante una adversidad. 

Hay personas que piensan, «Yo puedo hacer algo para superar esta situación de confinamiento o ansiedad» o «Yo puedo hacer algo por buscar información para entender lo que me pasa». La persona que pone ese centro de control dentro de ella misma y además confía en sus cualidades para poder entender lo que le pasa y superarlo, está haciendo lo que en psicología positiva se llama optimismo. 

Esa es una facultad muy importante. Y dentro de esa capacidad para tener el control y confiar en que podemos superar esas adversidades, está el decir: «Creo que necesito ayuda». Esa es una decisión muy importante. Lo opuesto a esto es pensar: «Pues mira, Luis, que sea lo que Dios quiera». Esto último no nos ayuda. Sabemos, por ejemplo, que, en accidentes de aviación, en terremotos, en situaciones graves de peligro, las personas que dicen «mira, que sea lo que Dios quiera», tienen menos probabilidades de salvarse y más probabilidades de entrar en pánico. La persona que dice «yo puedo hacer algo por salvarme» tiene más opciones de resistir ese miedo que se convierte en pánico y, por lo tanto, de sobrevivir.

—Durante la pandemia usted preguntó a sus seguidores de Twitter «qué significado le daban a estar bien». Ese fue el germen de su último libro. Las redes sociales deberían ayudarnos a ser felices, a conseguir estar bien, sin embargo, muchas veces esta socialización digital lo que genera es bronca. Como psiquiatra, ¿nos las recomienda o prohíbe? 

—Bueno eso es un poco extremo. (Ríe) Mi consejo sería separar los beneficios emocionales, sociales, físicos de las redes sociales, de Internet, de la televisión, la del teléfono, del uso que hacemos de esa tecnología. Cuando apareció la televisión —hasta que tuve quince años no había todavía en España— empezaron a culparla de la violencia que había en las calles. La televisión no es culpable. 

Ahora cuando los padres utilizaban esa televisión como canguro de niños de dos, tres y cuatro años que se pasaban tres o cuatro horas delante de la pantalla, el problema no era el televisor sino el uso que hacían de él. Y lo mismo ocurre con las redes sociales —la tecnología—, que nos unen, conectan y globalizan el mundo son muy positivas. Ahora, si nos pasamos el día conectados a ellas o utilizamos las redes sociales para aplacar nuestra ira, para humillar a otros… El problema es el uso que hacemos de ella y no la tecnología en sí.

Imagen de portada: Luis Rojas Marcos (Foto: María Levintonova).

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Por Miguel Ángel Santamarina. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 10 de octubre 2022.

Sociedad y Cultura/Literatura/11S/Pandemia de coronavirus/Entrevista.

Por qué el trabajo híbrido es emocionalmente agotador.

Cuando a Klara le ofrecieron un acuerdo de trabajo híbrido, pensó que sería lo mejor de ambos mundos.

La gestora de cuentas se había incorporado a una empresa en Londres (Reino Unido) con un contrato que la obligaba a ir a la oficina a tiempo completo, pero las sucesivas oleadas de covid-19 la forzaron a laborar desde casa.

El jefe de Klara introdujo la política híbrida en septiembre de 2021, cuando las directrices del gobierno británico que recomendaban el trabajo en casa llegaban a su fin: Los martes y los jueves laboraría desde casa, y el resto de la semana iría a la oficina durante las horas normales contratadas.

«Al principio, tener una configuración híbrida permanente fue un alivio», dijo Klara, cuyo apellido se reserva por razones de seguridad laboral. «Después de años de trabajo de oficina a tiempo completo, sentí que por fin tenía el control de mi horario y de mi ajetreada vida familiar».

Sin embargo, con el paso de los meses, la novedad del trabajo híbrido pronto dio paso a las molestias.

«Los días que trabajo desde casa me siento cómoda y concentrada», relató Klara. «Pero por la tarde me da pavor volver a una oficina ruidosa y pasar ocho horas mirando fijamente una pantalla, reajustándome exactamente a como era antes de covid-19», reconoce.

Doble complicación

Klara relató que siente que ahora tiene que mantener dos lugares de trabajo: uno en la oficina y otro en casa.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El tener que viajar varias veces a la semana a la oficina, cargando papeles y equipos resulta molesto para muchos trabajadores, de acuerdo con las primeras investigaciones hechas sobre el trabajo híbrido.`

«Implica una planificación y una rutina de parada y arranque: llevar y traer la computadora portátil a la oficina todos los días, y recordar qué cosas importantes he dejado en qué sitio», explica.

«Es el cambio psicológico -el cambio de escenario cada día- lo que resulta tan agotador; esta sensación constante de no estar nunca instalada, estresada y de que mi trabajo productivo en casa se ve siempre interrumpido», añade.

Los nuevos datos empiezan a respaldar esta evidencia anecdótica: muchos trabajadores afirman que el jornada híbrida es emocionalmente agotadora. Un reciente estudio global realizado por la plataforma Tinypulse reveló que más del 80% de los gerentes informaron que esta modalidad era agotadora para los empleados.

Los empleados también señalaron que el trabajo híbrido era más duro emocionalmente que los totalmente remotos y, de forma preocupante, incluso el trabajo a tiempo completo en la oficina.

Teniendo en cuenta que muchas empresas tienen previsto implantar modelos de trabajo híbridos permanentes y que los empleados quieren pasar sus semanas laborales entre el hogar y la oficina, estas cifras hacen saltar las alarmas.

Pero, ¿qué tiene el trabajo híbrido que resulta tan agotador desde el punto de vista emocional? ¿Y cómo pueden los trabajadores y las empresas evitar las trampas para que el trabajo híbrido funcione realmente?

No todo lo que brilla es oro

A medida que la pandemia se ha ido prolongando y los hábitos de trabajo flexible se han ido arraigando, la vuelta a la oficina a tiempo completo parece una reliquia. Sin embargo, aunque algunas empresas han implantado políticas de trabajo desde cualquier lugar, otras han apostado por la modalidad híbrida.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Al comienzo de la pandemia la mayoría de los trabajadores deseaba poder trabajar parte del tiempo desde casa, sin embargo con el paso del tiempo el entusiasmo por esta forma de trabajo ha ido disminuyendo.

En teoría, el modelo híbrido es la mejor opción tanto para el empleador como para el empleado, pues combina los patrones de trabajo en la oficina anteriores al covid-19 con los días de trabajo a distancia. Esto permitiría la colaboración en persona y la creación de equipos, así como una mayor flexibilidad y la oportunidad de concentrarse en las labores domésticas.

En el papel parecía que los trabajadores saldrían ganando. Un estudio realizado en mayo de 2021 arrojó que el 83% de los trabajadores quería trabajar de manera híbrida después de la pandemia.

«Había una sensación de que esta opción sería lo mejor de ambos mundos», afirma Elora Voyles, psicóloga organizacional y científica industrial en la firma Tinypulse, con sede en California (Estados Unidos).

«Para los jefes, significa que conservan una sensación de control y que pueden ver a sus trabajadores en persona. Para los empleados, ofrece más flexibilidad que la jornada completa en la oficina y significa que pueden trabajar con seguridad durante la pandemia», agrega.

FUENTE DE LA IMAGEN – JUSTIN PAGET. La pandemia del covid-19 forzó a muchas compañías a permitir a sus empleados trabajar desde casa, bien sea porque estuvieran contagiados o para evitar que engrosaran las estadísticas.

Sin embargo, a medida que la novedad del trabajo híbrido se ha ido desvaneciendo, también lo ha hecho el entusiasmo de los trabajadores. «Descubrimos que la gente era menos positiva sobre el trabajo híbrido a medida que avanzaba el tiempo», explica Voyles.

«En los meses de primavera y verano, muchas organizaciones estaban realmente dispuestas a implantarlo. Incorporaron a los empleados a un horario híbrido, pero luego se encontraron rápidamente con dificultades», apunta.

Organizaciones que nunca implantaron el sistema híbrido se vieron obligadas a elaborar políticas sobre la marcha, a menudo sin consultar a sus empleados. Así que, como en el caso de Klara, se impuso a los trabajadores la modalidad de trabajar parte en la oficina y parte en la casa.

La incertidumbre también juega

El optimismo de los trabajadores pronto dio paso al cansancio. En la encuesta realizada por Tinypulse a 100 empleados de todo el mundo, el 72% declaró estar agotado por el trabajo híbrido, casi el doble de las cifras de los trabajadores totalmente remotos y también mayores que las de los que trabajan tiempo completo en la oficina.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Los constantes cambios de locación que el modelo de trabajo híbrido trae consigo vienen produciendo una incertidumbre en los trabajadores, que afecta su condición física y mental.

Pese al pequeño tamaño de la muestra, Voyles asegura que el estudio refleja el problema: La alteración de las rutinas diarias de los empleados -y la naturaleza entrecortada de la modalidad híbrida- es lo que los trabajadores encuentran tan agotador.

«Una rutina predecible y constante puede ayudar a las personas a hacer frente a los sentimientos de estrés e incertidumbre, especialmente durante una pandemia», dice.

«Sin embargo, lo híbrido requiere cambios frecuentes en esos hábitos diarios: los trabajadores tienen que cambiar constantemente las cosas, por lo que es difícil encontrar una rutina cuando tu horario está siempre entrando y saliendo de la oficina», explica.

Una rutina familiar puede actuar como un surco bien trazado que permite el flujo, pero forjar nuevos hábitos diarios -que implican un horario menos consistente entre los lugares de trabajo- puede mermar los recursos cognitivos.

«Pasar a la modalidad híbrida puede alterar la rutina de trabajo en casa», advierte la psicóloga Gail Kinman, miembro de la Sociedad Británica de Psicología.

«Las prácticas híbridas aún no se han convertido en algo natural, por lo que se necesita más energía, organización y planificación. Hay que crear nuevas estrategias (compartir puesto de trabajo, planificación de los desplazamientos) que no se necesitarían si se trabajara a distancia o en persona», apunta.

Llevar físicamente el trabajo de la casa a la oficina también puede tener un impacto psicológico para algunos.

Según un estudio reciente, el 20% de los trabajadores del Reino Unido declararon tener dificultades para desconectar del trabajo y sentirse «siempre activos»; la dificultad para adaptarse a la modalidad híbrida y a los límites permeables entre el hogar y el trabajo se citó como un factor importante.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Otra desventaja del modelo híbrido es que muchos empleados no logran poner fin a sus jornadas y terminan trabajando muchas más horas, lo cual afecta su convivencia familiar.

La modalidad híbrida también puede conllevar un mayor riesgo de presentismo digital, añadió Kinman, en comparación con los trabajos totalmente remotos, que implican la confianza del empleador desde el principio.

«Si un empleador establece la modalidad híbrida sin confiar en su personal, puede convertirse en poco más que un gesto simbólico: los trabajadores se sienten presionados a tener que demostrar a su jefe que están aprovechando el trabajo en casa. Eso puede llevar a un exceso de trabajo y al agotamiento, cuyos efectos pueden ser devastadores», puntualiza.

Definir lo híbrido

Para algunos trabajadores, las frustraciones con el sistema híbrido significan que están gravitando hacia trabajos que les permiten un control total de sus horarios.

«Pensé que la modalidad híbrida era para mí, pero dividir mi tiempo entre el hogar y el lugar de trabajo era demasiado perturbador», admite Klara, que pronto comenzará un nuevo puesto totalmente remoto.

«La oficina me distrae: te pueden molestar en cualquier momento. Cuanto más tiempo trabajaba de forma híbrida, más sentía que era un obstáculo más para hacer mi trabajo: desde el desplazamiento hasta saber que al día siguiente estaría trabajando en otro sitio. Rápidamente se convirtió en una tarea», agrega.

Sin embargo, la experiencia de Klara no significa necesariamente que los trabajadores deban volver a sus escritorios de oficina cinco días a la semana, ni que deban buscar trabajos que sean permanentemente remotos.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Expertos en organización de empresas consideran que la vía para minimizar las desventajas del modelo híbrido es pactar con los trabajadores los horarios y formas de trabajo.

La modalidad híbrida puede ser una armonía perfecta para los trabajadores, siempre que su empleador lo haga bien.

«Los casos de trabajo híbrido que fallan son aquellos dictados por el supervisor», explica Voyles. «Los empleados acaban teniendo una semana laboral sobre la que no tienen ningún control: es como el horario fijo de oficina a tiempo completo de antaño, que resulta que está en el domicilio del trabajador dos veces por semana».

Kinman dice que todo se reduce a lo que las organizaciones entienden por «híbrido». «Es una definición amplia que puede interpretarse de muchas maneras: desde ir a la oficina tres días a la semana, hasta una vez al mes. Lo híbrido puede seguir siendo el futuro del trabajo y representar lo mejor de ambos mundos, pero todavía hay que perfeccionarlo», explica.

La modalidad híbrida puede tener éxito cuando la gerencia se pone en contacto con sus empleados, preferiblemente de forma individualizada, para definir cómo les conviene la configuración.

«Tanto el empresario como el empleado deben establecer los límites. Pero es necesario que el trabajador tenga autonomía para autogestionar su horario: la flexibilidad debe ser dictada por el individuo, no por el jefe», dice Voyles.

Ensayo y error

Además, el personal híbrido podría verse favorecido por una configuración más sólida del trabajo a distancia, lo que ayudaría a facilitar el cambio psicológico entre la oficina y el hogar.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Psicólogos y expertos en temas organizacionales consideran que el trabajo híbrido puede ser el futuro para muchos empleados, pero admiten que todavía falta mucho camino por recorrer para minimizar sus desventajas.

«Lo híbrido es un estado de ánimo», agrega Kinman. «Es la idea de que nos movemos y trabajamos sin problemas de un entorno a otro. Por lo tanto, hay que establecer mecanismos que garanticen que los empleados tienen el software y las herramientas adecuadas para trabajar en casa», zanja.

Kinman admite que estamos en medio de un gran experimento laboral y predice que los problemas durarán años.

«Actualmente, sabemos más sobre el trabajo remoto a tiempo completo durante una crisis de salud que sobre el trabajo híbrido a largo plazo», añade, al tiempo que dice que si se permite a los trabajadores un cierto grado de elección y control sobre sus pautas de trabajo, las recompensas serán jugosas.

«Tanto las personas como las organizaciones afirman que quieren el trabajo híbrido. Por tanto, hay una gran oportunidad de cambiar la forma de trabajar. Pero hay que ir más allá de las horas que fijan los jefes: tiene que ser una mentalidad que funcione tanto para el empresario como para el empleado», concluye Kinman.

Esta historia fue publicada originalmente en BBC Worklife.Lee aquí el artículo en inglés.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Alex Christian; BBC Worklife. 21 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Economía/Pandemia de Coronavirus/Salud

 

 

 

Qué son las vacunas bivalentes contra la covid y cómo protegen de todas las variantes del coronavirus.

El coronavirus no ha desaparecido del mundo y probablemente no desaparezca, por lo que algunos laboratorios ya desarrollaron vacunas que acompasan las mutaciones del virus.

Reino Unido fue el primero en habilitar a mediados de agosto el uso de una nueva fórmula desarrollada por Moderna para su vacuna de ARN mensajero, que fue mejorada para combatir el linaje ómicron en todas sus subvariantes conocidas.

Estados Unidos le siguió el último día de agosto al autorizar el uso de las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer/BioNTech, que también utiliza la tecnología de ARN mensajero, y a los pocos días empezó a administrarlas a la población en general.

Luego, Canadá aprobó el refuerzo actualizado de Moderna contra el coronavirus SARS-CoV-2.

A comienzos de septiembre el regulador británico le dio el visto bueno a la versión actualizada de Pfizer/BioNTech y por esas fechas el país comenzó a inyectar las nuevas dosis a personas mayores de 50 años, a aquellas de alto riesgo de cualquier edad, a embarazadas y al personal de la salud.

Y más recientemente, este lunes, la Agencia Europea de Medicamentos recomendó el uso de la vacuna actualizada de Pfizer/BioNTech en los 27 países de la Unión Europea, una decisión que deberá adoptar la Comisión Europea en los próximos días.

¿Qué es una vacuna bivalente?

Las vacunas bivalentes son aquellas que protegen el cuerpo contra dos tipos de antígenos.

En el caso de las dosis actualizadas contra la covid-19, son bivalentes porque inmunizan contra la cepa original -también conocida como Wuhan por la ciudad china donde apareció el virus- y contra la variante ómicron.

Las vacunas que se utilizaban hasta ahora en el mundo eran monovalentes, es decir, estaban diseñadas solamente contra el virus original.

Una vacuna bivalente ampliamente utilizada en Latinoamérica es aquella contra el virus del papiloma humano (VPH), que fue diseñada para los tipos VPH-16 y VPH-18.

Las vacunas pueden ser polivalentes, lo que significa que pueden estar diseñadas para varias cepas o incluso varias enfermedades.

La vacuna pentavalente, por ejemplo, es aplicada en niños y protege contra la difteria, la tos convulsa, el tétanos, la influencia tipo b y la hepatitis B o la polio, dependiendo de su formulación.

Dosis de vacuna bivalente anticovid de Moderna y Pfizer.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS/GETTY IMAGES. Tanto Moderna como Pfizer desarrollaron vacunas bivalentes que se están aplicando en Estados Unidos y Reino Unido.

¿De qué están compuestas las vacunas actualizadas?

Cada dosis de la vacuna original de Pfizer contra la covid-19 contenía 30 microgramos de tozinameran, una sustancia que actúa sobre el ARN, en 0,3 mililitros de líquido.

La versión bivalente también contiene 30 microgramos, aunque en este caso 15 microgramos están diseñados para la cepa de Wuhan y los otros 15 microgramos para ómicron.

En el caso del compuesto formulado por Moderna, cada dosis del producto monovalente contenía 50 microgramos de elastómero en 0,5 mililitros que apuntaban al virus inicial, mientras que el refuerzo actualizado contiene 25 microgramos dirigidos a cada variante.

De momento, el refuerzo actualizado de Pfizer/BioNTech está autorizado para mayores de 12 años y el de Moderna para mayores de 18 años, tanto en EE.UU. como Reino Unido.

Las vacunas bivalentes autorizadas en EE.UU. fueron diseñadas para apuntar a los linajes BA.4 y BA.5 de ómicron, aunque cubre las variantes anteriores.

En Reino Unidos se aprobó una versión previa dirigida al linaje BA.1 de ómicron.

Las autoridades sanitarias estadounidenses señalaron que probablemente se recomendará en el futuro un refuerzo anual de la vacuna anti covid, de la misma forma que se hace con la vacuna de la gripe.

¿Las nuevas vacunas sustituyen a las primeras?

Las vacunas contra la covid-19 comenzaron a administrarse en el mundo en diciembre de 2020.

Desde entonces, más de 12.000 millones de dosis de una decena de laboratorios fueron aplicadas.

Casi dos años después y ante el predominio de la variante ómicron, los laboratorios fueron encomendados a diseñar las versiones actualizadas.

Sin embargo, estas nuevas vacunas no sustituyen al esquema inicial, que estaba pensado solamente para la cepa de Wuhan.

Una persona recibe una vacuna

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Las autoridades anticipan que la vacuna contra la covid terminará por ser anual.

La vacuna bivalente es de refuerzo, por lo que quienes no se hayan vacunado con la pauta completa deberán hacerlo antes de recibir esta dosis adicional.

En Reino Unido deben haber pasado al menos tres meses de recibida la última dosis, mientras que en Estados Unidos el plazo mínimo son dos meses.

No importa qué vacuna haya recibido la persona anteriormente; el refuerzo actualizado puede ser de cualquiera de los dos laboratorios que ya tienen aprobación, dijeron los organismos reguladores de medicamentos.

¿Qué pasa en América Latina?

Por el momento, ningún país de la región inició la vacunación con las versiones actualizadas.

Pero en Chile el gobierno piensa en una quinta dosis anti covid -ya dio refuerzos de tercera y cuarta dosis- con la vacuna bivalente que se comenzará a dar antes de fin de año, le dijo la ministra de Salud de ese país, María Begoña Yarza, a la emisora local Tele13 Radio.

Los países latinoamericanos que han administrado hasta ahora vacunas de Pfizer/BioNTech son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Vacunación contra la covid en América Latina. Porcentaje de la población que recibió la pauta inicial completa.  Información al 11 de septiembre de 2022..

Las vacunas de Moderna, en tanto, han sido administradas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.

Un portavoz del laboratorio Moderna le dijo a BBC Mundo que la compañía modificó los acuerdos de suministro con Argentina y Perú para que las entregas de dosis sean de la fórmula actualizada una vez que obtengan la aprobación del regulador en cada país.

BBC Mundo contactó con Pfizer para conocer sus planes en América Latina, pero no obtuvo respuesta al momento de publicarse este artículo.

Imagen de portada: REUTERS

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 13 de septiembre

Pandemia de coronavirus/Ciencia/Salud/Variante Ómicron/Vacunas

 

Renunciar al sistema, la nueva tendencia laboral en Francia y el mundo.

«The Big Quit»: tras la pandemia millones de personas dejaron su empleo formal para mejorar su calidad de vida.

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En Francia las renuncias también se hicieron masivas y desembocaron en una crisis del empleo. El colapso, esta vez, fue al revés: no por el desempleo sino por la falta de candidatos a cubrir decenas de miles de puestos de trabajo vacantes.

Desde París

El sueño de la casa propia se vio ultra superado por otro: el de la vida propia. Esa aspiración ya presente en las sociedades se incrementó con la pandemia y llevó a millones de personas a renunciar a sus puestos de trabajo para buscar otra vida distinta. No hay lugar en el mundo donde no haya aparecido ese movimiento. En Estados Unidos, unas 50 millones de personas dejaron sus trabajos en 2021 en la industria, los servicios o el sector terciario. 

La ola fue y sigue siendo tal que se la ha llamado “Great resignation” o «Big Quit» (la Gran Renuncia). En Francia, aunque en menor número debido a una población más reducida y una resistencia mucho más fuerte al cambio, las renuncias también se hicieron masivas y desembocaron en una crisis del empleo. El colapso, esta vez, fue al revés: no por el desempleo sino por la falta de candidatos a cubrir decenas de miles de puestos de trabajo vacantes

Para evitar la fuga las empresas propusieron mejores condiciones salariales a sus empleados sin que ello bastara para detener una corriente que se dirige no hacia un mejor salario sino a una actividad más cercana a las convicciones personales, a la necesidad de sanear el planeta o de tener una vida infinitamente menos limitada a los sacrificios. 

Stéphane Malmond, un exempleado bancario dentro de un gran grupo, lo dejó todo de un día para otro: ”Eso de Metro, Dodo, Boulot (Metro, noni y laburo) se acabó para mí. Preferí ganar mucho menos, renunciar a un cargo de responsabilidad y de prestigio por un trabajo donde se acentúa mi responsabilidad personal con el bienestar mío y de mi familia. Hasta que no apareció la pandemia y el confinamiento no me di cuenta de que estaba llevando una vida de locos y, peor aún, que estaba siendo cómplice de la destrucción del mundo”. 

Stéphane Malmond se fue de París a vivir a Rennes, una de las grandes ciudades de Bretaña, y allí se instaló con un modesto negocio especializado en poner marcos a los cuadros. ”Ganar más o menos ya no me importa. Mi principal ambición socioprofesional no es tener un auto o dos sino sentirme bien y sentir que contribuyo a mejorar el mundo”.

En Francia

En Francia, según datos publicados por La Dirección de la Animación, la Investigación y los Estudios Estadísticos (DARES), durante el primer trimestre de 2022 520.000 personas renunciaron a sus trabajos, de las cuales 469.000 tenían contratos fijos y asegurados (CDI). ”Se trata de un nivel de dimisiones muy, muy alto”, reconoce el organismo DARES que pertenece al Ministerio de Trabajo. 

El filósofo francés Eric Sadin (último libro publicado en la Argentina por Caja Negra Editora “La Era del Individuo Tirano, el fin de un mundo en común”), señala que se trata de un “gran aliento renovador, de una suerte de celebración de la alternativa que irrumpió de golpe en varios sectores”. 

El cambio de actividad profesional dio lugar a que muchas empresas, en particular en el sector de la hotelería, la restauración y los transportes, carecieran drásticamente de mano de obra. Sin embargo, no son los únicos afectados por esa “búsqueda de un sentido” que describe muy bien la socióloga y especialista de los empleados altamente calificados que renuncian a sus puestos, Elodie Chevalier. ”Ha habido —asegura la socióloga— un replanteamiento de lo que era esencial o no. En determinados sectores terciarios se produjo una pérdida de sentido precedida por la pandemia que aceleró e incrementó la reflexión sobre los oficios que podían o no ser considerados como esenciales”. 

La problemática no es nueva, sobre todo en las generaciones más recientes.

Hace unos seis años, el sociólogo Jean-Laurent Cassely escribió un ensayo («La revuelta de los primeros de la clase») sobre los jóvenes que egresaban de las mejores universidades y escuelas de comercio, con un porvenir trazado y sueldos enormes, pero que se negaban a “alimentar el sistema” y terminaban volviéndose agricultores, abriendo panaderías y fiambrerías. 

La epidemia gregaria

Luego de la pandemia, el investigador francés constató “una suerte de epidemia que ganó a los consultores, ejecutivos, intelectuales o gente de los medios: abrir un lugar, crear un espacio casi experimental para instalar una granja urbana, una escuela de cocina vegetal, una fiambrería, una escuela de yoga, otra de osteopatía. Lo importante es, sobre todo, reunir gente, estar entre personas, y no ya tener un puesto bien pagado pero aislado. Son, en suma, proyectos existenciales dentro de los cuales se desarrollan nuevos modos de vivir”. 

Cassely también constata una de las poderosas paradojas de esta “gran renuncia” y deseo de cambio: se invirtieron años y años en inventar comunidades en línea, conectadas por medio de internet a través de todo el planeta, pero ahora lo máximo, lo total, consiste en promover contactos sociales con los otros, con y entre individuos dentro de los mismos espacios físicos y no ya conectados”.

“Es un cambio fuerte. Mucha gente ha dejado de creer en el sistema, tomó conciencia de la futilidad de alimentar un monstruo y decidió optar por su camino y apostó por la permacultura o una panadería. Es lo mismo. Este movimiento del Big Quit testimonia de una acelerada pérdida de sentido ante lo que existía, sobre todo dentro de las llamadas “profesiones calificadas”, comenta Sadin. 

Christine Le Fèvre, una mujer que trabajaba en el sector de la publicidad y renunció a todo para ir a vivir en Normandía en una granja donde practica la permacultura, cuenta que, «antes de la pandemia y a pesar de que tenía un excelente puesto de trabajo, con un salario alto que me permitía residir en los barrios más caros de París, nunca podía sacarme de encima la sensación de infelicidad. Antes de dormirme sentía que era una fracasada. Desde que trabajo tres veces más con las manos en la tierra me siento en paz, en resonancia con mis inclinaciones y orgullosa de estar llevando a cabo una actividad que no destruye el planeta, la tierra, sino que los restaura”. 

Elodie Chevalier observa también que las renuncias “no se concentran en un segmento, sino que conciernen al conjunto de la población activa de Francia. Todo el mundo se está moviendo, los recién ingresados al mundo laboral como las personas que ya cuentan con carreras muy ricas. No hay jóvenes ni menos jóvenes, sino todas las generaciones confundidas”.

Cambiar la vida

El anhelo de cambiar de vida, de darle un sentido a la existencia o de trasladar la actividad profesional hacia proyectos bio ecológicos no son los únicos resortes de Big Quit a la francesa. También, como lo explica Chevalier, «el miedo entra en juego en esta variable”. Miedo quiere decir aquí buscar una seguridad económica fuera de los puestos de trabajo donde se dependa de una estructura o de un jefe. 

Durante la pandemia, decenas de miles de personas fueron despedidas de sus puestos de trabajo. La economía se detuvo y con ella también el trabajo mensual y el salario garantizado. Las medidas adoptadas por el gobierno y el seguro de desempleo amortiguaron la caída. Sin embargo, ante la posible repetición de una situación semejante, decenas de miles de personas optaron por garantizarse a través de la independencia laboral sus medios de existencia. 

Si a las 520 mil personas que renunciaron a su trabajo durante los seis primeros meses de 2022 se le suman las 518 mil que lo hicieron en el curso de los seis últimos meses de 2021 se llega a más de un millón de trabajadores. ”Es tan impresionante como invisible”, comenta Jean-Laurent Cassely.

El récord de renuncias precedente remonta al año 2008, justo cuando estalló la crisis financiera: unas 510 mil personas abandonaron entonces sus trabajos. El fin de la pandemia trajo igualmente un fuerte incremento de la actividad económica y, por consiguiente,” mucha movilidad en el mundo del empleo”, observa la DARES. El organismo acota que “en las fases de expansión económica aparecen nuevas oportunidades para trabajar y ello incita a la gente a renunciar a los puestos que ocupaba”. Sin embargo, las renuncias, ahora, están más ligadas a un profundo anhelo “a no dejar los huesos en una oficina” (Christine Le Fèvre) que a buscar oportunidades profesionales dentro del mismo sector.

”Los cambios de orientación profesional han sido radicales”, recuerda Jean-Laurent Cassely. Radicales y, a su manera, también con un aura real de representar una nueva existencia, una humanidad distinta en la que el banquero especulador se vuelve panadero, el especialista en redes sociales y manipulaciones virtuales cambia esa vida por la de apicultor. Puede que el movimiento se quede ahí, reducido a muchos individuos, pero no los suficientes como para trastornar el sistema. Puede también que se torne masivo y marque, al fin, un punto final a la expansión de un liberalismo que no hace más que destruir la esencia humana y la noción del otro, del semejante, como un aliado.

Imagen de portada: Una camarera atiende a una clienta en Marsella. Cae el empleo formal en Francia.. Imagen: AFP

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. Por Eduardo Febbro

Sociedad y Cultura/Pandemia/Reforma Laboral/Francia

 

¿Las personas con Covid pueden tener problemas neurológicos?

  • Un estudio de más de 1,25 millones de personas diagnosticadas con la enfermedad apunta a un riesgo elevado de desarrollar afecciones como psicosis, demencia, “niebla cerebral” y convulsiones, durante dos años después de la infección por covid-19.

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Las personas que se contagiaron con covid-19 pueden tener un mayor riesgo de padecer problemas neurológicos y psiquiátricos hasta dos años después de la infección, sugiere un estudio que publica la revista “The Lancet Psychiatry”.

Un estudio de más de 1,25 millones de personas diagnosticadas con la enfermedad apunta a un riesgo elevado de desarrollar afecciones como psicosis, demencia, “niebla cerebral” y convulsiones, durante dos años después de la infección por covid-19 en comparación con otras infecciones respiratorias.

También existe un mayor riesgo de ansiedad y depresión en adultos, pero esto desaparece dentro de los dos meses posteriores a la infección, agrega la investigación, a cargo de expertos de la Universidad inglesa de Oxford.

Los niños tenían más probabilidades de ser diagnosticados con algunas afecciones, como convulsiones y trastornos psicóticos, pero la probabilidad de la mayoría de los diagnósticos después del covid fue menor que en los adultos.

Según el estudio, la variante delta de covid se asoció con más trastornos que la variante alfa, mientras que la ómicron se asoció con riesgos neurológicos y psiquiátricos similares a los delta.

Los investigadores piden más recursos y apoyo para los dedicados a la atención médica para atender estos problemas.

Desde que empezó la pandemia, ha surgido evidencia de que los que han tenido covid podrían tener un mayor riesgo de padecer afecciones neurológicas y psiquiátricas.

Un estudio de observación anterior realizado por el mismo grupo de investigación informó que los que superaron la covid-19 tienen un mayor riesgo de sufrir varias afecciones neurológicas y de salud mental en los primeros seis meses después de la infección.

Sin embargo, hasta ahora, no había datos a gran escala sobre los riesgos de estos diagnósticos durante un largo período de tiempo.

La nueva investigación fue la primera a gran escala que analizó el riesgo de afecciones neurológicas y de salud mental después de la covid-19 en niños y evaluó cómo cambian los riesgos con la aparición de nuevas variantes.

El estudio se hizo a partir del análisis de datos sobre 14 diagnósticos neurológicos y psiquiátricos recopilados de registros de salud electrónicos, en su mayoría de EEUU durante dos años.

El autor principal del estudio, Paul Harrison, señaló en su artículo que, “además de confirmar hallazgos anteriores de que covid-19 puede aumentar el riesgo de algunas afecciones neurológicas y psiquiátricas en los primeros seis meses después de la infección, este estudio sugiere que algunos de estos mayores riesgos pueden durar al menos dos años”.

“Los resultados tienen implicaciones importantes para los pacientes y los servicios de salud, ya que sugieren que es probable que ocurran nuevos casos de afecciones neurológicas relacionadas con la infección por covid-19 durante un tiempo considerable después de que la pandemia haya disminuido”.

“Nuestro trabajo también destaca la necesidad de más investigación para comprender por qué sucede esto después de la covid-19 y qué se puede hacer para prevenir o tratar estas afecciones”.

Con información de EFE.

Imagen de portada: Un médico toma la temperatura de un paciente en el hospital general San Juan de Dios en Ciudad de Guatemala, en una fotografía de archivo. EFE/Esteban Biba.

FUENTE RESPONSABLE: elDiarioAR  18 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/Pandemia de Coronavirus/Afecciones posteriores

 

Más de 80.000 turistas están atrapados en el «Hawái chino» por un nuevo confinamiento por coronavirus.

Más de 80.000 turistas quedaron varados en un popular centro turístico en China después de que un brote de coronavirus provocara un confinamiento.

Las autoridades cancelaron todos los vuelos y trenes desde Sanya, conocido como el «Hawái de China», el sábado, un día después de que se confirmaran 263 casos positivos.

Los viajeros ahora deben presentar cinco pruebas de PCR negativas durante siete días antes de que se les permita salir.

China es la única economía importante que aún sigue una política de «cero covid».

Sanya

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Hainan

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El país ha registrado menos de 15.000 muertes desde que comenzó la pandemia, según la Universidad Johns Hopkins.

Sin embargo, las medidas adoptadas han generado preocupación por el impacto que tendrá en la economía las estrictas reglas, incluidas las pruebas masivas y los confinamientos locales.

Destino de surf

Las restricciones en Sanya, una ciudad en el sur de la isla de Hainan y un popular destino de surf, llegan durante la temporada alta de turismo.

Los servicios esenciales como supermercados y farmacias permanecen abiertos, pero los lugares de entretenimiento están cerrados desde la semana pasada, informa la agencia de noticias AFP.

Las autoridades han pedido que pedirán a los hoteles que ofrezcan un descuento del 50% hasta que se levanten las restricciones.

Sanya no es la única ciudad que se ha cerrado en los últimos meses.

Un trabajado vistiendo equipo protector durante el confinamiento en Shanghái el pasado 30 de mayo.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Shanghái estuvo confinada durante más de dos meses.

Alrededor de un millón de personas en un suburbio de Wuhan, la ciudad en el centro de China donde se registró por primera vez el covid-19, enfrentaron nuevas restricciones el mes pasado después de que se confirmaron cuatro casos asintomáticos.

Mientras tanto, en junio, los 25 millones de residentes de Shanghái finalmente salieron de un estricto bloqueo de dos meses.

El importante eje financiero del país venía luchando contra una ola de nuevas infecciones de coronavirus durante más de un mes cuando las autoridades decidieron imponer un duro confinamiento.

La medida se tomó después de que los casos subieron a más de 13.000 por día, pese a que comparado con otras situaciones internacionales, las cifras no eran tan altas.

Imagen de portada: Sanya. China

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. Hace 4 horas.

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